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miércoles, 26 de enero de 2022

Todos somos Ucrania

 

Iglesias, abanderado del comunismo que justificó a Stalin, hace de palmero a Putin disfrazado de pacifista

Cuando un tirano como Vladímir Putin ataca a Ucrania, país soberano que lucha por conservar su independencia y su joven democracia, solo hay una postura decente: apoyar al agredido. Todo lo demás es cobardía o complicidad y ambas conducen a la derrota de los valores que sustentan nuestro marco de libertades.

Los ucranianos conocen bien a los rusos. Llevan siglos sufriendo la brutal presión de sus botas. Stalin perpetró contra ellos un genocidio conocido como ‘holodomor’, que supuso la aniquilación por hambre de millones de inocentes. Putin les robó hace unos años Crimea y la región de Donetsk, pero no contento con ello ahora les muestra las garras para dejarles bien claro que son vasallos de Moscú y como tales

 han de comportarse. Nada de incorporarse a la OTAN o abrazar el modelo político de la UE. Son el patio trasero de la gran Madre Rusia (antes Unión Soviética) y su destino es plegarse a lo que esta disponga. Cualquier intento de rebelión será implacablemente ahogado en sangre.

La historia se repite. En los años treinta el holocausto stalinista fue silenciado por el comunismo occidental, dispuesto a justificar cualquier horror en defensa de su credo. «Quien no es comunista es un perro», proclamaba Jean Paul Sartre, mientras los ucranianos martirizados se daban al canibalismo antes de rendir el alma. Poco después los partidos comunistas de Francia, Italia y España aplaudían el pacto Ribbentrop-Molotov firmado entre la Alemania nazi y la URSS con el fin de repartirse Polonia y las Repúblicas Bálticas, porque así lo exigía el guión escrito en el Kremlin. Hoy Pablo Iglesias, abanderado de la misma ideología totalitaria rebautizada como Unidas Podemos, hace de palmero a un Putin nostálgico de ese pasado imperial disfrazándose de pacifista que busca evitar un conflicto. ¿Cabe mayor desvergüenza? El conflicto está servido. Lo ha provocado ese dictador formado en el KGB que encarcela a los opositores y envenena a periodistas críticos. Sobre sus espaldas pesa toda la responsabilidad de una amenaza gravísima a nuestra seguridad; la de todos nosotros, dado que si no somos capaces de parar los pies al matón, él se envalentonará y seguirá exigiendo más hasta reconstruir el mapa geopolítico previo a la caída del Telón de Acero.

El líder ruso pone a prueba nuestra determinación, exactamente igual que hizo Hitler al anexionarse Austria y apropiarse de los Sudetes checos ante la complacencia cobarde de británicos y franceses en Múnich. Entonces no existía la OTAN. Nació después de la guerra precisamente con el propósito de evitar otra tragedia tejiendo una alianza sólida entre las naciones del mundo libre. Ucrania no forma parte de ella, aunque lleva más de un lustro llamando desesperadamente a la puerta. Si no la dejamos entrar, si cedemos al chantaje ruso como en 1938 ante Hitler, pronto o tarde vendrá a por nosotros y no habrá quien nos defienda.

lunes, 13 de septiembre de 2021

Desmemoria del comunismo

 

El proyecto de ley del Gobierno pretende aparentar neutralidad sobre las víctimas de la Guerra Civil, pero el discurso que lo sustenta perdona las masacres comunistas.

Si la ‘memoria democrática’ de la izquierda no fuera tan olvidadiza, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quizás habría sido más prudente a la hora de escribir el prólogo a una reedición del ‘Manifiesto comunista’, obra con la que Karl Marx alumbró una ideología genocida. Además de empalagoso, el texto de Díaz es una exaltación trasnochada de un ensayo que, ante todo, fracasó en su principal objetivo, que era soliviantar a los proletariados industriales contra las democracias liberales europeas. El prólogo de Díaz es una anécdota, sin más relevancia que su literatura pedante, pero destaca como sintomático de la desvergüenza con la que la extrema izquierda exhibe sus filias comunistas. En el debate de la memoria democrática e histórica sobre la Guerra Civil y los crímenes del franquismo, plasmado en un proyecto de ley que ignora de forma premeditada y flagrante los crímenes del estalinismo y sus franquicias, la izquierda va a darse cuenta de que no va a tener un monólogo dogmático, recibido en silencio. El proyecto de ley del Gobierno pretende aparentar una cierta neutralidad sobre las víctimas de la Guerra Civil, pero es solo eso, una apariencia, porque el discurso que lo sustenta perdona al comunismo sus masacres durante la contienda. Y cuanto más eleve el tono revanchista, más alta será la réplica que recuerde, por ejemplo, la persecución religiosa masiva o matanzas como la de Paracuellos. Que Díaz lave la cara a Marx diciendo que en su obra «late una defensa vital y apasionada de la democracia y la libertad» es, además de un alarde de ignorancia, un insulto a los demócratas y defensores de la libertad asesinados -a decenas de millones- por los seguidores de Marx.

Ya sorprende que el Gobierno de una democracia europea tenga a una comunista de vicepresidenta y ministra, pero que además se dedique a la reivindicación de algo tan añejo y superado como Marx es algo que entra de lleno en el ridículo. Así se entiende el papel del Ejecutivo de Sánchez en el concierto europeo y occidental: nulo. Europa no olvida lo que fue el nazismo ni lo que fue el comunismo: dos ideologías totalitarias y genocidas. En septiembre de 2019, el Parlamento Europeo condenó por igual los «asesinatos en masa, genocidios y deportaciones» cometidos por los regímenes nazi y estalinista, aliados estratégicos durante los dos primeros años de la II Guerra Mundial, que fueron decisivos para que Hitler arrasara Europa, con Stalin de vigilante en su retaguardia. No en vano, el 23 de agosto, fecha del acuerdo entre ambas dictaduras, fue declarado por la Eurocámara como el día de las víctimas del nazismo y del comunismo. La arrogancia de la izquierda extrema española que suspira por el comunismo y exhibe aún a Stalin se explica porque los dirigentes comunistas que subyugaron Europa oriental, como una cruel sucesión de tiranías de vencido y vencedor, no han tenido su juicio de Nüremberg. Y se explica también porque la izquierda democrática, la socialista, tan perseguida también por el comunismo, ya no tiene recursos morales para condenar sin paliativos, por ejemplo, los suspiros cursis de la vicepresidenta Díaz por la obra en la que se escudaron algunos de los peores genocidas de la Historia, como Stalin, Mao o Pol Pot.

La memoria democrática o histórica, o la memoria, a secas, es indomable y reactiva y hace insultante la facundia de unos comunistas que deberían pedir perdón por los crímenes cometidos en su nombre. Y si no piden perdón, al menos que no hagan de juglares de una ideología que ha escrito su historia con la sangre de cien millones de hombres y mujeres.

ABC

domingo, 29 de agosto de 2021

La fuerza del terror

 Las amenazas de Biden producen infinito desdén a talibanes y a Daesh, que desprecian nuestro miedo.


sabel San Sebastián

Afganistán es el último escenario de una feroz batalla librada entre la fuerza del terror y la que atribuimos al humanismo cristiano que sustenta nuestros valores occidentales. Un combate más entre los muchos que jalonan la historia, a menudo decantados en favor de la brutalidad. Porque el miedo es un motor sin igual; probablemente el estímulo más poderoso de cuantos motivan al ser humano. El miedo vence con demasiada frecuencia a las creencias, los principios, los anhelos e incluso el amor. Únicamente la valentía es capaz de hacerle frente, pero se trata de un atributo en peligro de extinción, dado que el pensamiento dominante lo ha convertido en algo inútil y hasta condenable, para encumbrar el relativismo ‘dialogante’ que ha de llevarnos a entendernos con el mismísimo diablo. De ahí que asistamos al avance imparable de las huestes cuyo estandarte es la ausencia de límites en la disposición a causar muerte y dolor. Esos jinetes de Apocalipsis nos contemplan con desprecio, porque a sus ojos nuestros titubeos solo reflejan debilidad. Las razones que esgrimimos para justificar nuestros actos erráticos no les infunden respeto alguno ni mucho menos temor. Ellos han logrado hacerse respetar aterrorizando con sus ejecuciones sanguinarias, sus lapidaciones y su barbarie a sus propios compatriotas, incapaces de plantarles cara si exceptuamos al hijo del mítico ‘León del Panshir’, que resiste heroicamente atrincherado en su valle. De igual modo han vencido a la coalición formada por las naciones más ricas y desarrolladas del orbe. No nos ha derrotado la orografía, ni la guerrilla, ni el desgaste, ni el cansancio, sino el miedo. El arma más letal de cuantas ha utilizado el hombre. Hitler pudo adueñarse de Europa por la cobardía de Daladier y Chamberlein. Stalin se aprovechó en Yalta de la fragilidad de un Roosevelt enfermo para establecer su dominio sobre medio continente. La China comunista tuvo su prueba de fuego en Tiananmén y, ante la pasividad de las Naciones Unidas y demás organismos internacionales, cerró aún más el puño de hierro con el que atenaza a su población mientras extiende por los cuatro puntos cardinales su execrable modelo de explotación económica. ETA tuvo en su mejor momento unos cuatrocientos pistoleros en nómina, pero arrodilló a toda una sociedad, acongojada ante sus matones, y acabó por doblegar al mismísimo Gobierno de España cuando Zapatero claudicó y puso en marcha un proceso infame que Sánchez honra a día de hoy convirtiendo a sus herederos en socios y consintiendo homenajes infames a terroristas y asesinos múltiples. La razón carece de fuerza cuando quien la esgrime se arruga.

Ni Daesh ni los talibanes se inmutan oyendo decir a Biden que dará caza a los autores de los atentados perpetrados en Kabul. Su vergonzosa retirada debe de producirles un infinito desdén. En Afganistán la partida se juega entre dos monstruos crecidos que compiten entre sí por ver cuál consigue imponer su propio imperio del terror.


viernes, 16 de abril de 2021

El gobierno de Sánchez permite a comunistas desfilar en Madrid con retratos de genocidas

 

Exhibieron fotografías de Lenin y Stalin en una marcha a favor de la república

El gobierno de Sánchez permite a comunistas desfilar en Madrid con retratos de genocidas

¿Alguien se imagina una manifestación en pleno centro de Madrid con un retrato de Hitler y banderas nazis? Pues ayer ocurrió algo muy parecido en esa ciudad.

El Parlamento español se niega a condenar los crímenes del nazismo y del comunismo
La carta de más de 2.500 jueces que avisa a la UE de que España va «hacia el totalitarismo»

Una marcha convocada por un grupo que ya ha ensalzado a Stalin otras veces

Este miércoles por la tarde, varios cientos de extremistas de izquierdas desfilaron por el centro de Madrid portando banderas comunistas y grandes retratos de los dictadores y genocidas soviéticos Lenin y Stalin, ambos responsables de la muerte de millones de personas en dos de los mayores genocidios que ha sufrido Europa. La marcha fue convocada por el Partido Marxista-Leninista (Reconstrucción Comunista), un grupo de extrema izquierda que en 2020 colocó pancartas con el retrato de Stalin en Madrid y Valencia y que ya desfiló con retratos de genocidas en Madrid en 2018.

¿Por qué el Gobierno autorizó esta manifestación?

Como ocurrió hace tres años, el objetivo de la marcha de ayer era reivindicar la república. Que los partidarios de ese régimen lo vinculen con dictadores y asesinos comunistas es la mejor campaña de publicidad que puede recibir una monarquía parlamentaria como la española. Lo que cabe preguntarse es: ¿por qué el Gobierno socialista-comunista autorizó una marcha de una organización que habitualmente utiliza su actividad para ensalzar a genocidas? ¿Acaso el Gobierno de Pedro Sánchez habría autorizado también una marcha ensalzando a Hitler? El derecho de manifestación no ampara la apología de genocidas.

Lo que dice el Código Penal español sobre la apología del genocidio

Hay que recordar que en España el Artículo 510 del Código Penal castiga la apología del genocidio y de los genocidas con prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses a quienes públicamente, tipificando en tales conductas a los que “nieguen, trivialicen gravemente o enaltezcan los delitos de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a sus autores”. A pesar de ello, la Fiscalía, controlada por el Gobierno, evita sistemáticamente toda acción contra quienes ensalzan a genocidas comunistas como Lenin y Stalin, creando una sensación de total impunidad entre las organizaciones de ultraizquierda que cometen esos delitos.

Hace unas semanas el Gobierno se negó a condenar los crímenes del comunismo

Esa marcha comunista ha tenido lugar sólo unas semanas después de la negativa del Gobierno del PSOE y de Podemos y de sus aliados parlamentarios a condenar los crímenes del comunismo, en una escandalosa sesión parlamentaria en la que se les pidió suscribir la condena del Parlamento Europeo de septiembre de 2019 contra esos regímenes totalitarios. Durante el debate de esa propuesta de condena en el Parlamento español, los socialistas y sus aliados de extrema izquierda ensalzaron abiertamente el comunismo, presentando a los comunistas como luchadores por la libertad a pesar de que ese movimiento totalitario se ha dedicado a implantar docenas de dictaduras.

Los comunistas hicieron su marcha sin ser molestados por nadie

Esa marcha se ha celebrado una semana después de que un acto legal de un partido democrático, Vox, el tercero más votado de España, fuese atacado a pedradas por la extrema izquierda en el barrio de Vallecas, en Madrid, un ataque en el que fueron heridos un diputado y varios miembros de Vox. Unos hechos que el Gobierno socialista-comunista no ha condenado. Al contrario. Ayer Pedro Sánchez presentaba a los agredidos como agresores, acusando a Vox de ir a “montar bronca” a Vallecas. Unos días antes, sus socios extremistas de Podemos acusaron a Vox de las agresiones afirmando que fueron a “provocar”.

El Gobierno no emite ninguna crítica contra la marcha comunista

En contraste con lo ocurrido entonces, ayer la manifestación comunista no fue molestada por nadie, ni por rivales políticos ni por la Policía, pudiendo llevar a cabo ese indignante desfile paramilitar con una normalidad de la que no puede disfrutar un partido democrático de la oposición como Vox a causa de la violencia de ultraizquierda. Además, el Gobierno no ha lanzado ninguna acusación contra los convocantes de la marcha comunista. ¿Será porque Sánchez y sus ministros no creen que exhibir retratos de genocidas sea “provocar” ni “montar bronca”?

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Socios de Unidas Podemos se manifiestan con nostálgicos de Stalin y ningún medio lo cuenta

 

En la manifestación se exhibieron retratos de ese genocida y del dictador Lenin

Socios de Unidas Podemos se manifiestan con nostálgicos de Stalin y ningún medio lo cuenta

Mientras la agencia Efe y los grandes medios lanzaban bulos contra Vox, una marcha comunista en Madrid era cubierta con un curioso velo de silencio.

El partido de dos ministros españoles llama a seguir el «ejemplo» de un dictador y genocida
Las juventudes del PCE manifiestan su ‘solidaridad con Corea del Norte’

Una marcha en la que se exhibieron retratos de dos genocidas

El pasado domingo 6 de diciembre, la organización de extrema izquierda Espacio Republicano de Madrid convocó una manifestación de Cibeles a Sol con el lema “No al régimen del 78”, en referencia a la monarquía parlamentaria que fue masivamente apoyada por los españoles en el referéndum constitucional de 1978. La convocatoria se convirtió en un desfile de parafernalia totalitaria, con muchas banderas comunistas, entre ellas alguna que mostraba los retratos de los dictadores y genocidas Lenin y Stalin, como podéis ver en la imagen que encabeza estas líneas, captada por España en la calle.

Miembros del PCPE y del PCOE tras una de las pancartas de la manifestación de extrema izquierda del pasado domingo en Madrid. Significativamente, la pancarta reclamaba una “república socialista”, una de las denominaciones que suelen dar los comunistas a sus dictaduras (Foto: PCOE).

Los grupos estalinistas que participaron en la manifestación

En la marcha participaron organizaciones comunistas de línea estalinista como el Partido Comunista de España Marxista-Leninista (cuya web muestra en su cabecera los retratos de los dictadores y genocidas Lenin y Stalin), el Frente Obrero (que como ya señalé hace unos meses es una marca del partido estalinista PML Reconstrucción Comunista), el Partido Comunista Obrero Español (PCOE, que se enfada cuando la prensa se mete con Stalin) y el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE, que apoya a Corea del Norte y en cuya web se ensalza al que llaman “camarada Stalin”).

Uno de los típicos desfiles de la organización estalinista PML Reconstrucción Comunista, esta vez usando su marca del Frente Obrero, también en la manifestación republicana del pasado domingo (Foto: Frente Obrero España).

Las juventudes del PCE también estuvieron: dos ministros pertenecen a ese partido

El caso es que no sólo estuvieron presentes en esa marcha partidos extraparlamentarios: la Juventud Comunista, organización juvenil del Partido Comunista de España (PCE), también estuvo en la manifestaciónEl PCE forma parte de Izquierda Unida (IU), que está integrado en la coalición de Unidas Podemos, actual socia del gobierno del PSOE. Recordemos que el logo de IU figuraba en el acuerdo de Gobierno firmado por el PSOE y Unidas Podemos el 30 de diciembre de 2019. Recordemos que actualmente hay dos ministros de Sánchez que son miembros del PCE: Alberto Garzón y Yolanda Díaz.

Miembros de la Juventud Comunista, la organización juvenil del Partido Comunista de España (PCE) en la marcha del pasado domingo. El PCE forma parte de Izquierda Unida, que a su vez es integrante de la coalición Unidas Podemos, socia de gobierno del PSOE (Foto: Juventud Comunista en Madrid).

Los jóvenes del PCE no se han desmarcado de esos estalinistas

Como podemos ver en estas imágenes, los estalinistas que participaron en esa manifestación eran varios cientos, no como el puñado de nazis de atrezo a los que la Policía catalana permitió irrumpir en un acto de Vox en Barcelona y con los que la agencia Efe y otros grandes medios hicieron el montaje mediático del que hablé ayer. Así mismo, a diferencia de Vox, que rechazó abiertamente la presencia de esos nazis en su acto, las juventudes del PCE no han emitido ninguna queja por el hecho de compartir marcha con nostálgicos de Stalin.

Silencio total en agencias y grandes medios sobre esa marcha

A pesar de todo ello, y a diferencia de lo que hicieron con su montaje manipulador contra Vox, las principales agencias y los grandes medios han guardado un absoluto silencio sobre la marcha estalinista en la que estuvieron socios de Unidas Podemos. De hecho, el ocultamiento mediático es tal que uno hasta podría dudar que ocurrió si no fuese por las redes sociales. Además, el canal de Youtube “España en la calle” ha publicado un vídeo de la marcha:

En el minuto 25:48 se ve a las juventudes del PCE, ya cuando la marcha llegaba a la Puerta del Sol. ¿Dará Pablo Iglesias alguna explicación sobre la presencia de miembros de su coalición en una marcha con grupos estalinistas? ¿Dirán algo los ministros del PCE? ¿Actuará la Fiscalía ante la exhibición de retratos de dos genocidas en una manifestación pública?

viernes, 1 de mayo de 2020

Los crímenes perpetrados por el comunismo al que defiende el ultraizquierdista Pablo Iglesias

El vicepresidente español sale en apoyo de una ideología tan vil como el nazismo

Los crímenes perpetrados por el comunismo al que defiende el ultraizquierdista Pablo Iglesias

Durante el siglo XX, el mundo sufrió los terribles efectos de dos ideologías totalitarias: el comunismo y el nacional-socialismo, ambas con muchos millones de víctimas.
Nazismo y comunismo iniciaron juntos la Segunda Guerra Mundial
El nacional-socialismo fue derrotado militarmente en 1945, y en el año siguiente, durante los Juicios de Nüremberg, salieron a la luz los innumerables crímenes cometidos por los partidarios de esa monstruosa ideología. El amplio rechazo que afortunadamente recibe el nazismo contrasta, lamentablemente, con la insistencia de muchos izquierdistas en blanquear a la otra gran ideología criminal del siglo XX: el comunismo. Se trata de toda una paradoja, pues la Segunda Guerra Mundial fue iniciada por Hitler y Stalin con su invasión conjunta de Polonia, acordada en el pacto secreto firmado por sus respectivas dictaduras en agosto de 1939, un pacto en virtud del cual se repartieron tanto ese país como Finlandia, Lituania, Estonia y Letonia, repúblicas que la URSS invadió entre 1939 y 1940.
Los efectos de la alianza entre nazis y comunistas
Los soviéticos rivalizaron con los nazis en criminalidad: prueba de ello es la masacre de 22.000 oficiales polacos en Katyn a manos del NKVD de Stalin, un crimen de guerra por el que nadie fue castigado. Hitler y Stalin mantuvieron su alianza hasta junio de 1941, cuando Alemania invadió la URSS. Fue una alianza tan estrecha que Moscú dio orden a los comunistas franceses de sabotear el esfuerzo bélico de su país en plena invasión alemana de Francia en 1940. Por esa misma razón, los Partidos Comunistas a las órdenes de Stalin no se unieron a los movimientos de resistencia de los países ocupados por los alemanes hasta que éstos invadieron la URSS. En el marco de la alianza entre esas dos potencias totalitarias, el NKVD soviético entregó a la Gestapo nazi a unos 4.000 judíos y comunistas alemanes que habían huido a la URSS.
Media Europa pasó de la tiranía nazi a la tiranía comunista sin poder elegir otra cosa
Al final de la Segunda Guerra Mundial, en algunos países la tiranía sólo cambió de color: media Europa pasó de estar bajo la dictadura nazi a estar bajo la dictadura soviética, sin que la URSS le diese la oportunidad de elegir un sistema democrático. Los comunistas llegaron a aprovechar un campo de concentración alemán para encerrar a polacos que habían combatido contra el nazismo, simplemente porque esos combatientes no obedecían las órdenes de Stalin. En varios países la “liberación” soviética consistió en una ola masiva de violaciones de mujeres y niñas por parte de los soldados del Ejército Rojo. A eso hay que unir el pillaje cometido por los soviéticos. Aún hoy en Polonia se conoce al Ejército de Stalin como “czerwona zaraza” (La plaga roja), por las atrocidades que cometieron en ese país.
Un sistema totalitario que ha matado a más de 100 millones de seres humanos
El comunismo instauró dictaduras allí donde conquistó el poder, estableciendo sistemas de partido único sin elecciones libres, en los que los derechos humanos eran sistemáticamente violados, y en los que más de 100 millones de personas fueron víctimas de sus políticas genocidas. Tomando los dogmas ideológicos de Marx y de Engels como referencia, e impulsando el odio de clase con el mismo fanatismo con el que el nazismo promovió el odio de raza, el comunismo se dedicó a perseguir, torturar y asesinar a científicos, a homosexuales, a huelguistas, a propietarios agrícolas, a disidentes políticos y a religiosos. Ningún otro sistema político ha dedicado tantos recursos a reprimir la libertad y a asesinar a millones de personas: en esto los comunistas ganaron por goleada a los nazis. Aún a día de hoy más de 1.500 millones de personas, es decir, la quinta parte de la humanidad, sigue sometida a dictaduras comunistas (China, Corea del Norte, Cuba, Laos y Vietnam).
El Parlamento Europeo condenó los crímenes del comunismo: el PCE rechazó esa condena
El año pasado, el Parlamento Europeo condenó los crímenes del nazismo y del comunismo, recordando que “los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad”. La moción de condena también rechazaba “toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias, como el nazismo y el estalinismo, en la Unión”. El Partido Comunista de España (PCE) rechazó esa condena, que considera una “equiparación de los crímenes del nazismo con los supuestos “crímenes del estalinismo”, según los términos utilizados en la resolución del Parlamento Europeo”. Llamar “supuestos” a los crímenes del estalinismo es un claro caso de negacionismo. Y lo peor es que dos ministros del Gobierno español pertenecen a ese partido.
Un vicepresidente del Gobierno español sale en defensa del comunismo
Teniendo en cuenta esto, resulta escandaloso escuchar la defensa que hizo ayer Pablo Iglesias del comunismo. El vicepresidente podemita del Gobierno español llegó a decir que considera “un honor” representar al PCE:
El siniestro historial del PCE a las órdenes de Stalin
Iglesias se refiere al mismo partido que estuvo implicado en crímenes de guerra como la Masacre de Paracuellos, en la que fueron asesinadas 5.000 personas por motivos políticos, incluidos 50 niños. Un crimen monstruoso por el que ningún dirigente del PCE ha pedido perdón hasta la actualidad. Es más: el año pasado Podemos acusó de “fascismo” a las víctimas de esa masacre, un insulto miserable por el que el partido de extrema izquierda todavía no se ha disculpado. Hay que decir que los crímenes del PCE no se dirigieron sólo contra católicos y derechistas: también colaboró en la represión de comunistas disidentes como los trotskistas del POUM, siguiendo los dictados de Stalin. También por orden de Moscú, e igual que otros Partidos Comunistas, el PCE justificó la invasión nazi-soviética de Polonia y la invasión soviética de Finlandia, difamando y calumniando a los países invadidos.
El PCE sigue defendiendo hoy a dictaduras y dictadores comunistas
Sé que alguien alegará que el PCE es en la actualidad un partido democrático. No es verdad. El PCE sigue apoyando a dictaduras comunistas como China, Vietnam y Cuba, y sus Juventudes incluso han apoyado a Corea del Norte. De hecho, el pasado 23 de abril el PCE ensalzó al primer dictador comunista, Lenin, cuyo régimen utilizó las más brutales torturas y fue responsable de la muerte de millones de personas por hambre y represión. Un partido así no debería ser legal, como tampoco debería serlo un partido nazi. Es el colmo que un gobernante español considere “un honor” defender a un partido totalitario como ése. Teniendo en cuenta esto, e igual que Pablo Iglesias equiparó el franquismo con el nazismo hace dos años, con mayor motivo cabe preguntarse: ¿qué país libre aceptaría ser gobernado por alguien que defiende el nacional-socialismo? ¿Y por qué aceptamos en España a un gobernante que defiende una ideología igual de criminal como es el comunismo?

jueves, 3 de octubre de 2019

La UE condena los crímenes del comunismo y los fans de la ‘memoria histórica’ se enfadan

Fuera caretas: desde los 'Foros de la Memoria' acusan a la UE de 'anticomunismo'

La UE condena los crímenes del comunismo y los fans de la ‘memoria histórica’ se enfadan

El 19 de septiembre el Parlamento Europeo condenó los crímenes y genocidios cometidos por los regímenes totalitarios instaurados por el comunismo y el nacional-socialismo durante el siglo XX.
“Los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones”
La resolución de condena (se puede leer aquí) fue aprobada dos días después del 80º aniversario de la invasión soviética de Polonia, prevista en el pacto secreto firmado por Hitler y Stalin en agosto de 1939 y por el que ambos dictadores se repartieron tanto Polonia como Lituania, Estonia, Letonia y Finlandia. La resolución recuerda que los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad”. Así mismo, el texto condena en los términos más enérgicos los actos de agresión, los crímenes contra la humanidad y las violaciones masivas de los derechos humanos perpetrados por los regímenes comunista, nazi y otros regímenes totalitarios”. Condena, también “toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias, como el nazismo y el estalinismo, en la Unión”.
La UE critica que Rusia siga “ensalzando el régimen totalitario soviético”
Por otra parte, la resolución afirma que Rusia sigue siendo la mayor víctima del totalitarismo comunista y que su evolución hacia un Estado democrático seguirá obstaculizada mientras el Gobierno, la élite política y la propaganda política continúen encubriendo los crímenes comunistas y ensalzando el régimen totalitario soviético; pide, por tanto, a la sociedad rusa que acepte su trágico pasado”. Además, el Parlamento Europeo pide “que el 25 de mayo (aniversario de la ejecución del capitán Witold Pilecki, héroe de Auschwitz) sea declarado Día internacional de los héroes de la lucha contra el totalitarismo, que será una muestra de respeto y un homenaje hacia todos aquellos que, al luchar contra la tiranía, demostraron su heroísmo y su sincero amor por la humanidad”. Como ya expliqué en este blog, Pilecki fue miembro de la resistencia polaca contra la Alemania nazi y después contra la ocupación soviética de Polonia: fue ejecutado por los comunistas en 1948.
Los ‘Foros por la Memoria’ acusan a la UE de promover el anticomunismo
Curiosamente, ciertas entidades españolas que se han pasado años clamando por la llamada “memoria histórica” se han mostrado indignadas contra esa resolución de la Eurocámara. El pasado viernes, la Federación Estatal de Foros por la Memoria arremetía contra la resolución mediante un manifiesto en el que acusa a la Unión Europea de “promover burdamente el anticomunismo”, como si rechazar una ideología totalitaria y antidemocrática como ésa fuese algo malo. El manifiesto afirma que “en la lectura del texto nos encontramos con una serie de manipulaciones y tergiversaciones históricas de inspiración ultra-reaccionaria, en un intento de equiparar fascismo y comunismo, minimizando los crímenes del nazismo. Esto último es mentira: la resolución cita cuatro veces el Holocausto y media docena de veces al nazismo, condenándolo expresamente.
Llaman ‘libertadores’ a los soviéticos que sembraron media Europa de dictaduras comunistas
Por si quedaba alguna duda, el manifiesto de los citado Foros acaba resultando ser una apología descarada del comunismo. Afirma, por ejemplo, que la resolución europea pone al mismo nivel a invasores y a libertadores, a los SS que custodiaban el campo de aniquilación de Auschwitz con el Ejército Rojo, que lo liberó. Esto es el colmo. Hay que recordar, puesto que estos individuos parecen haberlo olvidado, que el NKVD soviético instaló gulags en antiguos campos de concentración alemanes, como por ejemplo Sachsenhausen. Los gulags instalados por los soviéticos en las zonas que ocuparon no sólo encerraron a prisioneros de guerra alemanes o criminales nazis: también encerraron a socialdemócratas alemanes, por el mero hecho de ser rivales de los comunistas.
En Polonia los soviéticos apresaron, torturaron y asesinaron a muchos miembros de la resistencia polaca contra el nazismo, con masacres como la de Uroczysko Baran, en la que fueron asesinados entre 1.300 y 1.800 prisioneros polacos a manos del NKVD. A eso hay que añadir que Stalin impuso dictaduras comunistas en todos los países ocupados por el Ejército Rojo: la “liberación” consistió en cambiar la dictadura nazi por la dictadura soviética. De hecho, en países supuestamente “liberados” por la URSS, los soviéticos se portaron como una fuerza ocupante, demostrando cotas de crueldad tan elevadas como las plasmadas en la violación masiva de 100.000 mujeres y niñas polacas a manos de soldados del Ejército Rojo, motivo por el cual en Polonia recuerdan la ocupación soviética con la expresión “Czerwona Zaraza” (la Plaga Roja).
Los ‘Foros por la Memoria’ demuestran que no se han leído la resolución
Hay otros aspectos del citado manifiesto de los Foros por la Memoria que muestran hasta qué punto sus autores ni siquiera se han leído la resolución que critican. Por ejemplo, afirman que “la resolución interesadamente olvida los Juicios de Nüremberg”, pero la realidad es que cita dos veces esos juicios, primero en el punto E para recordar que “los crímenes del régimen nazi fueron evaluados y castigados gracias a los juicios de Núremberg”, y después en el punto 8 para pedir “la traducción de los procedimientos de los juicios de Núremberg a todas las lenguas de la Unión”.
La entidad izquierdista calumnia a Polonia y a las Repúblicas Bálticas
Más adelante el manifiesto izquierdista se adentra ya en el terreno de la calumnia, afirmando que en Lituania, Estonia, Letonia o Polonia se ha llevado a cabo “la rehabilitación y el elogio histórico del fascismo y la glorificación de los colaboracionistas con el nazismo”, una mentira grotesca, y más teniendo en cuenta, por ejemplo, que en Polonia se celebran cada año multitud de eventos para recordar a los patriotas polacos que combatieron a los alemanes, y que en ese país la apología del nazismo está prohibida por la ley. Es especialmente indignante ver una reacción tan furibunda contra una condena de crímenes de lesa humanidad en una organización que dice defender la “memoria histórica”, pero se la niega a las víctimas del genocidio comunista, muchas de ellas asesinadas por el régimen soviético, que sí que colaboró con los nazis -incluso mediate la entrega por el NKVD a la Gestapo de unos 4.000 judíos y comunistas alemanes que habían huido a la URSS-, y cuyo Ejército Rojo incluso desfiló con los alemanes en Polonia tras la agresión conjunta y coordinada de ambas potencias contra esa Nación.
El fundador de esa entidad es un militante del Partido Comunista de España
A decir verdad, esos Foros nunca han ocultado sus tendencias ideológicas. El fundador de los Foros es militante del Partido Comunista de España. Su actual presidente también ha sido militante del PCE, y hace sólo unos días participó en la fiesta de ese partido, celebrada el pasado fin de semana en Rivas Vaciamadrid. Por si alguien no lo sabe, el PCE es una formación de extrema izquierda que nunca ha condenado los crímenes de las dictaduras comunistas e incluso a día de hoy continúa apoyando a algunas de ellas, como es el caso de Cuba. Tal vez ese extremismo ideológico explique ciertas ocurrencias salvajes de dicha entidad. En 2010 esos Foros pidieron la voladura del Valle de los Caídos, equiparando la cruz cristiana de ese monumento con la esvástica nazi del estadio de Nüremberg: son los mismos que ahora se quejan de que se equiparen el comunismo y el nazismo… En enero de este año, la web de los Foros publicaba un artículo tachando de “mito” la persecución religiosa en el bando republicano durante la Guerra Civil Española, y eso a pesar de que está documentado el asesinato de miles de sacerdotes y religiosos por razón de su fe. Y luego grupos como ése se dedican a lanzar acusaciones de “negacionismo” y de “revisionismo”. Menuda cara. ¿Se dan cuenta de que por mucho menos que eso, ellos mismos piden ilegalizar a otros?
Foto: Fotograma de la película polaca ‘Katyn’ (2007) que muestra la masacre de 22.000 oficiales, policías, funcionarios, sacerdotes e intelectuales polacos a manos de los soviéticos en abril y mayo de 1940.