Mostrando entradas con la etiqueta MEDICAMENTOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MEDICAMENTOS. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de marzo de 2018

Medicamentos y conducción: los siguientes pueden dar positivo en un control antidroga

Los fármacos que peor relación tienen con el volante son los relajantes musculares, antigripales, analgésicos, antihistamínicos, antidepresivos y ansiolíticos.


En esta época del año en la que las lluvias toman protagonismo y la entrada de la primavera está cada vez más cerca, son muchas las personas que se ven en la necesidad de tomar jarabe para curar un resfriado, pastillas contra la alergia o incluso píldoras para el dolor de cabeza. Y después de todo esto, nos ponemos al volante con toda normalidad. Si este es tu caso, deberás tener cuidado porque muchos de esos medicamentos que estamos habituados a tomar ante el menor síntoma son incompatibles con la conducción y, en algunos casos, incluso podrían dar positivo en un control antidrogas de Tráfico.
Es este uno de los motivos por lo que hay que leerse bien los prospectos de las medicinas que ingerimos y no solo por conocer sus efectos secundarios sino también sus incompatibilidades. Recordamos que, en España, el 17% de los sometidos a un control antidrogas dan positivo, y el 2% lo hace tras haber ingerido medicamentos y no por el consumo voluntario de sustancias ilegales. Y, ojo, que el positivo puede ser por anfetaminas, metilanfetaminas, metadona, opiáceos, fenciclidina, barbitúricos, canabinoides y benzoadiacepinas. Así lo indican desde Cosasdecoches.
De hecho, en las cajas de los medicamentos se suelen incluir muchos símbolos y uno de ellos siempre muestra la incompatibilidad de conducir mientras se esté tomando. Los fármacos que peor relación tienen con el volante son los relajantes musculares (provocan sueño), antigripales (sueño), analgésicos (sueño, euforia y mareo), antihistamínicos (sueño, visión borrosa, ansiedad e insomnio), antidepresivos (sueño, mareo o hipotensión) y ansiolíticos (sueño y falta de coordinación motora).
Pero no son los únicos, aunque sean menos habituales también están contraindicados los antiepilépticos, antiparkinsonianos, preparados oftalmológicos y los destinados a la diabetes, según refleja Autopista y recogen en Cosasdecoches. Además, tampoco es recomendable conducir si se mezclan varios medicamentos ni se deben mezclar con alcohol aunque sea en pequeñas cantidades pues multiplican sus efectos. Pero para estar seguros, consulta la lista de principios activos y medicinas que puede conllevar un positivo en una prueba de drogas (aunque algunos de ellos solo se detectarían en la orina):
-Ibuprofeno
-Bromfeniramina (Ilvico)
-Bupropion (Zyntabac, Elontril)
-Clorpromazina (Largactil)
-Clomipramina (Anafranil)
-Dextrometorfano (Romilar)
-Difenhidramina (Bisolvon antitusivo compositum y otros)
-Doxilamina (Cariban, Dormidina y otros)
-Naproxeno
-Prometazina (Actithiol antihistamínico, Fenergan expectorante)
-Quetiapina (Seroquel)
-Ofloxacino (Surnox)
-Ranitidina
-Sertralina
-Tioridazina
-Trazodona (Deprax)
-Venlafaxina
-Verapamil

Lo que dice la ley

La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, en su artículo 14.1, dice claramente que los no puede haber tolerancia con el consumo de drogas y la conducción. Así, dispone que no se puede circular «con tasas de alcohol superiores a las que reglamentariamente se determinen. Tampoco puede hacerlo el conductor de cualquier vehículo con presencia de drogas en el organismo, de las que se excluyen aquellas sustancias bajo prescripción facultativa y con finalidad terapéutica, siempre que esté en condiciones de utilizar el vehículo».
Se entiende que el conductor podría conducir en caso de haber tomado alguna medicina, aunque solo si es parte de un tratamiento médico, si dispone de la receta de dicho medicamento y, sobre todo, si no se ha establecido lo contrario en dicha receta. El problema con el que nos encontramos es el de la automedicación y el acceso libre a determinados medicamentos en nuestro país, que tomamos sin control médico y que podrían jugarnos una mala pasada en un control.
De esta manera, en caso de que nos «pillen», solo nos libraríamos de la multa si portamos la receta. En caso contrario se juzgaría si esta medicina afecta a nuestra capacidad para conducir. Si estiman que no, el resultado sería una sanción de 1.000 euros y 6 puntos del carné. Si por el contrario entienden que sí nos afecta podría conllevar una pena de entre 3 y 6 meses de cárcel, entre 6 y 12 meses de trabajos para la comunidad y la retirada del carnet entre 1 y 4 años.
ABCMOTOR





lunes, 9 de enero de 2017

El viceconsejero de Salud compró medicamentos con precios inflados

Martín Blanco con un cartel de la Escuela de Salud Pública
Martín Blanco con un cartel de la Escuela de Salud Pública - RAMÓN L. PÉREZ
Martín Blanco, experto economista y actual viceconsejero de Salud de la Junta, ha ostentado múltiples cargos de confianza en la sanidad andaluza desde 1992. En 2007, cuando era el máximo responsable del área de compras del Hospital Virgen de las Nieves, autorizó una inexplicable adquisición de medicamentos. El precio unitario de un fármaco –Darbepoetin– en varios lotes presenta una diferencia porcentual coincidente del 19,35% con respecto a otros hospitales granadinos.
El Virgen de las Nieves pagó siempre más que otros hospitales de la misma provincia, a pesar de tener Unidad de Hematología y contar, por tanto, con un mayor número de pacientes susceptibles de requerir este fármaco para enfermos de anemia.
Mientras que el Virgen de las Nieves pagó, aproximadamente, a unos 15, 22, 29, 37, 44, 59, 74, 96, 111, 222 y 370 euros cada unidad de Darbepoetin en sus distintos formatos, el Hospital San Cecilio y el de Motril adquirieron los mismos fármacos por 12, 18, 25, 31, 37, 49, 62, 80, 96, 186 y 310 euros, respectivamente. El incremento es de un 19,35% en todos los lotes, salvo en uno, que ronda el 15%. En el caso del Hospital de Baza, los precios también se dispararon; incluso llegó a pagar hasta 16 veces más que el Virgen de las Nieves por alguna variante del fármaco.

Contra las leyes del mercado

La lógica de las economías a escala —principio básico de la gestión empresarial— indica que el precio unitario de un producto disminuye conforme aumenta el número de unidades adquiridas. Es decir, aquel que compra más, compra más barato. Si el Virgen de las Nieves tenía en ese momento un mayor número de pacientes susceptibles de necesitar el tratamiento citado, en comparación con el resto de centros de la provincia, el precio debería haber sido menor. O, como mínimo, igual. «Esas diferencias no tienen sentido», confirmó a este periódico una fuente experta que prefiere permanecer en el anonimato.
La responsabilidad de efectuar las compras de medicamentos en el Virgen de las Nieves recaía en ese momento sobre su Dirección de Servicios Generales
La Consejería de Salud se limita a explicar que «los precios de adjudicación nunca superaron los precios máximos de licitación». La respuesta oficial justifica la disparidad de precios en que aún no estaba operativa la Plataforma Logística Sanitaria de Granada, que desde 2011 ha centralizado y unificado la adquisición de fármacos. Entonces cada hospital (Virgen de las Nieves, Clínico San Cecilio, Motril y Baza) fijaba los precios de manera independiente. La responsabilidad de efectuar las compras de medicamentos en el Virgen de las Nieves recaía en ese momento sobre su Dirección de Servicios Generales. En ese momento, 2007, Martín Blanco ocupaba el puesto de director de Servicios Generales y ya tenía una larga trayectoria en gestión económica y contratación. Lo fue entre 1998 y 2009.
De este cargo provincial, Martín Blanco (Lugo, 1958) pasa a la gerencia de la Escuela de Salud Pública y de ahí a Sevilla donde acabaría coronando su carrera meteórica con la Viceconsejería de Salud. Su progresión la realiza no por conocimientos médicos sino como gestor económico. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela y master en Gestión Sanitaria. Su fuerte es la responsabilidad social corporativa, una rama del conocimiento que ha explotado impulsando entidades vinculadas a la Consejería en las que colaboran económicamente firmas del sector sanitario. Entre ellas, la farmacéutica que vendió el Darbepoetin al Hospital Virgen de las Nieves, Amgen.
Este laboratorio figura desde 2010 como una de las entidades colaboradoras del Observatorio de Gestión Ambiental y de Responsabilidad Social Corporativa en el Sector Sanitario (OMARS) que el propio Martín Blanco crea en 2007 y que el actual viceconsejero presidió hasta 2012, si bien quedó como «coordinador» hasta 2015, según consta en la biografía que figura en la web de la Consejería de Salud, una responsabilidad que ostentó además mientras desempeñaba su puesto como secretario general de Planificación y Evaluación Económica de la entonces Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, cargo fundamental en cuestiones de contratación pública.
Amgen, como otras empresas proveedoras del SAS han venido haciendo una aportación anual de 4.000 euros al Observatorio, dedicado todos estos años, según la consejería, a consolidar una «plataforma de conocimiento y saber científico» sobre normativa medioambiental de obligado cumplimiento.

Formación profesional

Preguntada por la incompatibilidad de Blanco al gestionar un ente que recibe donaciones de proveedores con su responsabilidad en la contratación pública del Servicio Andaluz de Salud, la consejería señala que la relación de Martín Blanco con el Observatorio estuvo «siempre y exclusivamente vinculada a su formación profesional y a la especialización en el ámbito de la gestión Ambiental y responsabilidad Social Corporativa, que llevó al Hospital Virgen de las Nieves —añaden— a un lugar de liderazgo nacional en este ámbito».
Martín Blanco ha evitado hacer manifestaciones al respecto a pesar de las peticiones de este periódico. El viceconsejero es objeto de las críticas de la marea ciudadana en contra de la fusión hospitalaria de Granada, que pide su dimisión. Le acusan de ser uno de los ideólogos de la reordenación sanitaria por la que se han manifestado cientos de miles de personas. Nunca se ha caracterizado por copar las fotografías oficiales, pero su desaparición ha sido total desde que se inició la marea blanca que denuncia las carencias sanitarias de la comunidad y los recortes en forma de fusión hospitalaria —no ha comparecido en público ni una vez— desde que empezaron las movilizaciones.

Cámara de Cuentas

La carrera al alza de Martín Blanco pasa también por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), un ente de investigación y formación, uno de tantos guiños a la sanidad granadina por parte de la Junta. Blanco fue gerente de la EASP entre los años 2010 y 2012 antes de marchar a Sevilla. La Cámara de Cuentas de Andalucía apuntó en un informe la existencia de «importantes irregulares» en contrataciones que hizo la Escuela Andaluza de Salud Pública al menos en 2010 y detectó «deficiencias» en las encomiendas de gestión.
Asimismo, la fiscalización no consiguió verificar «la documentación y los bienes objeto de cesión a la Consejería de Salud» por un convenio valorado en 335.000 euros sobre el «Sistema de información y gestión de salud ambiental», campo del saber en el que está versado Martín Blanco. En su informe, la Cámara de Cuentas también destacó los «márgenes excesivos» que se daban a los responsables en materia de presupuesto y control de la ejecución de los proyectos.
Sorprendentemente, las alarmas no saltaron y Martín Blanco continuó ascendiendo por las ramas de la sanidad pública andaluza. En 2012, después de su etapa en la EASP, Blanco fue nombrado secretario general de Profesionales del SAS para más tarde, ya en 2013, convertirse en secretario general de Planificación y Evaluación Económica. Martín Blanco sólo tendría que esperar un par de años para ser elegido viceconsejero de Salud, a la par que el consejero Aquilino Alonso.