La hispanofobia de Podemos: quiere que el español ya no sea la lengua común de España
Mientras muchos españoles se ven en la ruina, la extrema izquierda acomodada sigue dirigiendo sus esfuerzos a poner España patas arriba.
Creen que el español es una lengua impuesta en España
Este mediodía Europa Press anunciaba que Podemos y los separatistas presentarán la próxima semana una proposición no de ley que considera que el español es una lengua impuesta en España. No es broma: el partido de Pablo Iglesias y sus aliados proetarras y separatistas consideran que existe una “imposición legal del castellano”. Hay que recordar que esta lengua es la oficial del Estado porque lo dice la Constitución que votaron los españoles en referéndum. Si Podemos y sus amigos quieren modificar eso, tendrán que hacerlo mediante una reforma constitucional, y no con atajos como ése.
Quieren equiparar la lengua nacional con las lenguas regionales
Además, Podemos y los partidos separatistas pretenden que el español y las lenguas regionales gocen “del mismo reconocimiento” y sus hablantes “de los mismos derechos y deberes”. En resumen, que la ultraizquierda y el separatismo quieren que el español deje de ser la lengua común de España, y que nuestra Nación esté obligada a redactarlo todo en cuatro, cinco, seis o siete lenguas diferentes. Un completo disparate propio de quienes tienen como principal bandera ideológica el odio a España y de quienes no parecen tener otro propósito en la vida que ser los palmeros de los separatistas.
Reclaman el mismo «reconocimiento internacional» para el español y las lenguas regionales
Lo más divertido es que también reclaman el “reconocimiento internacional” de las lenguas regionales “en paridad con el castellano”. ¿Y esto no tendrían que pedirlo en las Nacions Unidas? Incentivos tienen, pues últimamente la ONU está abierta a apoyar toda clase de disparates ideológicos procedentes de la izquierda. En todo caso, tendrán que convencer a la comunidad internacional de que el español, una lengua con 580 millones de personas -483 millones de ellos nativos- y que es oficial en 20 países, es tan relevante como el gallego, el catalán o el vascuence, que son lenguas regionales españolas.
Los muy cínicos se quejan de la discriminación lingüística
Los promotores de esa iniciativa también exhiben su cinismo al afirmar lo siguiente: “Un Estado debe ser excluyente con todas las discriminaciones, sea cual sea su razón, también la lingüística”. Y esto lo firman partidos que apoyan el Apartheid lingüístico que existe en Cataluña contra los hispanohablantes, que no pueden escolarizar a sus hijos en español en una parte de España: una discriminación dictatorial que viene dándose desde hace décadas.
Pasmosa falta de empatía ante los problemas reales de los españoles
Que haya partidos políticos proponiendo estas majaderías en el Congreso es algo escandaloso. Mientras muchos españoles no llegan a fin de mes y esperan su turno en las colas del hambre, mientras pequeños empresarios y autónomos se ven empujados a la ruina por esos mismos partidos, esos sinvergüenzas que cobran sueldos públicos se dedican a gastar nuestro dinero en proponer burradas para desmembrar España y reducir nuestra democracia a escombros, con una frivolidad que evidencia que ellos no están entre los que se ven en dificultades en el momento actual. ¡Es indignante!
Hace falta ser un psicópata de la política para exhibir esa falta de empatía hacia los españoles que lo están pasando mal, malgastando el dinero que tanto nos cuesta ganar en cosas propias de personas que no tiene ni dos dedos de frente. Ninguno de los promotores de esa iniciativa merece seguir cobrando ni un día más el sueldo público que les pagamos.
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