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miércoles, 1 de enero de 2020

LA MAFIA SOCIALISTA QUE TODO LO PUEDE: JUNQUERAS APOSENTARÁ SU ORONDO CULO EN BRUSELAS


El Profanador  Pedro Sánchez prosigue a lomos del golpismo terrorista vasco y catalán la ruta iniciada por Zapatero en 2004: la liquidación del Estado de derecho, la prostitución de los poderes públicos al servicio de la gradualidad en el avance hacia la balcanización de España y el engolfamiento mafioso de la élite política catalanista y vasca.
El condenado golpista Junqueras podría ser eurodiputado. La Abogacía del Estado ha sido absorbida por Pedro Sánchez, ha informado a favor de la inmunidad de Junqueras  y ha sido puesta, por tanto,  al servicio del golpismo catalán.
A falta de conocer el pronunciamiento del Tribunal Supremo, ya sabemos que el  criminal separatista Oriol Junqueras, condenado a prisión por nuestra Justicia, podría salir de la cárcel, podría ir a Bruselas y podría hacerlo para cobrar 8000-10.000 euros mensuales como «europarlamentario» electo, pernoctando en hoteles de lujo y viajando en primera.
También podrá hacerlo Puigdemont. Ambos criminales están blindados y pertrechados por quienes se chotean de esta España de socialistas ladrones, separatistas impunes y comunismos bolivarianos: los tribunales europeos que cercenan nuestra soberanía ante un Presidente hediondo en su encanallamiento.
Pedro Sánchez no quiere ganar SÓLO una investidura; quiere proseguir con el recorrido histórico del PSOE desde que nació en 1879, y que no es otro que la alianza con los golpistas antisistema catalanes para destruir a España (insurrección de 1934), para robar (expolio del Banco de España en 1936) y para empoderar al comunismo hoy Podemitismo ( en 1936 le regalaban las Chekas y las «sacas» de las cárceles madrileñas, Paracuellos mediante; hoy Pedro Sanchez los mete en el gobierno y les regala inmunidad mandando Policías a Bolivia para eliminar las pruebas sobre las conexiones de Podemos con narcoterroristas y tiranos comunistas asesinos).
 El PSOE y sus 140 años de mentiras y crimen son una misma historia repetida a través de las décadas, salvo los 40 años que estuvieron de vacaciones…


José Miguel Pérez ( El Correo de Madrid )

domingo, 23 de junio de 2019

La dictadura ha llegado a Cataluña

Escrache organizado por Arran ante la sede de Societat Civil Catalana. 


La novela 'Patria', de Fernando Aramburu, cuya lectura sigo recomendando a quienes aún no lo hayan hecho, refleja la vida diaria en los pueblos del País Vasco durante la larga y ominosa etapa del terrorismo, cuando ETA cubría de sangre las calles de esa tierra, pero también de Navarra, Aragón, Madrid, Andalucía, Cataluña...
Durante varias décadas, se vivió allí una auténtica dictadura del terror, ejercida por quienes manejaban las pistolas, por supuesto, pero también por amplios sectores sociales, altos y bajos, que secundaban las estrategias de los terroristas, oprimiendo, silenciando, aislando, y expulsando en muchos casos, a los que no compartían sus objetivos.
A lo que se debe añadir la cobarde colaboración de los que callaron durante tantos años, haciendo así verdad el principio de "quien calla, otorga".
Una dictadura semejante se viene implantando desde hace unos años en Cataluña. Allí no hay pistolas (aunque las hubo en el pasado), pero si todo lo demás: manifestaciones, escraches, pintadas, acosos, insultos... protagonizados por los independistas.
Eso que ha hecho llorar a la inconsecuente Ada Colau, que en el pasado estuvo en primera fila, como activa participante, en algunos de esos episodios que hoy le causan a ella lágrimas.
En tal opresión violenta hay que situar lo que acaba de publicar Confidencial Digital. Los CDR, las brigadas operativas del independentismo violento, han empezado a amenazar a empresarios catalanes que contribuyeron a financiar la campaña de Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona.
Mediante el envió masivo de correos electrónicos, han situado en el centro de la diana a medio centenar de dueños y directivos de empresas como Mango, Grupo Godó, Perfumes Puig, Hotusa Hoteles, Naturhouse, Renta Corporación... Los han colocado en el centro de la diana porque han divulgado sus datos personales de localización.
Además, algunas de esas personas están recibiendo cartas en las que se les califica de "traidores anticatalanes", "escoria progre unionista", etc. En sus foros internos, los independentistas les llaman "enemigos del pueblo catalán" y "oligarquía traidora".
Me atrevería a avisar a la mayoría de los catalanes: este es el momento de reaccionar para que no se repita lo que ocurrió en el País Vasco.
Es el momento de resistir a los opresores, de decir no a la violencia y a la imposición. Ha llegado la hora de aislar a los facinerosos.
Si no lo hacen, la historia los señalará como cómplices de los atropellos que han acaecido y que, si Dios no lo remedia, seguirán, en una espiral creciente cuyo final acaba en la catástrofe.
Igual que fueron cómplices de la sangre derramada quienes en el País Vasco miraron hacia otro lado, en tantos casos acogiéndose al terrible "algo habrá hecho".
Digan no a la dictadura.

editor@elconfidencialdigital.com
En Twitter @JoseApezarena

viernes, 3 de mayo de 2019

EL POSTERRORISMO

EL POSTERRORISMO
En torno al terrorismo vasco hay una noticia buena y otra mala. La buena es que la disolución de ETA significa el reconocimiento de que ha sido derrotada, aunque lo admita a su modo torcido, deshonesto, innoble y lleno de falsa arrogancia.
La mala consiste en el riesgo cierto de que su derrota no quede clara; en la posibilidad de que el relato de esta siniestra etapa se vuelva confuso o ambiguo para una sociedad ansiosa de pasar página. Y en que la desaparición de la banda, sin pedir perdón a todas sus víctimas, sin colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los trescientos crímenes pendientes de autoría y sin una entrega real y efectiva de las armas, dé lugar a la continuidad de su proyecto a través de uno o varios partidos dispuestos a asumir su herencia impartiendo encima lecciones de democracia.
La paz es algo distinto de la ausencia de violencia armada. La paz significa memoria, dignidad, justicia y verdad, como las víctimas reclaman, pero también un escenario político y social en el que los autores y cómplices del sufrimiento no puedan aspirar a ninguna clase de relevancia.
No ya a la que esperan con el burdo montaje de esta semana, con esa mostrenca escenificación destinada a tratar de obtener ilusoria alguna contrapartida penitenciaria, sino a la que les pueda conceder una parte de la población vasca con el entendimiento reblandecido por cierta especie de amnesia espontánea. La paz es lo contrario del silencio encubridor y de la indiferencia voluntaria.
La paz después de tanto dolor no puede brotar de un empate autoconcedido, ni de un ignorancia forzosa o inducida, ni de una reconciliación simulada. La paz no puede incluir la prolongación política -el partido ETA- de los postulados que sustentaron la agresión armada, ni aceptar la fraudulenta teoría del conflicto, ni contemplar que la estructura civil de los asesinos quede intacta.
El propósito de convivencia es engañoso porque el designio totalitario del independentismo radical no ha desaparecido. La cohesión democrática de España, bajo zozobra tras la revuelta catalana, estará en peligro si el Estado y sus agentes públicos ceden a la tentación del olvido y se conforman con el mero cumplimiento formal -y aun así incompleto- de unos exiguos requisitos.
La banda está vencida pero su proyecto de ruptura excluyente no ha prescrito, y lo que pretende es continuarlo bajo un disfraz representativo. Y aunque las leyes actuales no lo pueden impedir, las autoridades y las instituciones están ante el imperativo de continuar exigiendo responsabilidades en sus términos más estrictos.
No sólo con penas de cumplimiento íntegro, sin componendas ni beneficios, sino con una pedagogía política que transmita tal como fue la experiencia del sufrimiento de un pueblo digno acosado por una manada de asesinos.
Ignacio Camacho ( ABC )