sábado, 24 de noviembre de 2018

¿Para qué sirve hoy Podemos


El partido de Pablo Iglesias ataca a la monarquía con el fin de debilitar a España

El líder del partido de ultraizquierda, Pablo Iglesias, publica hoy en el diario progresista El País un artículo de opinión que sólo cabe enmarcar en su estrategia de desgaste de nuestra democracia.
Habla de “nuestra patria” mientras se alía con los que quieren verla rota
El artículo se titula “¿Para qué sirve hoy la monarquía?”, pero en realidad Iglesias parece preguntarse para qué sirve hoy España. Dice, por ejemplo, que la monarquía “es rechazada abiertamente por un amplia mayoría de los ciudadanos en Euskadi y Catalunya” (sic: en español se escribe “Cataluña”, con eñe). Casualmente, son las dos comunidades donde el separatismo es más fuerte, un separatismo que cuenta con el apoyo de Podemos, dicho sea de paso. Recordemos que Podemos ha actuado como un quintacolumnista de los golpistas de Cataluña y está aliado con los separatistas de Compromís en Valencia, con los de Bildu en Navarra y con los de Anova en Galicia. Es cierto que en su artículo Iglesias se refiere a “nuestra patria”, pero lo hace como tiene por costumbre: siempre se disfraza de patriota cuando quiere perjudicar a España.
Uniformidad y cesarismo son, precisamente, dos de los rasgos de Podemos
Por otra parte, Iglesias se contradice, como suelen hacer quienes tienen que esforzarse para parecer coherentes, porque están pensando lo contrario de lo que dicen. Un ejemplo es lo que afirma el líder de Podemos al comienzo del artículo: “la Monarquía española y en particular Juan Carlos I jugaron un papel de dirección política en la transición que llevó a nuestro Estado de una dictadura a una democracia homologable a las de la Europa occidental de entonces”. Ese “de entonces” no es casual. Sin embargo, más abajo presenta la Transición como un chantaje: “España tragó con el heredero de Franco a cambio de democracia”. Finalmente, identifica a la monarquía con conceptos como “la uniformidad y el cesarismo”. Que Pablo Iglesias hable de “cesarismo” es para echarse a reír, teniendo en cuenta que el culto a la personalidad y el desprecio por el pluralismo político abundan mucho más en las filas de Podemos que en el resto de la sociedad española respecto de su Rey, lo cual es un indicador del tipo de república que desearía Pablo Iglesias.
Nostálgico de una República que la propia izquierda quería derribar
Otros indicadores son los referentes del líder de Podemos. Pablo Iglesias es un nostálgico de la Segunda República, un régimen que vulneró sistemáticamente libertades que hoy sí que se respetan en España. Hay que recordar, además, que esa República desapareció por la propia acción de la izquierda y de los separatistas. Cuando la derecha ganó las elecciones de noviembre de 1933, no pudo gobernar por las amenazas lanzadas desde la izquierda -especialmente desde el PSOE-, que consideraba que sólo ella tenía derecho a gobernar. Las amenazas se cumplieron cuando varios miembros de la CEDA se incorporaron al gobierno al año siguiente: en octubre de 1934 la izquierda -encabezada por el PSOE- dio un violento golpe de Estado contra el gobierno republicano, secundado en Cataluña por los separatistas de ERC. Esto es lo que suelen “olvidar” quienes presentar aquella República como la panacea de la democracia, tal vez olvidando que entre 1931 y 1936 socialistas y comunistas no dejaron de amenazar con una “dictadura del proletariado”. El PSOE llegó a tachar el régimen entonces vigente de “República burguesa” y “dictadura”, afirmando: “Esto que se llama democracia en el régimen capitalista no es tal democracia”.
Cuba, Venezuela e Irán: los actuales referentes republicanos de Podemos
Pero además de referentes históricos, Pablo Iglesias también tiene referentes actuales. Hace dos años Podemos calificó a Fidel Castro como “un referente de la dignidad latinoamericana y de la resistencia soberana”, sin emitir ni la más leve crítica a ese dictador comunista que durante décadas violó los derechos humanos de sus compatriotas. Así mismo, Podemos se ha negado varias veces a condenar la brutal represión chavista en Venezuela contra la oposición democrática. Pero más significativo aún es que en marzo de 2013, justo un año antes de fundar Podemos, Iglesias reconoció que se había dejado usar por Irán para desestabilizar España. Se trata de tres repúblicas que demuestran un hecho a día de hoy incontestable: tener una república no es garantía de democracia, y menos aún ni es la ultraizquierda la que ostenta el poder.
Podemos no odia a la monarquía por dinástica, sino por española
Ya he señalado el papel cómplice de Podemos con los separatistas, y también el papel que Pablo Iglesias asumió como un mero instrumento de una república islámica interesada en perjudicar a España. Creo que ambos hechos arrojan luz sobre el verdadero motivo por el que Iglesias arremete contra la monarquía: es una institución que proporciona estabilidad y continuidad a España como Nación. Hace años yo me consideraba republicano, pero reconozco que los reparos que podamos ponerle a la monarquía, por ser una institución dinástica, quedan totalmente eclipsados frente a su papel como pilar político de nuestro país. De hecho, si todos los que odian a España y quieren desestabilizar nuestro país arremeten contra la monarquía no es por su condición dinástica -aunque la usen como excusa para disfrazar sus estrategias políticas de desgaste-, sino por ser una institución ligada a la solidez y a la permanencia de España como Nación, igual que lo son la lengua española como idioma común y la religión católica como fundamento histórico de nuestra cultura y de nuestras tradiciones: ambas son también el blanco de las iras y de los ataques de los más furibundos hispanófobos.
La monarquía es una de las instituciones mejor valoradas por los españoles
Cuando Pablo Iglesias dice que “la opinión de los españoles quizá no sea muy favorable a una monarquía predominantemente asociada a los privilegios y a la corrupción”, lo que hace es desprestigiar a la monarquía pero no para establecer una república que fortaleza a España como país. Basta con ver la crítica que hace Iglesias a Felipe VI por su valiente respuesta frente al golpe separatista en Cataluña. Lo que Iglesias quiere es una república que sirva para demoler a España como Nación y como sociedad libre y próspera. El discurso comunista es incapaz de arraigar en sociedades prósperas y libres, sólo tiene posibilidades en países fallidos y en sociedades desesperadas y dispuestas a hacer un pacto diabólico: sacrificar la libertad y la democracia a cambio de una (falsa) seguridad. Lo que olvida decir el líder de Podemos, porque no le interesa que se sepa, es que la monarquía es una de las instituciones mejor valoradas por los españoles, sólo superada por las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas. Al mismo tiempo, los partidos políticos -es decir, partidos como Podemos- están entre las instituciones peor valoradas.
¿Para qué sirve -o mejor dicho- a quiénes sirve Podemos?
Así pues y a la luz de estos datos, la pregunta adecuada no es para qué sirve hoy la monarquía, pues eso ya ha quedado muy claro históricamente y en fechas recientes ante dos golpes de Estado (el 23-F y el 1-O), sino para qué sirve hoy Podemos, o mejor dicho, a quiénes sirve, y se me ocurren algunas respuestas: al régimen chavista, al régimen islamista de Irán, a los separatistas y sobre todo a sus líderes, que se han hecho ricos con ese proyecto político que crearon para desestabilizar a España. Basta con ver el carísimo casoplón de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar. Y todo ello gracias a un dinero que hemos pagado todos los españoles a través de nuestros impuestos, y que a diferencia del que recibe la monarquía -que está al servicio de España-, es un dinero que se ha puesto al servicio precisamente de aquellos que buscan ver a España desestabilizada o rota para beneficio de unos cuantos charlatanes.


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