Un atentado contra los derechos de los trabajadores que no hagan huelga
El PSOE y Podemos legalizarán la violencia de los piquetes contra quienes deseen trabajar
El matonismo sindical va a tener barra libre gracias a la alianza entre los socialistas del PSOE y los comunistas de Podemos, a juzgar por lo que ellos mismos han anunciado esta tarde.
Derogarán un artículo que castiga las coacciones contra los que desean trabajar en caso de huelga
El texto del acuerdo (ver PDF) incluye diversas amenazas contra los derechos y libertades de los españoles. Una de ellas afectará a las huelgas convocadas por los sindicatos. El punto 5.6 del acuerdo anuncia «la derogación del artículo 315.3 del Código Penal», sin especificar qué dice dicho artículo. Una omisión que ya resulta muy reveladora.
Basta con acudir al Código Penal para ver lo que dice el Artículo 315.3: «Quienes actuando en grupo o individualmente, pero de acuerdo con otros, coaccionen a otras personas a iniciar o continuar una huelga, serán castigados con la pena de prisión de un año y nueve meses hasta tres años o con la pena de multa de dieciocho meses a veinticuatro meses.» Por si alguien desconoce el significado del término «coacción» a efectos penales, basta con ir al Artículo 172, donde se señala que consiste en impedir a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o compelirle a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto. Dicho sea de otra forma: lo que el PSOE y Podemos han acordado es legalizar que los piquetes utilicen la violencia para obligar a hacer huelga a los que deseen trabajar. Es un atropello en toda regla contra los derechos de los trabajadores. Un atropello, todo sea dicho, que Podemos ya intentó implantar en febrero de 2016.
El Código Penal de 1995, aprobado por el PSOE, ya penalizaba esas coacciones
Hay que señalar que el Código Penal de 1995, aprobado por el PSOE, ya incluía ese Artículo 315.3, que penalizaba entonces a los que «actuando en grupo, o individualmente pero de acuerdo con otros, coaccionen a otras personas a iniciar o continuar una huelga». Se da la circunstancia, además, de que el acuerdo entre socialistas y comunistas no afecta al Artículo 315.1, que ya castigaba con más dureza (hasta dos años de prisión) a «los que, mediante engaño o abuso de situación de necesidad, impidieren o limitaren el ejercicio de la libertad sindical o el derecho de huelga», ni el Artículo 315.2, que castiga con hasta un año de prisión a los que quieran impedir una huelga por medio de coacciones. Es decir, que con este acuerdo, el PSOE y Podemos privilegian a los que quieran hacer huelga frente a los que deseen trabajar, dejando a los segundos indefensos ante los piquetes violentos, ante los que ni siquiera podrían defenderse en caso de agresión. Esto es, sin más rodeos, dar barra libre al matonismo sindicalista, simplemente porque entre esos matones hay muchos amiguetes de esos dos partidos. ¿Y éstos se dicen demócratas?
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