El candidato de Podemos Fernando López Castillo (quinto por la izquierda), en la rueda de prensa que diez dirigentes de ETA político-militar ofrecieron el 30 de septiembre de 1982 en Biarritz para anunciar la disolución de la banda (Foto: EFE)
El candidato de Podemos a la Alcaldía de Vitoria, Fernando López Castillo, fue uno de los máximos dirigentes de ETA político-militar (ETA pm) cuando esta organización terrorista cometió, a principios de los años 80, algunos de sus más cruentos atentados: el intento de asesinato del presidente Adolfo Suárez con un lanzagranadas en el Palacio de la Moncloa, el tiroteo contra el diputado de UCD Gabriel Cisneros, la escalada de bombas colocadas en el aeropuerto de Barajas y las estaciones de Atocha y Chamartín, y los secuestros del diputado de UCD Javier Rupérez y del padre del cantante Julio Iglesias.
Fernando López Castillo participó personalmente en las reuniones celebradas entre marzo y septiembre de 1981 en una localidad del País Vasco francés, entre miembros de la dirección de ETA pm y representantes del PNV (entre ellos, el presidente del partido, Xabier Arzalluz), para negociar un posible abandono de las armas.
En aquellas conversaciones, Arzalluz se mostró tan ambiguo que López Castillo y sus compañeros de la dirección de ETA pm salieron convencidos de que el presidente del PNV les había animado a seguir cometiendo atentados, para mantener la tensión política. “Vosotros ya sabéis lo que tenéis que hacer“, les había dicho Arzalluz.
Fernando López Castillo participó personalmente en las reuniones celebradas entre marzo y septiembre de 1981 en una localidad del País Vasco francés, entre miembros de la dirección de ETA pm y representantes del PNV (entre ellos, el presidente del partido, Xabier Arzalluz), para negociar un posible abandono de las armas.
En aquellas conversaciones, Arzalluz se mostró tan ambiguo que López Castillo y sus compañeros de la dirección de ETA pm salieron convencidos de que el presidente del PNV les había animado a seguir cometiendo atentados, para mantener la tensión política. “Vosotros ya sabéis lo que tenéis que hacer“, les había dicho Arzalluz.
ETA político-militar había nacido en octubre de 1974 como una escisión de la organización terrorista vasca, frente a la sección “militar” (en su argot) que entonces encabezaba José Miguel Beñarán Ordeñana, alias Argala.
El candidato de Podemos a la Alcaldía de Vitoria, Fernando López Castillo, en una reciente entrevista en TV.
A principios de los años 80, el candidato de Podemos llegó a ser el número 3 de ETA político-militar (ETA pm), liderada entonces por José Miguel Goiburu, junto a Miren Alkorta, el propio López Castillo y Joseba Aulestia. Precisamente en la etapa en que esta organización cometió sus atentados más brutales. Fernando López Castillo era conocido en la banda como Txiki o Peke.
ETA político-militar secuestró en mayo de 1977 al empresario y ex alcalde de Bilbao Javier Ybarra y pidió a su familia un rescate de 1.000 millones de pesetas. Un mes después, el cadáver de Ybarra apareció introducido en una bolsa de plástico, con un tiro en la cabeza.
En julio de 1979, el Comando Madrid de ETA pm intentó secuestrar al diputado de UCD y padre de la Constitución Gabriel Cisneros, quien logró huir pero recibió un disparo en el estómago y otro en una pierna. Aquel mismo verano, la banda colocó varios artefactos explosivos en el aeropuerto de Barajas y las estaciones de Atocha y Chamartín, en Madrid: esta cadena de atentados se saldó con cuatro muertos y más de un centenar de heridos.
Pocos meses después, en noviembre de 1979, ETA pm secuestró al diputado de UCD Javier Rupérez, que fue liberado al cabo de un mes. En febrero de 1980, terroristas del mismo Comando Madrid intentaron asesinar al presidente Adolfo Suárez, disparando un proyectil con un lanzagranadas contra el helipuerto del Palacio de la Moncloa. El artefacto, que sólo causó daños materiales, cayó a unos 100 metros del despacho del presidente Suárez, que en ese momento estaba reunido con vicepresidente Manuel Gutiérrez Mellado.
ETA político-militar secuestró en mayo de 1977 al empresario y ex alcalde de Bilbao Javier Ybarra y pidió a su familia un rescate de 1.000 millones de pesetas. Un mes después, el cadáver de Ybarra apareció introducido en una bolsa de plástico, con un tiro en la cabeza.
En julio de 1979, el Comando Madrid de ETA pm intentó secuestrar al diputado de UCD y padre de la Constitución Gabriel Cisneros, quien logró huir pero recibió un disparo en el estómago y otro en una pierna. Aquel mismo verano, la banda colocó varios artefactos explosivos en el aeropuerto de Barajas y las estaciones de Atocha y Chamartín, en Madrid: esta cadena de atentados se saldó con cuatro muertos y más de un centenar de heridos.
Pocos meses después, en noviembre de 1979, ETA pm secuestró al diputado de UCD Javier Rupérez, que fue liberado al cabo de un mes. En febrero de 1980, terroristas del mismo Comando Madrid intentaron asesinar al presidente Adolfo Suárez, disparando un proyectil con un lanzagranadas contra el helipuerto del Palacio de la Moncloa. El artefacto, que sólo causó daños materiales, cayó a unos 100 metros del despacho del presidente Suárez, que en ese momento estaba reunido con vicepresidente Manuel Gutiérrez Mellado.
De nuevo, en enero 1981, ETA pm secuestró en Alzira al empresario valenciano Luis Suñer, dueño de la firma de helados Avidesa, que fue liberado tres meses después. La banda dio su golpe más sonado en diciembre de aquel mismo año, cuando secuestró al ginecólogo Julio Iglesias Puga, padre del cantante Julio Iglesias, y pidió un rescate de 1.000 millones de pesetas. La Policía logró liberarlo dos semanas después.
Una parte del rescate de los secuestros sirvió para financiar al diario Egin y a la coalición Euskadiko Ezkerra (EE), en la que se había integrado el brazo político de ETA político-militar, EIA (dirigido por Mario Onaindía), de la mano del abogado Juan María Bandrés. Toda esta escalada de terror se produjo cuando el actual candidato de Podemos a la Alcaldía de Vitoria, Fernando López Castillo, ocupaba el número 3 en el organigrama de ETA pm.
Ya en aquel momento, el Gobierno de UCD negociaba con la dirección de ETA político-militar para lograr la disolución de la banda, a cambio de una amnistía para sus presos. Finalmente, el 30 de septiembre de 1982, Fernando López Castillo fue uno de los diez dirigentes de ETA pm que comparecieron en una rueda de prensa en Biarritz, por primera vez sin capuchas y a cara descubierta, para anunciar la disolución de esta banda terrorista [la foto de aquel acto encabeza esta noticia].
Según desveló el diario El País, varios meses después, en junio de 1983, López Castillo se reunió en un café de París con el entonces jefe del Mando Único de la Lucha Antiterrorista, Manuel Ballesteros, y su número 2, Domingo Martorell, para pactar las condiciones del abandono de la actividad terrorista..
Ballesteros quería que los miembros de ETA pm escenificaran la entrega de las armas, pero López Castillo y el líder de la banda, Juan Miguel Goiburu, alegaron que se las habían quedado los miembros del sector disidente de la organización. Debía ser así, pues la rueda de prensa de Biarritz no puso fin a la violencia: el sector mayoritario de ETA (el que hemos conocido hasta hace poco) siguió asesinando durante tres décadas más.
El candidato de Podemos fue uno de los 300 terroristas que se reinsertaron en la sociedad vasca a mediados de los años 80 tras la disolución de ETA pm. En 1989 realizó junto a Mario Onaindía un curso de redacción de guiones cinematográficos impartido por el instituto belga FEMI. Desde entonces se ha dedicado al cine, primero como productor (en Irati Films y Clap Films) y desde octubre de 2010 como director de la Vitoria-Gasteiz Film Office, que depende del Ayuntamiento y se dedica a captar rodajes para la ciudad.
Ya jubilado, Fernando López Castillo fue elegido el pasado mes de junio secretario general de Podemos en Vitoria-Gasteiz y ahora encabeza la candidatura de este partido a la Alcaldía de la capital de Álava.
En una entrevista concedida el pasado mes de enero, el ex dirigente de ETA pm y actual candidato de Podemos Fernando López Castillo explicó que ha modulado su visión del nacionalismo: “En la UE tiene cabida una comunidad cultural y sociológica del País Vasco con Euskadi Norte (Iparralde) y Navarra. Y sin romper con España ni con Francia. Es necesaria una manera nueva de entender las comunidades asociadas”. OKDIARIO ha intentado ponerse en contacto con Fernando López Castillo este fin de semana, sin éxito, para conocer su relato sobre estos hechos.
Una parte del rescate de los secuestros sirvió para financiar al diario Egin y a la coalición Euskadiko Ezkerra (EE), en la que se había integrado el brazo político de ETA político-militar, EIA (dirigido por Mario Onaindía), de la mano del abogado Juan María Bandrés. Toda esta escalada de terror se produjo cuando el actual candidato de Podemos a la Alcaldía de Vitoria, Fernando López Castillo, ocupaba el número 3 en el organigrama de ETA pm.
Ya en aquel momento, el Gobierno de UCD negociaba con la dirección de ETA político-militar para lograr la disolución de la banda, a cambio de una amnistía para sus presos. Finalmente, el 30 de septiembre de 1982, Fernando López Castillo fue uno de los diez dirigentes de ETA pm que comparecieron en una rueda de prensa en Biarritz, por primera vez sin capuchas y a cara descubierta, para anunciar la disolución de esta banda terrorista [la foto de aquel acto encabeza esta noticia].
Según desveló el diario El País, varios meses después, en junio de 1983, López Castillo se reunió en un café de París con el entonces jefe del Mando Único de la Lucha Antiterrorista, Manuel Ballesteros, y su número 2, Domingo Martorell, para pactar las condiciones del abandono de la actividad terrorista..
Ballesteros quería que los miembros de ETA pm escenificaran la entrega de las armas, pero López Castillo y el líder de la banda, Juan Miguel Goiburu, alegaron que se las habían quedado los miembros del sector disidente de la organización. Debía ser así, pues la rueda de prensa de Biarritz no puso fin a la violencia: el sector mayoritario de ETA (el que hemos conocido hasta hace poco) siguió asesinando durante tres décadas más.
El candidato de Podemos fue uno de los 300 terroristas que se reinsertaron en la sociedad vasca a mediados de los años 80 tras la disolución de ETA pm. En 1989 realizó junto a Mario Onaindía un curso de redacción de guiones cinematográficos impartido por el instituto belga FEMI. Desde entonces se ha dedicado al cine, primero como productor (en Irati Films y Clap Films) y desde octubre de 2010 como director de la Vitoria-Gasteiz Film Office, que depende del Ayuntamiento y se dedica a captar rodajes para la ciudad.
Ya jubilado, Fernando López Castillo fue elegido el pasado mes de junio secretario general de Podemos en Vitoria-Gasteiz y ahora encabeza la candidatura de este partido a la Alcaldía de la capital de Álava.
En una entrevista concedida el pasado mes de enero, el ex dirigente de ETA pm y actual candidato de Podemos Fernando López Castillo explicó que ha modulado su visión del nacionalismo: “En la UE tiene cabida una comunidad cultural y sociológica del País Vasco con Euskadi Norte (Iparralde) y Navarra. Y sin romper con España ni con Francia. Es necesaria una manera nueva de entender las comunidades asociadas”. OKDIARIO ha intentado ponerse en contacto con Fernando López Castillo este fin de semana, sin éxito, para conocer su relato sobre estos hechos.
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