La Fiscalía denunciará al Barça y a Bartomeu por el 'caso Negreira'

 El Barça no se librará del caso Negreira. La Fiscalía de Barcelona presentará una denuncia contra el club por un delito de corrupción en el deporte, según ha avanzado el diario El País y han confirmado a La Vanguardia fuentes judiciales. El Ministerio Público tiene acabada la investigación que inició hace un año por un presunto delito fiscal cometido por al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira y que ha destapado que cobró siete millones de euros del club durante los últimos treinta años por supuestas asesorías verbales. 

La denuncia se presentará en breve en los juzgados de Barcelona e irá dirigida contra el expresidente, Josep Maria Bartomeu, miembros de su equipo directivo, como el exdirector general Óscar Grau, y contra el club como persona jurídica. A pesar de que el vínculo con Negreira se inició con la directiva de Josep Lluís Núñez, será solo Bartomeu el que afronte unes eventuales responsabilidades penales puesto que para los anteriores directivos el delito estaría prescrito. La denuncia está en manos de la Fiscalía General del Estado que está perfilando algunos flecos, según precisan las mismas fuentes. 

La Fiscalía aprecia un presunto delito de corrupción en el deporte que sería equivalente a corrupción entre particulares y otro de administración. El primer delito castiga el pago de comisiones ilegales con penas de seis meses a cuatro años de cárcel para directivos de entidades deportivas además de sanciones económicas. En el caso de que se demostrara que los pagos sirvieron para influir en decisiones arbitrales este comportamiento encajaría en un apartado específico de este delito: corrupción entre particulares en el deporte profesional, un tipo penal ideado para acabar con el amaño de partidos. Otro de los delitos que se les imputará será el de administración desleal por el supuesto uso ilegítimo del dinero de los socios. 

La corrupción entre particulares castiga el pago de comisiones ilegales

Falta por ver si el asunto recae en el juzgado de instrucción 1 de Barcelona, que dirige el magistrado Joaquín Aguirre, que fue quien recibió la denuncia del árbitro del VAR, Xavier Estrada Fernández. La denuncia presentada en solitario por este árbitro aún en activo, y que le valió unas duras reprimendas del resto del colectivo arbitral, todavía no ha sido admitida a trámite pero obligó a paralizar la investigación de Fiscalía puesto que el caso pasaba a estar judicializado.

Vídeo relacionado: Bartomeu declaró ante la Policía que conocía el "servicio" de Enríquez Negreira para el Barça (Dailymotion)

La investigación de Fiscalía arrancó en mayo de 2022 por unas presuntas irregularidades de la empresa de Negreira pero se cerró de forma precipitada hace unas semanas después de que el árbitro en activo, Xavier Estrada Fernández presentase una denuncia en el juzgado, maniobra que paraliza las pesquisas de Fiscalía. La investigación se inició después de que la Agencia Tributaria pusiera en conocimiento que había detectado irregularidades en la tributación de la empresa DASNIL 95, propiedad del exárbitro. La empresa se dedicaba a analizar el comportamiento de los árbitros en el terreno de juego y entregaba un informe al área deportiva del FC Barcelona.

Entre 2016 y 2018 los pagos ascendieron a 1,4 millones de euros pero los vínculos con esta empresa se iniciaron como mínimo desde 2001, aunque también se han revelado pagos anteriores, durante la presidencia de Josep Lluís Núñez. Hacienda pidió más concreción sobre el trabajo prestado y citó a declarar a Negreira como responsable de la empresa, . Este aseguró que no había “documentación de apoyo” de las facturas puesto que el asesoramiento era verbal. Ante esa extraña respuesta el fisco derivó la causa a la Fiscalía de Barcelona.

José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, en una imagen de archivo© MD

A raíz del 'caso Negreira', la Liga pidió al juez de la Audiencia Nacional que instruye el 'caso Soule', sobre las presuntas irregularidades en la gestión de Ángel María Villar como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que investigara una serie de pagos por unos 4.400 euros que hizo la RFEF entre 2011 y 2016 al hijo del exvicepresidente del CTA José María Enríquez Negreira durante la etapa de Villar.

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Piqué, españolísimo si es para hacer caja.

 

El marido de Shakira cultiva un filo nacionalismo catalán siempre displicente con España, pero si se trata de llenar el bolsillo lo aparca rápidamente.

21FacebookTwitterWhatsappEnviar por EmailGerard, el del «derecho a decidir», en el día a día. Don Gerardo, el de los negocietes, cuando se trata de ganar una pasta gansa en el mercado español. Gerard Piqué, el espigado central del Barcelona, de 35 años, hombre de negocios y marido de Shakira, ejemplifica un tic bastante molesto que caracteriza a muchos prohombres catalanes. Su tono ante España y todo lo que le suene a español es siempre perdonavidas, displicente, en ocasiones incluso faltón («españolitos, ya os hemos ganado vuestra Liga, que os den», soltó en su día en el Bernabéu). Piqué cultiva una cuidada equidistancia política, aunque se le ve el plumero a leguas: no le escucharán jamás una palabra clara de afecto a España, o en defensa de su país.

Pero todos esos melindres filonacionalistas se desvanecen por ensalmo en cuando aparece la palabra pela de por medio. Piqué, el partidario del «derecho a decidir», no tiene ningún problema para trincar una comisión de 24 millones de euros trabajando para la Real Federación Española de Fútbol ante los árabes. En las grabaciones que se van destapando de sus charletas a lo choni de barra de bar con Rubiales, el futbolista del Barcelona incluso llega a proponer al presidente de la Federación tocar al Rey Juan Carlos a ver si les ayuda en su opíparo negocio con los saudíes.

Piqué, que en su día calificó de «inolvidable» su participación en una Diada separatista, se olvida rápidamente de sus pasiones sectarias si toca hacer dinero vendiéndole la Copa Davis a sus denostados madrileños. Piqué, que se niega a aclarar si es independentista o no, sí tiene muy claro que le encanta España cuando le surge la oportunidad de levantar un hotelazo en Málaga. Piqué, que disputó 102 partidos con la selección española, considera que «es compatible ser independentista y jugar con España».

En resumen, nuestro amigo Gerard resulta un ejemplo del perfecto «aprovechategui», neologismo que se inventó en su día para definir las proezas chupópteras del PNV (epítome sumo del arte de renegar de España al tiempo que la exprimen con su bicoca fiscal).

Las personas que tienen cabeza e iniciativa para abrirse paso en el mundo de los negocios resultan admirables. Me parece muy bien que Piqué intente hacer en esta vida algo más que pegarle coces al balón, porque ese oficio al final se acaba antes de cumplir los cuarenta. Pero se agradecería que deje de mirar a sus compatriotas españoles con el cansino rictus despectivo que lo distingue, indicio de una soberbia identitaria que al final es profundamente provinciana (e iba a decir paleta y un pelín xenófoba, pero se lo ahorro).

LUIS VENTOSO

eldebate.com