Mostrando entradas con la etiqueta OPINION DE EDUARDO GARCIA SERRANO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta OPINION DE EDUARDO GARCIA SERRANO. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de enero de 2021

Es un mierda.

Todo el que abandona, corriendo como una gallina con diarrea, el lugar del accidente que ha provocado, es un mierda. Lo dice la psiquiatría forense, lo afirma la sabiduría popular y lo digo yo, que no soy psiquiatra ni sabio ni popular. Mario Herrera, zángano de Podemos que parasita en las ubres de no sé qué mandarinato autonómico, es un mierda, pero no por su condición de excremento podemita, aunque sólo con eso bastaría para que el camión de la basura lo alojase en su sentina. No. Es un mierda certificado por su conducta, pareja y derivada de su ideología.

Mario Herrera, que como todos sus tovarich de Podemos ha conseguido vivir como un faraón a costa de los esclavos lobotomizados que les votan, estrelló su coche de lujo a las tres de la madrugada del uno de enero y se dio a la fuga huyendo de la pareja de fascistas con tricornio que le habrían pedido explicaciones sobre su sordera ante el Toque de Queda, le hubieran obligado a tocar la corneta de los borrachos para medir cuántas uvas fermentadas había soplado antes y después las doce campanadas, y le habrían hecho una PCR para comprobar si por la nariz solo se había metido el dedo, o no. Además de un mierda, Mario Herrera es tonto, porque el DNI de su cobardía quedaba troquelado en la matrícula de su coche de lujo, y antes de que cantara el gallo los fascistas del tricornio le cazaron, claro, escondido en su madriguera, temblando como un conejo con síndrome de abstinencia, de abstinencia de valor que es lo que les provoca el Baile de San Vito a todos los mierdas, a todos los cobardes como él.

Después, nada. Salvo el Himalaya de mentiras torpes, atropelladas, inconcebibles, increíbles, con las que trató de explicar y justificar lo que había pasado y cómo había sucedido. Los cobardes suelen tener una imaginación desbordante para el “se non è vero, è ben trovato”. Mario Herrera ni eso, su imaginación y su dialéctica son dignas de eutanasia, lo cual lo dice todo (y nada bueno) del nivel de sus votantes.

No pagará ni por sus culpas ni por su abyecta conducta porque el camión de la basura podemita, del que Mario Herrera es un excremento más, descarga todas las semanas en el Consejo de Ministros y todos los días en los Telediarios y en el Congreso de los DiputadosMario Herrera tiene salvoconducto, no solo para pasarse el Toque de Queda por los cojones de los que carece, sino para seguir vomitando odio y escupiendo veneno en las Redes Sociales diciendo que “en España hacen falta guillotinas y quemar más iglesias”. Quiero pensar que se refiere a su jefe, Iglesias. Tontunas de mí buena voluntad navideña

Eduardo García Serrano

 

domingo, 9 de junio de 2019

Zapatero, un cobarde y un traidor.

En su negociación con ETAsuna Zapatero desperdició la victoria cuando parecía posible porque Aznar se la dejó con la soga al cuello, a falta solo de apretar el nudo corredizo, aceptó la derrota del Estado cuando no había necesidad y, finalmente, hizo un pacto hispanicida con el terrorismo separatista cuyas consecuencias no están en lo que ahora dice, sino en lo que calla desde el principio.

Hay una notable diferencia entre no ser muy valiente y ser un cobarde y un traidor. Esa diferencia se llama Zapatero, un títere político al que las urnas arrojaron sobre La Moncloa como una pleamar de mierda. Cualquiera con un mínimo de inteligencia y de independencia de criterio sabía lo que iba a suceder con esa mascarada siniestra a la que Zapatero y sus cómplices llamaron “proceso de paz”. Cualquiera con la elemental intuición para valorar sucesos venideros podía avizorar lo que finalmente ha ocurrido. No se trataba más que de poner palabras a lo obvio, pues es evidente que cuando el enemigo quiere dialogar significa que no puede seguir luchando y que, en esas circunstancias, un enemigo que ofrece “ayuda” es doblemente peligroso. Ya se han puesto palabras a lo obvio. Ya tenemos las pruebas de las certezas morales de antaño. Ya sabemos, por las actas de la negociación de Zapatero con ETAsuna en Oslo, que Gómez Benítez, el correveidile de Zapatero, les ofreció a los asesinos impunidad y que ante ellos se ufanó del chivatazo del Faisán. Sabemos que ETAsuna aprovechó la “tregua” para rearmarse y pertrecharse de explosivos y que Zapatero, sabiéndolo, siguió negociando. Sabemos que el atentado de la T4 de Barajas fue la llave que abrió la celda de Iñaqui de Juana Chaos porque un hombre débil que no conoce el honor, un hombrecillo pequeño de discurso insignificante, podrido de miedo y mentiras, estuvo siempre dispuesto a ofrecerle a ETAsuna mucho más de lo que los asesinos exigían en la mesa de negociación, porque ese hombrecillo carece de sentido de la responsabilidad ante la Patria, ante el Pueblo y ante su propia conciencia.

Entre los escombros de la T4 de Barajas yace la esperanza de acorralar a ETAsuna en la certeza de una aniquilación segura, mientras Zapatero se movía entre la basura abertzale comerciando con el dolor y la memoria de las víctimas a las que pretendió enterrar en una tumba sin nombre porque sabe que el olvido, como un viejo cortinaje, acabará cubriendo su recuerdo. Zapatero cedió a las pretensiones y al chantaje de ETAsuna, y ETAsuna, que olió su miedo, elevó sus exigencias porque sabía que Zapatero es un cobarde y un traidor claudicante que se dejaba sodomizar por el separatismo vasco-catalán, y que la negociación y el “proceso de paz” pasarían por el aparato digestivo de los españoles como una rata por una alcantarilla, ya que los españoles tenemos las tragaderas tan dilatadas y tan bien lubricadas como corta es nuestra memoria y volubles nuestros sentimientos. Hace muchos años que dejamos de ser una Nación y un Pueblo para convertirnos en una aglomeración de zampabollos.
Prisionero del Sistema que “nos hemos dado” sólo tengo la libertad de despreciarlos a todos, desde el PSOE y el PP al último comemierda del separatismo con representación parlamentaria, mientras todos ellos preparan el tálamo en el que violarán a Navarra en ese burdel al que llaman Euskalherria. En Roma, a los traidores los arrojaban al vacío desde la Roca Tarpeya; en España los hacemos presidentes del Gobierno y diputados.
Escrito por