El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, gastó algo más de 650.000 euros en viajes oficiales al extranjero entre enero de 2012 y diciembre de 2015, cifra que incluye desplazamientos, alojamientos, dietas y comitiva. El más costoso de Mas fue el que realizó a EEUU en abril de 2015, que duró seis días, con un coste de 107.891,68 euros.
En el viaje a EEUU, Mas no se entrevistó como pretendía con ningún dirigente político, y sólo se limitó a dar una conferencia en una universidad privada. Allí aseguró que Estados Unidos entendía el tema de la autodeterminación, “Es un concepto que se entiende muy bien porque ellos son hijos de esto”, dijo en referencia a la independencia estadounidense respecto al Reino Unido en 1776. E intentó utilizar estos argumentos como contrapunto a la posición inmovilista del Gobierno de Mariano Rajoy: “Cuando nosotros explicamos que hemos intentado todos los caminos y procedimientos posibles para poder pactar un referéndum con el Estado español y que nos han bloqueado todos estos caminos y que incluso nos han judicializado estos temas aquí no se entiende”. Además, defendió la viabilidad económica de un hipotético Estado catalán y el componente pacífico y democrático del proceso separatista.
Mientras Mas se dedicaba a dar charlas por el extranjero sobre la deriva separatista, el Gobierno dio a Cataluña desde 2012 cerca del 30% del total de los recursos financieros puestos a disposición de las comunidades autónomas para sortear la crisis. En total, y según informó el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas el pasado mes de septiembre, dio 58.814 millones de euros, cifra que hizo que Cataluña se convirtiera en la comunidad que "más se benefició de los mecanismos de financiación".
El gasto para financiar la deriva separatista-y no para sufragar los servicios básicos de numerosos catalanes- no frena y el gobierno de la Generalitat de Cataluña ha acordado crear cuatro nuevas "embajadas" en el exterior, concretamente en Copenhague, Varsovia, Zagreb y Ginebra, cuya materialización queda condicionada a la aprobación de unos nuevos Presupuestos para el año que viene -a los que la CUP ya ha dado el visto bueno-. El consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, manifestó que "con las nuevas delegaciones de la Generalitat pretende cubrir amplios espacios geográficos en Europa y favorecer la internacionalización de su economía, cultura y conocimiento". En este sentido, es preciso señalar que el gobierno autonómico ha ido en los últimos años dotando de mayor financiación este despliegue diplomático con vistas a una futura ruptura de España, pues destinó 1,1 millones de presupuesto en 2012, 2,2 millones en 2013 y 3 millones en 2014.
Los dirigentes rupturistas siguen haciendo viajes para "explicar" el proyecto secesionista -cabe recordar el vuelo del mismo Romeva a Estados Unidos hace unos meses, un viaje en el que tuvo tiempo para reflexionar frente a la estatua de Abraham Lincoln, el hombre que puso fin a las pretensiones separatistas en los EEUU, el que fusiló y derrotó a quienes querían romper el país, o del presidente Puigdemont a París, dónde fue interpelado por un estudiante que le preguntó la legitimidad del "procés" y por la legitimidad política, económica y moral teniendo en cuenta que pertenece a "uno de los partidos políticos más corruptos de la historia"- y el Gobierno asumiendo su despilfarro -el pasado mes de julio manifestó que se haría cargo de los 1.600 millones de euros de deuda a corto plazo contraída por la Generalitat-.
| Verdadera Izquierda. |
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