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jueves, 11 de marzo de 2021

La carta de disculpa y agradecimiento de un médico de la UCI de Córdoba a los familiares de sus pacientes Covid

 

«Quiero que sepan que no les hemos dejado solos, que hemos luchado a su lado hasta el último momento», afirma el doctor Rafael León

«Con la pandemia, los sanitarios de Córdoba hemos hecho un viaje a través de las sensaciones»


El doctor León, fotografiado en la UCI del Hospital Reina Sofía en 2018

Carta de disculpa y agradecimiento

 Queridos 68 familiares:

A muchos de vosotros no he podido mirarles a los ojos, ver sus expresiones, sus emociones, sentir su cercanía e incluso oír su voz de forma directa. La incertidumbre, el desconocimiento y el miedo a un propagación del virus nos hizo modificar nuestra forma de relacionarnos con ustedes. El carácter mediterráneo de la ciudad en la que he nacido y ejercido mi profesión, ha impregnado mi forma de ser y de relacionarme, siempre teniendo como pilar básico el trato cercano y como no, mirar a los ojos.

El mirar a los ojos, siempre me ha permitido establecer un vínculo con los pacientes y sus familiares, mostrando mi más profunda sinceridad y tal vez desarrollando lo que conocemos como empatía. Previo a esta pandemia, la mirada y el lenguaje no verbal ha sido mi forma de comunicarme con ustedes, sin embargo, todo esto cambió hace un año. Tuve que adaptarme rápidamente al teléfono como medio de comunicación con ustedes y créanme no fue nada fácil. Esa capacidad de empatizar con ustedes desapareció de la noche a la mañana, sin previo aviso, y quedé sumido en una oscuridad, traducida en sensación de pérdida de humanidad.

Dr. León, a finales de 2020 con un traje de protección 

Una parte de aquello por lo que me dedico al ejercicio de la medicina se esfumó. No podía comunicarme con la familia de los pacientes, no podía expresarles mis incertidumbres, mis miedos, mi alegría o mi tristeza al igual que no era capaz de percibir las inquietudes de aquella voz que tenía al otro lado del teléfono. Sin embargo, ustedes me enseñaron algo. Algo que aprendí rápidamente y que me hizo ser fuerte, se llama confianza. Llamada tras llamada, conversación tras conversación comencé a percibir algo que para mí era increíble, depositaban la vida de un familiar en nuestras manos, un ser querido y lo entregaban con fe ciega a nosotros.

«Una parte de aquello por lo que me dedico a la medicina se esfumó: no podía comunicarme con las familias de los pacientes»

Cuando hablaba con ustedes, siempre he percibido esa confianza, porque muchos de ustedes me decían: «En sus manos está, lo que usted haga será lo mejor, dígale que lo queremos mucho...». Con estas frases he percibido amor. Amor que día tras día he intentado transmitir a sus familiares, siempre enfundado en un equipo de protección individual que puede parecer que transmite frialdad y lejanía. Pero detrás de las gafas de protección ocular, siempre ha estado mi mirada observándolos en silencio día y noche; hablándoles en mi mente como si fueran capaces de escucharme.

He tenido que tocarlos muchas veces, a través de la frialdad de unos guantes: para explorarlos, intubarlos, pronarlos,… pero creánme que en mi interior y a través de esos guantes les he transmitido vuestro amor, no sé si lo han percibido, pero mi intención ha sido siempre comunicarme con ellos pese a que estaban dormidos e inmersos en un profundo sueño, donde sin saberlo estaban librando una gran batalla.

«Gracias por entregarme a su ser querido, su confianza y amor que he dado a su familiar»

Pero en esa batalla, les quiero transmitir que no les hemos dejado solos, que hemos luchado a su lado hasta el último momento. Por no haber podido ganar la batalla junto a su familiar, por no haber podido mirárles a los ojos, por hablar con teléfono con ustedes y por las equivocaciones que puedo haber cometido les pido disculpas. Pero también les doy las gracias por entregarme a su ser querido, su confianza y amor que he dado a su familiar.

RAFAEL LEÓN,MÉDICO DE LA U.C.I. DEL HOSPITAL U.REINA SOFÍA DE CÓRDOBA


ABC de Córdoba


miércoles, 24 de febrero de 2021

Calcifediol | Una revista científica certifica que reduce la mortalidad un 60% y el ingreso en UCI un 80%

The Lancet' publica resultados del estudio del Hospital del Mar de Barcelona que amplía el del Reina Sofía en Córdoba


El doctor Quesada Valerio Merino

El doctor López Miranda, uno de los investigadores del estudio sobre Calcifediol

 De Córdoba al mundo. De la investigación local a descubrimiento sanitario universal en plena pandemia del coronavirus. El estudio sobre los efectos del tratamiento con calcifediol (vitamina D) a pacientes con Covid-19 del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic) empieza a tener el reconocimiento, certificación y validación de prestigiosas revistas científicas.

El último éxito del estudio que iniciaron los doctores Manuel Quesada y José López Miranda en el Hospital Reina Sofía de Córdoba ha sido la publicación en la prestigiosa revista científica 'The Lancet' de los resultados tremendamente alentadores sobre la reducción de la mortalidad y también de la necesidad de ingresos en la UCI de los pacientes que toman calcifediol, un fármaco barato que contiene vitamina D, tras un estudio ampliado que ha realizado el Hospital del Mar de Barcelona sobre una base de 930 enfermos con coronavirus que se cimentó la investigación del Reina Sofía de Córdoba.

La conclusión de la publicación de 'The Lancet', de la que se ha hecho eco 'Redacción Médica', es que los enfermos con Covid-19 que tomaron calcifediol en los momentos iniciales del ingreso en el hospital barcelonés, como ya sucedió en el centro sanitario cordobés, han reducido la mortalidad en un 60 por ciento. Fue sobre un 50 por ciento en el centro sanitario de referencia de la provincia de Córdoba.

Los beneficios sanitarios del calcifediol para tratar el Covid-19 parece que no se detienen ahí. Según la publicación de la revista científica, pendiente de verificación pero con notables y esperanzadoras conclusiones iniciales, es que también se han reducido hasta un 80 por ciento la necesidad de ingresar en una UCI a los pacientes tratados con este fármaco barato con vitamina D.

La muestra sobre la que se ha realizado este estudio en el Hospital del Mar de Barcelona y del que se ha hecho eco 'The Lancet' es de 930 personas. De ellas, 551 tomaron calcifediol desde la hospitalización en los días pautados por los doctores, mientras que otros 379 no lo hicieron.

El seguimiento de unos y otros evidenció que sólo 30 pacientes de los 551 que tomaron la vitamina D en Barcelona, como recomendó el estudio que se inició en el Imibic y el Reina Sofía de Córdoba, tuvieron que pasar por la UCI. Es decir, sólo estuvieron en críticos un 5,4 por ciento de estos enfermos. Sin embargo, estuvieron en la UCI un total de 80 pacientes de Covid-19 de los 379 que no tomaron la vitamina D. Por tanto, la posibilidad de ingresar en la UCI, según los datos del estadio de Barcelona y que concuerdan con los de Córdoba, se reduce en un 80 por ciento si se toma calcifediol.

La proporción también es muy alta en la reducción de la mortalidad. Hasta el 60 por ciento, según publica 'The Lancet' sobre el estudio de Barcelona. En este caso, fallecieron 36 personas de los 551 que tomaron calcifediol (sólo un 6,5 por ciento), pero esa cifra creció hasta 57 muertos (un 15 por ciento) entre los 379 que no lo hicieron.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ya alabó el trabajo y los resultados obtenido por el estudio realizado en Córdoba sobre el tratamiento con calcifediol en pacientes con Covid-19.

Eso sí, el estudio también revela que debe suministrarse en momentos iniciales de la enfermedad y justo al ingreso hospitalario, ya que reduce el riesgo de aparición del Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) en pacientes afectados por Covid-19. De hecho, el estudio también avala que el tratamiento con calcifediol cuando ya se ha desarrollado el SDRA no tiene ningún efecto en la reducción de la mortalidad o de la posibilidad de pasar por la UCI.

ABC DE CÓRDOBA

viernes, 5 de febrero de 2021

Calcifediol contra la Covid | El ensayo pionero de Córdoba avanza a buen ritmo y cuenta ya con 300 pacientes

 

Una docena de hospitales participan en el gran estudio que pretende probar la eficacia de este fármaco contra los efectos del coronavirus

Calcifediol | Reino Unido se interesa por el tratamiento «antiCovid» que se investiga en Córdoba

¿Qué ha pasado en Reino Unido para que su Gobierno se fije en la investigación cordobesa del calcifediol?


Un trabajador del Imibic
Un trabajador del Imibic - IMIBIC

El gran ensayo clínico que pretende demostrar la eficacia del Calcifediol, un fármaco a base de vitamina D, contra los efectos del coronavirus avanza «a buen ritmo», según ha explicado uno de los investigadores que trabajan en el mismo, el doctor José López Miranda, director de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía. Y, pese a que aún es demasiado pronto para avanzar los resultados con que se cuentan hasta la fecha, el especialista ha señalado que «tenemos evidencias que nos sugieren su eficacia, pero hay que esperar a que concluya el estudio para tener el máximo nivel de convicción».

Hasta la fecha, un total de 300 pacientes de una docena de hospitales de toda España (la mayoría, de Andalucía) forman parte ya en el ensayo, desarrollado por profesionales del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba y del Hospital Universitario Reina Sofía. El objetivo es llegar a 1.000, así como que se sumen más complejos sanitarios: «En breve contaremos con uno más y estamos pendientes de la participación de otro más», ha señalado el sanitario.

López Miranda ha informado del interés que el Gobierno británico ha mostrado en este estudio clínico, así como en la implementación del suministro de Calcifediol a ancianos residentes en centros sociosanitarios para minimizar la incidencia de la infección de Covid y atenuar su gravedad en caso de que se produzca. «Recibí una llamada del gabinete técnico del diputado David Davis, miembro del Partido Conservador primer ministro, Boris Johnson y muy próximo a él, y le estuve contando lo que hemos hecho hasta el momento», como el estudio piloto desarrollado con Calcifediol que ha dado pie a la gran prueba médica en marcha.

López Miranda ha recordado los resultados esperanzadores del citado programa piloto, pionero en el mundo, que, en el caso de obtener los mismos con una muestra más amplia, podría suponer un vuelco en el tratamiento del coronavirus. Y no es para menos: de los 50 pacientes tratados con Calcifediol oral, solo uno requirió ingreso en UCI (2%), frente a los 13 del grupo que no fue suplementado (50%). Estos datos parecen avalar la hipótesis de que la activación del sistema hormonal D podría reducir el riesgo de aparición del Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) en pacientes afectados por la Covid-19.

El doctor López Miranda, uno de los investigadores del estudio sobre Calcifediol
El doctor López Miranda, uno de los investigadores del estudio sobre Calcifediol - V.M.

Por el momento, no se sabe cuándo concluirá el ensayo, que ha sido sometido a un análisis intermedio externo (están previstos otros dos más: cuando se llegue a 600 pacientes y en la recta final). «Una vez concluya tendremos la evidencia con el mayor nivel de rigurosidad científica para saber con exactitud si realmente administrando Calcifediol a estos pacientes somos capaces de reducir el SDRA del adulto, esto es, de insuficiencia respiratoria severa que determina que vayan a la UCI e incluso de que se mueran; ahora, hay evidencias de que el estudio no va en mal sentido, pero, insisto, no tienen la suficiente rigurosidad. La evidencia al 100% no la tenemos, por eso hay que acabar el ensayo».

López Miranda ha informado de que el estudio del Calcifediol no es el único que se está desarrollando en el mundo con preparados de vitamina D. «Pero no todos son iguales. Nosotro usamos este fármaco porque creemos que es el más adecuado, ya que al administrarlo se alcanzan buenas concentraciones de la citada vitamina en muy corto espacio de tiempo; y aquí es esencial no perder ni un minuto».

¿Cómo funciona el fármaco?

En concreto, el Calcifediol permite una muy buena absorción (cercana al 100%) y puede subir rápidamente las concentraciones séricas de 25 (OH) D al no necesitar la metabolización hepática. De esta manera, los pacientes llegan a niveles séricos de entre 40-60 ng/mL necesarios para combatir la hiperinflamación producida por la tormenta de citoquinas/chemoquinas».

Esta tormenta inflamatoria genera uno de los procesos más graves y determinantes del pronóstico de la Covid-19: el Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA). Más del 40% de los pacientes hospitalizados por neumonía por coronavirus desarrollan SDRA, de los cuales hasta el 50% fallecen finalmente.

La activación del receptor de la vitamina D produce una activación del sistema de inmunidad innata, el cual puede resultar beneficioso en el tratamiento del SDRA, reduciendo la hiperactivación del sistema renina-angiotensina-bradiquinina, modulando la actividad de los neutrófilos, así como estimulando el mantenimiento de la integridad del epitelio pulmonar y su reparación en caso de daño.

Por otro lado, el doctor López Miranda ha informado de que el comité técnico de expertos para estudios de suplemento e intervención nutricional frente al Covid-19, que coordina, está evaluando los resultados de la administración de Calcifediol en los ancianos residentes en centros sociosanitarios. «Esta recomendación la hicimos en noviembre y todavía es demasiado pronto para hablar de resultados, pero nuestra intención es conocer el nivel de implementación y qué repercusiones ha tenido el suministro del fármaco».

La Dirección General de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud dictó una instrucción para dicha recomendación, con fecha 6 de noviembre de 2020, donde establecía «el traslado de la información del informe del comité técnico a los facultativos del SAS que tengan asignados pacientes usuarios de centros sociosanitarios, a fin, de que si lo consideran conveniente y dado el déficit de vitamina D3 en esta población, les prescriban el tratamiento recomendado por el citado comité», según indica el comunicado oficial de la Junta.

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lunes, 7 de diciembre de 2020

El AOVE reduce el riesgo de volver a sufrir un infarto

Según una investigación de la Universidad de Córdoba, el Hospital Universitario Reina Sofía y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC)


 Un total de 1.002 pacientes que habían sufrido previamente un infarto agudo de miocardio han participado, durante un año, en un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Córdoba, el Hospital Universitario Reina Sofía y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), en el que se ha comparado el efecto en el endotelio -las paredes que cubren las arterias- de dos modelos de dieta saludables distintos.

"El nivel de daño endotelial predice la aparición de futuros eventos cardiovasculares, es decir, de infartos agudos de miocardio. Si podemos actuar en las fases iniciales impulsando la regeneración del endotelio y una mejor función endotelial, estaremos ayudando a prevenir la reaparición de infartos y enfermedades coronarias", explica José López Miranda, investigador del estudio y coordinador del grupo de investigación "Nutrigenómica y Síndrome Metabólico" del IMIBIC y formado por investigadores pertenecientes a la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía, a la Universidad de Córdoba (UCO) y al Ciber de Obesidad y Nutrición (CIBERobn).

Uso abundante de AOV
Durante el estudio, a la mitad de los pacientes se les recomendó seguir una dieta mediterránea, basada en el uso abundante de aceite de oliva virgen, el consumo diario de fruta y verdura, un consumo semanal de tres raciones de legumbres, tres de pescado y tres puñados de frutos secos a la semana. Además, se le recomendó que redujeran el consumo de carne, especialmente la carne roja, y que evitaran las grasas adicionales como la margarina y la mantequilla y los alimentos ricos en azúcar.

Por el contrario, otro grupo recibió recomendaciones acerca de una dieta baja en grasas, basada en la limitación de todos los tipos de grasa, tanto animal como vegetal, y un aumento de la ingesta de carbohidratos complejos. Debían limitar el consumo de carne roja, elegir productos lácticos bajo en grasa, evitar los frutos secos y limitar el consumo dulces y pasteles.

Análisis
En primer lugar, se analizó la capacidad de vasodilatación que tenían las arterias de los pacientes, muy importante para la adaptación a distintas circunstancias, como el ejercicio o en situaciones de estrés. En segundo lugar, se evaluó el nivel de daño permanente que se producía en el endotelio. Por último, se midió la capacidad de reparación de las arterias mediante los progenitores de células endoteliales, es decir, las células madre.

"Observamos que el modelo de alimentación mediterránea induce una función endotelial mejor, es decir, las arterias son más flexibles para adaptarse a distintas situaciones en las que se requiere un torrente sanguíneo mayor. Además, la capacidad regenerativa del endotelio era mejor y detectamos que se reducía drásticamente el daño en el endotelio, incluso en pacientes con riesgo severo", explica José López Miranda.

Aunque la dieta mediterránea, rica en ácidos grasos monoinsaturados, ya había sido probada como una buena estrategia para mejorar la función endotelial, así como para pacientes con sobrepeso y niveles altos de colesterol, esta es la primera vez que se demuestran los beneficios de seguir la dieta mediterránea en pacientes con enfermedades coronarias, ayudándoles a reducir la probabilidad de sufrir de nuevo otro infarto de miocardio.

El estudio se ha realizado en el marco del proyecto CVI-7450 "Análisis Nutrigenómico del efecto de una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen sobre el daño y capacidad regenerativa del endotelio y su valor predictivo del riesgo", financiado por la Conserjería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía.
olimerca.com

 
El grupo de investigación ya había trabajado previamente en un estudio similar con pacientes sanos, sin embargo, esta es la primera vez que se hace con pacientes enfermos, con más probabilidad de sufrir nuevos infartos.


 

martes, 4 de septiembre de 2018

El hospital Reina Sofía realiza con éxito cuatro trasplantes de hígado en 72 horas

Parte del equipo de trasplantes del hospital Reina Sofía con Javier Briceño, responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía y el coordinador de trasplantes del hospital Juan Carlos Robles 

En 2018 se han realizado un total de 194 trasplantes
El hospital Reina Sofía realiza con éxito cuatro trasplantes de hígado en 72 horas
Una veintena de profesionales han participado en estas intervenciones y los pacientes, que continúan ingresados en el centro, presentan un pronóstico favorable.

El Hospital Universitario Reina Sofía ha realizado con éxito cuatro trasplantes de hígado en 72 horas (dos de ellos se llevaron a cabo el mismo día). Durante la semana pasada, una veintena de profesionales de diferentes especialidades y categorías participaron en las extracciones y los implantes hepáticos de los que los pacientes se recuperan favorablemente. Este tipo de situaciones pone de manifiesto las posibilidades del hospital –con los profesionales cualificados y la infraestructura necesaria- para coordinar estas intervenciones en un breve periodo de tiempo.
El responsable del programa de trasplante hepático del hospital, Javier Briceño, señala, en una nota, que “la generosidad de los donantes junto a la pericia y dedicación de los profesionales sanitarios permiten el desarrollo normal de la actividad trasplantadora de nuestro centro en los meses de verano”. Asimismo, el también responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía valora que “aunque no es la primera vez que el hospital realiza cuatro trasplantes en 72 horas, este logro muestra que nuestros equipos garantizan una respuestas asistencial sin fisuras, cuando el paciente lo necesita”.


Por su parte, el coordinador de trasplantes del hospital Juan Carlos Robles resalta la “perfecta coordinación de los equipos implicados en la realización de las extracciones y los implantes para dar respuesta a situaciones especiales en las que la sincronización de muchas personas es fundamental. A esto hay que sumar el trabajo de la Coordinación Autonómica de Trasplantes y de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), imprescindible en el proceso de donación y trasplante”. 
Vídeo: Testimonio Javier Ortiz, 31 años, trasplantado de hígado.
El director de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo, Manuel de la Mata, explica que los hepatólogos y el personal de enfermería –así como otros profesionales sanitarios- hacen el seguimiento del paciente antes y después del trasplante de hígado. Estos profesionales, en coordinación con el equipo quirúrgico y los radiólogos intervencionistas, “llevan a cabo una labor muy minuciosa en la selección del paciente candidato a trasplante, que es de gran relevancia para que el resultado sea el esperado”, concluye el especialista.
La mayoría de las extracciones que han permitido realizar los trasplantes procedían de fuera de Córdoba. Desde la dirección del hospital se agrade a los profesionales implicados de diferentes unidades y a la Coordinación de Trasplantes su esfuerzo y compromiso, cualidades que hacen posible que intervenciones tan complejas se puedan realizar en un tiempo récord. Han participado personal de enfermería, cirujanos, anestesistas, intensivistas y hepatólogos, entre otros muchos profesionales. La labor del personal de Anatomía Patológica, Análisis Clínicos, Inmunología y otras unidades de apoyo también es fundamental para llevar a cabo la actividad trasplantadora.
Tasa de donación
Este logro ha sido posible gracias a la generosidad de los donantes y de sus familiares que regalan vida a través de este gesto de solidaridad. Precisamente, el Hospital Reina Sofía lidera la tasa interanual de donación en Andalucía con 67,9 donantes por millón de población.
La comunidad autónoma andaluza registra una tasa de 53,9 de donantes por millón de población (del 30 de junio de 2017 al 30 de junio de 2018). Esta tasa supera ya el objetivo que se ha planteado la Organización Nacional de Trasplantes para 2022, que es de 50 millones de donantes por millón de población.
El balance de los seis primeros meses del año arroja que el Hospital Universitario Reina Sofía ha mantenido las cifras de trasplantes realizados durante esta misma etapa del año anterior. Concretamente, en 2018 se han realizado un total de 194 trasplantes (118 de órganos y  76 de tejidos), de los cuales 11 han sido infantiles. La Coordinación de Trasplantes agradece la generosidad de los 23 donantes que durante este periodo han contribuido con su generosidad a salvar vidas.
Concretamente, se han practicado 46 trasplantes renales (3 de donante vivo), 29 hepáticos (1 de ellos de donante vivo y 7 infantiles), 14 cardíacos (4 infantiles), 24 pulmonares y 6 trasplantes combinados (1 de hígado-riñón y 5 de páncreas-riñón). Además, se han registrado 76 trasplantes de tejidos: 44 de médula ósea y otros 32 de córnea. A estos datos se suma, como cada año, la actividad desarrollada por la Clínica Oftalmológica La Arruzafa, con 68 trasplantes de córnea realizados.

jueves, 2 de agosto de 2018

Oxígeno cordobés para Ecuador

Foto:Darío Guamán, a la izquierda, junto a un colaborador de su equipo

El médico Darío Guamán, que realizó su MIR en el hospital Reina Sofía de Córdoba, ha realizado por primera vez en Ecuador un trasplante bipulmonar. Ahora es un héroe en Quito y no deja de agradecer todo lo que aprendió en España.

Que Córdoba y el hospital Reina Sofía son referentes nacionales en trasplantes ya es más que conocido. Ahora, de una manera u otra, han vuelto a participar en un hito histórico para un país que está a más de 8.000 kilómetros de distancia. El médico Darío Guamán realizó hace tres semanas el primer trasplante bipulmonar en Ecuador a Ana, una paciente de 30 años, en una operación que duró 12 horas en el hospital Carlos Andrade Marín de Quito. La satisfacción no es baladí, puesto que el doctor ecuatoriano hizo el MIR en el Reina Sofía del 2012 al 2015, lugar en el que permaneció su residencia hasta el pasado año. En concreto, estuvo en la unidad de gestión clínica de cirugía torácica y trasplante pulmonar, dirigida por el doctor Ángel Salvatierra.
Héroe nacional actualmente, decidió derrocar ese dicho de que uno no es profeta en su tierra. «Decidí regresar para intentar implementar un programa de trasplante pulmonar, allí nunca se había realizado antes esta cirugía», dice a la vez que agradece al hospital universitario la experiencia y conocimientos adquiridos. Ana y Pablo llevaban dos años en lista de espera hasta que llegaron a las manos del doctor Guamán. Su patología pulmonar tenía a la paciente en casa, con necesidad de oxígeno las 24 horas del día. «Tenía como última alternativa un trasplante bipulmonar que se logró realizar sin inconvenientes», reconoce Guamán, quien no parece consciente un mes después de la proeza realizada en su país. Junto a él, un total de 50 profesionales entre cirujanos, neumólogos, cuidados intensivos y enfermeras participaron en una intervención, en la que su duración delimita la memorable labor.


lunes, 23 de abril de 2018

«El Reina Sofía está pendiente de un trasplante renal en cadena»

Juan Carlos Robles Arista, coordinador de trasplantes del hospital Reina Sofía.

Juan Carlos Robles, junto a una obra sobre la donación. - A.J. GONZÁLEZ

El día de la realización de esta entrevista con el doctor Juan Carlos Robles Arista, coordinador de trasplantes del hospital Reina Sofía, es oscuro, tormentoso, pero durante la conversación el cielo se despeja y el sol sale durante más de una hora. Es como el símbolo de lo que representa el trabajo de este médico intensivista en materia de donación y trasplante. Una luz (la donación) que llega cuando más se necesita, y que después de una larga espera, se transforma en trasplante, despejando y llenando de esperanza el horizonte del enfermo que necesitaba ese gesto solidario. El doctor Robles nació en Linares en 1959 y lleva más de 20 años como coordinador de trasplantes del hospital cordobés. Este médico, que también es jefe de sección de medicina intensiva del Reina Sofía, estudió medicina en la universidad de Granada y se formó en la universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), en trasplante pulmonar, y en el King College de Londres, en trasplante hepático. A lo largo de su etapa como responsable de trasplantes, este especialista ha contribuido a que la aceptación familiar a la donación de órganos ronde el 90% y que en algunos meses haya un 100% de aceptación a este gesto con el que se salvan vidas. Juan Carlos Robles ha sido distinguido recientemente como uno de los 25 embajadores de la sanidad española, que concede la publicación Diario Médico, y la semana pasada el equipo de trasplantes del Reina Sofía recibió uno de los galardones de la cuarta edición de los premios Corazón de Olavidia, que concede el Ayuntamiento de Carboneros (Jaén), por la destacada labor de este equipo de profesionales sanitarios. Desde 1979 hasta hoy se han llevado a cabo en el hospital cordobés más de 7.000 trasplantes.
-¿Cómo valora haber sido premiado como uno de los 25 embajadores de la sanidad española?
No me lo esperaba. La verdad es que ha sido una gran satisfacción todo lo que esto lleva consigo. Estoy muy agradecido a quienes me propusieron para este premio (el Colegio de Médicos de Córdoba), ya que en Córdoba hay personas de grandes valores que podían haber sido designadas. Este reconocimiento entiendo que es por mi condición de portavoz de aquellas personas que trabajan de forma desinteresada en el proceso de donación y trasplante en el Reina Sofía y en esta sanidad pública que tenemos que seguir defendiendo. El galardón es el reconocimiento al trabajo de muchos profesionales del hospital y de la sanidad andaluza que hacen un magnífico trabajo, aunque desgraciadamente solo podía ser una persona la premiada.

-El año pasado el hospital Reina Sofía superó por segundo año consecutivo un récord en realización de trasplantes. ¿Será complicado volver a incrementar estos datos este año?

-No. Yo creo que sí es posible. La concienciación en materia de donación y trasplante se va a seguir fomentando con el objetivo de que las personas que están en lista de espera de un órgano o tejido puedan recibir su tratamiento lo antes posible. Los órganos de aquellas personas que por desgracia fallecen, porque todos tenemos un día y una hora, son capaces de dar vida a otras personas y esto cada día está más arraigado en los profesionales sanitarios y en las familias.


-¿La donación en asistolia (a corazón parado) está detrás de ese incremento en el número de trasplantes realizados en Córdoba y en Andalucía?

-Todo influye, pero el objetivo fundamental de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y de las coordinaciones regionales y sectoriales es que se pierdan el menor número posible de órganos destinados a trasplante cuando una persona fallece. Afortunadamente ha bajado en los últimos años el número de donaciones de órganos procedentes de víctimas de accidentes de tráfico porque los siniestros viales han disminuido. Se está incrementando la edad media del donante por la mayor esperanza de vida y esto lleva consigo que muchos órganos no sean válidos para trasplante. Por eso, los coordinadores de trasplantes, que somos responsables de ayudar a los enfermos que se encuentran en lista de espera, debemos buscar otras vías de donación, que cuenten con el visto bueno internacional. Entre ellas en pacientes que se encuentran en situación irreversible, en coma profundo, sin ningún tipo de posibilidad de salir adelante y que van a fallecer más tarde o más temprano y que están pasando sus últimos momentos en una cama. Son ocasiones en las que muchas veces la familia nos ha manifestado que el paciente no querría verse en este estado. Así que sí ha habido un consentimiento previo del paciente de que quería ser donante de órganos y la familia lo autoriza se le retiran las medidas y la muerte es inminente. La donación en asistolia ya existía en otros países europeos y se incorporó en España. Permite obtener órganos destinados a la donación y no que los mismos se pierdan y queden en desuso bajo tierra cuando la persona fallece.


-¿Es un problema que la edad media del donante esté creciendo cada año?

-Tenemos que adaptarnos a la edad media de la sociedad. Los donantes jóvenes han disminuido porque, como ya he dicho, por suerte sufren menos accidentes de tráfico. La calidad de vida ha mejorado. Una persona que hoy tiene 70 años puede tener una edad biológica de 50.

-En el Reina Sofía se realizan trasplantes de todo tipo, menos el de intestino, al estar centralizado este concreto en Madrid. Y, por ahora, el Reina Sofía no ha formado parte de ningún trasplante renal en cadena. ¿Esta situación puede cambiar pronto?

-En el Reina Sofía estamos pendientes de un trasplante renal en cadena, para introducirnos en un proceso de cadena a nivel nacional y estamos acreditados para ello por el Ministerio de Sanidad. El año pasado estuvimos en una cadena, pero no salió adelante y ahora mismo tenemos un caso activo, pendiente de que la ONT haga todos los estudios específicos para ver si es susceptible de una cadena. La cadena se inicia con una donación renal anónima al receptor de una pareja. A su vez, el donante de esta primera pareja dona su riñón al receptor de una segunda y así sucesivamente hasta agotar todas las posibilidades de intercambio. El donante de la última pareja, por su parte, da su riñón a un receptor de la lista de espera de fallecido, al que tampoco conoce, y que ha sido seleccionado bajo riguroso criterio clínico.

-¿Cómo ha evolucionado la supervivencia media a los trasplantes en el Reina Sofía en 39 años de actividad trasplantadora?

-La supervivencia al trasplante es superior al 95% tras el primer año de recibir un injerto de riñón; de entre el 90% y 95% en el hígado, mientras que en corazón y pulmón, por encima del 85%. Hace años los porcentajes eran inferiores, sobre todo en pulmón y corazón.

-¿Y la tasa de aceptación de la donación de órganos cómo ha ido creciendo?

-Cada vez estamos más concienciados. En España se está haciendo un trabajo magnífico de concienciación. Los españoles tenemos claro que tenemos una magnífica sanidad, contamos con una organización nacional de trasplantes que controla todo el proceso de trasplante de una forma transparente y una ley de donación y trasplante de 1979, que ampara el altruismo de todo el proceso. La sociedad es muy consciente de los beneficios de la donación de órganos por parte de personas que fallecen. Muchas personas conocen a otras que, por ejemplo, están en diálisis y si alguna de ellas recibe un trasplante es porque una persona generosa le ha donado un órgano para que pueda dejar de acudir a dializarse. Y de eso es partícipe la sociedad, así como de otros tipos de trasplantes que reciben pacientes que están en lista de espera y son reflejo de la generosidad de la donación. Yo tengo claro que cuando muera mis órganos van a salvar la vida de otras personas.

-¿Se ha reducido el número de fármacos que deben tomar los trasplantados para evitar el rechazo?

-Sí, cada vez son menos, pero el efecto es el mismo. Todos los trasplantados tienen que tomar inmunosupresores en mayor o menor grado, pero conforme pasan los años tienen que tomar menos dosis y menos medicamentos.

El doctor Robles vive pegado a varios teléfonos, pues su labor es muy complicada y requiere de una rápida coordinación. Los pacientes que se trasplantan en el hospital Reina Sofía pasan por la unidad de cuidados intensivos, donde trabaja este facultativo. Por eso, no solo como coordinador de trasplantes, sino también como médico intensivista, ha conocido a centenares de pacientes en estas últimas décadas.

-¿Le es posible recordar las caras y nombres de tantísimos trasplantados a los que ha atendido a lo largo de su trayectoria?

-Sí, recuerdo a muchos de ellos, aunque son tantos... Hemos pasado días largos y difíciles con muchos pacientes, que finalmente han salido adelante en el posoperatorio. Una de las cosas más bonitas que hacen algunos pacientes trasplantados es que cuando vienen a revisión al especialista se pasan por la unidad de cuidados intensivos a saludarnos, a darnos nuevamente las gracias y nos muestran su cariño y amabilidad. Hace poco un taxista, que es un gremio muy comprometido con la campaña de promoción de la donación de órganos que realizamos en el Reina Sofía, me agradeció que hubiera ayudado a salvar la vida de un familiar y esas palabras son el mejor regalo que puedes recibir. Incluso cuando los pacientes fallecen también hay quien te agradece que hayas hecho todo lo posible por su familiar y cuando, además, están a favor de la donación y te comunican que quieren ayudar a otras personas cediendo los órganos de su ser querido, esa es la llama generosa que nos mantiene para seguir en la coordinación de trasplantes.

-¿Le ha impactado más a lo largo de su carrera algún trasplante en concreto?

-Muchos. Recuerdo un trasplantado de pulmón que estuvo nueve meses en la UCI y salió adelante. Otro paciente que se trasplantó de pulmón, que tuvo fallo pulmonar, pero también lo superó. Muchas anécdotas, como la de otro chico trasplantado recientemente que agradeció poder montarse en bicicleta con sus amigos después de recibir en injerto. También recuerdo un trasplante hepatopulmonar que se hizo un día de Reyes, hace más de diez años.


-Más de 7.000 trasplantes realizados en 39 años en Córdoba, algunos de ellos pioneros incluso nivel internacional, pero algunos no pudieron sobrevivir.
-Sí, aunque la supervivencia media actual a los trasplantes es bastante elevada quiero también aquí tener un recuerdo para todas aquellas personas que fallecieron en lista de espera, en la cirugía o tras recibir un trasplante. Siempre intentamos hacer lo posible para que todas las personas puedan recibir su tratamiento en forma de trasplante.
-¿Y en el momento de esta entrevista se está haciendo o preparando algún trasplante?
-No. Hicimos uno ayer y, aunque algunos días no hay ninguno, otras jornadas se efectúan varios. Y lo más importante es que ningún trasplante se suspende por falta de infraestructura o de profesionales. Siempre hay espacio, posibilidad de que ese órgano donado pueda ser trasplantado. Hace unos días se produjo en el Reina Sofía una donación y para esos órganos no había ningún receptor compatible ni en Córdoba ni en Andalucía y esos órganos se trasplantaron fuera de la región, gracias a la coordinación que existe a nivel nacional.
-En el hospital Reina Sofía se emplea desde hace años el corazón artificial, como puente hasta que llega el trasplante. ¿Para cuándo podrá usarse el pulmón artificial?
-Lo que tenemos en marcha desde hace un tiempo en el Reina Sofía es un estudio y un equipo especializado que contribuye a la preservación de pulmones de los donantes para que sean aptos para trasplante, con un trabajo de los doctores Paula Moreno y Ángel Salvatierra.
-¿Cuántos pacientes hay actualmente en lista de espera?
-Podemos tener más de 200 pacientes de todos los órganos, la mayoría en espera de un injerto renal. La lista de espera más o menos se mantiene, aunque también ha crecido la actividad trasplantadora.
-En la actualidad existen pacientes trasplantados que corren maratones, que participan en olimpiadas específicas para este colectivo. ¿Esto hace décadas podía parecer algo imposible?
-Hay muchos pacientes trasplantados que van bien, que pueden volver a su trabajo y a una vida normalizada. Otros estudian y practican deporte e incluso ganan medallas en olimpiadas.
-¿La donación de riñón y de hígado procedente de personas vivas debería ser mayor?
-Sí, debería incrementarse. La donación de vivo renal y la de hígado permite realizar trasplantes con mayor calidad que la procedente de un donante fallecido. Por eso, hay que elevar la concienciación en este ámbito.
-¿El Reina Sofía ha contribuido a formar a especialistas de muchos países en materia de trasplantes?
-Todos los años vienen profesionales de varios países a España y hacen una formación de dos meses. En nuestro hospital y otros del país hemos podido formar ya a más de 300 especialistas.
-En el hospital Gregorio Marañón de Madrid se ha realizado recientemente el primer trasplante de España por el que una niña recibió un corazón incompatible con su sangre. ¿Para cuándo podrá realizarse esta intervención en Córdoba?
-Aquí ya estamos en marcha para hacer también un trasplante de corazón incompatible. Tenemos candidatos para poder realizarlo y pronto lo vamos a hacer.
-¿Si pudiera dar marcha atrás en el tiempo volvería a ser coordinador de trasplantes, pese a las noches sin dormir y a la dedicación que representa?
-Sí, por supuesto que volvería a serlo. Sé que les he quitado muchas horas a mi familia y a mis tres hijos. Mi mujer ha sido padre y madre. Pero me gusta ser coordinador de trasplantes, porque ves la medicina más allá, porque la persona muere pero sus órganos salvan la vida de otras personas. Mi trabajo diario es el de médico intensivista y convives con pacientes en código cero, esperando día tras día un órgano y al final llega un trasplante y salen adelante. En la UCI lo ves todo desde dentro y desde fuera.
Diario Córdoba