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miércoles, 25 de enero de 2023

España vendió armas a Marruecos por valor de 30M en pleno cambio de postura sobre el Sáhara

 VOZPÓPULI



España vendió armas a Marruecos por valor de 30M en pleno cambio de postura sobre el Sáhara

 El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Rey Mohamed VI en Rabat

Las exportaciones de la industria armamentística española a Marruecos no se detuvieron en el primer semestre de 2022, marcado por la ruptura diplomática entre Madrid y Rabat, y la posterior reconciliación entre ambas partes, con el reconocimiento de la postura del reino alauí sobre el Sáhara como principal concesión. En ese periodo, el Gobierno aprobó cuatro licencias para la exportación de material de defensa y doble uso -denominación técnica del armamento- al país vecino, por un valor total de 30 millones de euros.

El informe elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo sobre exportaciones de material de defensa en el primer semestre de 2022 revela que en ese periodo de tiempo se aprobaron 1.181 licencias para la venta de armamento, que se tradujeron en ingresos por valor de 4.192 millones de euros para la industria española. Cada exportación del sector está regulada por una serie de criterios técnicos, entre los que se encuentra la aplicación del material en escenarios reconocidos por la legalidad internacional y en ámbitos específicos donde no se vulneren los Derechos Humanos.

Dentro de ese listado figuran las cuatro licencias aprobadas por el Gobierno para la exportación de material armamentístico a Marruecos por valor de 30 millones de euros. Además, se especifica que todo el stock se destinó a las fuerzas armadas marroquíes -cabrían otros usuarios finales, como cuerpos policiales-.

Las concesiones tuvieron lugar en un momento en que España y Marruecos daban un giro de 180 grados a sus relaciones diplomáticas, rotas por los turbulentos episodios que tuvieron lugar a comienzos de 2022. Marruecos manifestó su indignación por el ingreso hospitalario en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en abril de 2021. Un mes después, miles de personas irrumpieron de forma ilegal en Ceuta, con la connivencia de los agentes marroquíes.

La reconciliación diplomática

Los dos episodios marcaron una dura travesía diplomática a ambos lados del Estrecho, marcada por la casi absoluta ruptura de las relaciones entre Madrid y Rabat. El diálogo habitual sólo se restituyó en marzo de 2022, cuando el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, remitió una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, en la que abordaba la necesidad de “construir una nueva relación que evite futuras crisis”. Entre otros aspectos, Sánchez asumía como válida la postura alauí sobre la soberanía en el Sáhara occidental.

A pesar de que los ministros de Podemos manifestaron su contrariedad por la decisión, el Ejecutivo prosiguió con su agenda de acercamiento con Marruecos, que en las próximas semanas sumará un nuevo hito con la Reunión de Alto Nivel en Rabat, a la que asistirá el propio Sánchez y una decena de ministros -ninguno de Podemos- de ambos países.

La ruptura diplomática no frustró que algunos hilos de comunicación se mantuvieran abiertos entre Madrid y Rabat. Uno de ellos fue la cooperación en materia antiterrorista: en los últimos meses, la Policía Nacional ha llevado a cabo varias operaciones que se han saldado con la detención de presuntos yihadistas en España gracias, en parte, a la información que Marruecos facilitó en ese periodo de tiempo. Otro aspecto de cooperación que se mantuvo intacto fueron algunos asuntos comerciales, como lo es la exportación de material armamentístico, con las citadas licencias por valor de 30 millones de euros.

Las cifras de exportaciones

El informe Ministerio de Industria, Comercio y Turismo revela que el principal destino del material de defensa y doble uso español en el primer semestre de 2022 fue a países que forman parte de la OTAN, de la Unión Europea, o a ambas organizaciones internacionales, donde exportó material por valor de 671,7 millones de euros (el 52% del total). Destacan las ventas a Francia (187,3 millones), Gran Bretaña (167,5) Turquía (126,7) o Alemania (91,2).

En la categoría de países ajenos tanto a la OTAN como a la Unión Europea se registran ingresos por valor de 481,1 millones de euros: 302,2 millones a Arabia Saudí, 68,8 a Singapur, 45,3 a Malasia, 33,3 a Omán o 31,5 a Mali, entre otros. Los 30 millones a Marruecos entrarían dentro de clasificación.

Mención especial para el caso de Ucrania. El Ejecutivo español aprobó doce licencias para la exportación de material rumbo a Kiev por valor de 209 millones de euros; 118 de los cuales, para disparos de 155 mm.

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sábado, 26 de marzo de 2022

Un diplomático destapa “el plan oculto” de Sánchez cediendo el Sáhara

 

Inocencio Arias en "El cascabel" (TRECE)

Inocencio Arias ha revelado las intenciones de Moncloa “regalando” en Sáhara a Marruecos y da en el clavo con la medida “unilateral” de Moncloa.

Después de que Pedro Sánchez anunciase por sorpresa el reconocimiento de Marruecos como “actor fundamental” en la independencia del Sáhara, muchos han recalcado el mal momento elegido por Moncloa para dar este paso. El último en dar las claves en esta materia ha sido el diplomático Inocencio Arias. 

En una entrevista en “El Cascabel” de TRECE, ha detallado que la decisión de Sánchez es “totalmente sorprendente”. “Es un misterio envuelto en un acertijo y un enigma. ¿Por qué hace eso ahora y en este momento? Eso es muy gordole regala el Sáhara a Marruecos, pero esto no solo va en contra del consenso de la política de Exteriores española, es un tema demasiado importante, sino que va al margen de lo que ha dicho la ONU y lo que Sánchez bendecía hasta el jueves por la noche”, ha señalado. 

Arias ha añadido que el plan Baker respaldado por la ONU, “decía que los saharauis debían votar lo que querían en dos ocasiones. Y ahora España rompe eso después de 47 años con la misma postura de todos los dirigentes españoles y me pregunto, ¿a cambio de qué? Ha querido quedarse con los marroquíes o los marroquíes se han quedado con él”. 

“Lo que ha hecho no nos puede llenar de orgullo, no podemos incordiar a Marruecos diciendo que no hacen ese referéndum. Si hubiera algo a cambio, no sería ético pero tendría sentido. No hay nada escrito”, ha señalado, al mismo tiempo que ha destapado cuál cree que es el “plan oculto” de Sánchez en este asunto: "Ojalá me equivoque, pero me temo que esto es algo para beneficio personal de Sánchez para tener la fiesta en paz, pero no va a producir ningún rédito para España”.

viernes, 25 de marzo de 2022

Pedro Sánchez es al Sahara, lo que Putin es a Ucrania.




Quienes se preguntan hasta dónde está dispuesto a llegar Sánchez ahí tienen la respuesta: es capaz de regalar el Sáhara a Marruecos en una carta escrita a escondidas con varios litros de vaselina

A Pedro Sánchez le parece bien que Rusia invada Ucrania, siempre y cuando Rusia se llame Marruecos y Ucrania el Sáhara. No hay grandes diferencias entre Mohamed y Vladimir a efectos expansionistas, lo que confirma a su vez la transversalidad ideológica de los tiranos: moro, soviético o nazi, todos coinciden en la necesidad de ensanchar su «espacio vital» y todos parten de la premisa falsa de que les quitaron algo suyo y tienen derecho a recuperarlo.

El problema es que, en ese viaje invasivo del Rey marroquí, socio de Estados Unidos e Israel; van incluidas Ceuta y Melilla, oscuro objeto de deseo irrenunciable que ahora, con la nueva parida sanchista, parece más cercano.
Con las dos ciudades autónomas el presidente hace lo mismo que con Cataluña, y Mohamed se comporta igual que Junqueras: cree que pacifica algo; pero en realidad blanquea el objetivo y los medios para alcanzarlo.
Es cuestión de tiempo, el que Puigdemont no se dio y el catalibán de ERC, más listo, ha asumido, consciente como el moro de que el reloj corre a su favor y no hace falta meterse prisa.

A Pedro Sánchez le parece bien que Rusia invada Ucrania, siempre y cuando Rusia se llame Marruecos y Ucrania el Sáhara. No hay grandes diferencias entre Mohamed y Vladimir a efectos expansionistas.

Que sedimente primero la única «nueva normalidad» que Sánchez ha logrado en los cuatro años más siniestros de España en décadas: ruina, pobreza, división, muerte y una desmembración paulatina del país que comenzó con el descrédito de las instituciones; siguió con la legitimación de terroristas, golpistas y chavistas y puede acabar con la independencia o anexión de Ceuta, Melilla, el Sáhara, Gibraltar, Cataluña, el País Vasco y ya veremos si hasta las Baleares y Valencia, que tienen sus propios hijos de Putin dando todo el día por Odesa sea la parte.
Lo cierto es que hoy España amanece con el gas, la luz y el combustible a precio de Vega Sicilia. Con camioneros, transportistas, autónomos, agricultores, ganaderos y comerciantes en pie de guerra. Sin embajadores en Madrid de Argel y de Rabat, que hay que ser muy lerdo para enfadar a los dos a la vez. Y con el Gobierno a tortas entre su facción folclórica y su facción folclórica, que a efectos de tocar la mandolina son igual de torpes.
Y con Sánchez, eso sí, fletando el Falcon sin pagarse el queroseno para huir de España con una excusa razonable: adueñarse de la paternidad de un cambio en el procedimiento de facturación de la luz que, en realidad, ya está aprobado por la Comisión Europea desde el 8 de marzo con un Plan Energético de 26 páginas y tres anexos que el partisano de Moncloa quiere plagiar como su tesis doctoral para hacerlo pasar por suyo.
Quienes se preguntan hasta dónde está dispuesto a llegar Sánchez y se dicen a sí mismos que, pese a todo, algún límite tendrá, ahí tienen la respuesta: es capaz de insultar a trabajadores desesperados por no llegar a final de mes, llamándoles fascistas.
Y también de regalar el Sáhara a Marruecos, tras acoger clandestinamente, primero al líder polisario, con una carta escrita a escondidas con varios litros de vaselina y el pantalón deslizado hasta la innoble altura de las pantorrillas.

domingo, 20 de marzo de 2022

Argelia llama a consultas a su embajador y habla de “traición de Sánchez”

 Pedro Sánchez durante su visita a Argelia el 8 de octubre de 2020

Pedro Sánchez durante su visita a Argelia el 8 de octubre de 2020

El gobierno argelino se ha mostrado “sorprendido” por el posicionamiento de Sánchez al apoyar el plan de autonomía para el Sáhara

Nueva reacción a la polémica decisión tomada por el Gobierno al reconocer la autonomía del territorio del Sáhara Occidental: Argelia, país que se ha mantenido siempre en disputa con Marruecos por esta región, ha llamado a consultas a su embajador en España. 

Según se recoge en un comunicado, el Gobierno argelino ha expresado su "sorpresa" por el apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Esa llamada a consultas será “inmediata”, aunque no se especifica cuáles serán los siguientes pasos del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino.

"Las autoridades argelinas, sorprendidas por este brusco giro de la posición de la antigua potencia administradora del Sáhara Occidental, han decidido convocar a consultas a su embajador en Madrid con efecto inmediato", ha publicado el gobierno de Argelia en el comunicado. De hecho, la prensa del país asegura que el gobierno argelino cree que ésta es “una segunda traición histórica” de España al pueblo saharaui después del acuerdo de 1975 en el que el gobierno franquista entregó la colonia.

"Estamos muy sorprendidos por las declaraciones de las autoridades españolas relativas a la cuestión del Sáhara Occidental”, ha añadido el comunicado, que refleja el malestar después de que el Palacio Real de Marruecos hiciese pública este viernes la carta en la que Pedro Sánchez reconocía que el proyecto de independencia del Sáhara planteado por Marruecos es “la base más seria, realista y creíble para la resolución del conflicto”. 

Todo ello supone un nuevo problema para el Gobierno de coalición, que ha vivido cómo en las últimas horas se añadía un nuevo cisma en Moncloa entre PSOE y Unidas Podemos, ya que la formación morada se ha mostrado contraria a esta decisión tomada por la parte socialista del Ejecutivo.

Por otro lado, el cambio de rumbo en la política exterior del Gobierno, ha provocado que diferentes grupos parlamentarios vayan a registrar este lunes en el Congreso de los Diputados una petición de comparecencia del presidente del Gobierno, para que dé cuenta de estos cambios. Concretamente son los grupos parlamentarios republicanos, Más País, Compromís, NCa, Coalición Canarias, Junts per Catalunya, PDeCAT, CUP, Bildu, BNG, y PNV según ha informado Europa Press.

lunes, 31 de mayo de 2021

Marruecos reconoce que la raíz de la crisis con España es el Sáhara Occidental

 

Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en una imagen del pasado febrero.© RYAD KRAMDI (AFP) Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en una imagen del pasado febrero.

El Ministerio de Exteriores marroquí ha emitido este lunes un comunicado en el que asegura que el “fondo de la crisis” diplomática con España no radica en la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en un hospital de Logroño, sino en las “segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara”. Rabat ha detallado algo que no había aclarado hasta el momento: “La crisis no está limitada al asunto de un hombre. No comienza con su llegada ni terminará con su partida”.

Marruecos equipara el conflicto del Sáhara Occidental con la crisis desatada en Cataluña. “No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino”. Rabat señala que durante “la crisis catalana”, Marruecos “no optó por la neutralidad”, y “fue uno de los primeros en ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional de su vecino del norte de forma clara y contundente”. Sin embargo, Marruecos elude precisar que, a diferencia de Cataluña, el Sáhara Occidental está reconocido por la ONU como un territorio “no autónomo”.

La diplomacia marroquí ha emitido este comunicado, que solicita sea difundido de forma íntegra, justo un día antes de que comparezca Gali ante la Audiencia Nacional. Aclara que esa comparecencia, que tantas veces había reclamado Rabat, es solo “una evolución de la cual Marruecos toma nota”. Pero precisa que “no representa el fondo de la grave crisis entre los dos países vecinos”.

Las expectativas de Marruecos van más allá de la mera comparecencia de Gali ante un juez. “Comienzan con una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones”. O sea, sobre la posición de Madrid respecto al Sáhara Occidental. Esa cuestión siempre ha estado vinculada para el Gobierno español a la mediación de la ONU. Pero desde que el pasado 10 de diciembre, el entonces presidente Donald Trump, decretó el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, Rabat dio un paso más en sus presiones diplomáticas respecto a España y a la Unión Europea.

Nunca hasta el día de hoy Marruecos había dicho de forma explícita cuáles son sus pretensiones respecto a España y al Sáhara Occidental. Pero con este mensaje queda claro que la cuestión de la acogida del líder del Frente Polisario solo es un capítulo dentro de lo que Rabat exige a Madrid. “Se trata, ante todo, de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos entre Marruecos y España. Es una prueba para la fiabilidad de la asociación entre Marruecos y España”, precisa el escrito.

El escrito de Rabat insiste en que Gali entró en España “con un pasaporte falso, bajo una identidad argelina falsa”. No obstante, las autoridades españolas han precisado en varias ocasiones en el hecho de que Gali accedió mediante su pasaporte diplomático y solo se registró con otro nombre en el hospital por medidas de seguridad.

La diplomacia marroquí señala que la acogida de Gali “ha revelado las actitudes hostiles y las estrategias perjudiciales de España” respecto al Sáhara “marroquí”. Acusa al Gobierno español de actuar mediante “la connivencia” con los adversarios de Marruecos para “socavar” su integridad territorial.

La diplomacia marroquí, que actúa siempre bajo las “altas instrucciones” del rey, Mohamed VI, se pregunta en su comunicado: “¿Cómo, en este contexto, puede Marruecos volver a confiar en España? ¿Cómo podemos saber que España no volverá a conspirar con los enemigos del Reino?. ¿Puede realmente Marruecos contar con que España no actuará a sus espaldas? ¿Cómo restablecer la confianza después de un error tan grave? ¿Qué garantías de fiabilidad tiene Marruecos hasta hoy? De hecho, esto equivale a plantear la siguiente pregunta fundamental: ¿qué busca realmente España?”

El escrito no hace ninguna referencia a la entrada de 8.000 emigrantes irregulares entre el 17 y el 18 de mayo, de los cuales más de 2.000 eran menores. Cuatro días después de la entrada masiva el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, declaró que la oleada se debió “a un contexto de fatiga del dispositivo policial marroquí tras las fiestas del fin de Ramadán”, y a “la inacción total de la policía española”.

Comunicado de Marruecos. Si no puede leerlo, pinche aquí.

El Pais

lunes, 14 de diciembre de 2020

Del sectarismo a la irrelevancia

 Sepultado por los acontecimientos de esta crisis de 2020, el Gobierno hace aún más evidente su inaptitud e ineptitud para gestionar los intereses de España.No es aceptable para un país como España que el principal mensaje al concierto internacional sobre Venezuela sea el de avalar las elecciones tramposas organizadas por Maduro, aunque tal mensaje fuera emitido por el expresidente Zapatero. Es una manifestación más de la triste realidad de que no hay Gobierno español con una mínima relevancia en los principales debates diplomáticos, siquiera en aquellos en losque debería conservar un espacio propio, por simple tradición histórica. En Iberoamérica, de España solo se sabe que tiene un ministro de Fomento anfitrión de una visita ilegal de la mando derecha de Maduro, Delcy Rodríguez; un vicepresidente criado en las ideológicas y financieras del chavismo y un expresidente metido a limpiador internacional del dictador venezolano. Pobre y sombrío papel el de nuestro país en un escenario en el que debería tener un liderazgo por la reinstauración de la democracia y la libertad de los venezolanos.Más notorio es el fracaso diplomático del Ejecutivo con Marruecos. Pedro Sánchez y su equipo no se han enterado de que el Reino alauí es un socio estratégico para España y que su obligación es equilibrar los discursos propios sobre la inmigración y el Sahara Occidental con los intereses en materia de seguridad y lucha antiterrorista. Desde hace semanas, nada ha salido bien en las relaciones con Marruecos. La avalancha de inmigrantes subsaharianos y magrebíes hacia Canarias ha hundido la gestión y la imagen, ya dañadas, del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Su viaje a Rabat para frenar el flujo de cayucos fue estéril. No supo ver venir el problema y tampoco ha sabido resolverlo. Por el contrario, lo está diseminando por todo el  territorio nacional, permitiendo la llegada libre y sin apenas controles de miles de inmigrantes irregulares que vuelan desde Canarias a la Península con la misma libertad que un turista alemán, pero con menos garantías sanitarias. La ignorancia sobre el propósito de Estados Unidos de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental también ha dejado a España fuera de juego en el futuro de este antiguo territorio español. De la noche a la mañana, su protagonismo histórico ha sido sustituido por el pragmatismo político de Washington y Rabat, en el contexto de una histórica transformación de las relaciones de Israel con el mundo musulmán. A cambio del Sahara, Marruecos ha reconocido el Estado judío, sumándose a la lista de países musulmanes que dan carpetazo a su tradicional hostilidad contra Israel. Poco podía hacer en este contexto un Gobierno como el de Pedro Sánchez, cuyo vicepresidente segundo sigue empeñado en actuar como un vocero universitario, en vez de como un responsable de intereses políticos nacionales. Su defensa de la autodeterminación del Sahara Occidental no pudo ser más inoportuna: en medio de la crisis migratoria y a las puertas del acuerdo entre Washington, Rabat y Tel-Aviv. Las consecuencias están ahí, visibles, con una cancelación fulminante de la cumbre hispano-marroquí, con la excusa de la pandemia, y una crisis que abre en canal la relación diplomática entre ambos países. Crisis frente a la que laministra de Exteriores solo ha sido capaz de articular un discurso de  tópicos sin contenido político, porque ya sirve de poco apelar a las resoluciones de Naciones Unidas cuando la principal potencia mundial ha bendecido la soberanía de Marruecos en el Sahara y extendido el reconocimiento de Israel entre países que hasta ayer abogaban por su destrucción. Sepultado por los acontecimientos de esta crisis de 2020, el Gobierno hace aún más evidente su inaptitud y su ineptitud para gestionar los intereses de España.

jueves, 19 de noviembre de 2020

El error de Iglesias con el Sáhara

 

No es el papel del vicepresidente provocar una grave crisis en nuestra política exterior.



El proceso de descolonización del territorio del Sáhara Occidental se hizo

muy mal provocando un conflicto que llega hasta nuestros días y que tiene

una solución tan mala como complicada. España tenía una posición de

debilidad coincidiendo con el período previo a la muerte de Franco y el inicio

del proceso de Transición política. Hasán II lo reivindicaba como parte del

Gran Marruecos. Por su parte, sus habitantes no querían ser marroquíes y

exigían la independencia, formaron el Frente Polisario y contaban con el

apoyo de Argelia. En este escenario, el rey marroquí aprovechó la situación y

organizó el 16 de octubre de 1975, en plena agonía de Franco, la llamada

Marcha Verde y consiguió ocuparlo. No hay duda de que abandonamos el

Sáhara Occidental de forma vergonzante y despreocupándonos de la

población. El Frente Polisario declaró la guerra a Marruecos, pero no

consiguió la independencia. Es verdad que todo es mucho más complicado y

nuestro vecino del norte de África jamás aceptará esas pretensiones. Es un

tema fundamental que podría desestabilizar el país e incluso provocar una

crisis irreversible que tendría unas consecuencias muy graves para España.

La izquierda y especialmente el PSOE, que en su día apoyó con gran fervor a

los saharauis, se apuntó rápidamente al realismo político y los abandonó a su

suerte. Es algo muy habitual en la Historia por lo que no nos tenemos que

sorprender. No es una casualidad que cualquier actitud ambigua provoca la

inmediata reacción marroquí y la llegada de masivas oleadas de inmigrantes.

Por ello, las declaraciones de Iglesias son un grave error que puede tener

consecuencias dramáticas. Es irresponsable hacerlo, además, formando parte

del gobierno y debería ser más prudente, aunque se pueda aducir que es

coherente con la posición de su partido. Este no es un argumento sólido

teniendo en cuenta los vaivenes que ha tenido desde que ocupa la

vicepresidencia. La única solución pasa por conciliar los intereses de ambas

partes con una autonomía que pueda ser aceptada por Marruecos y que no

signifique abrir nuevos conflictos. En cualquier caso, no es el papel del

vicepresidente provocar una grave crisis en nuestra política exterior con un

país que es fundamental para España. Es un despropósito enorme pretender

resolver un conflicto que lleva décadas enquistado con cuatro frases de cara a

la galería y ahondar la crisis migratoria en medio, además, de los graves

problemas que afrontamos con la pandemia.

Francisco Marhuenda

Varios ministros estallan contra los ataques de Iglesias al Gobierno: «Esto es un desastre»


Repudia las expulsiones «en caliente» y se alinea con el Frente Polisario en vísperas del

viaje a Rabat de Marlaska

Unidas Podemos pide a Sánchez el referéndum del Sáhara en plena crisis en Canarias


Pablo MuñozVíctor Ruiz de Almirón

La crisis migratoria en Canarias, que el martes vivió en el muelle de

Arguineguín (Mogan) su episodio más rocambolesco, ha vuelto a abrir

las costuras del Gobierno de coalición, ahora en un asunto de estado.

Primero fue el posicionamiento de Podemos a favor del Frente

Polisario en los sucesos del Sáhara, reiterado ayer en un nuevo

comunicado, en un momento particularmente inoportuno al ser la

colaboración de Rabat clave para aliviar la presión en el Archipiélago;

luego, las críticas de los de Pablo Iglesias a las «devoluciones en

caliente», después de que el Ministerio del Interior advirtiera de que

continuaría utilizando esta figura, regulada en la Ley de Seguridad

Ciudadana y a la que el Tribunal Constitucional va a dar

 su aval siguiendo la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos

Humanos; y finalmente, la petición de dimisión de Fernando

Grande-Marlaska realizada por Podemos en Canarias tras los

sucesos del muelle, si bien es cierto que ayer fue desautorizada esa

iniciativa por la dirección del partido.

En público, los responsables de la gestión migratoria prefieren no

hacer comentarios; en privado, muestran su hartazgo por esta

nueva deslealtad de Podemos en un asunto de Estado, que

además no es de ahora, sino que se trata de una constante desde que

se formó el Gobierno de coalición. Pero esta vez es mucho más grave,

porque la situación en Canarias está fuera de control y es vital

mantener buenas relaciones con los países de origen de los

inmigrantes.

El ministro del Interior viaja mañana a Rabat para reforzar la

colaboración con Marruecos, que tradicionalmente ha tomado buena

nota de las actitudes del Gobierno español. Si ya fue un error,

ampliamente admitido incluso en el propio Ejecutivo, que

Pedro Sánchez no hiciera su primer viaje oficial a ese país,

como habían hecho todos sus antecesores, ahora cometerá otro si no

pide ayuda a Felipe VI, que como Don Juan Carlos mantiene unas

relaciones privilegiadas con la Monarquía alhauí.


En el Gobierno existen varias sensibilidades respecto a Pablo

Iglesias. Pedro Sánchez y su entorno entienden y tratan de encauzar

en privado con el vicepresidente segundo su «necesidad de marcar un

perfil propio». Por contra, los ministros más ortodoxos del Ejecutivo,

víctimas habituales de las críticas de Iglesias, manifiestan un hartazgo

creciente. Por lo que consideran una «constante invasión

competencial», en palabras de uno de estos ministros.

La crisis migratoria lleva semanas ocupando a los ministerios de

Política Territorial, Migraciones, Interior y Exteriores, todos

controlados por Sánchez. El agravamiento de la situación obligó a

Defensa a colaborar cediendo instalaciones militares infrautilizadas y

en tareas de apoyo logístico. Una operación coral coordinada por la

Vicepresidencia Primera de Carmen Calvo.

«La actitud de Iglesias es un desastre», dicen fuentes

gubernamentales. Para un ministro, estas cuestiones «exceden» sus

competencias y «es mucho más delicado que el constante debate sobre

política económica», donde Podemos también ha decidido dar la

batalla en lo relativo a la prohibición de los desahucios. Tanto Nadia

Calviño como José Luis Ábalos reconocieron ayer haberse

enterado por los medios de esta maniobra. Y desde el PSOE se asegura

que, aunque advertidos, ese gesto incumple el acuerdo.

En la cuestión migratoria no hay por tanto ministros de Unidas

Podemos, y por ende, participando en la gestión de esta crisis. La

entrada en escena de la formación de Iglesias exasperó a esta parte del

Gobierno. Ayer mediante un comunicado Unidas Podemos instó al

Gobierno a garantizar la celebración de un referéndum de

autodeterminación en el Sáhara Occidental y trabajar con Naciones

Unidas para «detener la guerra».

El texto recogía que «España, como potencia administradora del

Sahara Occidental, tiene una responsabilidad histórica y jurídica con

la descolonización del territorio». La reclamación de UP llegó cinco

días después de que el Polisario rompiera el alto al fuego

firmado con Marruecos y declarase «el estado de guerra»

justificando que el Ejecutivo marroquí reprimió con un ataque militar

una manifestación de activistas saharauis en Guerguerat (puesto

fronterizo que conecta el Sáhara Occidental con Mauritania).

No es ni de lejos la primera vez que el socio minoritario del Gobierno

invade las competencias diplomáticas y migratorias. De hecho hace

unos días el portavoz de Podemos Rafa Mayoral sugería a

Marlaska «hacer algo más» para mejorar la situación en Canarias,

También en febrero el secretario de Estado de Derechos

Sociales, Nacho Álvarez, se reunió con una «ministra» de la

República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Suilma Biruk, lo

que provocó el malestar de Marruecos. La ministra de

Exteriores, Arancha González Laya, tuvo que explicar al Gobierno

marroquí que la posición de España respecto al Sáhara Occidental no

había cambiado con la llegada de Podemos al Gobierno.

La tensión fue tal que el propio vicepresidente Iglesias se vio forzado a

suscribir esas declaraciones. Mientras, Interior investiga lo ocurrido

en el puerto de Magan y no descarta que la flagrante descoordinación

se debiera, incluso, a la mala fe. De momento se recaban los datos,

pero si la hubo, se tomarán medidas.