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sábado, 10 de febrero de 2024

Dos asesinatos evitables

EDITORIAL ABC 

Tras el incidente criminal de  Barbate, son muchos ya los antecedentes en los que Marlaska demuestra su incapacidad para satisfacer las necesidades de las Fuerzas de Seguridad

Por duro que sea afirmarlo, la muerte de dos miembros de la Guardia Civil en la noche del viernes en la localidad gaditana de Barbate era evitable. La embarcación con seis agentes a bordo fue literalmente arrollada por una lancha de narcotraficantes a tal velocidad y con tal violencia que dos de ellos perecieron en lo que una asociación de la Benemérita y el propio ministro del Interior tildan directamente de «asesinato». La crueldad de los narcotraficantes, ocho de los cuales ya han sido detenidos, queda puesta de manifiesto por las grabaciones de los hechos que han trascendido, que demuestran no sólo una fría premeditación, sino también la manera en que se reían de los agentes cuando su vida corría peligro. Los hechos, y la dignidad de quienes se juegan la vida a diario en el Estrecho contra narcotraficantes bien financiados y con embarcaciones infinitamente más potentes que las del Estado, merecen una investigación a fondo y una depuración de responsabilidades en el ministerio de Fernando Grande-Marlaska.

Interior envía a diario a los miembros de las Fuerzas de Seguridad a luchar contra complejas tramas de narcos en una alarmante inferioridad de condiciones, con medios habitualmente obsoletos y con una desventaja tan notoria que resulta escandalosa. Grande-Marlaska debe dejar de eludir responsabilidades y tomar conciencia de que cuando mueren agentes, y además los narcos lo celebran como si se tratase de piezas de caza cobradas, la opinión pública no puede sentir más que frustración e impotencia viendo destrozadas, como ahora, a dos familias.

La lucha contra el narco es insuficiente en España y profundamente desequilibrada. Más claro no lo ha podido decir la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, desesperada por la falta de medios y el desamparo que sienten las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Villagómez ha denunciado que las narcolanchas campan a sus anchas en los muelles de la provincia de Cádiz, que los agentes están desbordados y que incluso este tipo de embarcaciones está 'ampliando' su actividad con el tráfico de inmigrantes más allá del de drogas. No es habitual que un miembro de la Fiscalía reconozca públicamente su desesperación ante una lucha que demuestra las inconcebibles debilidades del Estado, la indolencia a la hora de provisionar más medios, y la incapacidad de tomar la delantera a las organizaciones criminales. Es una irresponsabilidad consentir que las narcolanchas aventajen en veinte nudos de velocidad a las embarcaciones del Servicio Marítimo de la Benemérita o de Vigilancia Aduanera. En esas condiciones, la fuga de los delincuentes está asegurada, cuando no permanecen en puerto, como anteanoche, para provocar a la Guardia Civil y, en el peor de los casos, causar la muerte de agentes. El Estrecho empieza a asemejarse así a una suerte de 'narcoestado' que apenas implica al Gobierno, lo que contrasta con su afán por centrar toda la atención política y presupuestaria en regiones donde el soberanismo es prioritario.

Grande-Marlaska encabeza un ministerio de una extraordinaria complejidad, quizá el más difícil de gestionar. Pero son demasiados ya los antecedentes en los que Marlaska demuestra su incapacidad para satisfacer las necesidades de las Fuerzas de Seguridad. Es un ministro quemado, con nula capacidad de maniobra y a quien desde hace mucho tiempo le sobran las buenas palabras frente a la pasividad con la que incumple compromisos que debieron haberse satisfecho hace tiempo. Su gestión es muy deficiente. Lo ocurrido en las últimas semanas, con una crisis migratoria sin precedentes en Barajas, demuestran que su margen de eficacia ya es nulo. La muerte de estos dos guardias civiles no es un accidente. Es la consecuencia de una imprevisión alarmante y de una acumulación de negligencias políticas.








Dos asesinatos evitables Tras el incidente criminal de Barbate, son muchos ya los antecedentes en los que Marlaska demuestra su incapacidad para satisfacer las necesidades de las Fuerzas de Seguridad EDITORIAL ABC Por duro que sea afirmarlo, la muerte de dos miembros de la Guardia Civil en la noche del viernes en la localidad gaditana de Barbate era evitable. La embarcación con seis agentes a bordo fue literalmente arrollada por una lancha de narcotraficantes a tal velocidad y con tal violencia que dos de ellos perecieron en lo que una asociación de la Benemérita y el propio ministro del Interior tildan directamente de «asesinato». La crueldad de los narcotraficantes, ocho de los cuales ya han sido detenidos, queda puesta de manifiesto por las grabaciones de los hechos que han trascendido, que demuestran no sólo una fría premeditación, sino también la manera en que se reían de los agentes cuando su vida corría peligro. Los hechos, y la dignidad de quienes se juegan la vida a diario en el Estrecho contra narcotraficantes bien financiados y con embarcaciones infinitamente más potentes que las del Estado, merecen una investigación a fondo y una depuración de responsabilidades en el ministerio de Fernando Grande-Marlaska. 

Tras el incidente criminal deBarbate, son muchos ya los antecedentes en los que Marlaska demuestra su incapacidad para satisfacer las necesidades de las Fuerzas de Seguridad

jueves, 13 de febrero de 2020

Vox a un diputado de Bildu que ha acusado a la Guardia Civil de torturas: «Lávese la boca»


Vox, bildu, guardia civil, eta, diputado, congreso
La diputada de Vox Macarena Olona ha tenido que salir en defensa de la Guardia Civil y la Policía después de que Jon Iñarritu, diputado de Bildu, acusase de torturas a la Benemérita. «Antes de que mencionen a la Guardia Civil y a la Policía Nacional deben lavarse la boca», ha dicho Olona mirando a la zona de la bancada donde se sientan los proetarras.


La sesión de control al Gobierno de este miércoles ha dejado momentos en los que el Gobierno socialcomunista ha callado ante los envites de sus socios ERC y Bildu. Los proetarras han interpelado en el Congreso al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la hoja de servicios del policía franquista Antonio González Pacheco, conocido como ‘Billy el Niño’, ha extendido sus críticas a otros mandos condecorados por su lucha contra ETA, entre los que ha citado al coronel Manuel Sánchez Corbí, asegurando que «hacen lo mismo que ‘Billy el Niño'».


Olona pidió la palabra a la Presidencia que, como es perceptivo, esperó a que acabaran todas las preguntas al Gobierno antes de permitirle hablar. La dirigente de Vox ha acusado al diputado de Bildu de «faltar gravemente» al decoro de la Guardia Civil y de la Policía al afirmar que hay «una práctica sistemática de tortura» en el País Vasco"

Mientras intervenía Olona, la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha intentado interrumpir a la parlamentaria de Vox, que no se ha callado y ha alzado la voz.


Según ha recalcado, a ETA «se la derrotó policial y judicialmente», gracias al trabajo de policías y guardias civiles como el coronel Sánchez Corbí, y ha acusado a Bildu de «mantener en su diana» a los agentes de los Cuerpos de Seguridad, a los que antes «pegaban un tiro en la nuca», y «ahora lo intentan desde las instituciones, a las que han accedido comiéndose la corrupción del PNV, para intentar derrotarlos desde dentro».


Grande-Marlaska, por cierto, ha callado ante las acusaciones de Bildu y ante las de Rufián, que ha dicho que el Gobierno debe acabar con «los fascistas de uniforme».


domingo, 19 de enero de 2020

Marlaska debería ser cesado y enjuiciado

Habría ofrecido a ERC la purga de la cúpula de la Guardia Civil en Cataluña

Si se confirma esta burda traición a la Guardia Civil, Marlaska debería ser cesado y enjuiciado

Fernando Grande-Marlaska está siendo un pésimo ministro del Interior. Su empeño en poner los intereses de su partido por encima del imperio de la ley ya está llegando demasiado lejos.
Marlaska habría ofrecido a ERC la purga de la cúpula de la Guardia Civil en Cataluña
El ministro ya se retrató de mala manera cuando cesó al jefe de la UCO que investigaba la corrupción del PSOE, con los efectos de sus órdenes ante los disturbios de octubre en Cataluña y cuando el pasado mes de septiembre abroncó a la Guardia Civil por llevar a cabo una operación antiterrorista siguiendo una orden judicial. Pero lo de hoy, de confirmarse, batiría todas las marcas de infamia alcanzadas hasta ahora por este personaje. Según publica un periodista de tanta experiencia y solvencia como Fernando Lázaro en El Mundo, el ministro del Interior habría ofrecido a ERC la purga de la cúpula de la Guardia Civil en Cataluña. En esa purga se enmarcaría el cese este miércoles del director de la Benemérita, Félix Azón, que según apuntaba Lázaro ayer se debería a la gestión de la seguridad en Cataluña. Otro de los marcados por los separatistas sería el General Jefe de la Guardia Civil en Cataluña, Pedro Garrido, un hombre admirado en el cuerpo y que se curtió en el País Vasco en la lucha contra el terrorismo de ETA.
Si se confirma esa purga, el ministro debería ser cesado y llevado a juicio
«El ministro quiere fuera de la cúpula a todos los que hayan estado en la misma línea de Garrido», señala Lázaro, y añade que el ministro quiere en Cataluña a «mandos de la Guardia Civil que sean aceptados por el cuadro de mandos de los Mossos», un cuadro totalmente tomado por mandos separatistas. El periodista de El Mundo añade: «En la estructura que quiere llevar a cabo Grande-Marlaska es muy probable que se produzcan modificaciones con el fin de aglutinar puestos y así tener que nombrar menos relevos». No tardaremos en confirmar si esa purga se produce o no, y si llega, entonces el que debería ser cesado de inmediato es el ministro para a continuación ser llevado a juicio. Sería intolerable que los que están defendiendo la ley y el orden en una parte de España se conviertan en moneda de cambio para que el PSOE pueda pagar los favores políticos que le ha hecho un partido presidido por un delincuente, Oriol Junqueras, actualmente en prisión por su implicación en el golpe separatista del 1 de octubre de 2017, golpe que tenía como fin suspender la vigencia de la Constitución en Cataluña y romper la unidad de España.
El precedente de las cesiones a ERC ya confirmadas por el PSOE
Ciertamente, no cuesta mucho imaginar a un miembro del actual gobierno claudicando de esa forma ante el separatismo. Recordemos que hace dos semanas el PSOE reconoció el referéndum encubierto que pactó con ERC a cambio de su abstención en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, una concesión que rebasa los márgenes de la Constitución y con la que Sánchez habría ofrecido a los separatistas que sólo los catalanes puedan votar el futuro de España como Nación, mientras el resto de los españoles quedamos como convidados de piedra. La unidad de España, la Constitución y la Guardia Civil no pueden ser tratadas como el precio a pagar para que Sánchez siga disfrutando del Falcon y de las comodidades de La Moncloa. Si Sánchez y sus ministros no entienden algo tan básico, entonces tendrán que ser llevados ante un tribunal para comparecer por traicionar a la Nación y a las instituciones del Estado. Ahora mismo ya no tenemos que esperar a que unos acomplejados asuman ese reto: ya hay un partido dispuesto a sentarles en ese banquillo.

sábado, 18 de enero de 2020

Marlaska destituye a los mandos de la Guardia Civil más duros con el procés para no contrariar a ERC

Las primeras decisiones del nuevo ejecutivo de Sánchez son ceder con relación a Cataluña para bajar la crispación y poder dialogar. ERC tenía en el punto de mira al general Garrido, un auténtico hueso contra los intereses secesionistas y ha sido la primera cabeza en caer, como cayera la del Bautista por la petición de Herodías.


Fernando Grande-Marlaska ha empezado a hacer concesiones tras conformarse el nuevo gobierno y según apunta EL MUNDO quier hacer una limpieza en la cabeza de la Guardia Civil. Prefiere mandos que no hayan sido duros contra el procés, para no contrariar a los socios de legislatura de Gobierno. 
El primer mando que se querían cobrar los independentistas era el general jefe de CataluñaPedro Garrido, un general con un prestigio interno y que ha sido una de las piezas capitales en las actuaciones contra los ahora condenados por sedición.
Garrido se curtió en el País Vasco, en Vitoria, luchando contra el terrorismo de ETA. Un hombre sin pelos en la lengua. Ya denunció en una alocución pública el "independentismo radical, autócrata, sectario y supremacista" que imperaba en Cataluña. "Volveremos a ser una de las piezas clave para que la acción del Gobierno de la Nación, responsable de la seguridad pública en España, se haga presente también en todo el territorio de Cataluña".

viernes, 3 de enero de 2020

DESPUÉS DE BOLIVIA, NAVARRA


La estabilidad de las doscientas familias de guardias civiles en Navarra pende de un hilo de cometa que ha soltado el PNV hablando en nombre de su Polonia.
Dice poco del país (España) que la Guardia Civil, con lo que ha pasado, se vea sometida a esto. Marlaska aseguró al Cuerpo que no ocurriría, pero ¿qué pueden valer las palabras de un ministro de Sánchez?
Cuando todavía no ha explicado su responsabilidad en el escándalo de la Embajada mexicana en Bolivia, se enfrenta ahora a voces que piden su dimisión por mentir a los guardias civiles.
Grande-Marlaska es una gran decepción de la derecha y precisamente porque el mismo Marlaska que gustaba al PP ya no gusta al PP habría que salirse del eje sociata-pepero en el que llevamos años perdiéndonos.
Marlaska es un mero ejecutor uncido al carromato de buhonero de Sánchez y se defiende culpando a Aznar (gran habilitador de antecedentes para la izquierda) como si no hubiera acuerdos previos del PSOE. Pero es ese ping pong inútil lo que hay que superar. ¡Insoportable cabeceo de burro con anteojeras!
La realidad es una inercia superior, una ley gravitatoria mayor: ¿hacia qué lado gira la Constitución?
Que doscientas familias de la Guardia Civil, después de lo pasado por ese Cuerpo, se vean sometidas a la humillación de una salida de urgencia exigida por el PNV habla de una carencia de algo en las entrañas del país.
Por otro lado, la reivindicación competencial navarra viene de mucho tiempo atrás (comicidad de lo foral: viene incluso de antes del tráfico) y fue preacordada por tirios y troyanos (Aznar cedió las competencias a Cataluña). Así que hay razones del sistema y poderosas fuerzas actuantes. ¡A esto no se llega solo marlasqueando! Sánchez no es hacedor, Sánchez es encargado.
El Estado seguirá siendo el que gestione el tráfico en Navarra, pero no es lo mismo un cuerpo nacional y benemérito que uno regional. Y ahí topamos con la madre del Cordero. Estado hay y habrá, pero ocupado por partidos y castas locales que lo cuartean.
Lo de Navarra es otro ejemplo más del Estado desalojando lo nacional. Y esto podemos personificarlo -no niego que un poco abusivamente- en las 200 familias que se tendrán que replantear su vida. Los que sean de allí no podrán seguir siendo lo que son y los de fuera tendrán que tomar el camino de vuelta.
Hughes ( ABC )

jueves, 2 de enero de 2020

MARLASKA: AGRAVIOS A LA GUARDIA CIVIL


Es descorazonadora la falta de respeto con la que el todavía ministro del Interior en funciones está tratando a la Guardia Civil.
Prometió que sus agentes de Tráfico seguirían en Navarra y, a la primera de cambio, Sánchez les ha sacrificado para obtener el plácet del PNV a su investidura. El Instituto Armado está en la diana permanente de los independentistas.
Y con el traspaso de la transferencia de tráfico a la Comunidad Foral comienza su minimización, igual que ya ocurre en el País Vasco y Cataluña. Marlaska ya ha desairado a la Guardia Civil por episodios tan chuscos como el de abroncar a sus mandos por la detención de nueve CDR.
Si el titular de Interior no es capaz de defender a las fuerzas de Seguridad, muy grande le queda la cartera.
El Mundo

miércoles, 1 de enero de 2020

CARTA ABIERTA A LA MINISTRA EN FUNCIONES MARÍA ISABEL CELAÁ


CARTA ABIERTA A LA MINISTRA EN FUNCIONES MARÍA ISABEL CELAÁ
Esta carta abierta que me permito dirigirle tiene por objeto hacerle saber que el gobierno al que usted pertenece tiene un comportamiento infame y desleal con cuanto habitamos en esta España –rota y depauperada-, propiciada por la forma de gobernarla que tienen todos ustedes liderados por el Dr. Pedro Sánchez, un personaje oscuro, mentiroso y ruin donde los haya al menos políticamente hablando, dada su –falta de preparación-, que intento endosarnos un –doctorado fake-, producto de una tesis plagiada, y por consiguiente falta de todo rigor, no obstante no ha tenido la decencia de reconocerlo.
Usted es Catedrática de Enseñanza Secundaria, algo que posiblemente le da un cierto grado de sabiduría, y preparación, al menos en las asignaturas que imparte especialmente el inglés su materia preferida, pero como a dicho su ex compañero de partido, José Luis Corcuera más de una vez, -la política no se estudia en las universidades-, lo que hace que todos los que forman parte de este gobierno inadecuado presidido por Sánchez  sean unos verdaderos desconocedores de algo tan antiguo como es la –política-, y por ello están llevando a España, al último puesto de –ranking-, lugar que se sepa nunca ha ocupado en su dilatada y brillante historia.
Es muy posible que la incuria y el desconocimiento supino de la política que les reviste, a todos los que giran en torno a Sánchez (el incluido), sea lo que motive este enorme quilombo que tienen montado en España, así como también las apetencias desordenadas de este sujeto por seguir en la poltrona, siendo consciente que esta totalmente desprestigiado en todos los aspectos tanto en nuestro país y fuera del mismo, por su comportamiento deshonroso, aliándose para conseguir su nefasto objetivo con la –bazofia- más indecente que habita en nuestra España.
Sabe usted señora Celáa quien fue Pablo Iglesias Posse (1850-1925), fundador del Partido Socialista Obrero Español de la Unión General de Trabajadores, un hombre honrado a carta cabal, muy capacitado intelectualmente, de condición humilde y tipógrafo de profesión.
Son ustedes conscientes de que Pablo Iglesias y su madre Juana Posse viajaron desde el Ferrol a Madrid caminando, posiblemente desconozcan los avatares de la vida de este insigne patriota al que ustedes con su comportamiento le faltan diariamente al respeto, ya que entre otra cosas hacen uso indebido de las propiedades del estado que no son de uso de común, por ejemplo un helicóptero para desplazarse de Madrid a Cuatro Vientos, o aviones Falcón para desplazarse a Valencia o a cualquier otro lugar de España de fiestas y –francachelas-, sin tener en cuenta el gasto en –combustible- que generan mover estos aparatos.
Dice usted señora Celáa de manera desvergonzada que –es obligación del gobierno negociar con los separatistas- que quieren romper España, así como otras tonterías que a un político de verdad no se le ocurriría manifestar ni en –petit comité-, la osadía de quienes forman el gobierno junto a Sánchez es tan insensata, y absurda que ninguno de sus satélites o correligionarios tienen simples nociones sobre lo que es en verdad la –política-, y dada esa falta de –sapiencia-, aunque aporten muchas titulaciones académicas serán siempre unos malos gobernantes que en vez de resolver los problemas a la ciudadanía se los complican cada vez más.
Ustedes políticamente hablando son unos irresponsables, que una vez acomodados en la poltrona usurpándola como han hecho hasta ahora llevan a España a la ruina más execrable.
Lo último, y posiblemente, lo más grave que han hecho de momento ha sido –invadir- la embajada boliviana en Méjico, donde unos funcionarios presumiendo de diplomáticos trataron de raptar a unos ex ministros del gobierno del depuesto presidente, Evo Morales, con el fin de silenciarlos, ¿de que forma?, eso tendrá que aclararlo en sede parlamentaria el ministro del Interior Marlaska, que según parece ha sido el organizador de tan terrible acción falsificando los pasaportes de los cuatros GEO, ¿pensó en algún momento hacerlo como hicieron con Lasa y Zabala?, tal vez, para que no se supieran los chanchullos de los –podemitas-, Monedero, Errejón, Bescansa….. con narcotraficantes de este país andino, de los que según se comentan recibieron millones de euros procedente del trafico de la droga, y posiblemente del crimen organizado.
Este problema ocurrido en la embajada de Méjico en Bolivia, puede salirle cara a los miembros de Podemos citados, incluso se comenta que este –affaire- puede salpicar al doctor Sánchez, ya que la intervención falsificadora de su ministro del Interior Marlaska puede constituirse en un delito –muy grave-, al permitir ese asalto a una cancillería de un estado soberano y amigo.
España con este gobierno en funciones intentando reeditar el mismo apoyado por los votos de republicanos, asesinos de ETA, separatistas, BILDU, o sea la excrecencia de la –ralea- más baja, y ordinaria que existe en nuestro país van a permitir que Sánchez siga gobernando en España, rodeado de miembros de un partido que se ha sustentado gracias a las aportaciones dinerarias de los –narcos- más indeseables de cuantos existen en el mundo.
No señora Celáa ustedes no conseguirán acabar con España y su unidad de destino en lo universal, no se lo vamos a permitir, -profanadores, cobardes, traidores-, instigadores beligerantes invadiendo una embajada de forma –criminal- encapuchados, y posiblemente dispuestos a matar llegado el momento.
Las Naciones Unidas y UEA deberían intervenir con el objeto de aclarar este acto terrorista, patético, y cobarde invasión en un país soberano al que estamos unido históricamente.
Juan Dávila-García ( El Correo de Madrid )

domingo, 13 de octubre de 2019

MARLASKA Y LOS ÚLTIMOS DE CATALUÑA



A primera vista, y atendiendo a la conducta por la que se guía, también participaría del mismo un irreconocible Fernando Grande-Marlaska. Antaño juez de prestigio presto a lidiar con asuntos de la mayor gravedad y hoy elusivo ministro del Interior hasta desamparar a sus subordinados en momentos críticos como los que se viven en Cataluña.
Mucho más apreciable esa deserción a raíz de que los independentistas hayan votado la expulsión de la Guardia Civil tras desmantelar un supuesto grupo terrorista con siglas de histórica marca de explosivos (ERT) integrado en los Comités de Defensa de la República (CDR) que alienta Torra, a la sazón máximo representante del Estado en la comunidad.
Sin embargo, no es exactamente su caso. Se trata, por contra, de una ignorancia deliberada. Por eso, su proceder, con claro menosprecio a la Benemérita, raya en la indignidad.
Diríase que es el primer jefe de la historia de la Guardia Civil que se comporta como si no estuviera al frente del Instituto Armado.
Si los primeros ministros socialistas del ramo, como José Barrionuevo, presumían de haber descubierto a la Guardia Civil, ahora se diría que el choque de Marlaska con el Cuerpo ha servido para descubrir a un ministro en los antípodas de cuando vestía toga.
Parecía el caballero sin espada que interpretaba James Stewart en la película de Capra. Pero, con todo, lo peor es que, sea por apatía, inconsciencia, frivolidad, cobardía o ceguera, interiorice las descalificaciones contra la España constitucional con su ominoso silencio.
Francisco Rosell 

domingo, 29 de septiembre de 2019

EL CAMPO DE MARTE CATALÁN


EL CAMPO DE MARTE CATALÁN
No se conoce, desde luego, precedente en el que un Gobierno, a la sazón representante máximo del Estado en Cataluña, y un Parlamento legitimen de forma tan artera a unos supuestos terroristas.
Pero tampoco nunca un ex presidente en fuga, como el prófugo Puigdemont, había presumido de que «damos miedo, y más miedo que daremos», según exclamó el 1 de julio de 2017 ante medio millar de alcaldes en la Universidad de Barcelona en abierta amenaza al Estado; ni que otro en ejercicio, su valido Torra, alentara a esas guerrillas de los CDR al grito enronquecido de «Apretad, apretad, hacéis bien en apretar» con ocasión del primer aniversario del referéndum ilegal, tras confesarse uno de ellos y jactarse de que «yo tengo toda mi familia apuntada a los CDR», convirtiéndose en cómplice de sus acciones.
Éste ha pasado de negarse a condenar los actos tumultuarios de los CDR -ni siquiera cuando señalaron con excrementos las sedes del Pdecat y ERC y amenazaron al Govern por no aplicar los resultados del simulacro de referéndum del 1-O- a respaldar su explosivo terrorismo. Es más, según uno de los arrepentidos del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) estaba al corriente de los planes y otro de ellos mantuvo contacto directo con él, según la investigación.
En el archipiélago Orwell catalán, merced a su absoluto control de los medios, bien entregados a la mentira, bien resignados a la servidumbre voluntaria de un silencio ominoso, el manejo de la información le permite amalgamar la realidad a conveniencia e incluso hacerla olvidar como si no hubiera sido.
Así, Pilar Rahola, autora de la biografía de MasEl rey Arturo y consejera áulica de Puigdemont, determina que los CDR son «un movimiento cívico, transversal y con gente de buena fe». O la televisión oficial considera «una gran acción mediática» colocar una bomba en el Parlamento.
De este modo, corrobora la distorsión cognitiva del nacionalismo. «El nacionalista -escribió Orwell, que vivió la Cataluña de la Guerra Civil- no sólo no desaprueba atrocidades cometidas por su bando, sino que tiene una notable capacidad para ni siquiera enterarse de ello».
Lo peor, empero, es que esa ceguera voluntaria sea adoptada por aquéllos que, como Chamberlain, han de refrenar y reconducir esa deriva totalitaria. Por más que los votos que hoy los sostienen en La Moncloa provengan de declarados insumisos al Estado, no desean enemistarse con ellos por si han de precisar de sus sufragios tras la ruleta de la fortuna del 10-N o anhelan que, haciéndose los distraídos, devolverán el tigre a su jaula.
En ese delirio de la sinrazón, cobraría sentido la confusa reacción del Gobierno con respecto a la detención del supuesto comando terrorista de los CDR. Llama poderosamente la atención la bronca del ministro Marlaska a los mandos de la Guardia Civil, revelada por EL MUNDO, porque éstos no le pormenorizaron la operación Judas -reveladora denominación que alerta de posibles traiciones- cuando 72 horas le anticiparon el calado de la misma. No se puede desconocer -mucho menos un ministro-juez- que esos guardias civiles, si bien están bajo su mando operativo, son policía judicial y, en consecuencia, se deben al juez de la causa.
Sabedor, además, Marlaska de cómo se la jugaron como magistrado los cargos policiales del ministro Rubalcaba al sabotear el 4 de mayo de 2006, para no interferir las conversaciones secretas de Zapatero con ETA, el desmantelamiento del aparato de extorsión de la banda en el bar Faisán mediante un chivatazo a miembros de la organización sobre su detención inminente.
Como Marlaska hizo figurar en las diligencias sobre la delación, los jefes policiales, más atentos a Rubalcaba como ministro que a él como juez, no le dieron cuenta de la filtración hasta discurridas 72 horas cuando «disponían del teléfono profesional de este instructor y su móvil».
Por eso, al margen de que a Sánchez y a Marlaska les resulte difícil entender algunas cosas cuando su sueldo depende de no entenderlas, parece evidenciarse que ahora como entonces el Gobierno en funciones hubiera preferido que esta operación judicial no se hubiera anticipado a la sentencia del 1-0. Habría supuesto una temeridad que, conociendo la inmediatez de los planes terroristas, el juez García Castellón hubiera supeditado su urgente actuación al calendario político.
Desgraciadamente, quedan atrás aquellos pretéritos tiempos -engañosos por lo demás- en los que los nacionalistas vascos parecían de Marte, a causa del terrorismo, y sus colegas catalanes simulaban ser de Venus. Pero no es que estos últimos, tras 40 años en Venus, hayan mutado de naturaleza para cultivar con entusiasmo los campos de Marte, pues siempre fueron marcianos.
Pese a su máscara venusina, blasonando el cacareado seny de los tiempos dorados del pujolismo, el nacionalismo catalán ha ejercido una violencia, más sutil si se quiere. Pero violencia al fin y al cabo, como sufren hoy en día muchos catalanes que no se someten a las horcas caudinas del separatismo obligatorio.
«¿Cómo es posible -se preguntaba y conviene preguntarse 38 años después- que Cataluña haya caído nuevamente para hundirse poco a poco en una situación dolorosa, como la que está empezando a producirse?». Pues seguramente practicando el mal, mientras proclamaba el bien. Fue la estratagema de un Pujol que, mientras se llenaba los bolsillos, siempre concibió que, «hecho el país, hay que hacer el Estado» en una España que, con respecto al nacionalismo, ha estado guiada por una izquierda ciega y una derecha paralítica.
Francisco Rosell ( El Mundo )