Mostrando entradas con la etiqueta Eduard Pujol. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Eduard Pujol. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de julio de 2018

ERC NO QUIERE TRAGARSE MÁS LOS SAPOS DE PUIGDEMONT


Puigdemont vídeo 12072018

Se veía venir hace ya tiempo, aunque públicamente las dos formaciones que forman el gobierno de la Generalitat guardaran las formas. Ahora, ya no ocultan sus discrepancias y ERC da por rota la confianza entre ambos grupos: Juntsx Catalunya y ERC después de las acusaciones del apéndice de Puigdemont, Eduard Pujol, que ha criticado duramente a su socio de gobierno, al que le preguntaba si apoyaban a los presos políticos o preferían blanquear al PSC. Afirmación que ha enfadado de lo lindo al partido republicano.

La polémica, como casi siempre, viene promovida por el propio Puigdemont. Primero por su huída a Bruselas acompañado por varios exconsellers, para ponerse a buen recaudo, con plena libertad para seguir haciendo su campaña política personal, controlando desde la distancia al presidente Quim Torra, elegido por él. Que en el poco tiempo que lleva en el cargo ya ha realizado varias peregrinaciones para consultarle al "santo" lo que debe hacer o no y de paso recibir su bendición.

Alemania se ha convertido ahora, en un lugar sagrado de peregrinación independentista y de consulta permanente sobre la estrategia a seguir con el gobierno de España que preside el socialista Pedro Sánchez.  Él es el santón de las esencias del independentismo, el auténtico, el genuino.

Los dirigentes de ERC le echan en cara al huido que Junqueras esté en la cárcel y él predicando en terreno abonado. Tampoco aprueban la estrategia de confrontación que instiga Puigdemont y sus acólitos, más propia de la CUP que de un partido serio, con sentido de país. No están de acuerdo con los planteamientos diarios de lanzar órdagos contra el gobierno socialista. La desobediencia constante no lleva ninguna parte, o mejor dicho a la confrontación, al enfrentamiento, a la fractura social y al empobrecimiento del país que dice amar. No se puede estar en misa y repicando. No se puede reclamar dialogo y a la vez dinamitarlo, que es lo que hace el líder de JuntsxCatalunya.

Los republicanos no quieren ni aceptan que Puigdemont tenga un trato preferente con respeto al resto de políticos impuntados. ¿Donde está la solidaridad? El expresident tiene que dar un paso al lado. En las "batallas" en ocasiones se gana y en otras se pierde. Cuando sucede esto último es más valiente reconocerlo y dejar paso a otros para que busquen la mejor solución. Su vanidad es tan grande como su insensatez y se aprecia cada día.

La penúltima jugada de Puigdemont ha sido esta misma semana, cuando, vía plasma invitaba a todos los independentistas a sumarse a su proyecto de nuevo “partido” político, la Crida Nacional, camuflado de plataforma -la segunda o tercera refundación de CDC- que por su puesto, como no podía ser de otra manera, lideraría él mismo: el káiser de Catalunya. Los republicanos no se han querido prestar a su propuesta, ni quieren oir hablar de formar una sola candidatura. Lo llevan sufriendo hace ya unos cuantos años, demasiados, y no están dispuestos a seguir aguantando sus pretensiones. ERC lleva ya demasiado tiempo tragando sapos, y al final, alguno se le ha atragantado, se han platando y van a dejar a otros que se los traguen.

Con este panorama, la inestabilidad en las dos instituciones más importantes de Catalunya, la Generalitat y el Parlament está servida. ¿Nuevas elecciones en otoño? Decía el presidente Sánchez que hay que dejar votar a los ciudadanos de Catalunya, ¿se refería a eso? Todo es posible, y nada es desechable, aunque lo más conveniente sería que se pongan ya a trabajar de una vez, porque el país lo necesita

martes, 15 de mayo de 2018

Quim Torra activará un Parlament paralelo y un Govern en rebeldía



Video thumbnail
El nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, saluda a los miembros de su partido tras ser elegido por mayoría simple. EL MUNDO

El Parlament depositó este lunes su confianza en un president dispuesto a sustituir la Cámara catalana por una asamblea de cargos independentistas sin atribuciones reconocidas por la ley, a entregar las riendas de la Generalitat a un fugado de la Justicia española y a formar un Gobierno con consejeros procesados por rebelión que, o bien se encuentran ya en prisión, o bien han escapado al extranjero para evitar la cárcel.
Con estas credenciales, y la fobia hacia todo lo español como estandarte, Quim Torra consiguió superar la investidura por un solo voto de diferencia -66 frente a 65-, gritó "Visca Catalunya Lliure" y abandonó el Hemiciclo camino a Berlín como el primer presidente electo de la Generalitat que no aspira a gobernarla. Sus primeras palabras, tras ser ungido, fueron para prometer a Carles Puigdemont que dedicará sus días en el cargo a conseguir investirlo y su primer acto oficial consistirá en acompañar al prófugo en una rueda de prensa que servirá para que el patrón de la causa independentista detalle cómo piensa gobernar Cataluña desde la capital alemana.


Quim Torra activará un Parlament paralelo y un Govern en rebeldía

Investidura en Cataluña


Video thumbnail
El nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, saluda a los miembros de su partido tras ser elegido por mayoría simple. EL MUNDO (vídeo) // EFE (foto)

El Parlament depositó este lunes su confianza en un president dispuesto a sustituir la Cámara catalana por una asamblea de cargos independentistas sin atribuciones reconocidas por la ley, a entregar las riendas de la Generalitat a un fugado de la Justicia española y a formar un Gobierno con consejeros procesados por rebelión que, o bien se encuentran ya en prisión, o bien han escapado al extranjero para evitar la cárcel.
Con estas credenciales, y la fobia hacia todo lo español como estandarte, Quim Torra consiguió superar la investidura por un solo voto de diferencia -66 frente a 65-, gritó "Visca Catalunya Lliure" y abandonó el Hemiciclo camino a Berlín como el primer presidente electo de la Generalitat que no aspira a gobernarla. Sus primeras palabras, tras ser ungido, fueron para prometer a Carles Puigdemont que dedicará sus días en el cargo a conseguir investirlo y su primer acto oficial consistirá en acompañar al prófugo en una rueda de prensa que servirá para que el patrón de la causa independentista detalle cómo piensa gobernar Cataluña desde la capital alemana.

Torra ya ofreció numerosas pistas durante su segundo y definitivo discurso de investidura. El sirviente del president en la sombra anunció que delegará tanto en el Consejo de la República, el organismo que Puigdemont presidirá desde el "exilio", como en la Asamblea de Cargos Electos, una suerte de Parlament paralelo formado por concejales, diputados, senadores y eurodiputados separatistas que, al margen de la Cámara catalana, se proponen diseñar la implementación efectiva de la república autoproclamada el pasado 27 de octubre. Entre sus funciones podría estar la elaboración de una Constitución catalana, objetivo que Torra señaló como primordial en la primera sesión de investidura, celebrada el sábado.
La Asamblea de Cargos Electos es un instrumento ideado por la ANC para "asumir la máxima representación legítima, soberana e institucional de Cataluña para completar el proceso de independencia, la confección, aprobación y sanción de las normas jurídicas de la nueva legalidad y la convocatoria inmediata de elecciones constituyentes", en caso de que el Govern o el Parlament sean intervenidos e inhabilitados por el Estado para impedir la secesión unilateral, tal y como sostiene la organización independentista en su hoja de ruta para 2018. Este ente no llegó a ponerse en marcha tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, pero ahora Torra se propone recuperarlo para "construir la república catalana" y avanzar hacia la "nación plena".
Atenta a las promesas de Torra, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, reclamó este lunes desde los pasillos del Parlament activar de inmediato esta cámara de representantes no oficial para que "invista" a Puigdemont como presidente de su Consejo de la República, a la espera de que pueda ser "restituido" como presidente de la Generalitat en sustitución de Torra "cuando se abra una ventana de oportunidad para hacerlo".
El sucesor provisional de Puigdemont también tiene en mente otro método para seguir tensionando la relación con el Estado. En cuanto tome posesión -algo que podría ocurrir mañana-, Torra se propone formar un Govern que cuente entre sus miembros con consejeros acusados por rebelión. Concretamente, el hoy presidente electo de la Generalitat quiere que Jordi Turull, Josep Rull y Lluís Puig recuperen las carteras de las que fueron cesados en aplicación del 155, es decir las de Presidencia, Territorio y Cultura, a pesar de que los dos primeros se encuentran en prisión provisional y que el tercero está huido en Bruselas y comparece este miércoles ante el juez para que determine si lo extradita.
La "restitución del Govern legítimo" era una de las promesas electorales con las que Junts per Catalunya se presentó a las elecciones del 21-D y quiere cumplirla por lo menos parcialmente, después de no haber podido devolver al Palau de la Generalitat a Puigdemont. La lista independentista más votada es consciente de que tres de sus consejeros podrían ser suspendidos en breve por el Tribunal Supremo, lo que obligaría a sustituirlos al poco de haber sido nombrados. Ese hecho permitiría a Torra y a Puigdemont volver a denunciar la "persecución judicial" del movimiento independentista y el ataque a la "soberanía" del Govern, como ya hicieron en su día cuando la Justicia impidió la investidura del propio ex president, la de Turull o las dos de Jordi Sànchez.
A pesar de que este lunes propició la elección del más radical de los diputados de Junts per Catalunya, ERC no comulga con esta estrategia. Los republicanos ocuparán el 50% del Govern que les corresponde en virtud del acuerdo alcanzado con Puigdemont con cargos no encausados, como las hasta ahora diputadas del Congreso, Ester Capella o Teresa Jordà -que pasarán a ser las titulares de Justicia y de Agricultura- o Pere Aragonès, que ostentará la Vicepresidencia y la cartera de Economía.
Tal y como aclaró este lunes, Torra barrunta provocar la confrontación con el Gobierno central por una tercera vía, la de la revocación de las medidas tomadas durante la intervención de la Generalitat. El presidente electo cifró en 16 las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional que el Govern se propone recuperar e hizo especial énfasis en la necesidad de volver a tomar el control de los Mossos d'Esquadra "para que ejerzan como la policía integral de Cataluña en pleno ejercicio de sus competencias". El independentismo desea aumentar la tolerancia de la policía autonómica hacia los CDR, como evidenció al censurar la detención a manos de los Mossos de varios miembros de estos grupúsculos radicales afines a la CUP que se producía durante la investidura.
Con estos argumentos, el portavoz de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, solicitó al Gobierno "día y hora para levantar el 155". El Estado respondió de nuevo con la ley: la Abogacía del Estado ya estudia hipotéticas acciones ilegales que Torra pueda cometer, como el nombramiento de consejeros encausados.
El Mundo