jueves, 6 de febrero de 2020

Sánchez ya eligió a un chivo expiatorio al que culpar del daño de su subida del SMI al campo

El PSOE copia la demagogia de Podemos para tapar los efectos de la subida del SMI

Sánchez ya eligió a un chivo expiatorio al que culpar del daño de su subida del SMI al campo

La semana pasada expuse aquí los datos oficiales que demuestran el daño provocado por la subida del salario mínimo a la agricultura, una subida que disparó un 22,3% los costes laborales.
El gobierno ha encarecido bruscamente los costes laborales con sus subidas del SMI
El gobierno socialista-comunista ha negado por activa y por pasiva esa evidencia, y eso a pesar de que en diciembre de 2018 el propio ejecutivo reconoció que la medida afectaria al empleo agrario. Todas las advertencias que se le hicieron al gobierno fueron desoídas y contestadas con mensajes demagógicos, como si los empresarios fuesen seres malvados que se niegan a pagar 164 euros más al mes a sus empleados por un mero capricho. Es más: la semana pasada el PSOE y Podemos pactaban otra nueva subida del SMI hasta los 950 euros, una subida que puede ser el tiro de gracia para el sector agrícola. Los efectos de la política de Sánchez se están haciendo notar ya en toda la economía española: ayer mismo se conoció que el paro ha tenido su peor registro en enero desde 2015. Pero nada de esto anima a hacer autocrítica al gobierno, al contrario: si nos fiamos de sus mensajes, todo el mundo tiene la culpa del paro menos ellos.
Podemos recurre a la demagogia y demuestra su ignorancia en materia económica
Hace unos días, Podemos empezaba a utilizar la táctica del calamar, lanzando tinta para ocultarse, aunque eso suponga quedar como unos ignorantes en materia económica. Hay que decir que en la formación de extrema izquierda no son tontos: saben que muchos de sus seguidores tienen tan poca idea de economía como ellos, y confían en que La Sexta -cuya sectaria programación es la única fuente informativa que consumen sus bases- les ayude a tapar las causas del desaguisado. Sólo así se entienden mensajes como el publicado el pasado sábado por la podemita Ione Belarra, cuyo sueldo público se justifica como «Secretaria de Estado para la Agenda 2030»:
La naranja cuesta 0,23 euros el kilo en origen y cuando llega al súper cuesta 1,55 euros.

A ver si el problema del campo no va a ser la subida del SMI sino el negocio redondo que están haciendo los intermediarios y grandes empresas.
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El gobierno se niega a reconocer el daño provocado por sus medidas económicas
Este comentario ha dado lugar a muchas bromas en las redes sociales. Obvia decir que las naranjas no van solas del campo a los supermercados: hay cadenas de distribución en las que trabajan multitud de personas que no viven del aire. Esas cadenas de distribución están formadas, entre otros, por transportistas, que también se han visto afectados por la subida de los precios del diésel impuesta por el gobierno en enero de 2019. A esas cadenas también les afectan las subidas del SMI aprobadas por el ejecutivo y los altos impuestos que cobra el Estado. Y es que cuanto el Estado eleva los costes laborales bruscamente como lo hizo el año pasado y como lo ha vuelto a hacer éste, se resiente toda la economía. El PSOE y Podemos querían comprar votos a base de aprobar una medida tan demagógica como irresponsable, y al final los efectos los están pagando sobre todo los agricultores. Pero reconocer su error implicaría dar marcha atrás en esa compra de votos, y de unos demagogos profesionales no cabe esperar eso ni por asomo.
El cinismo de Sánchez: culpa a los supermercados y les pide «autocrítica»
Por ello no es de extrañar lo ocurrido hoy: Pedro Sánchez se ha sumado a la demagogia de Podemos y ya ha elegido a un chivo expiatorio, los supermercados, a los que -en el colmo del cinismo- les pide «examen» y «autocrítica», que es justamente lo que se niega a hacer él con sus medidas económicas. Lo que pretende Sánchez con sus declaraciones de hoy, criticando las bajadas de precios de los productos alimentarios, es lo que cabía esperar de los mensajes demagógicos del PSOE y de sus socios: quiere que las grandes superficies suban los precios de los alimentos, sin reparar en los efectos que tendrá eso en otros ámbitos.
El PSOE ya dejó dos veces arruinada a España: ahora va a por la tercera
Sin ir más lejos, hace unos días se conoció el aumento del IPC de golpe en tres décimas debido al encarecimiento de la electricidad y de los alimentos. Y ahora el gobierno quiere que la alimentación suba aún más de precio, y todo con tal de no apearse del recetario socialista que se cierra en banda a toda bajada de impuestos, aunque ésa sea la receta ideal para atraer inversiones y generar trabajo y riqueza, como ya ha quedado demostrado tantas veces. Recordemos que el PSOE ya dejó dos veces arruinada a España, con unas enormes cifras de paro por culpa de sus recetas socialistas: ahora va a por la tercera, que podría ser peor, pues a la ceguera ideológica socialista hay que unirle las ocurrencias de los que asesoraron al régimen chavista que ha arruinado a un país productor de petróleo como Venezuela. Daría para una larga reflexión el hecho de que unos personajes con una manifiesta incompetencia para la economía estén a día de hoy gobernando España, porque millones de españoles se han dejado engatusar por esos demagogo

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