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sábado, 5 de enero de 2019

Noche de Reyes Magos

La referencia más antigua a ellos se encuentra en un mosaico de la iglesia de

 San Apolinar el Nuevo, en Rávena


Esta noche las calles y plazas de muchos pueblos y ciudades de España verán discurrir la cabalgata de SS MM los Reyes Magos de Oriente, aunque el Papa Benedicto XVI en un estudio dejó abierta la posibilidad de que no viajaran a Belén desde Oriente, sino desde Tartessos, en el Sur de la Península Ibérica. Solo el Evangelio de San Mateo recoge este hecho de que los Magos llegaron a Belén para adorar al recién nacido Jesús. Esta adoración no aparece en ninguno de los otros tres evangelios canónicos. Ocurre con ella lo mismo que con la de los pastores, que sólo está recogida en el Evangelio de San Lucas. Se refiere el evangelista a unos magos -la interpretación de mago sería la de sabio-, sin señalar que eran reyes, sin mencionar sus nombres y sin referirse a su número. El hecho de que se haya considerado que eran tres se basa en que ofrecieron al Niño tres regalos: oro, incienso y mirra. La realeza, que se añadió al carácter de magos, dando lugar a los Reyes Magos, está relacionada con el alto valor de los regalos que llevaron Belén.
En alguno de los evangelios apócrifos se recoge también la adoración de los Reyes Magos. Según se cuenta en el llamado de Tomás, éste los encontró, allá por el año 70 en el reino de Saba y fueron bautizados por él, llegando a ser consagrados obispos. Después sufrieron martirio, siendo enterrados en un mismo sarcófago que fue encontrado por Santa Helena, la madre del emperador Constantino, quien los llevó a Constantinopla, que se había convertido en la capital del imperio, desplazando a Roma. Ya en el siglo XII, el emperador Federico Barbarroja, trasladó el sarcófago a Colonia y en su imponente catedral se conserva el conocido como sepulcro de los Reyes Magos, convertido en uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo cristiano.

El nombre de Melchor Gaspar y Baltasar con que se les denomina, parece ser que tiene su origen en algunos textos de los siglos III y IV. Pero la referencia más antigua se encuentra en un mosaico de la iglesia de San Apolinar el Nuevo, en Rávena donde aparecen rotulados sus nombres. Participan en una procesión, vestidos con indumentaria persa y tocados con un gorro frigio. La aparición de un rey mago negro es mucho más tardía. No aparece hasta finales de la Edad Media en que queda fijada la iconografía de la «Adoración de los Reyes Magos». Numerosos artistas de los siglos siguientes -Velázquez, Rubens, Leonardo da Vinci que la dejó sin acabar, Botticelli, El Greco, Durero, Tiziano, Murillo, Veronés, Goya…- representarán este momento de la
En los países católicos se asoció la celebración de la festividad de los Reyes Magos con la de la Epifanía, que se celebra el 6 de enero. No será hasta después de mediados del siglo XIX cuando la noche de Reyes se convirtió en la noche en que los Magos de Oriente traen regalos a los niños por su buen comportamiento. Será en Alcoy, en 1866, cuando salga por primera vez una cabalgata de Reyes Magos, iniciando la que hoy es una tradición que, en la ciudad alicantina, se mantiene desde hace más de siglo y medio y se ha extendido hasta el último rincón de España, sosteniendo un fuerte pulso con la novedad de Papá Noel, importada del norte de Europa.
Espero que todos ustedes reciban su regalo y los Reyes no les traigan carbón.



lunes, 17 de diciembre de 2018

El CIS de Tezanos


Días atrás, un sociólogo granadino me decía que Félix Tezanos había convertido el CIS en una vergüenza para la profesión. No tanto por que la demoscopia sea capaz de medir con exactitud las tendencias políticas de la opinión pública, sino porque todo apunta a que hace un uso sectario de los datos que se recogen en el Centro de Investigaciones Sociológicas. Su opinión es compartida por muchas personas -Ciudadanos ha pedido públicamente su dimisión- después del fiasco que han supuesto los pronósticos de CIS y lo realmente ocurrido en las elecciones celebradas en Andalucía. Tezanos señalaba que el PSOE mantendría, con ligeras variaciones, los cuarenta y siete escaños que poseía. Afirmaba igualmente que Adelante Andalucía, la marca podemita andaluza, sería el segundo partido más votado. La conclusión de todo ello era que el voto de los andaluces, sería mayoritariamente de izquierdas y Susana Díaz no tendría el menor problema para renovar la presidencia de la Junta de Andalucía. Nada más lejos de la realidad. El voto de los andaluces dio su apoyo mayoritario a las opciones de derechas que se hacían con el cincuenta y nueve de los ciento nueve escaños del Parlamento de Andalucía, mientras que la izquierda quedaba en cincuenta. Nueve puntos de diferencia que equivalen a un nueve por ciento.
La distancia entre lo pronosticado por el CIS y la realidad resultó ser abismal, cuando otras encuestas -ninguna había detectado el crecimiento de Vox- señalaban una importante caída de los apoyos electorales socialistas y también una notable pérdida de votos para la coalición Adelante Andalucía, que iba a quedar muy lejos de los resultados obtenidos por las formaciones que, separadamente, concurrieron a las elecciones de 2015.
Sólo cocinando para tergiversar los datos pueden sacarse conclusiones como las que Tezanos obtiene desde que dirige el CIS. Mantiene, según la última encuesta publicada por el centro que dirige, que el PSOE ganaría las elecciones con el treinta y dos por ciento de los votos. Son cifras parecidas a las que el CIS sostiene para este partido, desde que lo dirige Tezanos con la llegada de Sánchez a la Moncloa, por la vía de una moción de censura apoyada por los proetarras y los independentistas catalanes, amén de la extrema izquierda podemita. Desde entonces Tezanos pronostica una subida en la intención del voto para el PSOE en torno al cincuenta por ciento respecto a la que tenía antes de que Sánchez se hiciera el poder con algunos aliados poco recomendables para una buena parte del electorado español, incluidos votantes socialistas, según se deduce de lo ocurrido en Andalucía.
Ha mantenido mes a mes -ahora los sondeos del CIS son mensuales en lugar de trimestrales- ese incremento, que resulta difícilmente explicable para el PSOE que lidera Sánchez. Con el antecedente de lo ocurrido en Andalucía, todo apunta a que estamos ante una ficción demoscópica. Abona ese planteamiento el que Sánchez no convoca elecciones, pese a su promesa de hacerlo nada más llegar a la Moncloa, con una intención de voto tan favorable. ¿Por qué no lo hace?
Lo lamentable de todo, amén de tomarnos por lelos, es que hay pocas dudas de que Tezanos está utilizando una institución del Estado, que funciona con dinero que aportamos todos los españoles, de forma sectaria. Como decía ese sociólogo granadino, esto es una vergüenza para la profesión y como dice Rivera Tezanos debería dimitir de inmediato.
(Publicada en ABC Córdoba el 15 de diciembre de 2018 en esta dirección)
José Calvo Poyato Web Oficial.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Calvo Poyato: "No escribiría una novela de la Guerra Civil por las pasiones que aún levanta" | CORDÓPOLIS, el Diario Digital de Córdoba

Calvo Poyato: "No escribiría una novela de la Guerra Civil por las pasiones que aún levanta" | CORDÓPOLIS, el Diario Digital de Córdoba: ¿Sabían que Guarrazar, un pueblecito de Toledo, ha guardado durante centurias un gran tesoro visigodo? Nadie sabe todavía quién lo escondió a las puertas de la invasión musulmana en el 711. Ni el historiador y novelista José Calvo Poyato (Cabra, 1951), que plasma en su última publicación, El último tesoro visigodo, todo un trabajo de documentación esbozado a través de un thriller cuyo trasfondo deja al lector el amargo desdén que la sociedad española ha tenido con su patrimonio. Calvo Poyato recibe a CORDÓPOLIS en su pueblo natal sólo un día después del 80 aniversario del bombardeo de las tropas republicanas durante la Guerra Civil. 'Aquello también fue historia', puntualiza el también columnista de ABC, mientras recuerda su etapa como exparlamentario andaluz. '¿Volvería?'. Ríe. 'Ni loco', responde, aunque añade: 'Sólo lo haría si se diera una situación muy muy particular'. Asegura que la política 'de hoy no es la de antes' y añora los debate serios entre dirigentes. 'Ahora ya no hay

miércoles, 17 de octubre de 2018

De octubre a octubre


Don Hilarión, uno de los protagonistas de la conocida zarzuela «La verbena de la Paloma», afirmaba que «los tiempos cambian que es una barbaridad». No le faltaba razón a don Hilarión. Hay que ver lo que ha cambiado en Cataluña el panorama de las calles a lo largo de un año. El que va de octubre de 2017 a octubre de 2018. El primer día de dicho mes, en 2017, la Policía Nacional tenía que emplearse a fondo para tratar de que la ley no fuera burlada. Hubo serios enfrentamientos entre quienes hacían burla de la legislación vigente, con la lamentable connivencia en muchos casos de los Mossos de Escuadra, que incluso llegaron a entorpecer la labor policial, y los cuerpos de seguridad del Estado: Guardia Civil y Policía Nacional. El independentismo catalán tuvo su jornada de gloria y sus líderes y gestores la aprovecharon para difundir cientos de imágenes, falseadas muchas de ellas, con las que denunciaban lo que denominaban violencia policial y represión del Estado español. Apuntaban a que los heridos, víctimas de esa violencia se contaban por centenares, casi mil, y que los hospitales y centros de salud de Cataluña estaban literalmente colapsados. Al día siguiente -salvo un par de casos- ninguno de los heridos estaba ya en los hospitales. Algo verdaderamente milagroso que va mucho más allá de la profesionalidad y capacidad de los servicios sanitarios de Cataluña. La verdad, como luego se supo, es que ni los heridos eran tantos y que, por el contrario, eran muy numerosos los tramposos. Muchos de los que aparecían como heridos por causa de la brutalidad policial no eran tales y algunos lanzaban acusaciones gratuitas, llenas de falsedades. Nada que a estas alturas nos extrañe porque la mentira forma ya parte indisoluble del relato de los independentistas catalanes. Mentiras sobre el pasado y mentiras sobre el presente.
Un año después, el primero de octubre de 2018, Cataluña en general y Barcelona en particular, han vuelto a vivir escenas de agitación callejera y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad-en este caso se trataba de los Mossos de Escuadra-, y los radicales de la CUP. Ahora el culpable de la represión no son las «fuerzas de ocupación» del Estado opresor, es la policía autonómica catalana. Policía que ahora se queja de que la Generalitat los ha dejado a los pies de los caballos. Se quejan de algo que sus mandos, con el comisario Trapero a la cabeza, presuntamente orquestaron hace un año y los Mossos lo secundaron. A quienes entonces dejaron a los pies de los caballos fue a los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional que se las vieron y desearon para cumplir con lo que era su obligación: tratar de impedir un referendun ilegal. En esta ocasión los líderes independentistas, contra los que han clamado quienes pretendían, entre otras cosas, asaltar el Parlamento catalán, no han hecho circular por el mundo la actuación de los Mossos. Guardan un oprobioso silencio sobre los heridos, que los ha habido, y sobre las cargas protagonizadas por los Mossos. Como también lo guardan sobre el fenomenal fiasco político, amén del económico, que ha supuesto el independentismo quebequés, que ha sido uno de los espejos en que han estado mirándose los independentistas catalanes… hasta ahora.
Es que, como decía don Hilarión, los tiempos cambian que es una barbaridad, y es tiempo quien, muchas veces, termina poniendo a cada cual en su sitio.
(Publicada en ABC Córdoba el 17 de octubre de 2018 en esta dirección)
José Calvo Poyato Web Oficial.

jueves, 23 de agosto de 2018

Ada Colau,tres veces reprobada


 ¿Se imagina lo que estarían diciendo los populistas, si un político de lo que antes denominaban la casta hubiera sido reprobado en tres ocasiones en sólo cuatro meses? ¿Se lo imagina? Pues bien, es, exactamente, la situación en que la ignorante alcaldesa de Barcelonase encuentra. Lo de ignorante se lo ganó a pulso, entre otras cosas, por calificar, dando muestras de una supina ignorancia, al almirante Cervera de «facha», como excusa para quitar su nombre a una calle de la Ciudad Condal. La alcaldesa de Barcelona ha sido reprobada por la corporación municipal en tres ocasiones en menos de medio año. Si Ada Colau no ha establecido una marca en cuestión de reprobaciones, debe ser medalla de plata en esto de no dar pie con bola y conseguir que concejales de tendencias políticas, no sólo diferentes sino antagónicas, se pongan de acuerdo para decirle que su gestión deja muchísimo que desear.
Alguna declaración suya estuvo a punto de costarle a la ciudad el Mobile World Congress, que deja varios cientos de millones en cada edición. Este año, incapaz de sacar adelante el presupuesto de la ciudad, planteó una moción de confianza que sólo las diferencias que anidan en la oposición la salvaron de tener que abandonar la alcaldía. Su falta de capacidad negociadora tampoco le permitió lograr los apoyos necesarios para sacar adelante lo que eran sus dos «grandes proyectos» para ciudad. Uno de ellos era una consulta múltiple, lo que denominaba «la multiconsulta», que no era más que una de las diferentes formas de las que se vale del populismo de aparentar estar al lado de los ciudadanos, sin comprometerse demasiado. Como lo es o al menos lo había sido hasta la compra del casoplón que se han agenciado Pablo Iglesias y Irene Montero, vender que se vive en barrios populares para convivir y estar al lado del pueblo. Como hacía Colau cuando los desahucios eran un terrible problema social -ahora siguen existiendo, pero parece que ya no son el grave problema de antaño- y se buscó un notable protagonismo. Por cierto, se afirma en medios políticos, muy comprometidos con el asunto de los desahucios cuando suponen un grave drama familiar, que el papel de Colau tenía mucho de pose para alcanzar notoriedad.
Las reprobaciones de Colau en el consistorio barcelonés se han encadenado, una tras otra desde el pasado abril. Una como consecuencia de los graves recortes presupuestarios causados por su pésima gestión en los tres años de desgobierno que ya acumula. Otra debido a la grave crisis derivada de la proliferación de los conocidos como narcopisos en Ciutat Vella y el grave problema que ello supone para el barrio y para muchos otros barceloneses, sin que la alcaldesa sea capaz de siquiera atisbar un remedio. Una tercera por la grave inseguridad -la seguridad de Barcelona es responsabilidad directa de Colau- que se vive en sus calles donde proliferan las agresiones callejeras. La gota que ha colmado el vaso ha sido la sufrida por un turista norteamericano y protagonizada por unos manteros -uno de los «gremios» protegidos por la alcaldesa-, que proliferan de tal forma que están convirtiendo Barcelona en un aduar.
Su paso por la alcaldía se está convirtiendo en una montaña de errores que están pagando los barceloneses. Mientras se han producido los últimos desafueros Colau no aparecía. Estaba de vacaciones. Otra forma de estar al lado de las personas cuando arrecian los problemas.

sábado, 23 de junio de 2018

Torra, el de las hienas españoles, hablando castellano. Hay cosas que impresionan

El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra 



Joaquín Torra, presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, a quien basta con leer lo que ha venido dejando escrito durante años, haciendo gala de una xenofobia, verdaderamente llamativa, para definirlo como persona, me dejaba impresionado hace unos días. La impresión no se derivaba de haberse referido a los españoles como gente indeseable y, en concreto, afirmar que los catalanes que se expresan en castellano son sencillamente «víboras, hienas, bestias con forma humana». Mi impresión no derivaba de que hubiera pronunciado perlas como esas, aunque es para impresionar.
Imagínense, por un momento, que algún político español de cierta relevancia hubiera dicho algo semejante, pero en sentido inverso. Es decir que los españoles que hablan catalán, aunque sea en privado, son tal, tal y tal. El efecto hubiera sido monumental, como el escándalo que se hubiera organizado. Desde todas las instancias se habría pedido su dimisión inmediata; algo que, por cierto, no ha ocurrido en el caso de Torra.
Pues bien, el otro día, una extraña sensación embargó mi ánimo al ver unas imágenes en televisión. No les estaba prestando demasiada atención, pero algo debía de estar pasando porque mis sentidos se tensaron. Me pusieron en alerta. Era como un aviso. Miré hacia el televisor y quien aparecía en la pantalla era Joaquín Torra. 
No decía nada extraordinario, nada que se saliera del guión con que nos obsequian los independentistas catalanes -para gran parte de los españoles, yo diría que para una inmensa mayoría, una tabarra insoportable como señalaba el preso que compartía celda con Jordi Sánchez y solicitó que lo cambiaran de sitio para liberarse de aquella tortura-: independencia, república, el primero de octubre, la maldad del Estado opresor, diálogo sobre la base de sus planteamientos sin concesión alguna a la otra parte… En fin, nada nuevo, cosas de esas que tanto encandilan a su parroquia.
Pero estaba pasando algo que me había puesto en estado alerta y, desde luego, no era lo que Torra podía estar diciendo. Fue de repente cuando me di cuenta de qué era lo que tanto había llamado mi atención. Era que Joaquín Torra, el hijo, el nieto el de los dieciséis apellidos catalanes -lo que le daba limpieza de sangre-, el que considera que su calle ya no es la calle de sus padres, de sus abuelos y de sus antepasados porque en ella habita gente que no eran ni son como ellos, ¡estaba hablando en español! He de reconocer que, algo que debería parecernos normal, me estaba causando una viva impresión. Tengo muchos amigos catalanes que, como deferencia, cuando hablan en mi presencia lo hacen en español con la mayor naturalidad.
Sin embargo, me impresionaba oír la lengua en que Cervantes escribió el Quijote, Lope de Vega nos dejó mil y una comedias, alguien -quizá Fernando de Rojas-, La Celestina, Quevedo la Vida del buscón don Pablos, Pérez Galdós los «Episodios Nacionales» o Vicente Aleixandre los poemas que le llevaron al Nóbel, en boca de Torra. No pude evitar que, en aquel momento, viniera a mi memoria lo de «víboras, hienas, bestias con forma humana». Supongo que habrá quien sostenga que era una excepción en el discurso de Torra que se trataba de una cortesía a los medios de comunicación. Pero me impresionó y, por un momento, según el espejo de la palabra ¿estaba mostrándonos su imagen? ¿Su verdadera imagen, según se deduce de sus propias afirmaciones? Prefiero pensar que no, porque sería darle la razón.