Mostrando entradas con la etiqueta SANTA MISA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SANTA MISA. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de marzo de 2017

Un joven cura escribe una carta a Pablo Iglesias, que deja patidifuso al de Podemos

La misiva triunfa en Twitter y se hace viral

Un joven cura escribe una carta a Pablo Iglesias, que deja patidifuso al de Podemos

El sacerdote de una parroquia de Getafe explica al sectario político por qué es importante para tanta gente mayor que La 2 siga emitiendo la misa de los domingos
 
 
 
Y además ha decidido escribir una carta a Pablo Iglesias para explicarle por qué la misa de La 2 no hace daño a nadie, sino todo lo contrario (Luis Ventoso deja a Iglesias hecho un Cristo: "Su campaña contra la Misa demuestra su indigencia de propuestas").
El sacerdote, muy activo en las redes sociales y con canal de Youtube, empieza su misiva al líder de Podemos aclarando su posición ante el mundo que le rodea:
"Como muchos de la generación de los 80, sufro la desilusión de no saber a quién votar, me escandalizan los casos de corrupción y veo con dolor las consecuencias en la gente sencilla de una economía que ha endiosado al dinero y dado de lado a la persona".
Eso, por si el sectario político con coleta tenía alguna duda.El cura se presenta así en su perfil de Twitter: "Soy cura. No sabría ni querría ser otra cosa. Mi parroquia es @AsunValde, mi @DiocesisGetafe y mi Madre la Iglesia. Lo demás no es importante. En la #iMision".
Hechas las aclaraciones, entra Patxi Bronchalo en materia:
"Soy un privilegiado por ver y conocer las historias de dolor y paz de quienes vienen a Misa a mi parroquia. Y también están las historias de los que no van, que son muchos. Muy a su pesar, muchos se tienen que quedar en casa. No pueden venir. La edad se lo impide. La enfermedad física no les deja moverse del sillón. La minusvalía hace que tenga que depender de otros en todo. La depresión les condena a no salir de la cama. La soledad les hace aterrarse de salir al mundo".
 

Patxi Bronchalo continúa:
"De primera mano puedo asegurarte que es muy grande la cantidad de personas que están deseando que empiece la Misa del domingo de La Dos. Para muchos será el único consuelo de ese día. Muchos solo encontrarán paz y compañía ahí. Muchos no tendrán más alimento para su espíritu que ese. Muchos han pasado una vida de fatigas, de penurias y ahora están solos, y solo les queda Dios".
"No nos engañemos: el alma necesita alimento. Y estas personas no encuentran consuelo en los animalitos que salen después de comer, ni en las peleas que salen en los realitys, ni en las entrevistas de Chester, ni siquiera en vuestros debates desde el Congreso que nos cuentan las noticias. El alma necesita otra cosa. Negar a Dios es mutilarnos".
Y a renglón seguido le lanza varias preguntas:
"¿No tiene el estado el deber de velar por el bienestar de sus ciudadanos? ¿No es el alma una parte fundamental a cuidar para que la persona esté bien? ¿Podemos obviar que aunque vivamos en un estado aconfesional son cientos de miles los católicos de nuestra bella tierra? ¿Por qué dices que hay que quitarles la Misa?".
"Dime Pablo, de corazón, que no es por ideología", concluye, no sin antes contarle que, a pesar de todo, "sinceramente te digo que rezo por ti".

jueves, 16 de marzo de 2017

Ya cansa oír hablar del dinero público como si sólo lo pagasen los ateos

Información para ateos intolerantes: los cristianos también pagamos impuestos

      
La petición de Podemos de prohibir las misas en TVE, pero no la programación islámica de ese canal, está siendo defendida por algunos podemitas con un argumento tan viejo como falso.
Podemos quiere prohibir las misas en TVE pero no la programación islámica del canal
¿Acaso las creencias de la mayoría de los españoles no tienen cabida en la escuela?
¿Todos los medios públicos tienen que ser confesionalmente ateos?
Según ese argumento, la religión no ha de tener cabida en la televisión pública, o en las escuelas, universidades y hospitales públicos, por el mero hecho de que los ateos no quieren que con sus impuestos se pague la presencia de nuestra fe en esos medios públicos. Sobre esta premisa se ha establecido otra idea que por muy repetida es así mismo falsa: el supuesto principio de que todo medio público tiene que ser “laico”, o sea, confesionalmente ateo, que es lo que quieren decir los laicistas cuando usan ese adjetivo que también define a los católicos que no somos presbíteros ni religiosos. Según el CIS, en España hay un 9,1% de ateos y un 18,4% de no creyentes, y a menudo me da por pensar que ese 27,5% de la población debe ser la parte más adinerada del pueblo español, porque escuchando a algunos ateos da la sensación de que esa minoría es la única que paga impuestos en España y la única con derecho a decidir a qué se destina el dinero público.
Los católicos tenemos derecho a opinar sobre el uso de nuestros impuestos
El caso es que en según el CIS, el 67,8% de los españoles -la amplia mayoría- somos católicos. Y aunque a ciertos ateos intolerantes les cueste aceptar una idea tan básica, los católicos también pagamos impuestos y tenemos derecho a opinar sobre el destino de ese dinero. Empieza a resultar muy cansino, por no decir algo peor, ver que ciertos personajes, por el hecho de responder a las grandes preguntas sobre la vida, la creación y el universo con un no rotundo a la idea de una causa causarum (recurriendo a la expresión de Marco Tulio Cicerón para referirse al Creador), se creen con derecho a dirigir los destinos del país como si los creyentes en general, y concretamente los católicos, tuviésemos que ser ignorados, cuando no reeducados para corregir nuestra respuesta libremente afirmativa a esas grandes preguntas. En no pocas ocasiones, algunos ateos intolerantes incluso llegan a tomar por tontos a la mayoría de los seres humanos por no compartir la visión de la vida que sostiene el materialismo, vacía de trascendencia y de espiritualidad. Y tomándonos por unos tontos, se erigen ellos en los sabios llamados a gobernarnos, como en una tiranía.
El ateísmo no es ni lo neutral ni lo correcto: es una opción más
Ya he hablado aquí con anterioridad de la pretensión totalitaria de pretender excluir a la religión de la enseñanza, en lo que supone una agresión contra derecho de las familias a educar a sus hijos conforme a sus convicciones. Insisto en la palabra “derecho”: a nadie se le obliga a recibir una educación religiosa. Quien no la desee para sus hijos, es muy libre de elegir otra cosa. Pero basta ya de vendernos como algo neutral y correcto lo que en realidad es una usurpación de nuestra libertad religiosa, de nuestras tradiciones y costumbres más arraigadas, y todo para complacer a una minoría cada vez más intolerante y más agresiva hacia las creencias que libremente profesamos millones de españoles. Una democracia se basa en la convivencia entre personas con formas distintas de ver la vida, no en la negación de la libertad de la mayoría para que una minoría se sienta más cómoda, como si la intolerancia de esa minoría imperase sobre cualquier derecho.
Podemos no persigue un ideal democrático, sino otra cosa muy distinta
El problema, me temo, es que algunos no pretenden alcanzar un ideal democrático cuando buscan erradicar la religión de la sociedad como quien pretende erradicar una plaga de piojos entre un grupo de tontos que no sabe ni asearse. Antes bien, el ideal que están persiguiendo personajes como los de Podemos tiene más que ver con las dictaduras comunistas que con las democracias. Creo que el mundo ya ha tenido tiempo de sobra para comprobar el horror al que nos ha llevado en los últimos cien años la imposición del fanatismo marxista a la sociedad, siempre por medio de regímenes totalitarios que han asfixiado las libertades a base de violencia. En este sentido, cuando defendemos nuestra libertad religiosa de los ataques de esos totalitarios no sólo protegemos nuestros derechos individuales, sino también nuestra democracia frente a los deseos de quienes preferirían verla en ruinas, para construir sobre ellas una sociedad opresiva como las que abrieron sus puertas a la libertad con la caída del Muro de Berlín en 1989.