«Ábalos llegó a pasar en un solo mes casi 9.000 euros» en gastos, lo que hizo saltar todas las alarmas del partido
«Ábalos llegó a pasar en un solo mes casi 9.000 euros» en gastos, lo que hizo saltar todas las alarmas del partido
José Luis Ábalos no cayó por un solo motivo. El primero, como ha contado THE OBJECTIVE, casaba mal con la nueva línea del PSOE en su Congreso Federal. Pero había más. Una segunda causa de su caída política, según aseguran a este periódico fuentes de la máxima solvencia del Gobierno, La Moncloa y el PSOE, tiene que ver con los gastos cargados al partido por el secretario de Organización desde el año 2019.
Ya entonces, en la sede central del partido en la calle Ferraz se detectaron algunas facturas extrañas en las hojas de gastos que el número tres del PSOE presentaba a través de su jefe de seguridad y secretario personal, Koldo García Izaguirre. «Pasaba comidas del mismo día en dos lugares distintos, una en Valencia y otra en Madrid». Al principio, las secretarias de la quinta planta de Ferraz, la de Organización, alertaron del error en dichos documentos, porque incluían aparentemente tickets «duplicados y gastos personales». El hecho en sí se repitió en varias ocasiones y empezó a ser la comidilla en Ferraz, habida cuenta de que «pasaba por varias manos»: de las secretarias de Organización a los trabajadores del departamento de Administración y, en última instancia, a la gerencia del partido.
El silencio del gerente
José Luis Ábalos no cayó por un solo motivo. El primero, como ha contado THE OBJECTIVE, casaba mal con la nueva línea del PSOE en su Congreso Federal. Pero había más. Una segunda causa de su caída política, según aseguran a este periódico fuentes de la máxima solvencia del Gobierno, La Moncloa y el PSOE, tiene que ver con los gastos cargados al partido por el secretario de Organización desde el año 2019.
Ya entonces, en la sede central del partido en la calle Ferraz se detectaron algunas facturas extrañas en las hojas de gastos que el número tres del PSOE presentaba a través de su jefe de seguridad y secretario personal, Koldo García Izaguirre. «Pasaba comidas del mismo día en dos lugares distintos, una en Valencia y otra en Madrid». Al principio, las secretarias de la quinta planta de Ferraz, la de Organización, alertaron del error en dichos documentos, porque incluían aparentemente tickets «duplicados y gastos personales». El hecho en sí se repitió en varias ocasiones y empezó a ser la comidilla en Ferraz, habida cuenta de que «pasaba por varias manos»: de las secretarias de Organización a los trabajadores del departamento de Administración y, en última instancia, a la gerencia del partido.
El silencio del gerente
Según aseguran fuentes del PSOE, se llegaron a pasar supuestos «gastos personales y familiares», pero el entonces gerente del partido, Mariano Moreno, no dijo nada por tratarse del secretario de Organización. «Por eso ha caído también el gerente», explican algunas fuentes en relación al cese de Moreno, que adelantó THE OBJECTIVE el pasado 18 de octubre. El motivo que ven las fuentes consultadas para esa ocultación no responde solo al temor por el poder del ex número tres del PSOE, sino también a la voluntad de Moreno de «tapar» información poco ejemplar a cambio de ganar relevancia en el partido.
En la cúpula del Gobierno y el partido siempre sorprendió que el gerente, cercano a Adriana Lastra, protagonizara actos de campaña con los primeros espadas del PSOE y que se le incluyera en las reuniones internas de la Ejecutiva los lunes, lo cual le permitía obtener una gran cantidad de información: «Un gerente es un gerente y no da mítines ni aparece en las fotos oficiales». Así explican que la incómoda facturación se contuviera en un primer momento en el ámbito de «la casa», entre Administración, Organización y Gerencia.
Según aseguran fuentes del PSOE, se llegaron a pasar supuestos «gastos personales y familiares», pero el entonces gerente del partido, Mariano Moreno, no dijo nada por tratarse del secretario de Organización. «Por eso ha caído también el gerente», explican algunas fuentes en relación al cese de Moreno, que adelantó THE OBJECTIVE el pasado 18 de octubre. El motivo que ven las fuentes consultadas para esa ocultación no responde solo al temor por el poder del ex número tres del PSOE, sino también a la voluntad de Moreno de «tapar» información poco ejemplar a cambio de ganar relevancia en el partido.
En la cúpula del Gobierno y el partido siempre sorprendió que el gerente, cercano a Adriana Lastra, protagonizara actos de campaña con los primeros espadas del PSOE y que se le incluyera en las reuniones internas de la Ejecutiva los lunes, lo cual le permitía obtener una gran cantidad de información: «Un gerente es un gerente y no da mítines ni aparece en las fotos oficiales». Así explican que la incómoda facturación se contuviera en un primer momento en el ámbito de «la casa», entre Administración, Organización y Gerencia.
La alarma de los 9.000 euros
Pero las alarmas saltaron en 2020, cuando «Ábalos llegó a pasar en un solo mes casi 9.000 euros» en gastos. Esa cantidad tan excesiva «pitó en la mesa de las secretarias». Hablamos de «restaurantes, hoteles y algunos gastos que pasaba al partido» y que «no se los podía meter al Ministerio de Transportes». La cuestión llamó especialmente la atención por el «escrupuloso sistema que se había establecido en Ferraz»: no se podían pasar hoteles por encima de una determinada cantidad y, de los 47 miembros de la Ejecutiva, la inmensa mayoría no pasaba «ni un café», ya que eran ministros o parlamentarios autonómicos o nacionales y tenían sus propios gastos de representación y dietas.
Al gerente le dio miedo seguir mirando para otro lado y también dio la voz de alarma: «Jose se está pasando con los gastos», comunicó sutilmente al entorno del secretario general del PSOE. Tras ello, se produjeron reuniones discretas entre ambos.
Quien presentaba los gastos era Koldo, su asesor personal que ejercía las veces de jefe de seguridad, chófer, secretario y a quien el ministro nombró consejero de Renfe Mercancías para tener «un dinerillo para las cosas del ministro». Explican en el PSOE que eran cerca de «12.000 euros al año».
Relatan las fuentes consultadas que, a juzgar por los gastos presentados, Koldo y Ábalos «vivían a todo tren». Quizás por ello, el exministro «estaba obsesionado con el dinero y siempre se quejaba de que no le llegaba el sueldo». Sus cercanos explican que siempre alegó que el motivo eran los cinco hijos que tiene de sus tres matrimonios, si bien los tres hijos mayores son económicamente independientes, dado que incluso tienen descendencia. Tan solo los dos hijos de su último matrimonio son menores de edad, de ocho y 16 años, y, por lo tanto, económicamente dependientes.
Ketty Garat
Pero las alarmas saltaron en 2020, cuando «Ábalos llegó a pasar en un solo mes casi 9.000 euros» en gastos. Esa cantidad tan excesiva «pitó en la mesa de las secretarias». Hablamos de «restaurantes, hoteles y algunos gastos que pasaba al partido» y que «no se los podía meter al Ministerio de Transportes». La cuestión llamó especialmente la atención por el «escrupuloso sistema que se había establecido en Ferraz»: no se podían pasar hoteles por encima de una determinada cantidad y, de los 47 miembros de la Ejecutiva, la inmensa mayoría no pasaba «ni un café», ya que eran ministros o parlamentarios autonómicos o nacionales y tenían sus propios gastos de representación y dietas.
Al gerente le dio miedo seguir mirando para otro lado y también dio la voz de alarma: «Jose se está pasando con los gastos», comunicó sutilmente al entorno del secretario general del PSOE. Tras ello, se produjeron reuniones discretas entre ambos.
Quien presentaba los gastos era Koldo, su asesor personal que ejercía las veces de jefe de seguridad, chófer, secretario y a quien el ministro nombró consejero de Renfe Mercancías para tener «un dinerillo para las cosas del ministro». Explican en el PSOE que eran cerca de «12.000 euros al año».
Relatan las fuentes consultadas que, a juzgar por los gastos presentados, Koldo y Ábalos «vivían a todo tren». Quizás por ello, el exministro «estaba obsesionado con el dinero y siempre se quejaba de que no le llegaba el sueldo». Sus cercanos explican que siempre alegó que el motivo eran los cinco hijos que tiene de sus tres matrimonios, si bien los tres hijos mayores son económicamente independientes, dado que incluso tienen descendencia. Tan solo los dos hijos de su último matrimonio son menores de edad, de ocho y 16 años, y, por lo tanto, económicamente dependientes.
Ketty Garat
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