Recibieron esa distinción los comunistas Konstantin Chernenko y Fidel Castro
El Senado español concedió su medalla de oro a dos dictadores: ¿por qué nadie pide su retirada?
La izquierda está intentando reescribir el pasado reciente de España, exigiendo la retirada de calles y de distinciones a personajes asociados al franquismo e incluso anteriores a él.
Sin embargo, cuando toca hablar de dictaduras comunistas, la izquierda española se hace la despistada y mira hacia otro lado. Un ejemplo lo encontramos en un hecho hoy casi olvidado: gobernando el PSOE, el Senado de España concedió sendas medallas a dos dictadores comunistas cuyos regímenes violaban los derechos humanos. Vayamos a los hechos.
Chernenko, el último dictador soviético de la línea dura
La primera de esas medallas se concedió el 29 de mayo de 1984. El socialista José Federico de Carvajal, presidente del Senado, viajó a Moscú a hacer entrega de la medalla de oro del Senado a Kostantin Chernenko, que fue jefe del Estado de la URSS durante 13 meses. Se dio la circunstancia de que dicha medalla fue entregada unas semanas después del anuncio de la Unión Soviética de que boicotearía los Juegos Olímpicos celebrados ese año en Los Ángeles, arrastrando consigo a casi todos sus países satélites, que también se unieron al boicot. Chernenko es considerado por muchos como el último dictador comunista de la vieja línea en la URSS, antes de la llegada al poder de su sucesor, Gorbachov, autor de la política apertura que condujo al fin del régimen comunista. Durante el mandato de Chernenko aumentó la acción represiva del KGB contra los disidentes políticos y se puso fin a la investigación de casos de corrupción iniciada por Andrópov.
¿Se condecoró a Chernenko por su promesa de que no arrasaría España?
Le entrega de esa medalla se celebró semanas después de la visita del Rey Juan Carlos I a la URSS, la primera de un Jefe del Estado español a esa dictadura. A su llegada al Kremlin, el Rey hizo un discurso en el que defendió la libertad y los derechos humanos “donde quiera que puedan ser amenazados”, ante el gesto impasible de Chernenko, cuyo régimen los pisoteaba a diario.
Irónicamente, la citada medalla se le concedió a Chernenko por sus servicios “en defensa de la paz”, y eso mientras la superpotencia comunista masacraba al pueblo afgano, financiaba grupos terroristas en varios países y desarrollaba un gran arsenal de armas de destrucción masiva, entre ellas el Novichok, el arma química más potente de toda la historia. Un año antes de la entrega de esa medalla del Senado, el PSOE había hecho campaña contra la permanencia de España en la OTAN, organización a la que nuestro país se unió el 30 de mayo de 1982, meses antes de la llegada del PSOE al poder. Los socialistas sostenían que eso “provocaría la reacción del otro bloque con el fortalecimiento o ampliación del Pacto de Varsovia y el aumento de la tensión y del riesgo de guerra en Europa”. En el viaje del Rey a Moscú se obtuvo de Chernenko la promesa de que la URSS no atacaría España con armas nucleares (así lo afirmó el Gobierno socialista en el Senado el 10 de diciembre de 1984; ver Boletín Oficial del Senado nº119, página 4766). Cabe preguntarse si el PSOE premió con esa medalla al dictador por esa promesa -como si la palabra de un tirano valiese de algo-, dando la espalda a las violaciones de derechos humanos en la URSS.
Fidel Castro, el dictador que sumió a Cuba en la miseria y la opresión
La segunda medalla de oro del Senado español a un dictador comunista se entregó el 16 de enero de 1988 a Fidel Castro en el Palacio de la Revolución, en La Habana. También hizo entrega de ella el socialista José Federico de Carvajal, el mismo que le había dado la medalla de oro a Chernenko. La dictadura comunista cubana aún presume de esta medalla hoy en día. Esta distinción provocó el rechazo del Grupo Popular, formado entonces por Alianza Popular, el Partido Demócrata Popular y el Partido Liberal. La medalla fue acordada por la Mesa del Senado el 21 de diciembre de 1987. En la votación Alianza Popular se abstuvo, y el partido se negó a participar en la delegación que viajó a Cuba a hacer entrega de la medalla al dictador, tras afirmar que “Fidel Castro no es merecedor de dicha condecoración” y que “una institución democrática no puede permitir que una condecoración sirva para distinguir actitudes no democráticas”. Y es que Fidel Castro acumuló un largo historial de violaciones de derechos humanos, con decenas de miles de muertos a manos del aparato represivo de la dictadura desde 1959, año en que Castro se hizo con el poder.
Años después, esta medalla causó una nueva polémica cuando el Senado, ya con mayoría del Partido Popular, amenazó con retirársela a Castro en 2003, si no excarcelaba a los disidentes cubanos encerrados en las prisiones de la isla. La moción fue aprobada con la abstención del PSOE. Del asunto no se volvió a hablar en el Senado, de lo que cabe deducir que la advertencia hecha por la Cámara Alta del Parlamento español nunca se cumplió.
¿Si el dictador era comunista entonces no se le retira la medalla?
Los medios españoles llevan ya muchos años sin referirse a esas medallas. Sobre la medalla a Chernenko incluso cuesta encontrar información en la red. En España no hay nadie que pida la retirada de esas medallas concedidas a dos dictadores en pleno ejercicio de su poder. El hecho de que ambos dictadores hayan fallecido ya no es excusa, puesto que recientemente las Diputaciones Provinciales de Orense, Segovia, Valladolid y Toledo han retirado a Franco las medallas que le habían concedido en vida. Y lo mismo han hecho los ayuntamientos de Murcia, Valencia, Burgos, Zamora, León, Orense, Ponferrada, Almadén, Plasencia, Manresa… Al final, parece que si el galardonado era un dictador comunista, entonces no hay nada que retirar. ¿Acaso los asesinados y torturados por los regímenes comunistas de Chernenko y de Castro sufrieron menos o eran seres menos humanos que las víctimas del franquismo?
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(Foto: AFP. Konstantin Chernenko junto a Fidel Castro en Moscú el 26 de febrero de 1981, cuando Leonid Brezhnev era el dictador de la Unión Soviética)
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