lunes, 4 de marzo de 2019

El País trata con más odio a Vox que al antiguo partido único de una dictadura

Un análisis del trato desigual del diario socialista a las dos formaciones

Revelador: El País trata con más odio a Vox que al antiguo partido único de una dictadura

El ascenso de Vox se le ha atragantado a diversos medios, sobre todo los de izquierdas. El afán por tratar a ese partido y a sus votantes de forma peyorativa está llegando a extremos bochornosos.
Las manipulaciones de El País contra Vox llegan a su defensor del lector
Un ejemplo es la noticia publicada ayer en El País en su sección del “defensor del lector”. En ella, Carlos Yárnoz se hace eco de las quejas de lectores por el reiterado afán del periódico socialista de tachar como “extrema derecha” a Vox, pero no como “extrema izquierda” a partidos como Podemos. El diario llega a apelar al CIS, señalando que en su barómetro de enero “el 48,6% adjudica el 10 a Vox y solo el 31,2% da un 1 a Podemos”. Es decir, que ahora resulta que El País etiqueta a los partidos en función de las encuestas del CIS. Una explicación muy patética si tenemos en cuenta que el diario de PRISA llegó a publicar una noticia con este titular: “¿Es Vox un partido fascista?” El debate, según El País, era el siguiente: “Los buenos resultados del partido de Santiago Abascal han provocado la discusión de si se trata de una opción de extrema derecha o directamente fascista”. En la misma línea, podría decirse que el tratamiento que da El País a sus noticias da lugar al debate de si es un medio especializado en bulos o un simple panfleto izquierdista.
El País acaba retratándose a sí mismo en su intento de estigmatizar a Vox
Para justificar sus manipulaciones contra Vox, el diario echa mano de Máriam Martínez-Bascuñán, su directora de opinión. Ese partido, argumenta, comparte con formaciones ultras europeas el autoritarismo, el nativismo (xenofobia más nacionalismo) o estrategias populistas (visión moralizante de la política, simplificación del campo político en amigo-enemigo…)”. Para empezar, si Vox fuese nativista y xenófobo, rechazaría a todos los extranjeros y no sólo a los inmigrantes ilegales. Y es que en este punto El País miente una vez más. Vox no asume ninguna posición que pueda ser tachada como xenófoba, a menos que ahora pedir que se cumpla la ley en materia de fronteras sea ser xenófobo, claro. Por otra parte, una “visión moralizante de la política” y una “simplificación del campo político en amigo-enemigo” es lo que hacen medios como El País a diario, tachando como “fascistas” o como “extrema derecha” a los que no se ajustan a la línea editorial del periódico, y lanzando a sus lectores sermones constantes en clave progre (incluso ha llegado a amonestar a su audiencia masculina por rascarse la barba, algo que el diario de PRISA considera “machista”). Por cierto, señores de El País: eso de atribuir los propios defectos a otros es un mecanismo de defensa que en psicología se conoce como “proyección”. Háganselo mirar.
¿Por qué llama ‘extrema derecha’ a Vox y no ‘extrema izquierda’ a Podemos?
Pero lo más divertido de la explicación de Máriam Martínez-Bascuñán para justificar las manipulaciones de El País contra Vox es lo siguiente: “A Podemos, cree Bascuñán, se le puede denominar “extrema izquierda”, pero es una izquierda poscomunista, como la alemana Die Linke”. Llegado a este punto, he de confesar que me ha salido una carcajada ante la forma que tienen de columpiarse en el periódico socialista. Para empezar, resulta que Vox es peor que Podemos, un partido que ha apoyado a una dictadura como Venezuela y que tiene vínculos con un régimen teocrático, el de Irán, que ahorca a homosexuales y lapida a mujeres. Imaginaos por un momento qué burradas diría El País sobre Vox si el partido de Abascal hubiese apoyado activamente a una dictadura o tuviese relación con un régimen islamista tan atroz como el de Teherán. Lo que esto revela es que El País le perdona de todo a la extrema izquierda.
El revelador tratamiento de El País sobre ‘Die Linke’, un partido totalitario
Una clara muestra de las tragaderas de El País con la izquierda es su referencia a Die Linke como una mera “izquierda poscomunista”, ni “extrema” ni “ultra”. Ya que Bascuñán cita a ese partido, es de suponer que conoce sus orígenes: Die Linke surgió en 2007 del Partei des Demokratischen Sozialismus (PDS), que a su vez surgió en 1989 del Sozialistische Einheitspartei Deutschlands (SED), el partido único de la Alemania comunista. Su periódico oficial, Neues Deutschland, era el medio de propaganda impresa del SED durante la dictadura. Es decir, que Die Linke es el heredero del partido único de una dictadura que convirtió Alemania Oriental en una prisión, levantando un enorme muro para impedir que huyesen los propios ciudadanos. Y es que para la misma izquierda que considera “xenófobo” defender nuestras fronteras, los muros que molan son los que sirven para convertir a tus compatriotas en presos en su propio país.
Lo que hace El País cuando apoyas a dictaduras de izquierdas
Igual que otros partidos de ultraizquierda, Die Linke ha apoyado a la dictadura comunista de Cuba y también al déspota Nicolás Maduro en Venezuela. En octubre de 2014, El País publicó una noticia señalando que Die Linke se negaba a considerar “Estado injusto” a la dictadura comunista de Alemania Oriental. Significativamente, el periódico no usó ni una vez expresiones como “ultraizquierda” o “extrema izquierda”. Ser nostálgico de una dictadura comunista tiene mejor tratamiento en ese diario que ser demócrata pero defender ideas conservadoras.
Más significativa fue la redacción de una noticia de enero de 2017, en la que sin ningún disimulo, El País tachaba en la misma frase de “partido ultraconservador xenófobo” a Alternative für Deutschland (AfD), un partido ideológicamente conservador, mientras citaba a Die Linke sin ningún adjetivo. El diario de PRISA ni siquiera dijo entonces de dónde procedía el partido de ultraizquierda. Si El País trata con más suavidad a estos totalitarios que a partidos democráticos de derechas como Vox o AfD es, tal vez, porque entre la derecha democrática y los antidemócratas comunistas, el diario de PRISA, como medio socialista, prefiere a los comunistas.
(Foto: Centinelas de la Alemania comunista con máscaras de gas y subidos al Muro de Berlín a su paso por la Potsdamer Platz, el 21 de junio de 1988)

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