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lunes, 16 de mayo de 2022

Los privilegios fiscales de diputados y senadores: el 39% de sus sueldos no tributa

 Pese al aumento imparable del gasto público, los políticos mantienen intactas sus ventajas fiscales. Alcaldes, concejales y parlamentarios autonómicos también tienen trato preferente.

Mientras los contribuyentes se afanan estos días en realizar la declaración de la renta que procede de la totalidad de sus ingresos, el Gobierno -que sigue manifestando su interés en subir los impuestos para obtener una mayor recaudación- no ha dicho aún si en la próxima reforma va a suprimir los privilegios fiscales de que disfruta la clase política, con los diputados y senadores a la cabeza. De momento, continúan pese a los llamamientos a la igualdad entre los ciudadanos, no en la fiscalidad en este caso, mientras la ejemplaridad que debería suponerse de los representantes electos brilla por su ausencia.

Hasta los expertos a los que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha encargado el Libro Blanco de la reforma fiscal que pretende hacer el PSOE piden en la página 131 de su informe que “desde el respeto al principio de igualdad (y, en este caso, también por evidentes motivos de ejemplaridad), debería suprimirse el tratamiento privilegiado de la exención total de las dietas y asignaciones para gastos de viajes que se abonen a los diputados españoles en el Parlamento Europeo, a los diputados y senadores de las Cortes Generales, a los miembros de las asambleas legislativas autonómicas, concejales de ayuntamiento y miembros de las diputaciones provinciales, cabildos insulares u otras entidades locales que recoge el artículo 17.2.b de la Ley del IRPF”. “Su tratamiento”, mencionan los expertos, “debería equipararse al régimen general de dietas” de los demás contribuyentes.

Estos privilegios, bajo el eufemístico concepto de indemnizaciones por razón de servicio (presuntas dietas sin límite ni justificación documental alguna), eximen a los diputados y senadores de tributar nada menos que por el 39,1% de su salario público real. Se trata de 27.435 euros de media individual (sin retención fiscal alguna dada su exención) para los 313 diputados que han sido elegidos por una circunscripción distinta a la de Madrid y de 13.151 euros para los 37 madrileños.

Al no tener que declararse, esta dádiva interrumpe la progresividad del impuesto (cuanto más se gana y más se declara, más se paga al fisco), ya que sólo han de incluir en la declaración los 42.709 euros que reciben como asignación constitucional (retribución básica) y no así los 70.143 euros totales de salario total que reciben los políticos de las provincias y los 55.804 euros los elegidos por Madrid. Todo esto supone que los parlamentarios nacionales sólo tributan por la mitad de los impuestos que deberían satisfacer si no hubieran legislado a su favor y algo similar ocurre con la fiscalidad de los demás cargos electos.

Los parlamentarios nacionales sólo tributan por la mitad de los impuestos que deberían satisfacer si no hubieran legislado a su favor


Las cámaras han hecho una interpretación muy laxa e interesada de la ley del IRPF. Ese artículo 17.2.b señala que tienen la consideración de rendimiento del trabajo (es decir, tributan forzosamente a Hacienda) “las cantidades que se abonen por razón de su cargo” al conjunto de los representantes electos tanto nacionales, autonómicos, provinciales, locales e incluso eurodiputados. Pero, añade que “en todo caso” sólo se excluirán “la parte de aquellas cantidades que dichas instituciones asignen para gastos de viajes y desplazamientos”. En realidad, los viajes y desplazamientos de los políticos los abonan directamente las cámaras a las empresas de transporte.

Fuentes del Congreso señalan que bajo el concepto de indemnización por razón de servicio se incluye a los gastos por alojamiento y comidas de ‘sus señorías’ cuando vienen a Madrid o cuando los de la capital van a la cámara. La realidad es que se les ha asignado una cantidad discrecional para que hagan frente a unos gastos de los que no se exige justificación (presentación de las facturas correspondientes), que seguramente exceden al gasto real, y que además están fuera de los límites cuantitativos que regula la Ley para las dietas, gastos de desplazamiento y otras partidas asimiladas para el resto de los contribuyentes. Por ejemplo, los contribuyentes de a pié tienen un límite de 53,34 euros diarios para manutención, siempre y cuando incluyan una pernoctación, y una exención de 19 céntimos de euro por kilómetro en el caso de usar su propio vehículo.

Además de los 615 diputados y senadores, disfrutan de estas indemnizaciones los 1.867 diputados de las cámaras autonómicas, más los casi 1.100 representantes de las diputaciones provinciales, y los más de 67.000 concejales y 8.000 alcaldes

Así, según la información de las Cámaras, los diputados y senadores nacionales de las circunscripciones distintas a Madrid reciben exentos del IRPF casi 2.000 euros “mensuales” y casi 1.000 euros los electos por Madrid. Pero, en esta información oficial no se señala que ‘sus señorías’ cobran esta cantidad por 14 pagas cuando en realidad el año sólo tiene 12 meses. Es decir, es imposible generar más dietas mensuales que meses tiene el año. Además, las vacaciones parlamentarias se prolongan al menos durante tres meses al año y, por si fuera poco, muchos políticos, con residencia fuera de Madrid, disponen de vivienda en la capital o incluso se alojan en casas de familiares o amigos. Es más, también disponen de un servicio de hostelería, con precios por debajo del mercado, que recibe todos los años más de 1,5 millones de subvenciones públicas.

Para evitar interpretaciones y privilegios fiscales, bastaría con que se justificaran los gastos reales, seguramente inferiores a las asignaciones, con las facturas correspondientes y según los límites que la Ley establece para todos los demás contribuyentes. Es evidente que la situación actual ha provocado que esta indemnización por razón de servicio se haya convertido en un complemento salarial más y que en todo caso es un rendimiento de trabajo.

Este evidente rendimiento de trabajo, revestido de indemnización, se ha convertido en una de las mayores desigualdades fiscales que los gobiernos y los representantes políticos se han aprobado para sí mismos y que nunca se han dignado a modificar. Este privilegio ha sobrevivido a todos los cambios de la Ley del IRPF que han realizado los distintos gobiernos. Ni siquiera durante la pandemia, sin la presencia física de ‘sus señorías’ en las cámaras y en otros organismos de representación y con la vía telemática para actuar y votar desde su domicilio particular, se ha planteado una reducción, modificación o supresión de ese artículo 17.2.b de la Ley del IRPF.

Ni el Gobierno ni tampoco las cámaras han tomado iniciativa alguna. Es más, ni siquiera afectó a esta indemnización la reducción salarial que José Luis Rodríguez Zapatero impuso en 2010 para toda la función pública en plena primera recesión económica para bajar el déficit. El Congreso y el Senado (lo mismo hicieron el resto de cámaras del país) acordaron la reducción del 10% de la asignación constitucional, pero no se aplicó el recorte que le debería corresponder a esta indemnización. Esta pequeña ‘trampa’ sirvió a los políticos para no reducirse esta parte de sus remuneraciones mientras a los funcionarios se les metía la tijera por todos sus ingresos.

No existe fiscalización sobre la entrega de móviles, tabletas y portátiles que reciben ‘sus señorías’ y que no tampoco son tributables, ni siquiera por la parte de uso particular que puedan tener, tal como Hacienda comprueba a las empresas o a los autónomos

Todo esto supone, por ejemplo, que los diputados nacionales, autonómicos y senadores se han dejado fuera de la tributación un montante de 33,5 millones de euros, que es la cantidad a que ascienden esas indemnizaciones por razón de servicio. Esta indemnización es además compatible con cualquier otra remuneración pública. Es decir, la reciben también los ministros que son diputados. Es decir, cobran su sueldo ministerial y a la vez ésta indemnización (aunque su participación en el trabajo parlamentario sea mínimo). Es el caso, por ejemplo, de la ministra de Hacienda (diputada por Sevilla).

Hay, sin embargo, algunas excepciones: todos los ministros que tienen acta de diputado por Podemos han renunciado a esta indemnización (Yolanda DíazIrene MonteroIone Belarra Alberto Garzón). En todo caso, estas situaciones se replican también a nivel autonómico, provincial y local. Es por ejemplo habitual que un concejal cobre esta indemnización de la diputación provincial o a la inversa.

Pero, no acaban aquí los privilegios ya que los representantes políticos reciben toda una batería de salarios en especie con un tratamiento fiscal que supone un agravio comparativo con el resto de los ciudadanos. Por ejemplo, a los diputados nacionales (también a los autonómicos en su caso) se les entrega una tarjeta para su desplazamiento en taxi por Madrid por un valor de 3.000 euros anuales. Pero, la cámara no exige justificación alguna de los desplazamientos realizados ni comprueba que la utilización corresponde a la actividad parlamentaria.

A los diputados nacionales (también a los autonómicos en su caso) se les entrega una tarjeta para su desplazamiento en taxi por Madrid por un valor de 3.000 euros anuales

Además, se les abona 25 céntimos por kilómetro en concepto de desplazamiento si deciden utilizar su coche. Ambos supuestos están también exentos de tributación por IRPF. Y, por si fuera poco, no existe fiscalización sobre la entrega de móviles, tabletas y portátiles que reciben ‘sus señorías’ y que no tampoco son tributables, ni siquiera por la parte de uso particular que puedan tener tal como Hacienda comprueba a las empresas o a los autónomos.

¿Cuántos cargos se benefician de estos privilegios fiscales? Además de los 615 diputados y senadores, disfrutan de estas indemnizaciones los 1.867 diputados de las cámaras autonómicas (incluidos los de Ceuta y Melilla), más los casi 1.100 representantes de las diputaciones provinciales, y los más de 67.000 concejales y 8.000 alcaldes. Resulta curioso en este sentido que en muchos municipios con alcaldes y concejales sin asignación alguna, es decir, sin tener asignado un sueldo, sí cobren dietas por la asistencia a plenos (que tampoco tributan) y hay algunos ayuntamientos que estas reuniones son muy frecuentes hagan falta o no.

A nivel regional se han producido algunos movimientos para reducir estos privilegios. Cataluña, por ejemplo, pretende que los diputados tributen por todos sus salarios. El conflicto reside en si el pago de esos impuestos los asume el Parlament o si los diputados los costean de forma individual. De momento, la cámara ha hecho una provisión de dos millones por si ha de encargarse de este abono como parece más posible.

Diputados catalanes

Los diputados catalanes perciben su salario en dos conceptos: el base (unos 60.000 euros de media) y las dietas por desplazamiento, que no tributan al fisco de acuerdo con una ley del IRPF. Esta partida de indemnización varía en función del lugar de domicilio de los diputados repartidos en cuatro tramos: 16.975 euros al año si viven dentro del área metropolitana; 22.070 desde esa corona hasta 80 kilómetros; 23.000 euros entre 181 y 190 kilómetros y casi 24.000 euros hasta más de 191 kilómetros.

También llama la atención la particular tributación de los eurodiputados españoles que desarrollan su actividad en el parlamento Europeo. La UE aconsejó a los países integrantes que decidieran si sus políticos deberían pagar el IRPF en el país de origen o en Bruselas. Y, como parece obvio, los dirigentes nacionales no decidieron que la tributación se realizara aquí.

Por tanto, los diputados españoles pagan este impuesto de la renta en Bruselas con un tipo único del 25% por sus ingresos básicos (de unos 9.000 euros mensuales, aunque disponen de otros 6.000 para dietas) mientras que si lo hicieran en España tributarían por un tipo muy superior (en el entorno del 45% o más). Que tributen en Bruselas también interrumpe la progresividad del pago de impuestos ya que pagan allí una parte, con ese tipo, y en España el resto de ingresos de otras actividades o negocios en caso de existir, al tipo que resulte de la tarifa. Pero, no se suman las dos partes. Otro chollo fiscal más.

VOZPÓPULI

martes, 26 de octubre de 2021

El PSOE vota en el Senado contra una propuesta para prohibir los "ongi etorri"

 

Otegi y Junqueras y su abrazo del sábado en la marcha proetarra.


Los socialistas se retratan alineados con Bildu y ERC y contribuyen a tumbar una iniciativa de Ciudadanos que pretendía legislar contra los aquelarres proterroristas.


Una humillación más del PSOE a las víctimas de ETA. La Comisión de Interior del Senado ha rechazado este lunes una iniciativa de Ciudadanos que instaba al Gobierno a tomar medidas para impedir la celebración de los homenajes a etarras condenados en sentencia firme. Y los socialistas han dado la espalda a la iniciativa de los naranjas.

En concreto, el texto que ha contado con el voto en contra el PSOE, incluía un llamamiento al Ejecutivo para "asegurar, a través de las delegaciones del Gobierno en el País Vasco y Navarra, que no se vuelvan a producir los denominados 'ongi etorri'"

La iniciativa constaba de un segundo punto en el que se reclamaba el cese de los delegados del Gobierno en el País Vasco y Navarra que "no actuaran para impedir" esos homenajes, "claramente contrarios a la democracia liberal y a la memoria de las víctimas del terrorismo".

La senadora de CiudadanosMaría Ponce, ha acusado al PSOE de protagonizar una "afrenta continua" a la democracia y de "humillar a las víctimas". "El PSOE se posiciona del lado de Bildu ahora también en el Senado y vuelven a ejecutar "una traición a la memoria y a la dignidad de este país", ha apostillado.

 

 ESdiario

domingo, 10 de junio de 2018

El Senado español concedió su medalla de oro a dos dictadores: ¿por qué nadie pide su retirada

Recibieron esa distinción los comunistas Konstantin Chernenko y Fidel Castro

El Senado español concedió su medalla de oro a dos dictadores: ¿por qué nadie pide su retirada?

La izquierda está intentando reescribir el pasado reciente de España, exigiendo la retirada de calles y de distinciones a personajes asociados al franquismo e incluso anteriores a él.
Sin embargo, cuando toca hablar de dictaduras comunistas, la izquierda española se hace la despistada y mira hacia otro lado. Un ejemplo lo encontramos en un hecho hoy casi olvidado: gobernando el PSOE, el Senado de España concedió sendas medallas a dos dictadores comunistas cuyos regímenes violaban los derechos humanos. Vayamos a los hechos.
Chernenko, el último dictador soviético de la línea dura
La primera de esas medallas se concedió el 29 de mayo de 1984. El socialista José Federico de Carvajal, presidente del Senado, viajó a Moscú a hacer entrega de la medalla de oro del Senado a Kostantin Chernenko, que fue jefe del Estado de la URSS durante 13 meses. Se dio la circunstancia de que dicha medalla fue entregada unas semanas después del anuncio de la Unión Soviética de que boicotearía los Juegos Olímpicos celebrados ese año en Los Ángeles, arrastrando consigo a casi todos sus países satélites, que también se unieron al boicot. Chernenko es considerado por muchos como el último dictador comunista de la vieja línea en la URSS, antes de la llegada al poder de su sucesor, Gorbachov, autor de la política apertura que condujo al fin del régimen comunista. Durante el mandato de Chernenko aumentó la acción represiva del KGB contra los disidentes políticos y se puso fin a la investigación de casos de corrupción iniciada por Andrópov.
¿Se condecoró a Chernenko por su promesa de que no arrasaría España?
Le entrega de esa medalla se celebró semanas después de la visita del Rey Juan Carlos I a la URSS, la primera de un Jefe del Estado español a esa dictadura. A su llegada al Kremlin, el Rey hizo un discurso en el que defendió la libertad y los derechos humanos “donde quiera que puedan ser amenazados”, ante el gesto impasible de Chernenko, cuyo régimen los pisoteaba a diario.
Irónicamente, la citada medalla se le concedió a Chernenko por sus servicios “en defensa de la paz”, y eso mientras la superpotencia comunista masacraba al pueblo afgano, financiaba grupos terroristas en varios países y desarrollaba un gran arsenal de armas de destrucción masiva, entre ellas el Novichok, el arma química más potente de toda la historia. Un año antes de la entrega de esa medalla del Senado, el PSOE había hecho campaña contra la permanencia de España en la OTAN, organización a la que nuestro país se unió el 30 de mayo de 1982, meses antes de la llegada del PSOE al poder. Los socialistas sostenían que eso “provocaría la reacción del otro bloque con el fortalecimiento o ampliación del Pacto de Varsovia y el aumento de la tensión y del riesgo de guerra en Europa”. En el viaje del Rey a Moscú se obtuvo de Chernenko la promesa de que la URSS no atacaría España con armas nucleares (así lo afirmó el Gobierno socialista en el Senado el 10 de diciembre de 1984; ver Boletín Oficial del Senado nº119, página 4766). Cabe preguntarse si el PSOE premió con esa medalla al dictador por esa promesa -como si la palabra de un tirano valiese de algo-, dando la espalda a las violaciones de derechos humanos en la URSS.
Fidel Castro, el dictador que sumió a Cuba en la miseria y la opresión
La segunda medalla de oro del Senado español a un dictador comunista se entregó el 16 de enero de 1988 a Fidel Castro en el Palacio de la Revolución, en La Habana. También hizo entrega de ella el socialista José Federico de Carvajal, el mismo que le había dado la medalla de oro a Chernenko. La dictadura comunista cubana aún presume de esta medalla hoy en día. Esta distinción provocó el rechazo del Grupo Popular, formado entonces por Alianza Popular, el Partido Demócrata Popular y el Partido Liberal. La medalla fue acordada por la Mesa del Senado el 21 de diciembre de 1987. En la votación Alianza Popular se abstuvo, y el partido se negó a participar en la delegación que viajó a Cuba a hacer entrega de la medalla al dictador, tras afirmar que “Fidel Castro no es merecedor de dicha condecoración” y que “una institución democrática no puede permitir que una condecoración sirva para distinguir actitudes no democráticas”. Y es que Fidel Castro acumuló un largo historial de violaciones de derechos humanos, con decenas de miles de muertos a manos del aparato represivo de la dictadura desde 1959, año en que Castro se hizo con el poder.
Años después, esta medalla causó una nueva polémica cuando el Senado, ya con mayoría del Partido Popular, amenazó con retirársela a Castro en 2003, si no excarcelaba a los disidentes cubanos encerrados en las prisiones de la isla. La moción fue aprobada con la abstención del PSOE. Del asunto no se volvió a hablar en el Senado, de lo que cabe deducir que la advertencia hecha por la Cámara Alta del Parlamento español nunca se cumplió.
¿Si el dictador era comunista entonces no se le retira la medalla?
Los medios españoles llevan ya muchos años sin referirse a esas medallas. Sobre la medalla a Chernenko incluso cuesta encontrar información en la red. En España no hay nadie que pida la retirada de esas medallas concedidas a dos dictadores en pleno ejercicio de su poder. El hecho de que ambos dictadores hayan fallecido ya no es excusa, puesto que recientemente las Diputaciones Provinciales de Orense, Segovia, Valladolid y Toledo han retirado a Franco las medallas que le habían concedido en vida. Y lo mismo han hecho los ayuntamientos de Murcia, Valencia, Burgos, Zamora, León, Orense, Ponferrada, Almadén, Plasencia, Manresa… Al final, parece que si el galardonado era un dictador comunista, entonces no hay nada que retirar. ¿Acaso los asesinados y torturados por los regímenes comunistas de Chernenko y de Castro sufrieron menos o eran seres menos humanos que las víctimas del franquismo?
(Foto: AFP. Konstantin Chernenko junto a Fidel Castro en Moscú el 26 de febrero de 1981, cuando Leonid Brezhnev era el dictador de la Unión Soviética)

viernes, 8 de junio de 2018

Una comunista exige traducción en el Senado mientras su partido veta el español en Ferrol

En 2015 apoyó una ordenanza ilegal que impone el gallego en ese ayuntamiento
Se están riendo de todos los españoles. Ésta es la conclusión que cabe extraer de lo ocurrido este martes durante un debate en el Senado, en torno a una moción de Unidos Podemos.
Cambian el orden del día para que pueda dar su discurso en gallego
La moción iba a presentarla María Vanessa Angustia Gómez, coordinadora comarcal de Pontevedra del Partido Comunista de Galicia (la rama gallega del PCE) y senadora de En Marea, la marca electoral usada en las últimas Elecciones Generales por Podemos, los separatistas de Anova y los comunistas de Esquerda Unida, la rama gallega de IU. A pesar de estar en el Senado de España, la senadora comunista quiso dar su discurso en gallego, y como en ese momento no estaba la traductora de gallego, hubo que modificar el orden del día.
Un disparate del PSOE para igualarnos con Suiza, un país sin lengua común
Como recordaréis, este disparate se puso en marcha durante el mandato de Zapatero y ya entonces costaba unos 12.000 euros por sesión. Entonces, los socialistas apelaron al ejemplo de Suiza, afirmando que allí es normal que se usen varias lenguas en las instituciones. Olvidaron decir que en Suiza no hay un idioma común, y en España sí que lo tenemos. Pero ya puestos a imitar a Suiza, podrían haber copiado el Artículo 18 de su Constitución, que afirma: Se garantiza la libertad del idioma“. Y es que mientras ponía pinganillos en el Senado, el PSOE apoyaba el monolingüismo obligatorio en las escuelas catalanas y las multas lingüísticas a comerciantes por rotular en español. Reclaman para el Senado la libertad lingüística que pisotean en Cataluña.
El partido de Angustia excluye el español de forma ilegal en Ferrol
A los comunistas gallegos les pasa exactamente lo mismo. Resulta que Vanessa Angustia pertenece a Esquerda Unida, igual que el alcalde de Ferrol, Jorge Juan Suárez Fernández. Este señor se presentó a las elecciones con la marca electoral Ferrol en Común. En noviembre de 2015, Suárez votó contra una moción de Ciudadanos que pedía derogar una ordenanza lingüística que excluye el español, una ordenanza abiertamente ilegal, si nos atenemos a la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia y del Tribunal Constitucional, como ya expliqué aquí.
Tratan el español como lengua extranjera en una ciudad con un 88% de hispanohablantes
Podéis leer la ordenanza aquí (ver PDF). Eso sí, el texto sólo está en gallego. Y es que la ordenanza establece que el gallego es “el idioma oficial del Ayuntamiento de Ferrol”, sin mencionar al español, como si la lengua de escritores gallegos como Camilo José Cela, Ramón María del Valle-Inclán o Emilia Pardo Bazán fuese una lengua extranjera en la ciudad departamental. Pero no es así: al contrario. La mayoría de los ferrolanos hablan en español: la suya es, de hecho, la ciudad más hispanohablante de Galicia. Un 23% de los ferrolanos son monolingües en español, un 12% son monolingües en gallego y un 65% sólo usa el gallego a veces. Es decir, que el Ayuntamiento de Ferrol veta a nivel oficial el idioma habitual del 88% sus vecinos, esos vecinos que pagan con sus impuestos los sueldos de sus concejales y funcionarios municipales. Es una situación aberrante.
La ordenanza desobedece la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
En dicha ordenanza, además, exige el uso del gallego a todos los organismos municipales e incluso a las empresas adjudicatarias o concesionarias. También impone, en su Artículo III, que la redacción de las actas de las sesiones municipales se haga en lengua gallega, y lo mismo con los dictámenes, informes o propuestas que se tengan que someterse a cualquier órgano municipal. Todos los impresos, los expedientes administrativos y los rótulos municipales deben estar en gallego. Sólo te entregan documentación en español si lo pides “formalmente”, pero incluso así, te la entregarán también en gallego. La ordenanza señala que “sólo se harán impresos bilingües cuando alguna circunstancia especial así lo requiera”, pero a continuación matiza: “El texto gallego figurará siempre de forma preferente”. Además, los funcionarios tienen la obligación de atender al público en gallego, y sólo pueden usar el español si el ciudadano se lo pide “expresamente”. Como puede comprobar cualquiera que sepa leer, esta ordenanza se pasa por el arco del triunfo la Sentencia 31/2010 del Tribunal Constitucional, que señaló que las administraciones públicas de una comunidad con dos lenguas oficiales “no pueden tener preferencia por ninguna de las dos lenguas oficiales”. Pero lo que ya es el colmo es que el mismo partido que apoya esta cafrada en Ferrol, luego vaya a Madrid a exigir hablar en gallego en el Senado. Insisto: se ríen de todos los españoles.



sábado, 16 de julio de 2016

Los partidos en el Congreso recibieron 27 millones en el primer semestre para su funcionamiento

Los partidos en el Congreso recibieron 27 millones en el primer semestre para su funcionamiento

by evabelmonte
Aunque el Congreso no ha estado a pleno funcionamiento y el primer semestre del año ha estado más centrado en la actividad electoral que en la parlamentaria, el funcionamiento de la maquinaria de relación entre partidos y Estado no se ha visto alterado.
Los partidos con representación en el Congreso tras las elecciones de diciembre han recibido, en los primeros seis meses de 2016, algo más de 27 millones de euros para su funcionamiento ordinario, más de la mitad de lo presupuestado en este concepto para todo el año (52,7 millones).
El BOE recoge hoy el reparto del segundo trimestre (14 millones) y hace unos meses publicó el del primero (13 millones). Así, además de las subvenciones para gastos electorales, presupuestadas en más de 44 millones, los partidos políticos se han repartido estas ayudas para su funcionamiento ordinario, también dependientes del Ministerio del Interior.
Las subvenciones se reparten dependiendo también de los resultados: se divide el total en tres partes y se reparte una dependiendo del número de escaños y las otras dos teniendo en cuenta el número de votos. Así, el PP lleva ya 8,4 millones de euros; el PSOE, 5,8; Podemos, 4,3 y Ciudadanos, 3,7.
El BOE de hoy también recoge el reparto de las ayudas para gastos de seguridad del segundo trimestre. Sumadas a las del primero, se han asignado 1,4 de los 2,7 millones presupuestados para todo el año.

¿De dónde vienen los ingresos de los partidos?

Según el último informe del Tribunal de Cuentas, el peso de los fondos públicos en las cuentas de los partidos es mucho mayor que el de los privados (52 millones en donaciones y cuotas frente a los 316 de subvenciones en 2011).
Tal y como se establece en el artículo 2 de la Ley de Financiación de partidos, los partidos políticos podrán recibir los siguientes ingresos.
  • PÚBLICOS:
    • Subvenciones para gastos electorales o para propaganda en referendos. Son las ayudas que se dan, para sufragar la campaña, vinculadas a votos y escaños obtenidos. El presupuesto de 2016 establece un total de 44 millones, aunque el gasto final dependerá de lo que hayan gastado en campaña y puedan justificar.
    • Subvenciones estatales para funcionamiento y seguridad -las protagonistas de este artículo.
    • Subvenciones autonómicas y locales para funcionamiento. Por ejemplo, las comunidades autónomas repartieron 8,5 millones en 2011.
    • Aportaciones que puedan recibir de los grupos parlamentarios de cualquier tipo de cámara. En 2011, la aportación a los grupos parlamentarios de los partidos en Cortes Generales y parlamentos autonómicos fue de 87 millones en total. El Parlament de Catalunya es el que más gasta en este apartado: 19,8 millones, una cantidad que ha crecido en los últimos años.
  • Privados:
    • Cuotas y aportaciones de los afiliados. Los partidos recibieron, en 2011, 43,2 millones de euros en cuotas y aportaciones de afiliados y simpatizantes.
    • Beneficios de gestión de su patrimonio o productos o servicios de sus actividades propias, que siempre tienen que estar vinculados a sus fines específicos.
    • Donaciones, herencias o legados. En 2011, sumaron 8,7 millones en donaciones privadas.
    • Préstamos. Las formaciones políticas acumulaban una deuda con entidades bancarias de 275,3 millones en 2011, último año del informe del Tribunal de Cuentas. El texto destaca, entre otros, una condonación de deuda a IU de medio millón de euros. La insistencia del Tribunal de Cuentas sobre la transparencia de las condonaciones de deudas a los partidos políticos le llevó a pedir al Banco de España datos sobre este trato de favor de las entidades financieras para poder realizar un informe. Pero el Banco de España le negó esta información.