Estamos viviendo tiempos difíciles, como señalaba Charles Dickens en la novela de ese título, donde se refería a la situación creada por la creciente industrialización que se producía en la Gran Bretaña de mediados del siglo XIX. La dificultad de nuestro tiempo viene dada desde hace algo más de una década, cuando la quiebra de Lehman Brothers desencadenó una gravísima crisis financiera. Luego llegó la pandemia y ahora la invasión de Ucrania por las tropas de Putin, cuyas últimas repercusiones, más allá de atacar a un país soberano que desea tomar sus propias decisiones y que ha provocado muertes, dolor, huidas masivas y destrucción, no estamos todavía en condiciones de evaluar. En estas circunstancias, difíciles, se están produciendo situaciones en el seno del gobierno español, donde está instalada la extrema izquierda, de ideología comunista, tan peligrosa como la extrema derecha, que ciertamente llaman la atención. Desde el giro, verdaderamente copernicano, de Sánchez anunciando que sólo se enviarían a Ucrania armas defensivas a pasar al envío de armas ofensivas, así como desde las terminales mediáticas de la Moncloa decirnos que no se había producido un cambio de postura en la decisión del presidente del gobierno, tratando de hacernos comulgar con ruedas de molino. Está claro que el cambio de postura no se debió a presiones de los comunistas que forman parte de su gobierno y que no se atreven a enfrentarse a Putin, un nostálgico de la URSS, no en balde fue agente de sus servicios secretos, porque están a su lado como revelaron, junto a otros extremistas, en su votación en el parlamento europeo para acelerar la entrada de Ucrania en la Unión. La presión a Sánchez le vino de Borrell quien, en un discurso contundente, señaló que, no se olvidarían de quienes no estuvieran a su lado. Sánchez corrió a rectificar su posición y estos días se muestra más atlantista que Stoltenberg, viajando a Letonia para visitar a las tropas españolas allí destacadas cuando antes afirmaba que el ministerio de Defensa debía ser eliminado. Sus socios de gobierno han llamado «partidos de la guerra», a aquellos que apoyan el envío de armas a Ucrania. No llaman de esa forma al agresor, a Putin, y manifiestan su rechazo a las decisiones del presidente del gobierno. Cuando se dan esas circunstancias solo caben dos soluciones. Una, los ministros disconformes con la decisión del gobierno del que forman parte dimiten y lo abandonan porque no están de acuerdo. Dos, el presidente del gobierno ces Estamos viviendo tiempos difíciles y siendo testigos de cosas que resultarían difíciles de imaginar hace sólo unos años y no exclusivamente por la invasión de Putin a un país soberano en Europa, sino por ciertas actitudes en nuestro propio gobierno. |
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
viernes, 11 de marzo de 2022
Por dignidad
domingo, 27 de febrero de 2022
UCRANIA
LA Rusia de Vladimir Putin acaba de perpetrar un detestable ataque, condenable desde cualquier punto de vista, a un país soberano, como es Ucrania. En 2014 ya le arrebató la península de Crimea. El déspota del Kremlin tiene nostalgia de lo que en otro tiempo fue la Unión Soviética que, bajo la égida comunista, mantenía sojuzgados a una serie de países del este de Europa hasta que la caída del muro de Berlín, en 1989, marcó el principio del fin del mundo soviético. En diferentes acciones, tomando como base, iniciativas bélicas —siempre precedidas de declaraciones de paz suyas y de su ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov—, ha buscado incorporar a sus dominios territorios que formaron parte de la Unión Soviética. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que, en otro tiempo, fue un agente del KGB. Cuando se han producido actuaciones bélicas en otros momentos, como fue la guerra desatada por Bush contra Irak, so pretexto de que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva —luego resultó ser falso—, se han desencadenado oleadas de protestas callejeras, orquestadas por la izquierda —entonces los comunistas estaban en Izquierda Unida— que no vemos que ante esta incalificable agresión se produzcan ahora. Es más, los ministros podemitas del gobierno, donde ahora está integrada Izquierda Unida, manifestaron su rechazo a que la OTAN se plantease tomar una serie de iniciativas, caso de que Rusia atacase Ucrania. No sé como explicarán esta agresión, aunque siempre se buscan argumentos, aunque haya que retorcerlos, para justificar lo injustificable. Ucrania es un país con una larga y dramática historia que, en determinadas zonas de su territorio, tiene un porcentaje elevado de población rusa, caso de Crimea y en la parte oriental del país. Esa parte de la población no ve con malos ojos su incorporación a Rusia. Eso fue algo que debió resolverse cuando se descompuso la Unión Soviética y se trazaron las fronteras, pero ya sabemos como se hace a veces y los problemas que ello genera. Pero esa circunstancia no puede justificar un ataque militar a un país soberano. Se dice que Putin busca que Ucrania no entre en la órbita militar occidental con un ingreso en la OTAN. No tiene derecho a impedirlo, si esa es la decisión que toma su gobierno donde, con muchas dificultades, se abre paso una democracia homologable con los parámetros de la Unión Europea. Muestra de esas dificultades la tenemos en que, en 2004 el presidente Yuschenco, que daba pasos para la incorporación de Ucrania a la Unión Europea, fue envenenado al ingerir una dioxina tóxica —hay fundadas sospechas de que detrás estaba Putin— que deformaba su cuerpo. El presidente Yanucóvich, bajo cuyo mandato estaba prevista la firma de un acuerdo como primer paso de dicha incorporación, sufrió las presiones de Putin que le hicieron desistir y, en una situación insólita, abandonó sus funciones y desapareció del país. Hoy se le busca en Ucrania acusado de traición. Anteanoche la selección ucraniana, que se enfrentaba a la española por un puesto en el mundial de baloncesto, fue recibida por los cordobeses que abarrotaban el Palacio de Vista Alegre con una impresionante ovación que iba mucho mas allá de la rivalidad deportiva. Esas muestras son importantes, pese a las reticencias de algunos, pero Ucrania necesita más apoyos. (Publicada en ABC Córdoba el 25 de febrero de 2022 en esta dirección) |
José Calvo Poyato Web Oficial. |
sábado, 19 de febrero de 2022
Elecciones en Andalucía
El PP andaluz asiste atónito a los movimientos estratégicos ajenos a sus intereses.
Estamos aún inmersos en la resaca de las elecciones celebradas en Castilla y León. En los medios controlados por el gobierno -la tertulia de TVE 24 horas es un ejemplo- se ponía el acento en que Vox, sin duda el gran triunfador de esas elecciones al pasar de uno a trece procuradores, era el aliado necesario de los populares, que habían ganado las elecciones con mucho menos margen del que esperaban, todo para ocultar el varapalo que el PSOE de Sánchez había recibido. Vox es la extrema derecha pero no se debe olvidar que políticamente se sitúa a equidistancia de quienes son socios de Sánchez -más allá de los herederos políticos de los asesinos etarras y de los independentistas catalanes-, la extrema izquierda que representa Podemos.
El adelanto electoral en Castilla y León, aparte la supuesta moción de censura que, según Fernández Mañueco, estaba otra vez urdiendo Ciudadanos y que no está demostrada, formaba parte de un mal planteamiento diseñado por los estrategas de Génova, empeñados en demostrar que el triunfo en Madrid es obra del partido y no del extraordinario tirón de Ayuso. Esa estrategia les ha salido mal, aunque hayan ganado las elecciones y conseguido que el PSOE, después de la euforia que habían desatado los disparates demoscópicos de Tezanos -es un insulto que continúe al frente del CIS-, muerda el polvo al perder siete de sus treinta y cinco procuradores, un veinte por ciento. Esa estrategia fallida pasaba por un mejor resultado en las elecciones del domingo y a continuación repetir la jugada en Andalucía.
Moreno Bonilla, que siempre había abogado por agotar la legislatura, mostraba indicios de un posible adelanto electoral porque estaba respondiendo a esa estrategia de Génova, aprovechando que no había sacado adelante los presupuestos de 2022. Una situación que supone hacer frente a importantes dificultades, pero que no impide gobernar unos meses más. El fiasco estratégico en Castilla y León ha llevado a que, rápidamente, se haya cerrado en San Telmo cualquier posibilidad al adelanto de unas elecciones que tendrán que ser convocadas, necesariamente, en octubre. Se alude a la estabilidad del gobierno como razón fundamental para rechazar cualquier adelanto electoral. Pero lo que late en el fondo es el fracaso de una estrategia cuyo objetivo no es otro que llevar a Casado a la Moncloa.
El presidente de Andalucía, que se ha ganado a pulso una imagen de moderación y que ha revelado unas capacidades que no se le conocían, haría bien en no entrar en esos juegos estratégicos que buscan objetivos muy distintos a lo que esta tierra necesita. Sabe que es muy difícil alcanzar una mayoría suficiente para intentar un gobierno en solitario y que, en el horizonte electoral, Vox se perfila como el aliado necesario porque todo apunta a que Ciudadanos, no se puede afirmar hasta dónde, también va a desinflarse aquí.
El adelanto electoral que algunos esperaban para esta primavera se aleja definitivamente del panorama político andaluz. No será mala cosa que el gobierno aproveche los meses que le quedan hasta el otoño y que apuntan a una mejora de la actividad económica con la recuperación del turismo. Le completaría el panorama que lloviera y la sequía quedase atrás.
viernes, 11 de febrero de 2022
Sopa de letras
El uso de la escritura como un código de signos con un significado se considera el origen de la historia. Se ha establecido que comienza a partir de ese momento en que se pueden leerse textos que permiten acercarnos a través de ellos al conocimiento, que puede llegar por otras vías, aunque sea parcial, fragmentario y escaso. Imaginemos por un momento lo que significaba en aquellas sociedades la aparición de la escritura, cosa que ocurrió en los valles del Éufrates y del Tigris o del Nilo. Su conocimiento lo poseían unos pocos iniciados, posiblemente los sacerdotes que controlaban los templos, mientras que para los demás era algo ignoto.
Un arcano indescifrable como, de hecho, lo fue durante mucho tiempo la escritura cuneiforme de los mesopotámicos y la jeroglífica de los egipcios.
La escritura y descifrarla, pues eso es leer, fue durante siglos patrimonio de una minoría, mientras la masa de la población era iletrada, analfabeta, incapaz de identificar aquellos signos, muy simplificados, con los alfabetos y abecedarios mediterráneos de griegos y fenicios.
En la Edad Media se utilizaron las imágenes para transmitir mensajes, ante los elevados niveles de analfabetismo. Los tenemos en los capiteles de las columnas y en las pinturas murales de claustros y templos. Esas imágenes permitían a los fieles conocer algo a lo que no podían acceder a través de los textos. El analfabetismo, hasta muy avanzado el siglo XIX, fue una realidad para la mayor parte de la población.
Estamos en un momento de transformación del leguaje que para quienes no lo dominamos resulta algo ignoto. Se ha convertido en esa especie de arcano al que nos referíamos antes. Ocurre, por una parte, con el llamado leguaje digital y, por otra parte, con la utilización, cada vez más extendida de las siglas. En el caso del lenguaje digital expresiones email, pen, puerto, usb, whatsapp -vulgo wasap- en parte debido al uso de palabras inglesas- requieren de un cierto conocimiento. Lean la expresión: «llevo los emails en el pen y podrá descargarlos si tiene un puerto con conexión usb; si no, mira el whatsapp que te he puesto».
Los llamados inmigrantes, es decir todos los que tenemos cierta edad cuando se ha impuesto la era digital, hemos tenido que incorporarnos a un mundo desconocido y del que la mayoría seguimos siendo ignorantes, somos los llamados analfabetos digitales. Lo de las siglas, que se ha impuesto en muchos ámbitos, tiene también tintes de lenguaje esotérico, válido sólo para iniciados. Piensen por un momento en el mundo deportivo donde son habituales RFEF, Liga BBVA, R7, UEFA, FIFA y se podría construir una frase como RFEF considera que R7 puede jugar en la BBVA con la aprobación de la UEFA, siempre que no entorpezca los planes de la FIFA.
En términos cordobeses podríamos señalar que «El Imibic, en colaboración con el C3A, ha adquirido una parcela en el PCT Rabanales 21. Se encargará a FCC realizar los trabajos de acondicionamiento, según señala el PGOU». Sólo los iniciados, como en Egipto o Mesopotamia respecto a la escritura jeroglífica y cuneiforme, están en condiciones de desentrañar esos textos plagados de siglas, sólo dominadas por quienes están vinculados a esas parcelas de conocimiento, pero que suponen un problema para personas, que saben leer, pero no son avezadas en cuestiones referidas a esos textos. ¡Qué futuro!
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 11 de febrero de 2022 en esta dirección)
JoséCalvoPoyato
viernes, 28 de enero de 2022
Desconfianza y postureo
La imagen del presidente Sánchez, en camisa de llamativo color, con el teléfono pegado a la oreja y difundida por el servicio de prensa de la Moncloa, sugería que mantenía una ronda de conversaciones con los líderes europeos, a cuenta de la grave crisis que hay en la frontera de Ucrania, como consecuencia de los más de cien mil soldados rusos que Putin ha ordenado acumular en la zona. Esa imagen presidencial ha sido objeto de toda clase de comentarios —muchos de ellos en tono satírico y hasta burlesco, teniendo en cuenta el postureo de que hace gala Pedro Sánchez— en los que incluso se ha llegado a poner en duda que estuviera hablando con alguno de esos líderes. La cuestión ha tomado más cuerpo cuando el presidente de los Estados Unidos sostuvo una video conferencia con cinco de esos líderes europeos para coordinar la actuación frente a Putin. Entre esos cinco líderes no se encontraba Pedro Sánchez, siendo España la cuarta potencia de la Unión Europea, después de la salida del Reino Unido. Somos muchos quienes nos sentimos menospreciados por esa actitud de Biden porque en ese menosprecio a Sánchez va incluido el menosprecio a nuestro país. Sin embargo, la explicación para que esas cosas ocurran se encuentra en la poca confianza que entre los norteamericanos y posiblemente también entre algunos líderes europeos provoca el hecho de que los comunistas formen parte del gobierno de España. Esa falta de confianza, se traduce en situaciones que tienen mucho de desplantes. Sin duda, les llamará la atención que en el gabinete español se alcen ahora voces, en defensa de la paz y la vía diplomática y desempolven el ‘No a la guerra’ utilizado por la izquierda en tiempo de Aznar, pero no lo hayan hecho, mientras Putin acumulaba tropas y pertrechos en la frontera de Ucrania que, no lo olvidemos, es el origen de la tensa relación que se está viviendo en este momento. El gobierno, al menos una parte —la parte socialista—, ha respondido a sus compromisos con los aliados, al enviar varios barcos, algunos aviones y algunos centenares de militares a la zona de conflicto, lo que incluye las llamadas republicas bálticas, que temen el expansionismo territorial de Putin sobre lo que fueron países de la órbita soviética, en tiempos de la URSS. Las protestas de otra parte del gobierno —la parte podemita— no se han hecho esperar, rechazando ese envío. Las declaraciones de unos y otros, en franca contradicción, hacen que el gobierno que preside Sánchez no genere la confianza necesaria entre los aliados occidentales y menos en los Estados Unidos. Eso explica, en buena medida, que Sánchez no fuera invitado a la video conferencia de Biden con sus aliados europeos. Esa exclusión, que para persona tan pagada de sí misma como es el presidente del gobierno es un duro varapalo a su ego, pone en cuestión la foto en la que con teléfono en la mano y camisa de llamativo color, según Moncloa, estaba manteniendo contacto con otros líderes europeos. Si bien lo peor de todo es la pobre imagen de nuestro país, que recibe un trato inadecuado, pero que tiene su explicación. (Publicada en ABC Córdoba el viernes 28 de enero de 2022 en esta dirección) |
viernes, 17 de diciembre de 2021
Luto por la Historia
Arrinconar el castellano en Cataluña evita explicar por qué lo hablan 500 millones de personas,
Esa decisión ministerial quiere que nuestra historia se limite a una brevísima relación en lo que se refiere a todo lo acontecido antes de que hubiera una constitución; es decir antes del año 1812.
Esa barbaridad -me quedo corto al calificarla así-, significa relegar a poco menos que al rincón del olvido a la Hispania romana, la de Séneca o de Trajano. Pasar por encima de Al-Ándalus y de la Córdoba califal, desconocer quienes fueron Abderrahmán III o Alhaken II y Maimónides o Averroes. Pasar de puntillas por el reinado de los Reyes Católicos, lo que es tanto como arrinconar a Colón y poco menos que ignorar quiénes fueron Carlos I o Felipe II. Supone desconocer que Juan Sebastián Elcano fue el primero que dio la vuelta al mundo, quiénes eran Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Cabeza de Vaca o Hernando de Soto. Supone carecer de una explicación de porqué hoy más de quinientos millones de personas hablan nuestra misma lengua o porqué las universidades más antiguas de América fueron fundadas por los españoles y que fue con el oro y la plata traídos de allí como se financió le hegemonía de España durante siglo y medio.
Poco sabrán los alumnos de El Greco, Martínez Montañés y Gregorio Fernández. Ignorarán porqué en Córdoba hay una mezquita y que, en tiempo de Fernando III, que tampoco tendrán idea de quién es, pasó a ser catedral cristiana. No tendrán idea de por qué, a pocos kilómetros, se levantó una ciudad palatina llamada Medina Azahara porque no les habrán explicado que en Córdoba hubo un califato y esa era la residencia de los califas. Ni sabrán que en el siglo X Córdoba era la ciudad más importante de occidente. No entenderán porqué en Granada está la Alhambra, ni conocerán a quienes están enterrados en los túmulos de la Capilla Real. No tendrán explicación, cuando vean el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, de porqué está dedicado a ese santo, ni sabrán que el día de su onomástica, en 1558, se libró la batalla de San Quintín, donde los tercios de infantería española vencieron a los franceses a las puertas de París. Tampoco sabrán qué eran los tercios y se preguntarán ante un cuadro de Velázquez, qué hacían rindiendo Breda en el siglo XVII.
La Historia está de luto porque monumentos, artistas o héroes, algunos considerados hoy políticamente incorrectos, van a quedar en un borroso recuerdo en la memoria de su propio país.
José Calvo Poyato
http://www.josecalvopoyato.com/
lunes, 13 de diciembre de 2021
Huele a cuerno quemado
No está muy claro el origen de la expresión «oler a cuerno quemado» que como sustancia rica en queratina parece ser que es parecida a la del pelo o las uñas cuando se queman, que es más habitual porque, sospecho, que no son muchos los que han experimentado a qué huele un cuerno cuando se quema, pero la expresión está ahí y como locución adverbial se suele utilizar cuando se quiere señalar el desagrado o la sospecha que genera determinada actuación.
Hay quien sitúa el origen de la expresión en el olor que desprendían los libros y escritos que la Inquisición ordenaba quemar. Algunos, más osados, señalan que era el olor que, metafóricamente, desprendían los cornudos al ser quemados en un auto de fe.
No lo creo, porque la Inquisición vigilaba, fundamentalmente, cuestiones relacionadas con el dogma y no tanto con las de la moralidad y las costumbres, siempre que ciertas prácticas o situaciones no afectasen al dogma. El cornudo no complaciente era víctima de la ligereza en cuestiones amatorias de la esposa, mientras que el complaciente, tenía cuernos por propia voluntad y, sospecho que tampoco en esa circunstancia, la Inquisición estaba por quemar al cornudo.
Pues bien, a los miembros del gobierno del PSOE, que tienen que disimular por salvar la estabilidad del Ejecutivo, y a su militancia que tiene menos que disimular, ha sentado a cuerno quemado que Yolanda Díaz, en plena campaña de lanzamiento personal, haya dicho que ella advirtió, ya en el mes de febrero, con antelación suficiente, de que la epidemia de la Covid-19 se nos venía encima y era necesario tomar medidas. Eso, dice Díaz, que decía en privado porque en público afirmaba lo contrario y sostenía que no había razón para alarmarse. Un doble lenguaje que habla muy mal de ella y supone todo un patinazo en su proceso de promoción personal. No es por eso por lo que a los del PSOE le ha sentado a cuerno quemado lo dicho por Díaz, segunda vicepresidente —no digo vicepresidenta por aquello de que si el vicepresidente fuera hombre debería decir, en buena lógica, vicepresidento— del gobierno, sino porque los deja en muy mal lugar al poner de manifiesto, si es verdad lo que dice, que no se tomaron las medidas necesarias para dar cuerda a actividades que eran queridas al gobierno.
También huele a cuerno quemado el que Yolanda Díaz, siendo militante del Partido Comunista y habiendo defendido posturas de izquierda radical, señale ahora que su proyecto va de transversalidad política y quiere ir más lejos de donde electoralmente llegó el PCE, Izquierda Unida, las mareas gallegas o las confluencias podemitas. Se ha dado cuenta de que la extrema izquierda a la que pertenece no tiene mucho futuro en un proyecto donde busca ser la estrella más rutilante. En este caso el olor a cuerno quemado no llega sólo a las pituitarias de sus compañeros de gobierno o a las narices de los socialistas. Ese olor va mucho más lejos, tomado en el sentido de la locución adverbial de la RAE, al definirlo como acción que genera una sospecha.
viernes, 5 de noviembre de 2021
Andalucía maltratada
El Gobierno deja fuera a la región de las ayudas europeas para combatir el paro juvenil
El PSOE ha gobernado Andalucía treinta y siete años. Ni se logró la convergencia con las regiones más ricas de España, tampoco se alcanzó la media nacional. Después de esas casi cuatro décadas Andalucía que, según pregonaba quien fuera su presidente, José Rodríguez de la Borbolla, iba a ser la California del Sur, resulta que en 2018 seis de las ocho provincias andaluzas se encontraban entre las diez más pobres de España. Las tasas de paro en Andalucía no sólo son las más elevadas de España, sino que su paro es de los más altos de las regiones europeas, incluyendo el paro juvenil.
En estas circunstancias el gobierno que preside Pedro Sánchez ha recibido de la Unión Europea la cantidad de nueve millones de euros para combatir ese paro juvenil, acrecentado por los efectos negativos que ha tenido la pandemia. La ministra de Trabajo y Economía Social, y vicepresidenta segunda del gobierno, la podemita Yolanda Díaz, ha decidido dejar a Andalucía fuera del reparto de esos nueve millones. Irán destinados a Extremadura, Comunidad Valenciana, Navarra y País Vasco. En todas esas comunidades gobierna el PSOE en solitario, como socio mayoritario de gobierno o actúan como apoyo parlamentario al gobierno regional. En esos gobiernos participan siglas como Compromís en el caso valenciano o Bildu de Navarra donde se sienten cómodos. Llama la atención el hecho de que en ese reparto no hay ninguna comunidad gobernada por el Partido Popular. No está, como dicho queda, Andalucía, ni Castilla y León, tampoco Galicia, ni Murcia. También resulta llamativo que dos de esas comunidades, País Vasco y Navarra, sean de las que menos paro tienen, pero Diaz destina casi la mitad del dinero llegado de Europa.
A los podemitas andaluces todo lo que se les ha ocurrido decir para justificar lo injustificable -dejar fuera de las ayudas al empleo juvenil a la comunidad que por población y niveles de desempleo más lo necesita- y, aunque parezca increíble, que ese dinero se ha repartido equitativamente y utilizando el criterio de justicia social. Sólo con grandes dosis de desvergüenza política se pueden hacer, ante la situación que nos ocupa, declaraciones como esa, además de tomarnos por imbéciles. En el PSOE, como no saben como explicar un maltrato tan evidente a Andalucía, se salen por la tangente y señalan que el gobierno de Sánchez ha enviado grandes cantidades de dinero (sic) a Andalucía, aunque la ministra Montero se niega a devolver lo cobrado indebidamente por el Estado y corresponde a Andalucía. Pero esto de mentir en política se convertido en una forma de actuación muy común y un ejemplo relevante lo tenemos en Sánchez, capaz de defender en horas veinticuatro una cosa y la contraria
El maltratado a Andalucía, también a otras comunidades autónomas, es tan flagrante que tiene difícil calificación, salvo que tratándose de una ministra de Podemos actúe del modo como los podemitas aconsejaron fórmulas de gobernar no haciendo frente a las necesidades sociales, sino a sus conveniencias ideológicas. Este caso es tan palmario que resulta de libro.
sábado, 9 de octubre de 2021
Hace 450 años | JoséCalvoPoyato
La historia de España es tan rica, con sus momentos oscuros y sus momentos brillantes, que no queda resquicio temporal para recordar efemérides de grandes acontecimientos. En este año de 2021 se cumplen quinientos años de la conquista del imperio azteca —ahora se le llama mexica— por parte de Hernán Cortés quien buscó la alianza de los pueblos sojuzgados para poder entrar en Tenochtitlán. Estamos en la celebración del quinto centenario de la gesta protagonizada por Juan Sebastián dando la primera vuelta al mundo en un largo viaje que, iniciado por Magallanes en agosto de 1519, no concluiría hasta septiembre de 1522.
Entre quienes abominan de nuestro pasado, Cortés no fue más que un genocida y hay quien considera la vuelta al mundo, dada por Elcano, una empresa multinacional, pese a que los barcos de aquella expedición eran de Carlos I, la organización de la misma corrió a cargo de la Corona de Castilla, partió del puerto de Sevilla y regresó a él tres años más tarde, amén de que la gran mayoría de sus tripulaciones estaba formada por españoles —andaluces, vascos, extremeños, castellanos, gallegos…—, a los que se añadía cierto número de portugueses y que el rey prohibió que se enrolasen más de esta nación.
Ayer, 7 de octubre, se cumplieron cuatrocientos cincuenta años de la batalla de Lepanto. Hoy, en que nos movemos entre lo que algunos han denominado con el pomposo nombre de Alianza deCivilizaciones y ese llamado ‘buenismo’ que se extiende por un Europa que está perdiendo buena parte de los fundamentos que la caracterizaron durante siglos, no resulta políticamente correcto recordar que se libró una dura batalla.
Tuvo lugar en el golfo de le dio nombre. La amenaza otomana era una realidad que aterrorizaba a las poblaciones cristianas ribereñas del Mediterráneo porque junto a su incontenible avance era el gran apoyo de los piratas berberiscos que tenían sus bases en el norte de África. El ataque de los turcos sobre la isla de Chipre, encendió las alarmas en Venecia, que controlaba aquella isla. Se configuró, auspiciada por el papa Pío V, la llamada Liga Santa para hacer frente a la amenaza otomana.
La España de Felipe II, la potencia hegemónica de la época, encabezó la coalición y fue don Juan de Austria, hermano del monarca español —era hijo de Carlos I y Bárbara Blomberg— quien logró una extraordinaria victoria que frenó el avance turco por el mediterráneo. El Papa instituyó la festividad de la Virgen del Rosario en aquella fecha para conmemorar lo que Miguel de Cervantes, quien participó en ella cuando aún no había escrito ElQuijote, llamó la más grande ocasión que vieron los siglos pasados y presentes, y no esperan ver los venideros. Hoy hay quien desea pasar de puntillas sobre aquel acontecimiento, que hemos querido recordar.
sábado, 25 de septiembre de 2021
Mesa de diálogo
José Calvo Poyato Web Oficial.
Hemos asistido a un hecho insólito, no tanto porque Pedro Sánchez haya incumplido una promesa, que eso es algo que forma parte del paisaje político actual, sino porque el gobierno de un Estado, el gobierno de España, con su presidente a la cabeza -calculó hasta el ultimo momento el costo que podía suponerle asistir a una reunión en Barcelona-, se haya reunido con quienes impulsaron un proceso de sedición -sedición con la legislación en la mano-, cuya finalidad era romper el Estado del que forman parte. Sánchez llama a esa reunión mesa de diálogo, los independentistas, mesa de negociación porque desean una amnistía para todos los sediciosos encausados por la justicia y algunos de ellos prófugos y lograr la independencia, amen de las cuestiones que siempre han acompañado al catalanismo, que ha sido sacar del Estado -las inversiones del INI en Cataluña fueron dos tercios del total- la mayor tajada posible en detrimento de los españoles que viven en otras zonas del país o hacernos cargar con el precio de sus tejidos poniendo aranceles a los que eran más baratos y procedían del extranjero. Los independentistas han buscado, pese al gallinero que es el independentismo en la actualidad, la imagen de una negociación de tú a tú. No ha habido mas que ver como retiraron la bandera de España para que únicamente apareciera la bandera de Cataluña después de que Sánchez compareciera ante la prensa que, curiosamente, lo hizo antes de que lo hiciera Aragonés. Ese trato desigual, respecto a otras comunidades, ha levantado las iras de muchos presidentes de gobiernos autonómicos. La Generalitat no acude a los consejos de Política Fiscal y Financiera porque quiere un trato diferenciado. Ese trato es el que piden desde otras comunidades, temiendo que, en esos encuentros bilaterales, más allá del bochorno que provocan, se sigan llevando la parte del león. Ha hecho bien Moreno Bonilla, en su condición de presidente de la Junta de Andalucía, en reclamar, inmediatamente, una mesa bilateral, con acompañamiento de ministros, con el presidente del gobierno y tratar en ella los asuntos que incumben a Andalucía. Ni más ni menos que lo que se le ha otorgado, de forma inicua, dados los planteamientos de los independentistas, a Cataluña. El resultado de la reunión ha respondido a los intereses de Sánchez, que tienen como principal objetivo su permanencia en la Moncloa, lo cual es legítimo si no se valiera de medios detestables, incluso en el campo de la política. Ha aparecido como el defensor de los intereses del Estado frente a las exigencias independentistas. Veremos lo que le dura la jugada que hábilmente ha trazado. Primero, retrasando casi dos años la reunión de esa mesa, y segundo apareciendo como el defensor de la unidad de España que ha puesto en cuestión asistiendo a esa reunión, que también reclama Urkullu. (Publicada en ABC Córdoba el 25 de septiembre de 2021 en esta dirección) |
domingo, 16 de mayo de 2021
Tabernarios
Era otro tiempo. El tiempo en que el PSOE ganaba reiteradamente las elecciones en Andalucía con la holgura suficiente para gobernar. Ocurrió durante casi cuatro décadas, pese a que, desde hacía tiempo la corrupción de los Eres era una realidad palpable y que habían creado una administración paralela para colocar paniaguados y evitar controles. Pese a eso seguían ganando las elecciones, sacaban pecho y repetían que el pueblo no se equivoca nunca. El pueblo es soberano y expresa su voluntad a través de las urnas. Era cierto que quienes mostraban mayor fidelidad era en las zonas más rurales —burgos podridos los llamó Azaña en 1933— porque en aquel dominio gubernativo socialista hubo momentos en que prácticamente todas las capitales de provincia estaban gobernadas por alcaldes de la oposición. Pero en Andalucía, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares de España, donde el peso demográfico de una sola ciudad supone el setenta por ciento de la población de toda la comunidad —caso de Zaragoza con respecto a Aragón—, la población en cualquier provincia no es fundamentalmente capitalina. La población de la provincia de Córdoba, por ejemplo, sobrepasa los ochocientos mil habitantes, medio millón no viven en la capital. Pero eso de que el pueblo no se equivoca no lo comparten cuando el pueblo no les vota. Ha ocurrido en Madrid, donde Tezanos, que si tuviera un mínimo de dignidad habría presentado su dimisión por trucar en beneficio del partido en que milita los resultados que ofrecen los sondeos demoscópicos de Centro de Investigaciones Sociológicas calificaba despectivamente como tabernari Ahora resulta que el pueblo se equivoca, que no sabe votar, que se dejan llevar por quienes les permiten ir a tomar cañas a los bares y las tabernas. Son unos tabernarios porque no votan lo que a ellos les gustaría que votasen. El pueblo, en este caso el de Madrid, se ha equivocado al votar porque, electoralmente hablando el PSOE de esa comunidad, ha obtenido los peores resultados desde 1977. Parece ser que no ha influido que Sánchez se metiera en campaña para desaparecer cuando vio que pintaban bastos y que esos tabernarios sabían que quiere subirles los impuestos porque así lo piden desde Cataluña, que pacta con los herederos políticos de los asesinos de ETA o con independentistas catalanes, cosa que gran parte de los españoles, en las tabernas o en cualquier otro sitio, sienten como una traición. (Publicada en ABC Córdoba el 15 de mayo de 2021 en esta dirección) . |
sábado, 24 de abril de 2021
Magallanes y Elcano
«Solo en un país como España suele ocurrir que un héroe como Juan Sebastián Elcano quede relegado poco menos que al ostracismo o que incluso se admita, desde instancias gubernamentales, que la primera vuelta al mundo fue una empresa lusitana e incluso multicultural porque en los barcos de Carlos I iban gentes de muy diferentes naciones, sin tener en cuenta que la iniciativa la impulsaba el Rey de España y el predominio de los españoles era abrumador»
José Calvo Poyato
Hoy hace quinientos años del fallecimiento de Fernando de Magallanes. El navegante portugués al servicio de Carlos I moría, en 1521, en un combate contra los nativos en la isla de Mactán, al sur de las actuales Filipinas, cuando la flota que el monarca español había puesto bajo su mando navegaba rumbo a las islas de las Especias. La principal fuente acerca de su muerte es la que nos dejó Antonio Pigafetta en el ‘Diario’ que el italiano escribió acerca de lo acaecido en aquel viaje. Ese ‘Diario’ sigue siendo la principal fuente de información de lo ocurrido a lo largo de los tres años que duró aquella expedición, que culminaría con la primera vuelta al mundo, por obra de
Juan Sebastián Elcano. Pigafetta dejó narrada la muerte de Magallanes con tintes épicos, que respondían a la devoción que el italiano sentía por el marino portugués:
«Conociendo al capitán [se refiere a los nativos], tanto se concentró su ataque en él, que por dos veces le destocaron el yelmo. Pero, como buen caballero que era, sostúvose con gallardía. Con algunos otros, más de una hora combatimos así, y rehuyendo retirarse, un indio le alcanzó con una lanza de caña el rostro. Él, instantáneamente, mató al agresor con la suya, dejándosela recta en el cuerpo; metió mano, pero no consiguió desenvainar sino media tizona, por otro lanzazo que cerca del codo le dieran. Viendo lo cual vinieron todos a por él, y uno, con gran terciado, que es como una cimitarra, pero mayor, medio le rebañó la pierna izquierda, derrumbándose él boca abajo. Llovieron sobre él, al punto las lanzas de hierro y de caña, los terciarazos también, hasta que nuestro espejo, nuestra luz, nuestro reconforto y nuestro guía inimitable cayó muerto».
«Mientras le herían, volvióse algunas veces aún, para ver si alcanzábamos las lanchas todos… A no haber sido por este pobre capitán, ninguno de nosotros se hubiese salvado en las lanchas; porque, gracias a su ardor en el combate, fue como las pudimos alcanzar».
Es la muerte de un héroe que, más allá de los epítetos que le dedica -«nuestro espejo, nuestra luz, nuestro reconforto y nuestro guía inimitable»-, es quien combate con ardor y con su entrega y sacrificio logra salvar a los demás. Sin embargo, lo que nos cuenta en su declaración en un proceso judicial que se conserva en el Archivo General de Indias, Nicolás de Nauplia, uno de los supervivientes de la expedición y que llegaría a Sevilla con Elcano a bordo de la Victoria, es que Magallanes falleció de una lanzada que le dieron en la garganta. Sin mayores elogios. Dice ante el juez que lo sabía porque él estaba a su lado. La muerte de Magallanes fue consecuencia de entrometerse en los litigios que enfrentaban a los reyezuelos de aquellas islas, contraviniendo las órdenes del Carlos I. El hecho ocurrió antes de llegar a las islas de las Especias e hizo que Juan Sebastián Elcano cobrase un protagonismo que hasta entonces no había tenido.
La devoción que Pigafetta sentía por Magallanes era paralela al rechazo que le provocaba Elcano, a quien no menciona una sola vez en su ‘Diario’, pese a que fue testigo de la hazaña de Elcano, al ser uno de los supervivientes que llegaron a Sevilla en 1522, a bordo de la Victoria, cuyo mando había sido encomendado a Elcano. Ese silencio señala que no debían de llevarse bien el cronista italiano y el marino español y, además lo constata otro hecho. Carlos I ordenó a Elcano, respondiendo a la carta que éste le había escrito desde Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522, dando cuenta al Monarca de la gesta que habían protagonizado, que acudiera, sin pérdida de tiempo, a Valladolid para explicarle lo acaecido y lo hiciera acompañado de dos de sus hombres, los que juzgase como más juiciosos. A Elcano lo acompañaron el piloto Francisco Albo, que dejó escrito un derrotero de la expedición, y el cirujano barbero Hernando de Bustamante. Ignoró a Pigaffeta.
También colaboró de forma notable a distorsionar el papel de quien realmente dio la primera vuelta al mundo, por la importante difusión de su obra, Stefan Sweig, quien escribió una biografía -tiene todos los ingredientes de una hagiografía- sobre Magallanes. En ella el ensalzamiento que realiza del navegante portugués corre paralelo a la mala imagen que ofrece de Elcano. Señala el escritor austríaco, refiriéndose a la muerte de Magallanes: «De este modo insensato acaba, en el momento más alto y magnífico de sus realizaciones, el navegante más grande de la historia, en una miserable escaramuza contra una horda de isleños desnudos. ¡Un genio que, cual Próspero, ha dominado a los elementos, venciendo todas las tempestades y sometiendo a los hombres es vencido por un ridículo insecto humano llamado Silapulapu! Pero tan torpe desdicha solo puede quitarle la vida, no la victoria; porque, estando ya coronada su empresa, después de un logro tan por encima de los demás, su destino individual es casi indiferente».
La muerte de Magallanes hace afirmar a Sweig que a una «flota tan mermada le falta el verdadero guía, el probado almirante Magallanes, se verá pronto en el indeciso curso que siguen los barcos. Como ciegos, como deslumbrados, andan a tientas por el archipiélago de las Sonda». A Elcano, a quien apenas dedica unos comentarios, lo presenta como un aprovechado de la gesta magallánica, al tiempo que lo tilda con calificativos muy negativos; entre otros lo presenta como un delincuente huido de la justicia, sin mayores explicaciones. Apenas dedica unas páginas a contar lo que fue la llegada a las islas de las Especias, una vez que Juan Sebastián Elcano y el burgalés Gonzalo Gómez de Espinosa, tras la matanza de Cebú, se hicieron cargo de lo que quedaba de la escuadra. Ni a los nueve meses de travesía, desde que en febrero de 1522 la Victoria partió de Tidore hasta que arribó, primero a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre y dos días más tarde a Sevilla.
Poco se ha reivindicado la figura de Elcano, que será quien tomó la decisión de regresar con la Victoria, cargada de clavo, por la ruta del océano Índico. Algo que Carlos I había prohibido expresamente porque significaba entrar en las aguas del hemisferio portugués, según lo acordado en Tordesillas. Esa decisión fue lo que hizo que aquella expedición terminara dando la primera vuelta al mundo y que, con notoria injusticia histórica, hay quien adjudica a Magallanes, que había muerto más de dieciséis meses antes de que el marino de Guetaria llegase a la Sevilla que los había visto partir hacía algo más de tres años.
Sólo en un país como España suele ocurrir que un héroe como Juan Sebastián Elcano, al que cierto es que la Armada siempre mantuvo vivo su recuerdo -el buque escuela tiene su nombre-, quede relegado a poco menos que al ostracismo o que incluso se admita desde instancias gubernamentales que la primera vuelta al mundo fue una empresa lusitana e incluso multicultural, porque en los barcos de Carlos I iban gentes de muy diferentes naciones, sin tener en cuenta que la iniciativa la impulsaba el Rey de España y el predominio de los españoles era abrumador. Elcano, que apenas aparece en los manuales de historia tras haber dado la primera vuelta al mundo, merece mucho más reconocimiento y valoración de lo que sólo él culminó, después de arrostrar toda clase de penalidades para poner en el haber de nuestra historia una gesta extraordinaria.
sábado, 4 de julio de 2020
Los otros héroes
Ha habido muchos trabajadores y voluntarios ejemplares que nos han hecho la vida más fácil en los momentos duros de la pandemia
La dureza de la epidemia de covid-19 que seguimos soportando —pese a que hay demasiados insensatos que piensan que esto no va con ellos o que ya ha quedado atrás— ha sido muy fuerte. Durante el estado de alarma cambió nuestros hábitos de vida y nos aisló. Esos hábitos no se han recuperado, pero otros han permanecido porque en ese tiempo hubo quien se encargó de ello. Se han rendido homenajes, más que merecidos a nuestros sanitarios —médicos, enfermeras, celadores…— porque han sido quienes han plantado cara a la enfermedad y lo han hecho sin los medios mínimos exigibles para combatirla. Hubo momentos en que les faltaba casi de todo. España es el país con mayor porcentaje de sanitarios contagiados del mundo. Ciertamente su comportamiento ha sido heroico. Pero se nos suele olvidar y apenas ha habido un recuerdo para ellos, a toda esa gente que, con su trabajo y su esfuerzo, consiguieron mantener muchas otras cosas funcionando.
Al comienzo del confinamiento se generó una alarma social por temor al desabastecimiento. La gente se abalanzó literalmente sobre los centros comerciales para proveerse de todo, en abundancia el papel higiénico, el alcohol, los geles desinfectantes y también comida no perecedera. Había miedo a quedarse desabastecido. Poco a poco la gente recuperó la confianza porque veían que los estantes vacíos volvían a llenarse una y otra vez. Eso significaba que había camioneros que transportaban los productos. Reponedores que colocaban las cosas en su sitio para que pudiéramos adquirirlas. Cajeras que se mantenían en sus puestos para que abonásemos la cuenta. Se seguía sacando la basura cada día y a la mañana siguiente los contenedores estaban vacíos. Los trabajadores de ese servicio estaban cumpliendo con su trabajo. La luz no faltó en ningún momento. Abríamos el grifo y seguía saliendo el agua. Los pequeños comercios atendían a su clientela. Los panderos cada noche hacían pan para que al día siguiente no faltase. La Guardia Civil, la Policía Nacional cumplían con su misión de velar por nosotros y el Ejército daba una vez más ejemplo de su entrega y capacidad logística. Hubo talleres y empresas en los que sus trabajadores se reconvirtieron en cuestión de días para abastecernos de lo que no había. Se estaban fabricando mascarillas, epis y geles desinfectantes cuyo consumo había subido de forma exponencial. Los trabajadores de las residencias, los grandes damnificados de la epidemia cumplieron con su misión en la inmensa mayoría de los casos, llegando a encerrarse para atender a los ancianos que tenían a su cuidado —no se ha reconocido el esfuerzo de muchos en ese terreno— para dar lo mejor de sí. A alguien le ha interesado crear un clima en que casi se les ha criminalizado porque era la forma de escurrirse de su gran responsabilidad, la que había asumido con palabras grandilocuentes que se quedaron en eso.
Han sido muchos los trabajadores que han hecho posible que, en la medida de los posible, nuestra vida haya podido estar lo mejor atendida posible. Voluntarios que han ayudado al vecino, asociaciones vecinales que han buscado dar respuesta a los más necesitados del barrio. Voluntarios de Cáritas, de la Cruz Roja o de numerosas oenegés. Ellos son los que han procurado que nadie se haya quedado atrás.
Seguro que se me olvida alguien, pido disculpas por ello. Han tenido un comportamiento ejemplar para evitar el caos. Son también héroes.
(Publicada en ABC Córdoba el 4 de julio de 2020 en esta dirección)
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José Calvo Poyato Web Oficial. |
domingo, 17 de mayo de 2020
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