¿Se imaginan una noticia como la que acabo de escribir: que Pablo Iglesias y Podemos decidan abandonar el Gobierno?
Vistos los acontecimientos de estos días, no se trata de una hipótesis absurda, sino más bien de una vía que no habría que descartar del todo.
¿Por qué? Porque Podemos empieza a encontrarse incómodo formando parte de este Gobierno.
El problema no es que se sienta descolocado debido a que no comparte decisiones y políticas del Gobierno mayoritariamente socialista. Lo relevante es que empieza a retransmitirlo en directo. Lo está manifestando públicamente.
El motivo inmediato ha sido la política migratoria, que ha provocado el primer desencuentro abierto entre socialistas y podemitas en el seno del Gabinete.
Así, Podemos ha expresado públicamente su enfado por la noticia de que Interior endurecerá el derecho de asilo para adaptar las normas a la UE.
No les ha gustado nada tampoco la aceptación, por parte del ministro Marlaska, del fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que avala las devoluciones en caliente. Ni el anuncio de que va a incrementar la altura de las vallas de Ceuta y Melilla.
Para intentar aplacar ánimos, el Gobierno difundió después un comunicado diciendo que “la política migratoria es una cuestión de Estado, basada en el respeto y acatamiento de las decisiones judiciales y en los derechos humanos". O sea, intentando matizar a Podemos.
En la línea de las suposiciones, y por apuntar otras hipótesis, ¿cómo reaccionarán Pablo Iglesias y su partido si, al final, el Gobierno decide poner fin por las malas, o sea, con los antidisturbios en plan duro, a las manifestaciones de agricultores, con el argumento de que las vías públicas no pueden ser cortadas impunemente?
¿Y qué piensan de la noticia, adelantada ayer por Confidencial Digital, de que Sánchez y Casado han pactado bajar las pensiones de viudedad más altas?
¿Si, al final, y salvo pequeños maquillajes, no derogan la reforma laboral del PP porque el mundo empresarial no lo acepta?
¿Y si el Gobierno decidiera algún tipo de represalia contra el régimen de Maduro, en respuesta a las violaciones de derechos humanos en ese país, o al castigo que están sufriendo allí las empresas españolas?
Las hipótesis de acuerdos y decisiones incompatibles con Podemos pueden ser muchas, hasta el punto de que los morados pueden acabar encontrándose muy incómodos formando parte del actual Ejecutivo.
Si así fuera, ¿qué pasaría si Podemos abandona el Gobierno... pero, eso sí, manteniendo el apoyo parlamentario porque no le interesa elecciones ahora?
Sería una jugada política de alto calado, que incluso no hay que descartar que forme parte de los planes ocultos de Pablo Iglesias.
Si lo hace, para empezar podrá apuntarse algunos éxitos 'sociales' del actual Ejecutivo, como la subida de las pensiones y el incremento del Salario Mínimo Interprofesional.
Pero, además, abandonar aparatosamente el Gobierno, con lo que tiene de gesto de renuncia a las poltronas ministeriales, al despacho, al coche oficial, al sueldo... visualizaría de forma contundente su "izquierdismo", lo que le haría ganar posiciones de forma clara en ese ámbito.
Y Pablo Iglesias y Podemos se convertirían en paladines de asuntos tan sensibles como emigración, derechos humanos, defensa de los trabajadores...
Por si falta algo, Pablo Iglesias tiene en su mano escoger el momento de la puñalada. Puede anunciarlo cuando más le convenga. Como digo, en una primera instancia manteniendo los apoyos parlamentarios, con el fin de que la legislatura no se frustre. Pero, igualmente, tendrá la posibilidad de finiquitarla en el momento que más le convenga.
A propósito de las amistades entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, recordé no hace mucho la fábula de la rana y el escorpión, y la excusa de este último cuando finalmente decidió clavar el aguijón a su portadora: "No lo he podido evitar. Está en mi naturaleza. No puedo dejar de ser quien soy".
En este caso concreto, sin embargo, estoy convencido de que el escorpión no clavará el aguijón mientras no se encuentre en tierra y a salvo.
Y entonces se quedará con la izquierda de una vez por todas, desbancando así a los anticuados y superados socialistas. Que es lo que Pablo Iglesias ha estado buscando desde el principio.
editor@elconfidencialdigital.com
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