Si AMLO hablase de esos crímenes, su discurso antiespañol se caería a pedazos
¿El presidente de México pedirá perdón por los crímenes de mayas y aztecas?
Ayer el ultraizquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México y uno de los pocos aliados que aún le quedan al chavismo venezolano, hizo unas declaraciones muy polémicas.
AMLO quiere que el Rey de España y el Papa pidan perdón por la Conquista de México
Las declaraciones las hizo durante los actos conmemorativos de la Batalla de Centla, librada el 14 de marzo de 1519 y en la que Hernán Cortés, con 550 hombres, fue capaz de derrotar a un ejército maya formado por más de 10.000 guerreros. El discurso de López Obrador se puede leer entero en la web de la Presidencia de México. En él aseguró que ha enviado cartas al Rey de España y al Papa Francisco para que “reconozcan los agravios que se cometieron y sufrieron los pueblos originarios; que haga la Corona Española este reconocimiento, y lo mismo la Iglesia católica, porque no se trató solo del encuentro de dos culturas; fue, repito, una invasión y se cometieron actos de autoritarismo, de avasallamiento“. López Obrador resumió así la Conquista española: “Se asesinaron miles de personas durante todo este periodo, se impuso una cultura, una civilización sobre otra, al grado de que se construyeron los templos, las iglesias católicas encima de los antiguos templos de los pueblos prehispánicos”. AMLO añadió que “es mejor reconocer que hubo abusos y que se cometieron errores: es mejor pedir perdón y, a partir de eso, buscar hermanarnos en la reconciliación histórica”.
Los crímenes de aztecas y mayas que López Obrador olvidó citar
Obvia decir que la Conquista y Evangelización de América no fueron un camino de rosas y en ellas se cometieron muchos errores y también abusos. Pero desde luego, en términos de derechos humanos, los conquistadores españoles fueron muchísimo mejores que muchos pueblos precolombinos, entre ellos los mayas y los aztecas, por citar a dos de los que poblaban el actual territorio de México antes de la llegada de los españoles. Curiosamente, López Obrador no ha citado ninguno de los crímenes cometidos por mayas y aztecas, así que los citaré yo.
Ya sólo en la ciudad de Tenochtitlán, la capital del imperio mexica o azteca, se sacrificaban a los ídolos paganos más de 20.000 personas al año. En todo el imperio azteca la suma de sacrificios anuales rondaba los 72.000, incluidos 20.000 niños, según cifras apuntadas en 1524 por Fray Juan de Zumarraga, primer obispo de México. Si alguien piensa que Fray Juan exageraba para justificar la Conquista española, hay que decir que el historiador mexicano Mariano Cuevas (1879-1949) cifró esos sacrificios en 20.000 anuales en Tenochtitlán, y en 100.000 sacrificios anuales, como mínimo, en todo el imperio azteca. Cuevas señaló que “los méxicas y vecinos aliados vivían en continuas guerras con otros pueblos guerreros, guerras que tenían por exclusivo objeto el cautivar el mayor número posible de sus contrarios para después sacrificarlos“.
Torre de calaveras en Tenochtitlán, con los restos de hombres, mujeres y niños víctimas de los sacrificios humanos en el Imperio azteca.
En Tenochtitlán fueron exterminadas hasta 80.400 personas en cuatro días
El historiador mexicano cita, además, lo ocurrido en un sacrificio hecho en 1487 -antes de la Conquista española-, del que dejó constancia un manuscrito azteca: durante cuatro días fueron sacrificados “ochenta mil y cuatro cientos hombres de diversas provincias y ciudades”. De hecho, en Tenochtitlán los hombres de Hernán Cortés descubrieron algo que les dejó aterrados: una torre de calaveras humanas. Un descubrimiento que fue puesto en tela de juicio durante siglos y descalificado por muchos como mera propaganda española, hasta que finalmente en 2017 esa torre de calaveras fue hallada por arqueólogos en la antigua Tenochtitlán. En la torre se han hallado cientos de calaveras de hombres, mujeres y niños, un descubrimiento que demuestra la conducta puramente genocida del imperio azteca. ¿Por qué López Obrador no dice nada sobre esto?
Los sacrificios humanos en el imperio maya
Otros pueblos amerindios llevaban a cabo prácticas similares, como los tarascos, los mayas, los zapotecas y los matlacingas. El imperio maya, que también abarcó en su extensión a parte del territorio del México actual, tenía prácticas muy similares a las de los aztecas en lo que a sacrificios humanos se refieren: a la víctima, todavía viva, le arrancaban las entrañas, una práctica que llevaban a cabo con adultos y también con niños. Otra práctica muy habitual entre los mayas era la decapitación de prisioneros. En ocasiones, los mayas prácticaban su juego de pelota con las cabezas cortadas de las víctimas, como muestra un relieve hecho por los propios mayas en Chichén-Itzá. Según apuntó el profesor Lothar Knauth de la Universidad de México en “El juego de pelota y el rito de la decapitación”, en la cultura maya el sacrificio humano “era necesario para mantener el equilibrio entre naturaleza y existencia en su dinámica. Solamente así puede cumplirse el contrato cósmico entre hombres, dios y universo”. Pero ahora resulta que lo malo, según AMLO, es que los españoles llevasen a América una religión que prohíbe el asesinato y que enseña que todos los hombres somos hermanos. Otra vez la típica cristianofobia izquierdista.
López Obrador está arremetiendo contra sus propios antepasados
Hay que decir que si López Obrador quiere acusar a alguien de crímenes cometidos durante la Conquista española, tendrá que buscar entre sus propios antepasados. De hecho, a día de hoy en México hay más descendientes de españoles que en la propia España. Mis antepasados, desde luego, no salieron de Galicia (he tenido parientes en Venezuela, pero como emigrantes). Por otra parte, la definición de los derechos humanos que cita AMLO no se hizo, a escala mundial, hasta 1948. Sin embargo, siglos antes los españoles ya habían establecido leyes que protegían a los indígenas: las primeras fueron las Leyes de Burgos de 1512, firmadas por el Rey Fernando II y que consideraban “hombres libres” a los indios. Luego llegaron las Leyes Nuevas de 1542, firmadas por el Emperador Carlos V y que prohibían someter a los indios a esclavitud y trabajos forzados.
Los aztecas borraron del mapa las lenguas de los pueblos que conquistaron
Además de ello, la primera institución de educación superior creada en toda América fue fundada por los españoles en el actual México: el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. En Hispanoamérica, España fundó 23 universidades abiertas a personas de todas las razas ya desde sus inicios (en Norteamérica los alumnos no blancos estuvieron vetados hasta el siglo XIX). Gracias las cátedras indígenas de esas universidades -las primeras fueron creadar en 1580 por el Rey Felipe II en Lima y México- y gracias a la labor de los misioneros españoles, durante el dominio español lenguas amerindias como el náhuatl -que hablaban los aztecas- y el quechua alcanzaron una extensión muy superior a la que había tenido en la época prehispánica. Gracias a los españoles, esas lenguas fueron conservadas y aún son habladas hoy en día por millones de personas en Hispanoamérica. Si a AMLO le aborrece tanto su pasado español, le sugiero que renuncie a la lengua de sus ancestros y aprenda el náhuatl. Y me refiero al idioma azteca, y no a otros que había antes en México, porque los aztecas cuando conquistaban a otros pueblos no se molestaban en codificar sus idiomas como hacían los misioneros españoles. Los aztecas imponían su lengua y punto. Los idiomas de los pueblos que conquistaron se han perdido para siempre.
AMLO está siguiendo el recetario populista de Hugo Chávez
Hay que recordar, además, que, los españoles tuvieron la ayuda de pueblos indígenas enemigos de los aztecas, como los totonacas y los tlaxcaltecas, que estaban hartos de los crímenes perpetrados por sus vecinos. ¿Por qué AMLO no cuenta esta parte de la historia? Tal vez porque está siguiendo el manual antiespañol de Hugo Chávez. Si AMLO hablase del genocidio perpetrado por los aztecas, su discurso antiespañol se caería a pedazos, ya que a la vista de esos crímenes se comprende mejor el papel civilizador de la Conquista española, que puso fin al genocidio azteca. El populismo va ligado al victimismo. Si no hay enemigos, los busca en la historia o se los inventa, para así justificar los abusos de poder del líder populista, abusos cometidos con la excusa de hacer frente a esos enemigos imaginarios. Ya ocurrió en Venezuela y en otras dictaduras comunistas. Los mexicanos aún están a tiempo de impedir que su país siga los mismos derroteros.
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(Foto principal: Fotograma de la película “Apocalypto” (2006), en la que Mel Gibson escenificó los sacrificios humanos en el Imperio maya)
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