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jueves, 26 de mayo de 2022

Zapatero y su banda compran PRISA (El País, La SER….) Con una deuda superior 850 millones de euros.

 


Por Juan Pardo

Cuando por H o por B he tenido que volver a votar a un partido que mintió en campaña electoral mi enfado conmigo mismo ha sido monumental, pero era el que menos mintió. Ahora bien, que las pérdidas de El País y la cadena SER, también vayan a mi cuenta es como para dislocar.

Pedro Sánchez está obsesionado con el grupo Prisa. Y más en concreto, con el diario El País. Es verdad que todos los dirigentes del PSOE han intentado poner a su servicio el principal periódico de España, pero la obsesión de Sánchez con esa cabecera roza lo enfermizo.

 

Esa fijación nació el 1 de octubre de 2016. Sí, aquel día en que el hoy presidente del Gobierno tuvo que abandonar la Secretaría General del PSOE tras un tumultuoso Comité Federal. Aquella mañana, Sánchez se desayunó con un inaudito editorial de El País titulado «Salvar al PSOE» y donde se le llamaba, entre otras lindezas, «insensato sin escrúpulos». En apenas siete párrafos el diario de Prisa retrataba al líder socialista en un texto que entonces pareció algo excesivo y que hoy, tras todo lo que ha llovido, resulta casi profético.

 

Sánchez siempre atribuyó a aquel editorial buena parte de la culpa de su salida del PSOE. Si no hubiera habido una señal tan contundente por parte de Prisa, sus compañeros seguramente no le habrían dado la espalda obligándole a marcharse. Y desde aquel día se juramentó para recuperar el trono perdido y vengarse de todos cuantos le habían acuchillado.

 

Las pruebas de esa obsesión están en buena medida contenidas en la entrevista que Sánchez concedió al periodista Jordi Évole el 30 de octubre de aquel año, y donde detalló las supuestas presiones que recibió por parte de Prisa para entregar el poder a Mariano Rajoy, que necesitaba en aquellos momentos la abstención del PSOE para poder gobernar.

 

Tanta fue siempre la obsesión de Sánchez con Prisa que, nada más ganar la moción de censura de 2018 y convertirse oficialmente en presidente del Gobierno, provocó un golpe de mano en El País que acabó con la destitución no solo de su director, Antonio Caño, responsable de aquel duro editorial, sino también con el despido de sus siete periodistas más próximos: Javier Ayuso, José Manuel Calvo, David Alandete, Luis Prados, José Ignacio Torreblanca, Maite Rico y quien esto firma. Al día siguiente, también fulminaron a Alfredo Pérez Rubalcaba, que era miembro del comité editorial de El País y al que Sánchez responsabilizaba de buena parte de la conspiración para desalojarle de la calle Ferraz.

 

Al servicio del sanchismo

Desde ese día, El País ha sido un periódico al servicio del sanchismo: se ha cubierto de elogios al presidente, se han minusvalorado sus errores y se ha mantenido convenientemente la presión sobre el Partido Popular, como se ha visto la semana pasada con esos extemporáneos audios del excomisario Villarejo.

 

Las tres personas que más han mandado en Prisa en los últimos años (Joseph Oughourlian, presidente del fondo Amber Capital; José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica; y Ana Botín, presidenta del Santander) han venido garantizando el mantenimiento de esa línea tanto en El País como en la Cadena Ser. Sin embargo, uno de ellos, Álvarez Pallete, que hace años que quería irse de Prisa porque lo consideraba un negocio ruinoso, ha puesto pie en pared antes de que sea demasiado tarde: el futuro de Sánchez es negro y en la operadora se ha entendido que ha llegado la hora de marcar distancias, por lo que pueda pasar tras las próximas elecciones generales.

 

Pallete ha puesto pie en pared antes de que sea demasiado tarde: el futuro de Sánchez es negro y ha llegado la hora de marcar distancias por lo que pueda pasar tras las próximas elecciones generales

 

Como ha ido contando magistralmente Fernando Cano en THE OBJECTIVE, esa salida de Telefónica, que fue comunicada a Moncloa con tres meses de antelación, activó todas las alertas en el Gobierno, por lo que se pusieron a trabajar para encontrar un comprador que mantuviese la línea editorial del grupo. Al final el elegido ha sido el empresario Andrés Varela, antiguo socio de José Miguel Contreras cuando Zapatero les concedió La Sexta y uno de los productores de la serie promocional con la que Sánchez pretende amenizarnos la próxima campaña electoral.

 

Varela, que es hijo de Manuel Varela Uña, exconsejero de Prisa y mano derecha del exministro Alberto Oliart, creó Global Alconaba el pasado 24 de marzo… y dos meses después esa sociedad acaba de comprarle el 7,1% a Telefónica por 34 millones de euros. Y la gran pregunta que se hace medio Madrid estos días es de dónde va a sacar Varela ese dinero, pues salta a la vista que no lo tiene.

 

Sánchez sabe que los próximos meses van a ser decisivos (elecciones autonómicas, locales y generales) y que necesita un fuerte apoyo mediático y, por supuesto, la máxima implicación del diario El País. En este sentido, la jugada le ha salido redonda: en apenas cien días ha conseguido tumbar la pretensión de la francesa Vivendi de subir su participación del 9,9% al 20%, ante las dudas sobre su línea ideológica, y colocar en el accionariado a Varela, otro de los asiduos a las pachangas de baloncesto de Moncloa, tanto con Zapatero como con el propio Sánchez.

 

Objetivo cumplido. Agárrense a la silla porque seguramente veremos en los próximos tiempos cosas nunca vistas hasta ahora. Pero la gran incógnita es si ese control férreo sobre Prisa será suficiente para garantizar que Sánchez salga vivo de las urnas. Él cree que sí, pero su obsesión con El País le impide darse cuenta de que todo está cambiando demasiado rápido. La España de 2022 no es la España de 2016.

juanpardo15@gmail.com

https://blogdejuanpardo.blogspot.com/2022/05/zapatero-y-su-banda-compran-prisa-el.html

jueves, 10 de junio de 2021

Enfado monumental en El País porque Moncloa les impone titulares

 Redacción del diario El País

Redacción del diario El País

domingo, 18 de abril de 2021

Difaman a Vox y blanquean a una dictadura: el escandaloso sesgo de los medios progres

El País y la Cadena SER evitan llamar «dictadura» a la tiranía comunista cubana

Difaman a Vox y blanquean a una dictadura: el escandaloso sesgo de los medios progres

El sesgo ideológico de los medios de comunicación izquierdistas está llegando a unos extremos que explican en gran medida su pérdida de credibilidad.

Vomitivo: El País acusa a Vox de ‘victimismo’ por denunciar las agresiones a sus afiliados
La colosal infamia de El País sobre Abascal y el acoso criminal al que le sometió ETA

El diario que intenta someter a los españoles a la batuta ideológica del PSOE

Un ejemplo claro de ese fenómeno es el diario socialista El País, que desde hace años intenta someter a todos los españoles a la batuta ideológica del PSOE. Desde sus editoriales se ha aleccionado numerosas veces a la derecha más acomplejada sobre lo que tiene que hacer para no ser tachada de “facha” y recibir el carnet de “demócrata” expedido por la redacción del periódico del Grupo PRISA. Echando mano de unos niveles de hipocresía y de manipulación que ya rozan el ridículo, El País lleva muchos años tachando de “ultra” a todo el que rechaza los dogmas ideológicos de la izquierda, pretendiendo que lo único legítimo en una sociedad democrática es someterse a sus dictados.

Equiparando las pedradas de la ultraizquierda con las palabras de Vox

Un ejemplo de ello fue el infame editorial publicado por ese periódico el 9 de abril, dos días después de las agresiones ultraizquierdistas contra miembros de Vox en Vallecas. Tras unas pedradas que mandaron al hospital incluso a un diputado del partido que preside Santiago Abascal, El País recomendaba “dejar de lanzar palabras como pedradas para evitar que las piedras puedan un día sustituir a las palabras”, en un intento más de convertir a los agredidos en culpables. La escandalosa recomendación de ese diario tendría que aplicársela a sí mismo, porque El País ha sido precisamente uno de los medios que más ha satanizado a Vox hasta extremos vomitivos, como cuando hace dos años llegó a acusar de “victimismo” a Vox por denunciar las agresiones contra sus afiliados.

Insultos y mentiras contra el partido de Santiago Abascal

Como ocurre con otros medios izquierdistas, en su campaña contra Vox, El País ha rebasado con creces la legítima crítica política para adentrarse en el terreno de la difamación, la insidia y el insulto. Hace dos años, un columnista de ese diario tachó de borrachos a los votantes de Vox y trivializó las amenazas de muerte de ETA contra Abascal, alcanzando un grado de infamia propio de la prensa batasuna vasca. El año pasado, El País fue condenado por mentir sobre la diputada de Vox Rocío Monasterio, contra la que el diario de PRISA lanzó una campaña de desprestigio no ya para criticar sus propuestas, sino para hundirla profesionalmente a base de falsedades. Una forma de destruir civilmente a sus rivales que es ya algo típico en ese medio socialista.

La emisora que quería asustar a sus oyentes contra Vox

Algo parecido pasa con la emisora de radio del Grupo PRISA. En abril de 2019, un empleado de la SER lamentó que un acto de Vox en La Coruña no acabase en una batalla campal provocada por unos alborotadores de extrema izquierda que fueron a reventarlo y se vieron acordonados por la Policía. Hace un mes, un programa de la SER animó a una invitada a que “asuste” a sus oyentes contra Vox, dando rienda suelta a una catarata de mentiras contra ese partido.

El País ha llamado «ultraderecha» a Vox 21.100 veces y la SER 7.980

Para que nos hagamos una idea de la persistencia del Grupo PRISA en su campaña contra Vox, buscando “Vox” y “ultraderecha” en la web de la SER, Google arroja 7.980 resultados. En la web de El País son 21.100. Estos mismos medios no han llamado “ultraizquierda” a partidos comunistas como Podemos, IU o el PCE ni una sola vez. De hecho, el tratamiento que dedican los medios citados al comunismo, un movimiento totalitario que ha provocado 100 millones de muertos, es muy revelador por lo diferente que es de su hostilidad a Vox, que es un partido democrático que defiende sus ideas por medios legales y pacíficos.

El País y la SER evitan llamar «dictadura» a la tiranía comunista de Cuba

Veamos algunos ejemplos de las últimas horas. Ayer El País publicó una noticia titulada “Raúl Castro, una revolución diferente a la de Fidel”. No es que la noticia sea suave con esa dictadura comunista: es que es abiertamente favorable a ese tirano. De hecho, en todo el texto no aparecen las palabras “dictadura” o “dictador” ni una sola vez. ¿Sería capaz El País de publicar en estos términos cualquier información referida a la dictadura franquista? Este sábado el diario socialista también dedicó un editorial a Raúl Castronuevamente sin decir “dictador” ni “dictadura” ni una sola vez. ¿No les da vergüenza?

En la Cadena SER nos topamos con el mismo blanqueamiento de esa dictadura comunista que lleva 62 años hundiendo a los cubanos en la miseria y en la opresión. Anteayer la SER publicaba una noticia sobre Raúl Castro sin decir “dictador” ni “dictadura”. No es la primera vez, y ha habido precedentes aún peores. Por ejemplo, en abril de 2018 la SER publicó un artículo titulado “Viva Fidel. Y Raúl. Y Díaz-Canel”, en referencia a los tres dictadores cubanos. El artículo no era irónico: al más puro estilo de la propaganda comunista en esa isla, hablaba de “revolución” en vez de “dictadura”. Éstos son los medios que odian a Vox y ante los que el PP tiembla y se rinde para que no le llamen “facha”. Debe ser un motivo de orgullo para Vox que le odien medios así, y debería ser un motivo de seria reflexión para el PP que se deje pastorear por esos panfletos progres. 

jueves, 24 de septiembre de 2020

Seis preguntas sobre la condena judicial a El País por mentir sobre Rocío Monasterio

 

UNA SENTENCIA OBLIGA AL DIARIO A RECTIFICAR SUS MENTIRAS SOBRE LA DIPUTADA DE VOX

Seis preguntas sobre la condena judicial a El País por mentir sobre Rocío Monasterio

La noticia de la sentencia la ha comunicado la presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid y diputada de Vox en la Asamblea madrileña este mediodía.

En apoyo de Rocío Monasterio ante la campaña de ataques de la izquierda mediática contra ella
Excelente discurso de Rocío Monasterio desmarcándose del «consenso progre»

El País e Icon Design, condenados por mentir sobre la diputada de Vox

En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Rocío Monasterio ha mostrado un extracto de la sentencia judicial que condena al diario El País y a Icon Design, la web de ese diario sobre diseño, interiorismo y arquitectura. Estos medios del Grupo PRISA han estado dirigiendo contra la diputada de Vox una campaña de descrédito en la que le acusaban de firmar trabajos sin tener la titulación necesaria como arquitecto. El Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) no ha confirmado ninguna de las informaciones publicadas por El País. Así mismo, el COAM archivó una denuncia de Más Madrid contra Monasterio basada en las informaciones del medio de PRISA.

La rectificación que les obliga a publicar la sentencia judicial

La sentencia judicial dada a conocer por Rocío Monasterio obliga a Icon Design a publicar “en lugar visible junto con la información original” una rectificación en la que se lea lo siguiente: “Doña Rocío Monasterio San Martín, no ha infringido ninguna norma legal en su actividad en el sector inmobiliario y, en particular, antes de ser arquitecto colegiado, no ha firmado nunca proyecto alguno que exigiese tal condición, y no ha inventado ningún master para si porque se ha limitado a afirmar en twitter que el título de arquitecto expedido por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, que es el que ella recibió, es hoy equivalente a dos títulos, de grado el de master”.

Además, la sentencia obliga a El País a publicar la siguiente rectificación: “Doña Rocío Monasterio San Martín, no ha infringido ninguna norma legal, entre el 2002 y 2009, en su actividad en el sector inmobiliario y, en particular, antes de ser arquitecto colegiado, no ha firmado nunca proyecto alguno que exigiese tal condición”. Así mismo, la sentencia condena a El País y a Icon Design al pago de las costas de la demanda.

Seis preguntas sobre la sentencia

Sobre esta condena judicial, se me ocurren algunas preguntas:

  1. ¿El País e Icon Design publicarán esa condena con la misma insistencia con la que publicaron informaciones falsas sobre Rocío Monasterio? Porque la misma insistencia con la que dirigieron su campaña de desprestigio contra la diputada de Vox, se les debería exigir ahora para publicar esas rectificaciones y reparar el daño hecho a la diputada.
  2. ¿Difundirán la condena judicial los mismos internautas que difundieron las falsas acusaciones de El País contra Rocío Monasterio? Porque de no hacerlo, estarán demostrando que no les importaba tanto la veracidad de las acusaciones, como el hecho de echar basura contra la diputada de Vox.
  3. ¿Difundirán la condena los rivales políticos de Rocío que se han servido de esas informaciones falsas para atacar a la diputada de Vox y a su partido? Porque de no hacerlo, lo que hicieron se podría interpretar como el viejo truco de “miente, que algo queda”.
  4. ¿Se harán eco de la sentencia todos los medios que dieron pábulo a las informaciones falsas de El País? Porque de no hacerlo, estarán dando a entender que su concepto del periodismo consiste en difundir falsedades y ocultarle a su audiencia la verdad cuando políticamente les interesa hacerlo. Es decir, engañar.
  5. ¿Los llamados verificadores de redes sociales marcarán como información falsa esas noticias falsas de El País sobre Rocío Monasterio? Lo pregunto porque demasiado a menudo marcan así informaciones sobre las que no pesa ninguna sentencia judicial que las invalide, incluso informaciones veraces, como ya señalé aquí. Sería difícil de explicar que verificadores que se dicen independientes hagan una excepción cuando la mentira es publicada por un medio de gran difusión e influencia.
  6. ¿The Trust Project y los principales buscadores tomarán alguna medida contra El País? Porque al pie de todas las noticias de ese periódico se afirma que el mismo se adhiere a los criterios de The Trust Project, y el propio periódico afirma que plataformas digitales como “Google, Facebook, Bing y Twitter usan los metadatos de dichos indicadores para distinguir más fácilmente aquellas noticias producidas por un medio de confianza y mostrarlas a sus usuarios”. Habiendo una sentencia judicial en su contra por publicar información falsa, no se entendería que dichos buscadores siguiesen fiándose sin más de dichos metadatos de El País.

Por mi parte, quiero expresar mi enhorabuena a Rocío por esta sentencia condenatoria contra quienes lanzaron contra ella acusaciones falsas. En enero publiqué aquí una entrada en su apoyo frente a la campaña de ataques contra ella desde la izquierda mediática, una campaña que no sólo incluyó los bulos de El País, sino también burlas e insultos contra Rocío en el programa “Todo es mentira” de Risto Mejide. La verdad siempre se acaba conociendo y pone a cada uno en su sitio, por mucho que los grandes medios publiquen una mentira y se dediquen a repetirla.

Foto: Vox.

domingo, 12 de mayo de 2019

EL PAIS Llama 'falangista' a Buxadé, sin serlo, pero no llama 'etarra' ni 'batasuno' a Otegi


EL PAIS Llama 'falangista' a Buxadé, sin serlo, pero no llama 'etarra' ni 'batasuno' a Otegi

El País hace contra un candidato de Vox lo que no le hace a un tipo condenado por terrorismo


En el diario socialista parecen haberse liado con el uso de adjetivos y, concretamente, con el prefijo “ex”, de origen latino y que significa “que fue y ha dejado de serlo”, según la RAE.
Así es como El País manipula para atacar a un candidato de Vox
Os voy a poner un ejemplo. El 21 de abril El País publicó una noticia llamando “exfalangista” a Jorge Buxadé, dirigente de Vox, y afirmando que Buxadé fue candidato de Falange hace 23 años (la noticia la firmaba Miguel González, el autor de un infame libelo contra Vox también publicado por El País y del que os hablé aquí hace unas semanas). El uso del prefijo “ex” indicaba claramente que Buxadé fue falangista pero ha dejado de serlo, si nos atenemos a la definición de la RAE. Sin embargo, hoy Miguel González publica este titular en El País: “Jorge Buxadé Villalba: un falangista en el Parlamento Europeo”. ¿Qué ha pasado para que el diario progre deje de usar el prefijo “ex”? Pues muy fácil: que Buxadé es el cabeza de lista de Vox al Parlamento Europeo, y para intentar perjudicarle, El País le presenta como algo que dejó de ser hace muchos años. El titular de El País es una clara mentira, hecha por puro interés político de perjudicar a alguien que no comulga con la línea editorial de ese medio. No es la primera vez que El País hace algo así: ese diario viene haciendo cosas parecidas desde hace muchos años. Eso sí: es curioso comprobar que en el uso de esa manipulación, El País hace excepciones muy reveladoras.
El muy diferente trato de El País hacia Arnaldo Otegi
Veamos un ejemplo de esas excepciones. He hecho la prueba de buscar la expresión “etarra Otegi” en el dominio de El País: el diario sólo la usó una vez en 2010, y fue en el blog de José María Izquierdo, no en la sección de noticias como ha hecho hoy con Buxadé. He probado otra vez con la expresión “etarra Arnaldo Otegi”: ni un resultado en El País. Curioso, muy curioso. He buscado “terrorista Arnaldo Otegi”: El País sólo usó esa expresión dos veces, la última de ellas el 6 de agosto de 2011. También he buscado “terrorista Otegi”, y no aparece ni un solo resultado del propio periódico usando esa expresión (sí que aparece una cita de un político del PP usándola). Pruebo con “batasuno Otegi”: ni un resultado (sólo aparece uno pero es de Cinco Días). Busco “batasuno Arnaldo Otegi”: El País sólo usó la expresión una vez en 2006.
El pasado terrorista de Otegi que nunca menciona el diario de PRISA
Para que nos hagamos una idea, hace 23 años Otegi fue elegido miembro de la cúpula de Herri Batasuna (HB), un partido ilegalizado en 2003 por ser el brazo político de la banda terrorista ETA. En 2001 Otegi se convirtió en dirigente de Batasuna, también ilegalizada en 2003 por el mismo motivo que HB. En 2005 Otegi ingresó en prisión por un delito de pertenencia a banda armada; abandonó a cárcel dos días después tras pagar una fianza de 400.000 euros. Ese mismo año fue condenado por un delito de injurias a la Corona, al haber dicho que el Rey era “el responsable de los torturadores”. En 2006 fue nuevamente condenado por un delito de enaltecimiento del terrorismo. En 2007 fue nuevamente encarcelado por encabezar un homenaje a un terrorista etarra. Salió en 2008. En 2009 fue enviado otra vez a prisión por intentar reorganizar la dirección de la ilegalizada Batasuna. En 2011 fue condenado a diez años de prisión por formar parte de la banda terrorista ETA. Salió de la cárcel el 1 de marzo de 2016, hace sólo tres años. A pesar de todo este historial, mucho más reciente que el citado pasado político del candidato de Vox (en un partido legal y sin cometer ningún delito, dicho sea de paso), El País evita usar con Otegi adjetivos como “etarra”, “terrorista” o “batasuno”, pero luego llama “falangista” a Buxadé, sin serlo.
Así oculta El País el pasado e incluso el presente comunista de algunos políticos
Hay que decir que El País también hace excepciones parecidas cuando un político procede de esa odiosa ideología que tiene más de 100 millones de muertos a sus espaldas. Un ejemplo es el de Pablo Iglesias. El líder de Podemos perteneció a la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) hasta 1999. Sin embargo, El País nunca ha usado la expresión “comunista Pablo Iglesias”, y eso a pesar de que los planteamientos ideológicos que sigue defendiendo hoy ese personaje son peligrosamente parecidos a los que defendía entonces. Hay un caso aún más paradójico: el dirigente de Izquierda Unida Alberto Garzón se sigue confesando comunista, a pesar de lo cual El País sólo ha usado una vez la expresión “comunista Alberto Garzón”, y fue hace dos años.
Si El País quiere cazar franquistas no necesita salir de su empresa
Por otra parte, si El País quiere investigar pasados llamativos, no necesita salir de la empresa. El hoy presidente de honor de El País y hasta hace poco consejero delegado del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, fue nombrado director de los servicios informativos de TVE por el último gobierno franquista en 1974. Así mismo, el fundador del Grupo PRISA, Jesús de Polanco, hizo su fortuna gracias a una filtración del Ministerio franquista de Educación en 1970, que le permitió ser el único editor capaz de tener listos los libros de texto adaptados a la reforma educativa promovida por el ministro Villar Palasí. A diferencia de Buxadé, que se presentó con un grupúsculo falangista sin ningún poder, tanto Cebrián como Polanco se beneficiaron y mucho de sus relaciones con el franquismo. Pero por lo visto, El País no tiene memoria para esas cosas. Tal vez se anime a hablar de ello si algún día Cebrián pide el voto para Vox (algo que veo muy poco probable).

lunes, 4 de marzo de 2019

El País trata con más odio a Vox que al antiguo partido único de una dictadura

Un análisis del trato desigual del diario socialista a las dos formaciones

Revelador: El País trata con más odio a Vox que al antiguo partido único de una dictadura

El ascenso de Vox se le ha atragantado a diversos medios, sobre todo los de izquierdas. El afán por tratar a ese partido y a sus votantes de forma peyorativa está llegando a extremos bochornosos.
Las manipulaciones de El País contra Vox llegan a su defensor del lector
Un ejemplo es la noticia publicada ayer en El País en su sección del “defensor del lector”. En ella, Carlos Yárnoz se hace eco de las quejas de lectores por el reiterado afán del periódico socialista de tachar como “extrema derecha” a Vox, pero no como “extrema izquierda” a partidos como Podemos. El diario llega a apelar al CIS, señalando que en su barómetro de enero “el 48,6% adjudica el 10 a Vox y solo el 31,2% da un 1 a Podemos”. Es decir, que ahora resulta que El País etiqueta a los partidos en función de las encuestas del CIS. Una explicación muy patética si tenemos en cuenta que el diario de PRISA llegó a publicar una noticia con este titular: “¿Es Vox un partido fascista?” El debate, según El País, era el siguiente: “Los buenos resultados del partido de Santiago Abascal han provocado la discusión de si se trata de una opción de extrema derecha o directamente fascista”. En la misma línea, podría decirse que el tratamiento que da El País a sus noticias da lugar al debate de si es un medio especializado en bulos o un simple panfleto izquierdista.
El País acaba retratándose a sí mismo en su intento de estigmatizar a Vox
Para justificar sus manipulaciones contra Vox, el diario echa mano de Máriam Martínez-Bascuñán, su directora de opinión. Ese partido, argumenta, comparte con formaciones ultras europeas el autoritarismo, el nativismo (xenofobia más nacionalismo) o estrategias populistas (visión moralizante de la política, simplificación del campo político en amigo-enemigo…)”. Para empezar, si Vox fuese nativista y xenófobo, rechazaría a todos los extranjeros y no sólo a los inmigrantes ilegales. Y es que en este punto El País miente una vez más. Vox no asume ninguna posición que pueda ser tachada como xenófoba, a menos que ahora pedir que se cumpla la ley en materia de fronteras sea ser xenófobo, claro. Por otra parte, una “visión moralizante de la política” y una “simplificación del campo político en amigo-enemigo” es lo que hacen medios como El País a diario, tachando como “fascistas” o como “extrema derecha” a los que no se ajustan a la línea editorial del periódico, y lanzando a sus lectores sermones constantes en clave progre (incluso ha llegado a amonestar a su audiencia masculina por rascarse la barba, algo que el diario de PRISA considera “machista”). Por cierto, señores de El País: eso de atribuir los propios defectos a otros es un mecanismo de defensa que en psicología se conoce como “proyección”. Háganselo mirar.
¿Por qué llama ‘extrema derecha’ a Vox y no ‘extrema izquierda’ a Podemos?
Pero lo más divertido de la explicación de Máriam Martínez-Bascuñán para justificar las manipulaciones de El País contra Vox es lo siguiente: “A Podemos, cree Bascuñán, se le puede denominar “extrema izquierda”, pero es una izquierda poscomunista, como la alemana Die Linke”. Llegado a este punto, he de confesar que me ha salido una carcajada ante la forma que tienen de columpiarse en el periódico socialista. Para empezar, resulta que Vox es peor que Podemos, un partido que ha apoyado a una dictadura como Venezuela y que tiene vínculos con un régimen teocrático, el de Irán, que ahorca a homosexuales y lapida a mujeres. Imaginaos por un momento qué burradas diría El País sobre Vox si el partido de Abascal hubiese apoyado activamente a una dictadura o tuviese relación con un régimen islamista tan atroz como el de Teherán. Lo que esto revela es que El País le perdona de todo a la extrema izquierda.
El revelador tratamiento de El País sobre ‘Die Linke’, un partido totalitario
Una clara muestra de las tragaderas de El País con la izquierda es su referencia a Die Linke como una mera “izquierda poscomunista”, ni “extrema” ni “ultra”. Ya que Bascuñán cita a ese partido, es de suponer que conoce sus orígenes: Die Linke surgió en 2007 del Partei des Demokratischen Sozialismus (PDS), que a su vez surgió en 1989 del Sozialistische Einheitspartei Deutschlands (SED), el partido único de la Alemania comunista. Su periódico oficial, Neues Deutschland, era el medio de propaganda impresa del SED durante la dictadura. Es decir, que Die Linke es el heredero del partido único de una dictadura que convirtió Alemania Oriental en una prisión, levantando un enorme muro para impedir que huyesen los propios ciudadanos. Y es que para la misma izquierda que considera “xenófobo” defender nuestras fronteras, los muros que molan son los que sirven para convertir a tus compatriotas en presos en su propio país.
Lo que hace El País cuando apoyas a dictaduras de izquierdas
Igual que otros partidos de ultraizquierda, Die Linke ha apoyado a la dictadura comunista de Cuba y también al déspota Nicolás Maduro en Venezuela. En octubre de 2014, El País publicó una noticia señalando que Die Linke se negaba a considerar “Estado injusto” a la dictadura comunista de Alemania Oriental. Significativamente, el periódico no usó ni una vez expresiones como “ultraizquierda” o “extrema izquierda”. Ser nostálgico de una dictadura comunista tiene mejor tratamiento en ese diario que ser demócrata pero defender ideas conservadoras.
Más significativa fue la redacción de una noticia de enero de 2017, en la que sin ningún disimulo, El País tachaba en la misma frase de “partido ultraconservador xenófobo” a Alternative für Deutschland (AfD), un partido ideológicamente conservador, mientras citaba a Die Linke sin ningún adjetivo. El diario de PRISA ni siquiera dijo entonces de dónde procedía el partido de ultraizquierda. Si El País trata con más suavidad a estos totalitarios que a partidos democráticos de derechas como Vox o AfD es, tal vez, porque entre la derecha democrática y los antidemócratas comunistas, el diario de PRISA, como medio socialista, prefiere a los comunistas.
(Foto: Centinelas de la Alemania comunista con máscaras de gas y subidos al Muro de Berlín a su paso por la Potsdamer Platz, el 21 de junio de 1988)