La jefa de gabinete de la exvicepresidenta Carmen Calvo ha sido citada como testigo por el juzgado de Zaragoza que investiga la llegada del líder saharaui.
El titular del juzgado de instrucción número 7 de Zaragoza, que investiga la entrada en España del líder del Frente Polisario Brahim Gali, ha decidido imputar a la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya, según ha adelantado El Heraldo de Aragón y han confirmado fuentes jurídicas.
El ex jefe de gabinete de Laya, Camilio Villarino, que declaró como investigado el pasado día 13 en el mismo juzgado, dijo que la entonces ministra le dio instrucciones para que facilitara la entrada de Gali en España sin necesidad de someterse al control de pasaportes, lo que aseguró que permite el reglamento Schengen ―que regula el espacio europeo sin fronteras―, pero agregó que no fue ella la única que tomó la decisión.
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El juez Rafael Lasala, en un auto dictado este lunes, ha citado como investigada (antigua condición de imputada) a la exministra y como testigos a la ex jefa de gabinete de la exvicepresidenta Carmen Calvo y actual directora de la Fábrica Nacional de Moneda, María Isabel Valldecabres, y al ex secretario general técnico de Exteriores José María Muriel Palomino. Según la declaración de Villarino, Valldecabres le llamó tres días antes la llegada de Gali para preguntarle por el operativo, mientras que Palomino habría firmado el permiso de aterrizaje del avión en la base aérea de Zaragoza. Aún no hay fecha para la declaración de la exjefa de la diplomacia española mientras que Palomino ha sido citado para el 4 de octubre.
La imputación de González Laya había sido solicitada por los letrados Juan Carlos Navarro y Antonio Urdiales, que ejercen la acusación popular. El juez investiga si se pudo cometer un presunto delito de prevaricación y encubrimiento por no someter a control de pasaportes a Gali, lo que rechaza la Abogacía del Estado, que ha pedido el archivo de la investigación.
El líder saharaui llegó el pasado 18 de abril en un vuelo de Estado desde Argelia para tratarse de una grave afección de la covid-19. Su presencia en España sirvió de desencadenante para una grave crisis diplomática con Marruecos que tuvo su punto culminante el 17 de mayo, cuando más de 10.000 inmigrantes entraron irregularmente en Ceuta con la complacencia de Rabat.
Gali abandonó España el pasado 2 de junio, tras pasar 44 días internado en el Hospital San Pedro de Logroño y declarar por vía telemática ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien no le impuso ninguna medida cautelar.
EL PAIS
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