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sábado, 6 de febrero de 2021

SOBRAN MINISTROS Y MINISTERIOS

 

Si Carolina Darías y Miguel Iceta están donde están, no es por experiencia ni por conocimiento ni por preparación.

Nadie duda de que el Consejo de Ministro es una peña o poco más. En él sobra mucha gente: unos por incompetencia y otros por negligencia. Jamás un Consejo de Ministros habría resultado tan caro e incapaz como el actual. Ya me dirán ustedes qué pintan ahí algunos personajes tan desprestigiados.

Otros son meros pardillos de la política. Y algunos no se han visto en otra igual; apunten a la ministra de Igual-Da, precisamente la destinataria de la mofa y el hazmerreír diario y “marquesa” de Galapagar por demérito propio; hasta las formaciones feministas exigen que dimita porque no representa a las mujeres ni ellas se sienten representadas por semejante vocinglera.  Únicamente puede dar malos ejemplos porque no está preparada para dar buenos consejos.

No sólo sobra la ministra chillona y vocinglera, Irene Montero, sino que hay otros ‘danzarines’ que, cuando ‘ladran’, no saben si matan, hieren o espantan. ¿Qué pueden decirme ustedes del ‘malasalsa’ Garzón, del ‘escaqueador’ (Rodríguez Uribe), de la enemiga de la Guardia Civil (Carolina Darias), de la desnortada de exteriores (González Laya), la verborreica y antididáctica (Yolanda Díaz) … ¿Y del paria vallecano, Pablo Iglesias? ¡De cuánta incompetencia se ha rodeado el plagiador de Moncloa y mentiroso mayor de esta penosa España!

De cada uno de esos esperpentos y ‘esperpentas’ podríamos hacer una tesis doctoral de negligencia, insensateces, ridiculeces y brutalidades. Pero no sólo ministros. Echen una ojeada al vicepresidente segundo y comprobarán que desconoce la política en profundidad, además de carecer de los fundamentos éticos y básicos para empujar en el desarrollo de un país como el nuestro. Su torpeza es un hecho, pero la suple con vivacidad cual ratón de varios agujeros. Sobre los vivarachos decía Plauto que “Un ratón nunca confía su vida a un único agujero”.

Un personaje atrabiliario como el “marqués”, que saca pecho cuando sopla el viento a favor y se esconde cuando pintan bastos, es un cero a la izquierda en cualquier Gobierno. La Historia de España se llevará las manos a la cabeza cuando compruebe el salto en el vacío que ha dado el país.

 No me hubiera sorprendido que, tanto Sánchez como el “marqués”, apoyaran a los “vacunajetas” que se han saltado el protocolo y el calendario de las vacunas; eso es muy propio de un estafermo desnortado, al más puro estilo de Fernando Simón.

Son tantos los ministros y ministras sobrantes que no voy a agotar el listado para así tener personajes y argumentaciones para otra ocasión. Ha pasado un año desde la formación de Gobierno y disponemos de sobrados argumentos para hablar de incompetencia, ineficacia, ineficiencia, negligencias varias, inutilidad e improductividad.

Piensen que, si se marcharan muchos de los actuales titulares de ministerios, no lo notaríamos; es más, no sólo no pasaría nada, sino que podríamos comprobar una mejoría extraordinaria, al menos en el excesivo e inútil gasto.

Díganme qué aporta la incauta y políticamente analfabeta, Irene Montero. Díganme para qué sirven las caras y absurdas medidas adoptadas en su ministerio. Cualquier Gobierno que sustituya a estos rácanos deberá eliminar la normativa elaborada cuanto antes: lo mismo en educación que en empleo, economía, cultura, universidades, sanidad o residencias de ancianos.

Y no hablemos de cuanto afecta a instituciones penitenciarias. Pedro Sánchez ha perdido una ocasión de oro para renovar el Consejo de Ministros en profundidad tras la marcha de Salvador Illa a su Tabarnia natal.

¿Acaso los ministros enumerados no han cubierto ya su cupo de hazmerreír, mofa, incompetencia y despendole? Ninguno de ellos nos servirá para la reconstrucción que debe llegar tras la pandemia. Y si Pedro Sánchez no lo ha sabido ver, al menos la torpeza de Iván ‘Cuadrado’ debería de haber servido para algo más que para poner el cazo o reprimir al disidente. Hasta Villarejo se mofa del Gobierno y juega al despiste para no ser citado.

Piensen que, si Carolina Darias o Iceta están donde están, no es por experiencia ni por conocimiento ni por preparación. En ambos casos están por política, pero política de corta-pega.  Con la que está cayendo, no podemos ignorar lo concerniente a la investigación. Siento meter en eso a nuestro coterráneo, Pedro Duque, pero hace tiempo que debería de haberse echado al hombro la responsabilidad de la misma.  Pero no, él sigue mirando al cielo como el que ve llover.

A Pero Duque, y más Duque, hay que abrirle los ojos para que baje de “su” particular luna, aunque sea en “su” platillo volante. El lunático y desprevenido astronauta nunca debió de leer a Ortega y Gasset porque de lo contrario nos habría mostrado el conocimiento y las dudas. Ya decía Ortega que “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas”.

Claro que, si ninguno de los ministros y ministras nos enseñan nada, mal nos pueden enseñar a dudar.

Jesús Salamanca Alonso ( El Correo de España 

martes, 5 de mayo de 2020

EL GOBIERNO DE LOS LERDOS Y LAS LERDAS


La prepotencia de algunos miembros del Gobierno sólo es comparable a su ignorancia o a su incompetencia. He ahí el caso de la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera, titular de una cartera perfectamente prescindible, la de Transición Ecológica. Y más prescindible aún en sus manos. Ribera es una digna representante de la izquierda lerda, la de la «emergencia climática» que naufraga ante una auténtica emergencia.
Como dijo el profesor Quintana Paz en una reciente entrevista para El Mundo, estos venían encantados de ponerse a abordar sainetes como que un camarero sirva una cerveza a un chico y un refresco a la chica, aunque lo hayan pedido al revés; y se han encontrado con una tragedia de verdad, 20.000 muertos.
Entiendo su shock. Y que quieran negar la realidad (oponiéndose, por ejemplo, a declarar luto oficial). Si venías a abordar problemitas, se comprende que seas incapaz de abordar un problemón.
No se puede explicar mejor.
Por razones que sólo Pedro Sánchez debe conocer, Ribera ha sido la encargada de diseñar el plan de desescalada. Ya saben, ese plan que tiene cuatro fases en el que cada una de las tres fases dura dos semanas y la fase cero se llama fase uno, la fase uno, fase inicial de preparación de la fase dos, que es la fase intermedia antes de la tercera fase o fase avanzada, que es la última hasta recuperar la nueva normalidad, según dijo literalmente ese coloso de la comunicación que es el presidente del Gobierno.
El caso es que la autora de semejante disparate por etapas respondió ante las críticas de comerciantes y hosteleros haciendo gala de una tremenda empatía ante las dificultades por las que están pasando dichos sectores con la siguiente frase: «El que no se sienta cómodo, que no abra». Esa es Ribera, flexibilidad, cercanía, diálogo y comprensión.
Se trata de la misma ministra que daba cuenta de su estulticia en El País al dejar huella impresa este domingo de dislates como que España está en «la gama alta de éxito» en la lucha contra el coronavirus. «A ver a quién no le han engañado o no le han fallado o no se les ha retrasado algún transporte», decía también para explicar lo de las mascarillas churras y los test falsos.
Más lo del caso de Portugal, que, ojo al piojo, Ribera explicaba así: «Venía del este [el coronavirus] y ellos están un poco más al oeste y entonces pudieron parar un poco antes».
Pero esta ministra no es precisamente el componente («miembra», que diría la tremenda pensadora Irene Montero) más atrabiliario e ignaro del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ahí está la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, tratando de diferenciar entre un ERTE y un ERE, o Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación, poca broma, convertido en un teleñeco junto a esa eminencia de Fernando Simón para explicar en TVE que el Ratoncito Pérez tiene un salvoconducto para saltarse el confinamiento. O el mismo ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien aseguraba el pasado 5 de abril, en todo lo alto del pico, que el Gobierno no tenía ningún motivo para arrepentirse de nada.
Por cierto, y hablando de Grande-Marlaska, magnífica su gestión personal para que la Guardia Civil le quitara la multa al diputado bildutarra Jon Iñarritu, un tío estupendo del club de los «no sabe usted con quién está hablando», amigo del Gobierno que se topó con un control de la Benemérita al regresar a su pueblo tras una comisión de Sanidad con Illa Maravilla. Se conoce que cuando le llamó don Jon, el ministro estuvo en plan López Vázquez en el filme Atraco a las 3: «Aquí Fernando Grande-Marlaska, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo». En cambio, los soldados que trabajan desinfectando residencias de mayores arriesgan una multa de seiscientos euros si al acabar el servicio quieren regresar a sus casas.
Es lo que hay y lo que tiene este Gobierno, que prefiere chantajear a la oposición antes que presionar a sus socios separatistas para que le aprueben el estado de excepción, ese régimen bolivariano tan majo que les está quedando a base de amenazas, bulos y medidas arbitrarias.
Pablo Planas ( Libertad Digital

jueves, 14 de marzo de 2019

Hacienda ‘condena’ a Nadia Calviño, Pedro Duque y Pepu Hernández por “fraude de ley”

Han tratado de “ocultar la realidad con el objetivo de eludir impuestos”, según la nota de la Agencia Tributaria sobre la legalidad de sociedades como las utilizadas por los ministros y el candidato al Ayuntamiento.

Nadia Calviño, Carmen Calvo y Pedro Duque, tras el Consejo de Ministros

Hacienda acaba de emitir una nota en la que aclara su criterio sobre la interposición de sociedades en el desarrollo de actividades profesionales y la tenencia por parte del socio de bienes o derechos a través de estructuras societarias. Un documento que implícitamente ‘condena’ las actuaciones de Nadia Calviño, Pedro Duque y Pepu Hernández.

La nota informativa centra su atención en dos puntos clave. Los riesgos asociados a la interposición de sociedades en el desarrollo de actividades profesionales y los riesgos asociados a la tenencia por parte del socio de bienes o derechos a través de estructuras societarias.

Hacienda ha querido hacer llegar a los contribuyentes, y también a sus asesores, las pautas necesarias para facilitar el cumplimiento de sus obligaciones y evitar así situaciones que puedan dar lugar a sanciones por parte de la Administración Tributaria.

Condenados’  por “fraude de ley”

De hecho, según ha podido saber Confidencial Digital, el documento no ha pasado inadvertido para destacados bufetes de abogados y expertos fiscales. Concluyen que la aclaración de Hacienda supone una ‘condena’, sin citarles expresamente, a dos de los actuales ministros de Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Pedro Duque, por “fraude de ley”.
También se alude al caso de Pepu Hernández, el candidato de Sánchez a la alcaldía de Madrid, cuando, en 2006, creó una sociedad con el objeto social de gestionar sus derechos de imagen.
Pese a que Hacienda da libertad al contribuyente de elegir qué forma jurídica utilizar para el desarrollo de su actividad profesional (como autónomo o a través de una sociedad), también deja claro en la nota que “no es adecuado el uso de entidades mercantiles para facturar servicios personales para así minorar la tributación en IRPF”.
Específica claramente que la Agencia Tributaria considera que este tipo de sociedades tratan de “ocultar la realidad” y, por ello, se trata de un “fraude de ley cuyo principal objetivo es la elusión de impuestos”.

Con el objetivo de eludir impuestos

Los asesores fiscales consultados por ECD recuerdan ahora el informe que Pedro Duque aportó sobre su situación fiscal, el pasado mes de octubre. Su equipo jurídico destacó que habría pagado más de lo que le corresponde al incluir en la sociedad instrumental la vivienda de Madrid, que por ser la habitual estaría exenta de tributación por IRPF.
En cambio, los expertos explican que eso sólo sería así en los casos en los que la sociedad generó ingresos, como sucedió durante los años 2012, 2013 o 2014. Sin embargo, desde 2015 hasta 2017 en sus cuentas únicamente constan gastos. Al registrar pérdidas, el ministro de Ciencia se habría ahorrado el Impuesto de Sociedades.
También señalan una circunstancia similar en el caso de Aldael Consultores, la sociedad instrumental que crearon Nadia Calviño y su esposo, el economista Ignacio Manrique de Lara, para comprar su vivienda.
Recuerdan que la empresa ingresó 245.621,45 euros en los últimos cinco años, periodo en el que solo pagó 5.345,50 euros en Impuesto de Sociedades. Así, la carga tributaria apenas supuso un 2% de los ingresos generados.
En el entorno de la ministra de Economía explicaron entonces que el motivo de estos resultados eran los cuantiosos gastos y amortizaciones que cargaron a la sociedad, de tal forma que la base de tributación se redujo hasta una cifra poco más que testimonial.
Aseguraron también que Calviño no tenía relación con la sociedad desde 2004. Pero los asesores fiscales no pasan por alto ahora que no explicó qué pasó con sus acciones. Si las hubiera vendido -a su marido, a su hermano o a otra persona- debería disponer de una escritura notarial de la compraventa, que nunca ha llegado a mostrar públicamente.
En la declaración de bienes de la ministra de Economía, publicada a finales del pasado septiembre, no aparecen participaciones en Aldael Consultores ni en ninguna otra sociedad.
Así las cosas, los expertos consultados por Confidencial Digital concluyen que es  imposible pagar tan pocos impuestos si estos mismos ingresos se hubieran obtenido como persona física.
En el caso de Pepu Hernández, pese a que el candidato a la alcaldía de Madrid asegura que Hacienda nunca ha cuestionado la tributación de sus derechos de imagen y ninguna otra cuestión referida a sus ingresos, el problema que detectan los asesores consultados por ECD es que utilizó la sociedad para ahorrarse los impuestos de sus conferencias -práctica prohibida ahora por la Agencia Tributaria en la nota- y para adquirir unos terrenos.
Hernández creó en octubre de 2006 la sociedad limitada Saitama que, según el registro oficial, tenía por objetivo “la gestión de los derechos de imagen y de autor de personalidades con relevancia pública”.
Esa empresa le permitiría tributar ingresos de ese tipo (como los obtenidos por conferencias o cursos) al 25% en lugar de a un porcentaje mayor que se abonaría con el tipo máximo del IRPF en Madrid.

Los requisitos para crear una sociedad

Siguiendo esta línea argumental, Hacienda aclara que no prohíbe este tipo de sociedades pero sí establece una serie de requisitos para considerar que los beneficios sean imputables a la sociedad y no a la persona física (socio).
-- La naturaleza del servicio, factor de notoriedad especializada de la persona que presta los servicios de acuerdo a su destreza, habilidad, experiencia y/o reconocimientos evidenciados.
-- Si los medios humanos y materiales necesarios para prestar el servicio, son titularidad del profesional o de la sociedad.
-- En aquellos casos en los que ambos posean medios suficientes para el desarrollo del servicio, la Agencia Tributaria estudiará si la intervención de la sociedad es real.
De igual modo, si la sociedad dispone de medios suficientes de producción e intervine directamente en la prestación del servicio, la Administración analizaría si la valoración de los servicios responde a un verdadero valor de mercado.

“Conducta grave” (la de Pedro Duque)

Por si todo esto fuera poco, la Agencia Tributaria reconoce también como una “conducta grave” la utilización de activos propiedad de una sociedad (viviendas, vehículos, chalé, apartamentos para vacaciones, etc.), por parte de los socios, especialmente cuando no se establece un contrato de arrendamiento o se realiza una simulación del mismo.
Una conducta que, a juicio de varios asesores fiscales, recuerda ahora a la actuación de Pedro Duque. El documento que aportó sobre su situación fiscal admitía “discrepancias entre las cuentas presentadas por la sociedad en el registro mercantil y las declaraciones de la renta”.
Para poder comprobarlo, Duque tendría que publicar sus declaraciones de la renta, algo que, cuando compareció de urgencia ante los medios en septiembre tras saltar el escándalo, ya negó: “¿Usted quiere que yo le dé una prueba del alquiler de la casa de la playa? No la voy a aportar. Me parece demasiado”, respondió. Se acababa de conocer que las cuentas de su sociedad no mostraban el auto-alquiler que afirmó llevar a cabo.
Además, Hacienda apunta como una “conducta contraria a la norma”, la imputación en la sociedad de gastos personales del socio, como pueden ser la manutención, gastos de mantenimiento, reformas de viviendas, vacaciones, artículos de lujo, retribuciones del personal doméstico, etc. Unas prácticas por las que fue condenado el ex ministro de Cultura, Máxim Huerta. En concreto, por imputar gastos de su casa de la playa.
ECD