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viernes, 15 de septiembre de 2023

El Supremo admite a trámite una denuncia contra Díaz por su reunión con Puigdemont

 Societat Civil Catalana acusa al a vicepresidenta de «faltar a la obligación de su cargo» y «dejar de promover la persecución de los delitos»


Reunión en Bruselas entre Yolanda Díaz y Carles Puigdemont, el pasado 4 de septiembre. | Europa Press


LA visita de Yolanda Díaz a Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont podría tener derivadas judiciales. El Tribunal Supremo ha admitido a trámite la denuncia presentada por Sociedad Civil Catalana (SCC) contra la vicepresidenta del Gobierno en funciones por la reunión que mantuvo el pasado 4 de septiembre con el expresidente de la Generalitat catalana huido de la justicia, según apunta un comunicado de la propia SCC.

Esta asociación basó el procedimiento penal contra Yolanda Díaz en base al artículo 408 del Código Penal que precisa que «la autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años».

jueves, 12 de enero de 2023

Yolanda Díaz, Belarra y Garzón boicotean la cumbre de Sánchez con Mohamed VI

 Nuevo cisma en el Gobierno. Los ministros de Podemos plantan al presidente en su gran cita con Marruecos pese al despliegue que había diseñado Moncloa con doce ministros.

Nuevo cisma y nuevo espectáculo de división en el Gobierno. La vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, no participará en la Reunión de Alto Nivel con Marruecos que tendrá lugar los próximos 1 y 2 de febrero en Rabat. Además, tampoco lo harán la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ni el titular de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón.

Fuentes del departamento de Díaz han señalado que la vicepresidenta no formará parte de la delegación española compuesta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a una decena de ministros, y que así se le comunicó al ala socialista del Ejecutivo.

Lo mismo ocurre con Belarra y Garzón, ministros del socio minoritario del Ejecutivo, que no estarán presentes tampoco en esta cumbre bilateral, tal y como han explicado desde sus respectivos equipos.

El titular de Exteriores, José Manuel Albares, ha revelado este miércoles la fecha de este encuentro a inicios de febrero, en cumplimiento con lo acordado durante la reunión el pasado 7 de abril entre Sánchez y el monarca marroquí Mohamed VI.

Esta será la primera cumbre con Marruecos desde junio de 2015 ya que la fijada para diciembre de 2020 quedó aplazada inicialmente por la pandemia y luego fue postergada sine die como consecuencia de la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y también por la postura del Gobierno respecto al Sáhara.

Unidas Podemos expresó su rechazo frontal a la carta del presidente del pasado mes de marzo que avalaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara occidental por implicar un giro respecto a la postura tradicional de España en la zona.

miércoles, 13 de abril de 2022

Los quiebros del Gobierno para no explicar por qué ha dado 17 millones a los sindicatos

 El Ejecutivo se niega a justificar por qué ha aumentado en tres millones de euros las subvenciones anuales a UGT, CCOO –sobre todo– y el resto de organizaciones sindicales en plena crisis.

Para el Gobierno de Pedro Sánchez no hay nada raro en su decisión de incrementar en tres millones de euros las subvenciones anuales a los sindicatos en plena escalada inflacionista y crisis energética. Y con los españoles un 9,8 % más empobrecidos que hace un año (ése fue el pico de inflación alcanzado en marzo).
A través del Congreso, Vox preguntó por escrito al Ejecutivo por su generosidad con UGT y Comisiones Obreras después de que El Debate publicara el 10 de marzo que el Ministerio de Trabajo y Economía Social había aumentado sustancialmente este año las ayudas a las organizaciones sindicales para «actividades de carácter sindical». En concreto, de 13.883.890 euros a 17.000.000.
La Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes ha contestado al grupo parlamentario de Santiago Abascal que los sindicatos tienen derecho a recibir subvenciones para realizar actividades de carácter sindical mediante la Orden TAS 1303/2007, de 26 de abril.
Da varios quiebros para no entrar en el fondo de la cuestión, que es si el Ejecutivo está intentando comprar el silencio de los grandes sindicatos. Aunque la ciudadanía pareció dictar sentencia a finales de marzo: UGT y CCOO convocaron una manifestación bajo el lema 'Mantener los precios, proteger el empleo, hay que frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida', tratando de no importunar al Ejecutivo, y la secundaron apenas 500 personas.
La respuesta del Gobierno a Vox

La respuesta del Gobierno a Vox

El Gobierno recuerda en su respuesta a Vox que los receptores de estas ayudas están obligados a justificarlas «anualmente». «Asimismo, cabe indicar que los gastos responden a la naturaleza de la actividad subvencionada y son estrictamente necesarios para la consecución del fin para el cual se otorgaron», continúa.
Y, por último, resalta que la Administración «comprueba la adecuada justificación de la subvención, así como la realización de la actividad y el cumplimiento de la finalidad que determinan la concesión o disfrute de la misma».

Subvenciones al cuadrado

Desde que Sánchez está en la Moncloa, el Ministerio de Trabajo ha duplicado las subvenciones a los sindicatos para «fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores», según justifica el departamento de Yolanda Díaz.
En 2019 y 2020 les entregó 8.883.890 euros –cada año–, y porque no podía darles más: gobernó con los Presupuestos prorrogados de Mariano Rajoy y, por tanto, sin posibilidad de aumentar las partidas de gasto. En 2021, el primer ejercicio que elaboró sus propias cuentas públicas, las subvenciones crecieron en cinco millones de euros, hasta 13,88 millones. Y este 2022 Sánchez Díaz han batido récords.
Comisiones Obreras y UGT son los beneficiarios del grueso de las ayudas. En 2021 ambas se llevaron diez millones de los casi 14 que repartió el Ministerio de Yolanda Díaz. En concreto, CCOO recibió 5.288.486,50 euros y UGT se quedó con 4.704.727,29, según las cifras oficiales de la Base de Datos Nacional de Subvenciones.
Ahora, Unai Sordo y Pepe Álvarez están inmersos en una negociación con la CEOE para alcanzar un pacto de rentas con el que repartir los costes del encarecimiento de la vida. De momento se han tomado la Semana Santa de respiro porque las posturas están muy alejadas.

A qué sindicatos fueron los 14 millones de 2021

Los dos grandes sindicatos concentraron diez millones de los 14 que el año pasado repartió el Ministerio de Trabajo para «actividades de carácter sindical». Otros beneficiarios fueron:

  • ​Comisiones Obreras: 5.288.486 euros.
  • UGT: 4.704.727 euros.
  • Unión Sindical Obrera: 611.538 euros.
  • Central Sindical Independiente y de Funcionarios: 570.630 euros.
  • Sindicato vasco ELA: 480.249 euros.
  • Confederación General del Trabajo (CGT): 308.671 euros.
  • Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza del Estado Español (FSIE): 296.443 euros.
  • Federación de Trabajadores Independientes de Comercio (Fetico): 295.542 euros.
  • Confederación Intersindical Galega: 259.874 euros.
  • Ana Martín
    Ana Martín

sábado, 5 de febrero de 2022

Yolanda Díaz se come a Pedro Sánchez, al final reforma laboral, si; trabajo, no.

 

 


El pasado 23 de diciembre los sindicatos UGT y CCOO y los empresarios de la organización CEOE anunciaron que aprobaban la propuesta de reforma laboral que el Gobierno les había presentado esa misma semana. Llevaban desde marzo reuniéndose todas las semanas -tras un parón por el Covid- para elaborar, juntos, una nueva legislación que sustituyese a la que Rajoy aprobó en 2012. Y finalmente llegaron a un acuerdo.

 

Conseguir un pacto entre las tres partes era importante para el Gobierno no solo por una cuestión electoral o de imagen de consenso y diálogo, sino porque de la reforma laboral depende la recepción del segundo paquete de los fondos europeos que la Comisión entregará a España. Aunque Bruselas no exigía un acuerdo tripartito para entregar los fondos, sí estaba claro que lo vería con buenos ojos, porque eso hará más probable que perdure en el tiempo.

 

Este jueves ese texto se vota en el Congreso de los Diputados, paso imprescindible para convalidarlo. Aunque la reforma laboral de Yolanda Díaz ya entró en vigor el 31 de diciembre, día siguiente al que se publicó en el Boletín Oficial del Estado, ahora los políticos deben darle su visto bueno. Si no sucede así, vuelta a empezar. A continuación, un repaso a todas las medidas que incluye esta reforma laboral de 2021.

 


Cómo afecta la reforma laboral a los contratos temporales o por obra y servicio

Los contratos temporales se reducen a dos, formativos o estructurales, que pueden ser por circunstancias excepcionales de la producción y por sustitución de otro trabajador. Se marca que solo pueden firmarse con causas muy tasadas, aunque realmente esto ya aparecía así en la de 2012. Como máximo, los contratos temporales podrán durar 12 meses, pero depende del tipo de contrato. Las empresas tienen tres meses para adaptarse.

El contrato temporal por circunstancias de la producción solo puede concertarse durante 6 meses como máximo, o 12 si así lo recoge el convenio colectivo sectorial. Puede utilizarse para causas previsibles, como campañas de Navidad o agrícolas, pero solo hasta 90 días al año no consecutivos.



El contrato temporal por sustitución podrá celebrarse para sustituir a personas durante una suspensión del contrato con reserva de puesto de trabajo, para cubrir la jornada reducida por causa legal o convencional, así como para cubrir vacantes durante un proceso de selección. En este último supuesto la duración del contrato no podrá exceder de tres meses.

Hay dos tipos de contrato formativo, de formación en alternancia y para la adquisición de la práctica profesional. El primero, que combina trabajo y formación, las jornadas no podrán superar el 65% el primer año y el 85% en el segundo año y la retribución no podrá bajar del 60% del salario de convenio el primer año y del 75% en el segundo año.

El contrato para la obtención de la práctica profesional podrán celebrarse hasta un máximo de tres años (o cinco años en el caso de personas con discapacidad) después de obtenida la certificación. Tendrán entre seis meses y un año de duración. La retribución será la propia del convenio para el puesto y contarán también con seguimiento tutorial.

 

Desaparece el contrato por obra y servicio, un contrato temporal, el más típico de la construcción. Los firmados del 31 de diciembre al 30 de marzo solo podrán durar seis meses, los anteriores, hasta su duración máxima según la legislación anterior.

Las empresas estarán obligadas a convertir en indefinidos a trabajadores temporales que hayan encadenado contratos durante 18 meses en un periodo de 24 meses. Ahora la ley fija 24 meses en un periodo de 30 meses.



Se aumentan las multas de 8.000 a 10.000 euros por cada incumplimiento de las normas que regulan la contratación temporal. Pasarán a aplicarse por cada situación fraudulenta y no por empresa, como hasta ahora. Yolanda Díaz ha señalado que las empresas presupuestaban esos 8.000 euros en sus cuentas, lo que quiere combatir con este cambio.

Se penaliza a las empresas que abusen de contratos temporales inferiores a 30 días: tendrán que pagar una cotización a la Seguridad Social adicional de 26 euros por cada contrato que den de baja. Y cuantos más contratos den de baja, mayor será el desincentivo: por un contrato de 10 días, pagarán 26 euros; por dos de cinco días, 52 euros.

Se prohíbe despedir en el sector público por causas económicas, algo que se permitía en la disposición adicional decimosexta del Estatuto de los Trabajadores.

 

Los inspectores y subinspectores de Trabajo y Seguridad Social han decidido que no pueden más y han anunciado que irán a la huelga en marzo si el Ministerio no les […]

 

Negociación colectiva: convenios de los sectores o reforma laboral

El convenio de sector prevalecerá frente al de empresa en determinados aspectos, como la elección entre abono o compensación de horas extras, el horario y la distribución del tiempo de trabajo. No prevalecerá a la hora de regular la jornada laboral ni el salario.

Se recupera la ultraactividad de los convenios colectivos, de forma que estos se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos, sin un límite de tiempo. Con la reforma anterior el periodo de vigencia de un convenio caduco se limitaba a un año.

Subcontratas y subcontratación en la nueva reforma laboral

Las contratas y subcontratas deberán aplicar los sueldos del convenio del sector de la actividad realizada, o el de la empresa principal. Solo podrá aplicarse el de empresa si mejora los salarios del sectorial. Hasta ahora, las empresas multiservicio que no tenían una actividad principal definida, podían delimitar sus salarios con su propio convenio.

Mantener los ERTE

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se han utilizado masivamente durante la pandemia se incluyen en la legislación laboral ordinaria.

Se crean unos nuevos bajo la denominación Mecanismo RED. Son medidas de lo que se llama flexibilidad interna, es decir, alternativas al despido.

 Blog de Juan Pardo

miércoles, 24 de noviembre de 2021

La 'cara b' de Yolanda Díaz: la vicepresidenta que quería guillotinar al Rey

 


La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz



La vicepresidenta ha cambiado su imagen, pero también su discurso, aunque sus formas, más suaves y sutiles que las de Pablo Iglesias, esconden en realidad el mismo discurso.



  

Yolanda Díaz se ha convertido de un tiempo a esta parte en el 'mirlo blanco' de la izquierda más radical. De formas pausadas, sin ruido, la antítesis de Pablo Iglesias, el hasta hace unos meses líder de Podemos, que paseaba por las tertulias con tono bronco y a la pelea con cualquiera que osase contrariarle. 

Sin embargo, bajo la nueva Yolanda, se esconde una líder radical, que como buena integrante del Partido Comunista no quiere ver ni en pintura una foto del Rey. De hecho, si por ella fuera, lo guillotinaría. 

 No es una frase figurada, es real y la pronunció ella misma, cuando no ostentaba un cargo en el Gobierno. Aquella Yolanda Díaz del pasado, explicaba abiertamente en un programa de la televisión gallega cuál era su horizonte de futuro: "Fin del bipartidismo, fin del régimen pactado en la Transición española, una nueva andadura, proceso constituyente y tercera república".

Ese es su plan, el mismo que siempre ha defendido Pablo Iglesias, ese "horizonte republicano" que pretende arrasar con lo establecido porque no sirve, y lamentaba profundamente que la historia no nos hubiera colocado en otro lugar, en el que el 'pueblo' cortase la cabeza a su rey.

Guillotinar al Rey

De hecho, explicaba que es "una pena que nuestro monarca y nuestra historia no tuvieran la suerte histórica y profunda, también, de haber cortado la cabeza, guillotinado, a un rey. Seguramente, los hechos, si fueran así, serían diferentes. Sin lugar a duda", zanjaba la actual vicepresidenta del Gobierno.

Y es que, parece que a pesar de que se presente a sí misma como una líder de una izquierda moderada, la realidad es otra. Sus formas pueden ser más suaves y sutiles de cara a la opinión pública. Puede ser que su imagen dulce distraiga la atención, pero su discurso no dista demasiado del de sus compañeros de Podemos y del propio Partido Comunista.

De hecho, hace unos meses, el pasado abril, una diputada morada Lucía Muñoz Alda, defendía públicamente el derrocamiento del Rey. La misma persona ante la que juraron o prometieron sus cargos de ministros sus propios compañeros de partido y ella misma, ante la Constitución, al recoger su acta como representante de los ciudadanos en el Congreso.

Así se ha expresó en una intervención en los llamados "Debates republicanos" en la que ha ido todavía más lejos de lo habitual en Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero o Irene Montero, entre otros, firmes defensores de la demolición del "Régimen del 78".

Muñoz Alda, una diputada con poca experiencia profesional pero que ya ha estado en dos legislaturas en el Congreso como la segunda parlamentaria más joven de la Cámara, llega a afirmar que la Monarquía española "es incompatible con la democracia". Y añade que, de derribarla, sería más sencillo "repartirse el poder", citando expresamente a poder como la Justicia, el Ejército o hasta el control de los medios de comunicación.

"Todos los Borbones a los tiburones"

También, la propia ministra de Igualdad, Irene Montero, hacía sus pinitos antomonárquicos en las redes sociales cuando hacia las veces de activista antidesahucios en los inicios de Podemos. Montero también quería mandar al Rey a la guillotina utilizando Twitter como altavoz.

Bajo la etiqueta "Felipenoserasrey", la número dos de Unidas Podemos se dedicó a lanzar una serie de mensajes en los que atacaba a la monarquía. Corría la primavera del año 2013 y una desconocida Montero invitaba a lanzar a "todos los Borbones a los tiburones".

Sin embargo, no fue la única amenaza contra el Rey ese mismo día, sino que además, indicó que "vienen nuestros recortes, y serán con guillotina". Un barbaridad imperdonable, que parece que ha quedado en el olvido.

 

Y es que parece que la guillotina es para los miembros de Podemos un auténtico fetiche que utilizar con todos los miembros de la Monarquía, pues Fonsi Loainza, un periodista que formó parte de Podemos, también publicó un mensaje en las redes sociales que parecía insinuar su deseo de que la Princesa Leonor y su hermana la Infanta Sofía formen parte del equipo de la "guillotina"

El mensaje inicial que desató la polémica ya no se encuentra disponible puesto que "incumplió" las reglas de Twitter, pero lejos de retractarse, Loainza siguió insistiendo en el tema, asegurando que no pedirá perdón por sus palabras.

 

De esta manera, queda claro que, por mucho que Yolanda Díaz quiera presentarse a sí misma como una versión moderna y renovada de la izquierda más radical, en la que todos tienen cabida y dejan a un lado la violencia verbal y sus ataques al Rey, la esencia sigue siendo la misma. La de la líder comunista a la que le gustaría borrar de un plumazo la historia de España, a golpe de guillotina. 

sábado, 13 de noviembre de 2021

Díaz amenaza a Podemos y al PSOE

 

La vicepresidenta inicia la precampaña de una nueva plataforma política a su medida para competir en las urnas a la izquierda de Sánchez. En el PSOE ya empieza a cundir la alarma.


El acto que pretende ser la entronización de Yolanda Díaz como líder del conglomerado político a la izquierda del PSOE es la primera piedra de un proyecto que genera serios recelos y temores en el partido de Pedro Sánchez. Díaz se ha convertido en la única alternativa con vitola de sustituta de Pablo Iglesias, y su objetivo es conformar una plataforma que recoja las cenizas de lo que son Unidas Podemos en declive, el marasmo de las ‘mareas’ populistas gallegas, el partido Más País de Íñigo Errejón, los valencianos de extrema izquierda de Compromís, y sobre todo, los Comunes catalanes que encabeza Ada Colau. De momento, el proyecto es un embrión empujado por la inexplicable popularidad de Yolanda Díaz, espoleada por sus pulsos con Pedro Sánchez y por la buena imagen que se ha granjeado en la izquierda mediática.

Díaz es una candidata en proceso de fabricación, y más allá de que su gestión como ministra de Trabajo deje mucho que desear -ni siquiera supo explicar con solvencia qué es un ERTE-, lo cierto es que goza de una sorprendente apariencia de solvencia política. Sin embargo, no deja de identificarse como una comunista irredenta y sus planteamientos económicos son los propios de una extrema izquierda empecinada en el gasto social abusivo y en una fiscalidad confiscatoria para los ciudadanos.

Hace bien el PSOE en empezar a preocuparse, porque si uno de los objetivos de Sánchez a la hora de configurar su coalición de gobierno era, además de ganar la presidencia, ir diluyendo a Podemos, no contaba con que Yolanda Díaz fuese a absorber la expectativa de una izquierda radical a la que ella ilusiona. Tarde o temprano, la coalición se romperá. Pero ese momento aún parece lejano porque a ambos les une el odio a la derecha y su pulsión de poder. Por eso, de momento, la operación de Díaz se basa en reunificar los mil pedazos en que Iglesias dejó deconstruida a esa izquierda rebelde que ha perdido toda su credibilidad instalada en el poder.

No obstante, Díaz no lo tendrá fácil. Primero porque en ningún sitio está escrito que, más allá de un revulsivo mediático, sea una líder electoral real capaz de igualar a Iglesias. Segundo, porque la tendencia demoscópica tiende a castigar a la izquierda. Y tercero, porque en absoluto esa izquierda cainita que pretende unificar vaya a someterse al ordeno y mando de un partido hecho a la medida exclusiva de Díaz. De momento, a ella se une Mónica Oltra, de Compromís, quien a su vez ya está siendo discutida dentro de su partido por dirigentes que se oponen a desnaturalizar la marca. También, Mónica García, líder de Más Madrid, la facción local del partido de Errejón, quien ha empezado a quedarse sin espacio propio y que está enfrentado a García. Después, queda Colau, quien probablemente esté pensando en su propio futuro en la política nacional ya que tiene difícil ser reelegida alcaldesa de Barcelona por su nefasta gestión. Y la novedad es Fátima Hamed, líder de la izquierda extremista de Ceuta. Sin embargo, de esta operación recelan las desorganizadas ‘mareas’ gallegas y la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, que ha renegado de Podemos y del caos orgánico que representan Iglesias y Díaz. Con todo, lo más llamativo es la ausencia de Ione Belarra e Irene Montero, líderes del actual Podemos. Díaz no cuenta con ellas. O se suman de modo sumiso e irrelevante, lo que supondría el fin de Podemos, o se enfrentan a ella. En su día la fractura electoral arruinó a la derecha. Hoy esa amenaza puede ser para la izquierda.

Editorial de ABC

lunes, 13 de septiembre de 2021

Desmemoria del comunismo

 

El proyecto de ley del Gobierno pretende aparentar neutralidad sobre las víctimas de la Guerra Civil, pero el discurso que lo sustenta perdona las masacres comunistas.

Si la ‘memoria democrática’ de la izquierda no fuera tan olvidadiza, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quizás habría sido más prudente a la hora de escribir el prólogo a una reedición del ‘Manifiesto comunista’, obra con la que Karl Marx alumbró una ideología genocida. Además de empalagoso, el texto de Díaz es una exaltación trasnochada de un ensayo que, ante todo, fracasó en su principal objetivo, que era soliviantar a los proletariados industriales contra las democracias liberales europeas. El prólogo de Díaz es una anécdota, sin más relevancia que su literatura pedante, pero destaca como sintomático de la desvergüenza con la que la extrema izquierda exhibe sus filias comunistas. En el debate de la memoria democrática e histórica sobre la Guerra Civil y los crímenes del franquismo, plasmado en un proyecto de ley que ignora de forma premeditada y flagrante los crímenes del estalinismo y sus franquicias, la izquierda va a darse cuenta de que no va a tener un monólogo dogmático, recibido en silencio. El proyecto de ley del Gobierno pretende aparentar una cierta neutralidad sobre las víctimas de la Guerra Civil, pero es solo eso, una apariencia, porque el discurso que lo sustenta perdona al comunismo sus masacres durante la contienda. Y cuanto más eleve el tono revanchista, más alta será la réplica que recuerde, por ejemplo, la persecución religiosa masiva o matanzas como la de Paracuellos. Que Díaz lave la cara a Marx diciendo que en su obra «late una defensa vital y apasionada de la democracia y la libertad» es, además de un alarde de ignorancia, un insulto a los demócratas y defensores de la libertad asesinados -a decenas de millones- por los seguidores de Marx.

Ya sorprende que el Gobierno de una democracia europea tenga a una comunista de vicepresidenta y ministra, pero que además se dedique a la reivindicación de algo tan añejo y superado como Marx es algo que entra de lleno en el ridículo. Así se entiende el papel del Ejecutivo de Sánchez en el concierto europeo y occidental: nulo. Europa no olvida lo que fue el nazismo ni lo que fue el comunismo: dos ideologías totalitarias y genocidas. En septiembre de 2019, el Parlamento Europeo condenó por igual los «asesinatos en masa, genocidios y deportaciones» cometidos por los regímenes nazi y estalinista, aliados estratégicos durante los dos primeros años de la II Guerra Mundial, que fueron decisivos para que Hitler arrasara Europa, con Stalin de vigilante en su retaguardia. No en vano, el 23 de agosto, fecha del acuerdo entre ambas dictaduras, fue declarado por la Eurocámara como el día de las víctimas del nazismo y del comunismo. La arrogancia de la izquierda extrema española que suspira por el comunismo y exhibe aún a Stalin se explica porque los dirigentes comunistas que subyugaron Europa oriental, como una cruel sucesión de tiranías de vencido y vencedor, no han tenido su juicio de Nüremberg. Y se explica también porque la izquierda democrática, la socialista, tan perseguida también por el comunismo, ya no tiene recursos morales para condenar sin paliativos, por ejemplo, los suspiros cursis de la vicepresidenta Díaz por la obra en la que se escudaron algunos de los peores genocidas de la Historia, como Stalin, Mao o Pol Pot.

La memoria democrática o histórica, o la memoria, a secas, es indomable y reactiva y hace insultante la facundia de unos comunistas que deberían pedir perdón por los crímenes cometidos en su nombre. Y si no piden perdón, al menos que no hagan de juglares de una ideología que ha escrito su historia con la sangre de cien millones de hombres y mujeres.

ABC

martes, 3 de agosto de 2021

A instancia de los EEUU. La UE bloqueará las ayudas a España hasta que no se convoquen elecciones….

 

El Pentágono es un departamento del Gobierno de EEUU  encargado de coordinar y supervisar todas las acciones y funciones del gobierno directamente relacionadas con la seguridad nacional de sus ciudadanos, así como la de sus países aliaos.  

Uno de los principales cometidos de ese enigmático centro de inteligencia es controlar el eje del mal, sus enemigos potenciales, comunismo emergente y terrorismo desde la A a la Z. Para ello invierte anualmente más de 150.000 millones de dólares.

Para que nos hagamos una pequeña idea de sus funciones en España, solo basta saber que más del 70% de las actuaciones terrorista que se abortaron en 2020/21 se llevaron a cabo bajo informe “chivatazo” de las agencias de dicho departamento en Europa.

En España se dan los dos ejes del mal y, además, forman parte del mismo Gobierno. La vicepresidenta, Yolanda Díaz del ala ideológica marxista, aunque creo que no sabe ni su propia definición. La que si se sabe de carretilla es la doctrina carrilista, aunque desconoce que por ideas no se puede matar y Santiago, en esa faceta era un líder.

Por otra parte, Arnaldo Otegi, líder espiritual de la banda asesina ETA que, aunque no figure en las listas electorales sigue siendo dueño y propulsor batasuno. Cuando no ordena la entrega de armas, no hay duda de que piensa volver a utilizarlas.

La Unión Europea, en este caso debe seguir la línea electoral que ella misma propuso y que a instancias de los   Estados Unidos debe llevar a buen fin. Todos los aspirantes, sin exclusión, antes de inscribirse como candidatos deben aportar su CV y una vez estudiado y cotejado por la Junta electoral Central, se les entregará su correspondiente acreditación para concurrir a las elecciones. Pedro Sánchez no es doctor en economía aplicada. Adriana Lastras no es licenciada en derecho. Pablo Iglesias no es profesor de Universidad –solo es profesor asociado, ± bedel de la cátedra….

Tantas y tantas mentiras que netas sería como el patrimonio de Isabel Celaá que de un millón de € ha pasado a superar los ocho millones. Estamos a la espera de conocer el de Margarita Robles, aunque mucho me temo que se retire de la política y nunca lo sabremos.

Decir que nunca gobernarás con Pablo Iglesias y, al día siguiente, nombrarle vicepresidente en cualquier país de la UE se considera DELITO electoral por confusión premeditada al votante.

Las listas de partidos políticos pueden concurrir a las elecciones con hasta dos partidos, siempre que se refleje en la lista el partido al que pertenecen y con más de dos, solo se pueden como agrupaciones.

De modo que después de las vacaciones habrá adelanto electoral, siempre de acuerdo a los Estatutos europeos.  

Juan Pardo

jueves, 10 de junio de 2021

Pablo Iglesias decide en la crisis de Gobierno

 

Belarra al partido, Irene “lo que quiera”, Garzón a la calle

El líder de Podemos desplaza a Yolanda Díaz y va a imponer los cambios en la remodelación que prepara Sánchez. Admite que se equivocó no dedicándose a la coalición.

La decisión de Pablo Iglesias de dejar la política parecía inaugurar una nueva etapa en el Gobierno y en Podemos. Sin embargo, el ex vicepresidente no se ha alejado por completo de la primera línea y se está implicando en los cambios que afectarán a los ministros morados dentro de la remodelación ministerial que prepara Pedro Sánchez.

Por lo pronto, Podemos se enfrentará este fin de semana, siete años después de su fundación, a la salida de su líder de la primera línea nacional. Un proceso que terminará, presumiblemente, con Ione Belarra como nueva líder del partido, y con Yolanda Díaz encabezando la candidatura morada en las próximas elecciones generales.

Pese a su retirada de la vida pública, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las negociaciones, Pablo Iglesias “está metiendo mano” en los cambios que Yolanda Díaz planteará a Pedro Sánchez para el relevo o la continuidad de los miembros de Podemos en el Consejo de Ministros.

Que Belarra se dedique al partido

La propuesta diseñada por Iglesias pasa, en primer lugar, porque Ione Belarra lidere el partido y marque las líneas maestras de la estrategia y la dirección, mientras Yolanda Díaz -que no milita en Podemos, sino en el PCE- se ocupe de las labores de Gobierno y refuerce su perfil de cara a las próximas elecciones.

Se toma como referente el modelo del PNV, donde lleva décadas funcionando esa división entre el partido y la lehendakaritza, y tanto el lehendakari Iñigo Urkullu como el presidente de la formación, Andoni Ortuzar, son figuras clave en la política vasca.

En el entorno de Iglesias reconocen a ECD que el líder de Podemos lamenta ahora en privado haberse equivocado en los últimos años “no dedicándose al partido” por estar tan volcado en la acción de Gobierno.

“Es lo mismo que le pasa a Ábalos en el PSOE, que también tiene descuidado al partido y eso es ahora lo que Pablo quiere cambiar con Ione Belarra, que además ostenta una cartera con apenas competencias –la de Derechos Sociales-“, explican en el núcleo del todavía secretario general.

“Que Irene haga lo que quiera”

Según las fuentes de Podemos consultadas por ECD, Iglesias está dispuesto a dar la batalla para que la ministra de Igualdad, Irene Montero, continúe en el Gobierno. Pero también ha indicado a Yolanda Díaz que le dé total libertad. “Que Irene haga lo que quiera”, le ha venido a trasladar el ex vicepresidente.

Pablo Iglesias rechaza, eso sí, que la cartera de Igualdad pueda volver a manos de Carmen Calvo. En caso de que Montero decidiese abandonar el Ejecutivo, el líder de Podemos ha planteado que quede bajo la gestión de la formación morada, pero en el Ministerio de Trabajo y Economía Social que lidera Yolanda Díaz.

El PSOE, contra Irene Montero

Sin embargo, tanto Pablo Iglesias como Irene Montero asumen que la parte socialista del Gobierno señala a la titular de Igualdad como uno de los principales focos de tensiones y problemas en el seno del Consejo de Ministros. 

Desde la tramitación de la Ley de Igualdad, cuyo texto final se tuvo que eliminar para volver a redactarlo por los abundantes errores que contenía, las desavenencias con gran parte de los miembros del PSOE han sido constantes.

En Ferraz no se pasa por alto que Montero ha sido la ministra que más se ha enfrentado a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, una de las personas que más influye en Pedro Sánchez.

Los problemas judiciales de la jefa de gabinete de Montero, Amanda Meyer, señalada por su papel junto a Rafael Mayoral en la cooperativa que investiga la presunta financiación irregular de Podemos, tampoco ayudan a que el presidente recupere la confianza en la número dos de Podemos.

La salida de Garzón está decidida

En la dirección de Podemos no olvidan tampoco ahora que Yolanda Díaz entró en el Gobierno de coalición, no por voluntad ni mediación de Alberto Garzón, sino por Iglesias, directamente, con quien aseguran que la ministra de Trabajo ha mejorado su relación desde que el líder de Podemos decidió abandonar la política.

En el entorno de Yolanda Díaz recuerdan que se dio de baja como militante de IU en otoño de 2019 por sus discrepancias con Garzón, aunque lo mantuvo oculto durante meses. Sin embargo, mantuvo su carnet del PCE. 

En aquel momento, antes de la repetición electoral de noviembre de 2019, Alberto Garzón defendía la abstención de Unidas Podemos a la investidura de Pedro Sánchez. Iglesias apostaba por ir nuevamente a elecciones. Se impuso la tesis del líder morado con el apoyo entonces, entre otros dirigentes, de Yolanda Díaz.

En cuanto a Garzón, las fuentes consultadas por ECD explican que Iglesias y Díaz han decidido ahora ajustar cuentas con el líder de IU. Consideran que su ministerio –el de Consumo- es “prescindible” porque “pesa más la nomenclatura ideológica que su capacidad de gestión”, destacan.

Castells es el “gran desaparecido”

Tampoco tiene asegurada su continuidad en esa remodelación el ministro de UniversidadesManuel Castells, según revelan a Confidencial Digital fuentes de la Ejecutiva de Podemos.

Es considerado el “gran desaparecido”. En la cúpula socialista aseguran que Pedro Sánchez se plantea volver a fusionar este ministerio con Educación y Ciencia. Destacan también que el paso de Castells por la política ha sido “inexistente”. Apenas ha comparecido en el Congreso para dar explicaciones de su gestión.

Cambio en la portavocía

En Moncloa hay también preocupación por el desgaste político que ha sufrido María Jesús Montero durante la emergencia sanitaria del coronavirus. Es una persona de la máxima confianza de Sánchez.

Así las cosas, el presidente quiere mantener a Montero como titular de Hacienda pero protegerla de las ruedas de prensa semanales del Consejo de Ministros mediante un cambio de portavoz del Gobierno.

Un perfil más técnico y reducido

Otro de los objetivos de este movimiento político, cuando el Ejecutivo de coalición habrá cumplido apenas año y medio, es adelgazar la estructura administrativa.

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD destacan que Pedro Sánchez busca fortalecer y hacer más ágil el día a día en la toma de decisiones, con un equipo más “técnico”, y, a la vez, proyectar hacia Europa la imagen de que reduce gastos en la Administración.

Con 22 ministros, el de Sánchez es uno de los gobiernos más amplios de la Unión Europea, y el más numeroso de la historia democrática de España.

El presidente es consciente de que debe comenzar a enviar a sus colegas europeos “mensajes de contención de gastos”, a cambio de las ayudas de la UE que recibirá España, por valor de 140.000 millones de euros, para la reconstrucción del país tras la pandemia.


ECD