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viernes, 7 de mayo de 2021

Carmen Calvo enloquece tras el 4M: vincula la defensa de la Libertad con el nazismo

 

Ruin declaración de la vicepresidenta socialista tras las elecciones madrileñas

Carmen Calvo enloquece tras el 4M: vincula la defensa de la Libertad con el nazismo

El batacazo del PSOE en las elecciones madrileñas parece haber sentado muy mal a la vicepresidenta primera del gobierno de Pedro Sánchez.

El Parlamento español se niega a condenar los crímenes del nazismo y del comunismo
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Utiliza un homenaje a las víctimas del nazismo para desquitarse por el 4M

En un homenaje a las víctimas españolas del nazismo celebrado hoy, Carmen Calvo ha aprovechado la oportunidad para lanzar una clarísima indirecta al lema electoral utilizado por Ayuso en las elecciones madrileñas (“comunismo o libertad”), afirmando lo siguiente: “A veces el fascismo aparece con la bandera de la libertad. La libertad de quienes pensaron que la limpieza que había que hacer en Europa, llevaba a asesinar en campos de concentración”. Aquí se puede ver el vídeo:

Que Carmen Calvo haya utilizado un homenaje a las víctimas del nazismo en clave de política española y para arremeter contra sus rivales políticos es algo muy grave, pero el colmo es que lo haga vinculando la defensa de la Libertad con el nazismo. Definitivamente, parece que Carmen Calvo ha enloquecido con la derrota socialista de ayer. Eso suponiendo que el mal perder, el desprecio por la democracia y la banalización del Holocausto puedan ser interpretados como un trastorno mental, claro. Más bien lo que parecen son expresiones de maldad.

Los detalles históricos que olvida Carmen Calvo

Por lo visto, Carmen Calvo parece haber olvidado que como su nombre indica, el nacional-socialismo era una ideología socialista, una franquicia nacionalista del socialismo. Parece haber olvidado también que la Alemania nazi inició la Segunda Guerra Mundial de la mano de la URSS invadiendo conjuntamente Polonia, un país democrático, católico y conservador.

Calvo votó contra una condena de los crímenes del nazismo y del comunismo

Pero además, hay que recordar que a finales de marzo, Calvo y sus compañeros de partido votaron contra una condena de los crímenes del nazismo y del comunismo en el Congreso de los Diputados, una condena que había sido emitida por el Parlamento Europeo en 2019. A eso hay que añadir que el PSOE ha apoyado docenas de mociones antisemitas en diversas instituciones españolas, y actualmente gobierna en España en coalición con un partido antisemita como Podemos, acusado de antisemitismo por la organización judía ACOM.

Foto: Vicepresidencia del Gobierno.

martes, 4 de mayo de 2021

La información que La Sexta ocultó en su afán por tachar de ‘nazis’ a millones de españoles

 

Jordi Évole omitió que el exnazi que entrevistó militó en un grupo separatista

La información que La Sexta ocultó en su afán por tachar de ‘nazis’ a millones de españoles

Como hemos visto en la campaña de las elecciones madrileñas, a la izquierda española ya no le basta con llamar “facha” a los que discrepan de ella.

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Ya no les llega con llamar ‘facha’ al que discrepa: ahora dicen ‘nazi’

Como esa acusación se ha repetido tantas veces y de forma tan falsa y abusiva, ha dejado de ser efectiva. Así que ahora la izquierda ha decidido que si discrepas de sus postulados eres un “nazi”, lo cual no deja de ser una paradoja, teniendo en cuenta que el nacional-socialismo, como su nombre indica, es la franquicia nacionalista del socialismo. Recordemos que Hitler hizo un discurso abiertamente socialista, antiliberal y anticapitalistaelementos en los que coincide con gran parte de la izquierda.

Si no te gustó el programa de Jordi Évole también eres ‘nazi’

Pasando todo esto por alto, en el último día de campaña de las elecciones madrileñas y en vez de hablar de los empleados de Podemos detenidos en Vallecas por agredir a policías, Jordi Évole dedicó su programa en “La Sexta” a entrevistar a un “nazi arrepentido”. La Sexta ya corrió a relacionar el nazismo con Vox y Évole se blindó de antemano ante las críticas: “provocará reacciones entre los que dicen que no son nazis pero defienden ideas nazis”dijo en su TwitterEs decir, que si criticas el programa de Évole también eres nazi. Una falacia ad nazium a lo bestia, hecha para espectadores con unas tragaderas inmensas. Me imagino cómo serán próximas entregas:

  • Si fuiste al cuarto de baño durante los anuncios del programa de Jordi Évole eres un nazi.
  • Si no te gusta la ropa que viste Jordi Évole eres un nazi.
  • Si ves Cuarto Milenio en vez de La Sexta eres un nazi.
  • Si te gusta la música de Manolo Escobar eres un nazi.
  • Si no dices “niños, niñas y niñes” eres un nazi.

Y no sigo, porque Jordi es capaz de tomárselo en serio…

La Sexta omitió que el entrevistado perteneció a un grupo separatista

Como en toda manipulación de La Sexta, anoche se escondieron muchos datos. Por ejemplo, el nazi arrepentido afirmó que perteneció al grupo neonazi gallego “Resistencia Aria”. Apenas ofreció datos sobre él (más allá de que eran sólo 8 o 9 en toda Galicia), o si lo hizo, Évole decidió no emitirlos. En Web Archive se puede leer el manifiesto de aquel grupúsculoun panfleto antisemita, anticristiano, separatista, antitaurino y contrario al Ejército. Podéis leer aquí algunas de las majaderías que decía el texto (faltas ortográficas y gramaticales incluidas):

Estamos en contra de la actual bandera roja-gualda española, ya que sólo representa a la monarquía judeo-borbónica y a la cultura gitano-morisca de la pandereta que impera en la España actual, además de ser un símbolo del centralismo igualitarista, que ha traído la destrucción, persecución y represión de las diferentes culturas, de los pueblos blancos que habitan la península ibérica, (principalmente la vasca, la gallega y la catalana) y que no aceptaban ese modelo de España”. (…)

“Estamos contra de la celebración del 12 de Octubre (Día de la Hispanidad) y toda la farsa del mal llamado descubrimiento de América, que no fue más que una operación planificada y financiada por el Judaísmo para sus planes de conquista mundial. Evento que trajo consigo la destrucción por los Judíos (principalmente el marranismo) y sus agentes “inconscientes” los cristianos, de todas las civilizaciones arias y sus vestigios. Colon era judío y un agente de la Gran Sinagoga. No celebraremos ni festejaremos nada en esa fecha, curiosamente llamada “Día de la Raza” (¿de cual?).” (…)

“Estamos contra del Ejercito y a favor de la INSUMISIÓN. Un Ejercito totalmente sumiso, corrupto y mercenario a los intereses del capitalismo apátrida Sionista. No representa mas que una entidad burocrático-represiva al servicio de los ricos y la plutocracia, cuya misión es acallar cualquier revolución venida del pueblo y como guardianes del NUEVO ORDEN MUNDIAL JUDÍO. Exigimos su total desaparición al ser enemigo de nuestra Revolución”. (…)

“Nuestro rechazo a las corridas de toros, estandarte de esa España atrasada y de farándula que tanto denunciamos. Un acto cruel contra los animales convertido en FIESTA NACIONAL, en esta España Juan-Carlista”.

Imaginaos que La Sexta hubiese citado todo eso en su programa de anoche: ¿quién en su sano juicio habría relacionado estas estupideces con Vox? Algunas parecen calcadas de los desvaríos racistas del separatista e izquierdista Castelao. Será por eso que anoche prefirieron omitir esto en La Sexta. Es mejor que los espectadores no lo sepan todo, ¿verdad, Jordi?

El programa ocultó las coincidencias entre el nazismo, el socialismo y el comunismo

En el programa, el nazi arrepentido también afirmó que el discurso de Vox es parecido al de los nazis en “inmigración, la defensa a ultranza de España y la crítica al feminismo” (¿lo de “defensa a ultranza de España” lo dirá por las majaderías separatistas del manifiesto de Resistencia Aria?). Jordi Évole destacó esta parte en un intento por atacar a Vox horas antes de la llamada a las urnas. Desde luego, es infame que se tache como nazi la mera defensa de una inmigración legal y ordenada, la defensa de España y la crítica al feminismo progre, como si todo eso te convirtiese en fan de Hitler y apologista del Holocausto. El afán de la izquierda por satanizar a los que discrepan de sus tesis ya llega a extremos nauseabundos.

Lo curioso es que, al mismo tiempo, en el programa no se habló de las coincidencias entre nazis, socialistas y comunistas: antiliberalismo, anticapitalismo, socialismo, estatismo, odio a Israel… Había que echar basura contra Vox y eso implicaba, una vez más, esconder información, ¿no, Jordi?

La fantasiosa película que contó el entrevistado sobre Vox y AN

En la entrevista, el nazi arrepentido también dijo que Vox ofreció una coalición al partido neonazi en el que militaba entonces, Alianza Nacional (AN). Y como lo dice un anónimo por la tele, ¿nos lo tenemos que creer? Esa historia no tiene ni pies ni cabeza, y suena más bien a invento que a un hecho real. Recordemos que Vox se fundó en enero de 2014. Varios meses antes, en octubre de 2013, la Fiscalía del Supremo anunció que estaba estudiando promover la ilegalización de Alianza Nacional por su implicación en el asalto a la librería Blanquerna el 11 de septiembre de ese año. Pero además, la ideología neonazi de ese partido era conocida desde años antes.

Ya en octubre de 2013, y como se puede ver en Web Archive, la web de AN incluía un manifiesto con el lema “Nación, Raza, Socialismo” y añadía: “Concebimos el Socialismo, antiliberal, antidemocrático y antipacifista, como un camino de regeneración moral de la Nación”. Y entre sus enlaces se incluían webs neonazis como el Jobbik húngaro y los griegos de Amanecer Dorado. ¿Qué interés podría tener Vox en juntarse con un grupúsculo tan alejado ideológicamente de sus planteamientos democráticos y constitucionalistas?

Los ataques del partido neonazi contra Vox que omitió La Sexta

Lo que tampoco mostró La Sexta es los ataques que dirige Alianza Nacional contra Vox. Sirvan como muestra algunos ejemplos:

Toda esa basura racista, antisemita y filonazi está disponible en una cuenta de Twitter todavía activa, pero La Sexta no la vio, o si la vio prefirió ocultarlo y que en su lugar los espectadores de La Sexta se quedasen con las afirmaciones de un personaje anónimo que aseguró, ante las cámaras, que continúa “teniendo pensamientos nazis” y que le sigue “emocionando” ver discursos de Hitler.

La telebasura pretende ahora influir en un proceso electoral

Lo que hicieron anoche La Sexta y Jordi Évole es una nueva dimensión de la telebasura que venimos soportando en España desde hace años: una telebasura que ahora pretende influir en un proceso electoral ocultando información y usando a un tipo anónimo para intentar presentar como nazis a millones de españoles. Y todo para intentar evitar in extremis que la izquierda se lleve un tortazo electoral este martes y tapar, además, el escándalo de los empleados de Podemos detenidos por agredir a policías. Lo de La Sexta no es periodismo: es una propaganda cada vez más ridícula. Lo mejor de todo es que se le ha ido tanto la pinza que cada día engaña a menos gente.

domingo, 5 de julio de 2020

Comunismo, el maestro del nazismo



LA GESTAPO NAZI COPIÓ LOS MÉTODOS E INVENTOS CREADOS POR LA CHEKA SOVIÉTICA

Comunismo, el maestro del nazismo: así inspiró el terror rojo a la dictadura nazi

La palabra “fascista” es hoy en día profusamente utilizada por la extrema izquierda para etiquetar a toda clase de rivales políticos, sea cual sea su naturaleza ideológica.
El uso de la palabra «fascista» para demonizar a los enemigos de la ultraizquierda
La ultraizquierda ha utilizado históricamente esa palabra para demonizar a liberales, conservadores, democristianos e incluso socialdemócratas (a los que llamaban “social-fascistas” en la Alemania de la década de 1930, como ya expliqué aquí). Su propósito es convertir al rival político en un objetivo a batir, pues llamarte “fascista” es presentarte como alguien que quiere imponer una dictadura y acabar con la libertad. A fin de cuentas, cuando la gente escucha hablar de “fascismo” piensa automáticamente en un tirano y asesino de masas como Hitler.
La derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial permitió concentrar en ese término todas las malas connotaciones que se le pueden atribuir a una ideología, hasta el punto de que muchos ya parecen pensar que la primera y única amenaza totalitaria contra la democracia fue el fascismo. Además, la insistencia en presentar al fascismo como un extremismo de derechas contribuye a alimentar la idea de que todo derechista es un fascista en potencia. Sin embargo, la historia demuestra que ninguna de esas dos ideas son ciertas.
El dictador fascista italiano Benito Mussolini empezó su militancia política en el Partido Socialista, del que fue expulsado en 1914. Fundó entonces un periódico socialista y nacionalista, Il Popolo d’Italia, que se convirtió en el órgano del Partido Fascista en 1921.
El origen socialista del fascismo y del nazismo
Hay que recordar que el fundador del fascismo, Benito Mussolini, procedía del Partido Socialista Italiano, del que fue expulsado en 1914, año en el que fundó un periódico titulado Il Popolo d’Italia, que mantuvo la definición de “socialista” en su cabecera hasta 1918. Ese periódico, que promulgaba un socialismo nacionalista, se convirtió en el órgano del Partido Fascista en 1921.
El fascismo alemán echó a andar en 1919 con un grupo con un significativo nombre: el Partido Obrero Alemán, que en febrero de 1920 se rebautizó como Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), popularmente conocido como Partido Nazi. Igual que el fascismo italiano, el NSDAP promovía un socialismo nacionalista que se oponía tanto al capitalismo como al comunismo, debido al carácter internacionalista del segundo.
Lenin arengando a sus seguidores durante el golpe de Estado bolchevique que liquidó la recién nacida democracia rusa en noviembre de 1917. El fascismo imitó ese método de asalto al poder en Italia cinco años después. Los nazis intentarían algo similar con el Putsch de Múnich en noviembre de 1923.
El odio común de comunistas y fascistas contra la democracia
Los fundadores del fascismo no tuvieron que exprimirse mucho la cabeza para encontrar las fórmulas con las que imponer sus ideas por medio del terror. En 1917, un ideólogo de la extrema izquierda llamado Lenin ya había escrito un libro, “El Estado y la revolución”, propugnando la toma del poder mediante la violencia para instaurar una dictadura. En ese libro, Lenin describió el Estado como “la aplicación organizada y sistemática de la violencia sobre los hombres”, antes siquiera de que apareciesen los partidos con los que Hitler y Mussolini llegaron al poder en Alemania e Italia. Además, el ideólogo ruso despreciaba abiertamente la democracia, que describía con estas palabras: “Decidir una vez cada cierto número de años qué miembros de la clase dominante han de oprimir y aplastar al pueblo en el Parlamento: he aquí la verdadera esencia del parlamentarismo burgués”propugnando abiertamente su destrucción.
La Guardia Roja: el antecesor comunista de las SS hitlerianas
Lenin no escribió ese libro como una mera ensoñación. Unos meses antes, en marzo de 1917, se fundó la Krasnaya Gvardiya (Guardia Roja) como brazo armado de los bolcheviques, una milicia equipada con pistolas, fusiles y ametralladoras que en el momento del golpe de Estado comunista de noviembre de 1917 tenía unos 200.000 integrantes, convirtiéndose en el germen del Ejército Rojo. Faltaban dos años para la aparición del Squadrismo (la milicia fascista italiana), y cuatro años las Sturmabteilung (SA) y ocho para las Schutzstaffel (SS), las milicias del Partido Nazi. Cuando surgieron los grupos violentos de las organizaciones fascistas les bastaba con copiar la experiencia de la Guardia Roja, que ya se había convertido en un ejército.
Miembros de la Guardia Roja de los bolcheviques en Petrogrado en octubre de 1917, armados con pistolas, fusiles y ametralladoras. La milicia comunista fue creada dos años antes de que apareciesen las primeras milicias fascistas en Italia y cuatro años antes que las SA nazis.
Copiando los métodos de Lenin para conquistar el poder mediante la violencia
Lo mismo se puede decir de la toma violenta del poder. Poco después de escribir ese libro, en noviembre de 1917 los bolcheviques, liderados por Lenin, liquidaron la recién nacida democracia rusa mediante un golpe de Estado tras haber perdido las elecciones contra los social-revolucionarios. Nuevamente, la toma por el poder mediante una milicia armada partidista sirvió de ejemplo para el fascismo: cinco años después Mussolini se hizo con el poder en Italia mediante la Marcha sobre Roma de octubre de 1922, cuando decenas de miles de fascistas armados se dirigieron a la histórica capital italiana para tomar el poder bajo amenaza de iniciar una guerra civil si no se lo permitían. En noviembre de 1923 los nazis intentaron algo parecido en Baviera con el fallido Putsch de Múnich.
Cheka: la brutal policía política soviética que sirvió de modelo a la Gestapo nazi
En 1917, con la aparición de la Rusia Soviética, la bandera roja de los bolcheviques se convirtió en la bandera del nuevo Estado, lo mismo que haría el Partido Nazi en Alemania en marzo de 1933. La identificación entre un partido y el Estado nunca había llegado a estos extremos en la historia de Europa. La dictadura soviética puso en marcha rápidamente su maquinaria represiva. En diciembre de 1917 apareció en Rusia la temible Chrezvycháinaya Komíssiya (también conocida como Cheka), la policía política de la dictadura comunista, que aplicó métodos de tortura y ejecución puramente bestiales. La policía secreta zarista, la temida Ojrana, había llegado a tener 15.000 miembros. A finales de 1918 la Cheka ya tenía 40.000 agentes, y dos años más tarde ya eran 280.000. En tres años los bolcheviques había multiplicado por 18 el volumen del aparato represivo del zarismo.
Agentes del NKVD, la policía política de Stalin, apuntando sus revólveres. La Gestapo nazi, creada 16 años después de la Cheka de Lenin, copió y perfeccionó los métodos de represión de la policía secreta soviética.
La Cheka daría paso más tarde a convertirse en el NKVD bajo la dictadura de Stalin. Cuando los nazis crearon la temible Gestapo en 1933, la policía secreta soviética ya acumulaba 16 años de experiencia en torturas, persecución de disidentes, represión de huelgas, deportaciones y ejecuciones. El régimen nazi decidió aprender del régimen soviético. En “Gestapo: Instrument of Tyranny” (1956), el historiador británico Edward Crankshaw escribió: “Para los fines de supervisión general y represión, la Gestapo se inspiró en la policía secreta soviética. Himmler tiene a su disposición un oficial de policía extremadamente capaz, Heinrich Mueller… un estudiante cercano y devoto de métodos soviéticos. Mueller quedó impresionado por la eficiencia del sistema de espionaje interno que había sido perfeccionado por el gobierno soviético, cuyo efecto, idealmente, era aislar al individuo al hacer imposible que nadie confiara en nadie”.
Gulag: la red de campos de concentración comunistas 14 años antes del primer campo nazi
En “Dismantling Tyranny: Transitioning Beyond Totalitarian Regimes” (2005), Ilan Berman y J. Michael Waller señalaron: “Los nazis también estudiaron, copiaron y perfeccionaron los inventos de asesinatos en masa de la Cheka, incluida la camioneta de gas en la que personas fueron conducidas y asesinadas por monóxido de carbono, y el campo de exterminio, para que pudieran exterminar a las poblaciones de manera más eficiente”. De hecho, 14 años antes de la creación del primer campo de concentración nazi, el de Dachau, en abril de 1919 Lenin ordenó la creación del Gulag, la primera gran red de campos de concentración de la historia para encerrar, torturar y asesinar a prisioneros políticos. A finales de 1920 ya había 84 campos con unos 50.000 prisioneros políticos. En octubre de 1923 ya eran 315 campos con 70.000 prisioneros. Para 1940 ya eran 423, y por ellos llegaron a pasar 18 millones de personas.
Un gulag soviético cerca de la ciudad de Molotov (hoy llamada Perm), en la URSS. Lenin dio orden de iniciar el Gulag, la gran red de campos de concentración comunista, 14 años antes de la creación del primer campo de concentración nazi, el de Dachau (Foto: Museo del Gulag, Moscú, vía Alamy y Davis Center).
La NKVD soviética y la Gestapo nazi llegaron a compartir información y experiencias
Los parecidos entre el nazismo y el comunismo van más allá del hecho de que ambos fuesen ideologías socialistas (nacionalista en un caso, internacionalista en el otro). Nazis y soviéticos llegaron a colaborar en la invasión de Polonia en 1939, incluso haciendo un desfile conjunto en Brześć Litewski. Pero la cosa no acabó ahí: el NKVD soviético y la Gestapo nazi llevaron a cabo reuniones conjuntas entre 1939 y 1940 para compartir información y experiencia, especialmente en la represión de la resistencia polaca. Así pues, no es extraño ver ahora a comunistas actuando como fascistas, acosando, amenazando y agrediendo a quienes discrepan. Al fin y al cabo, el comunismo y el fascismo coinciden en su desprecio por la democracia, la libertad y la dignidad humana: lo más parecido que hay a un fascista es un comunista.