Está escrito en ABC, 11 de diciembre de 2016, por Antonio Burgos:
“España está llena de perjuros, y me perdonarán que no los cite por sus nombres, porque en tal caso iba a tener que llenar entera esta página de ABC, y tampoco es para ponerse así.
Las autoridades, desde el presidente del Gobierno al último concejal de pueblo, antes de tomar posesión de los cargos para los que han sido democráticamente elegidos han de jurar (o prometer, si van de laicos y laicistas, como es la moda) cumplir y hacer cumplir la Constitución.
Lo de cumplirla, pues muchos la cumplen de aquella manera. Y como nadie se atreve ni a toserles, en plan «tú apaga la luz y no digas ná en Triana», pues No Passsa Nada. Pero el caso es que los que juraron hacer cumplir la Constitución no obligan a que la obedezcan a quienes como un desafío a España y a los españoles no sólo se la pasan por el forro, sino que presumen de ello.
Así que ya les digo: entre los que no la cumplen y los que por cobardía, o por corrección política, o por evitar según ellos males mayores, no se atreven a cumplir con su obligación y obligar que se aplique la Carta Magna, España está llena de perjuros. (…)
Y algo muy divertido. ¿Saben ustedes quiénes tienen más interés en reformar o cambiar la Constitución y poco menos que hacer una de nueva planta, o de articularla como quien se compra una silla en Ikea y la monta con la llave Allen?
Pues los que no la cumplen, no la han cumplido ni la cumplirán; los que se la saltan a la torera, en esta España donde puedes hacer caso omiso a cuantos artículos de la Carta Magna quieras, pero, ay de ti como te saltes un semáforo en rojo o vayas a más de 120, que viene el flamante director general de Tráfico, Gregorio Serrano, y te arrea una multa que te avía, y te deja el carné con menos puntos que el Granada en la Liga. (…)
La Dirección General de Tráfico merece a muchos más respeto que el Tribunal Constitucional. Te llega una multa que te ha impuesto la abnegada y cumplidora Guardia Civil de Tráfico y es que no te atreves ni a recurrirla. Vas corriendo al banco más cercano a pagarla.
En cambio, a muchas autoridades españolas, autonómicas o no, les llegan sentencias del Tribunal Constitucional por incumplimiento de la Carta Magna en graves materias como la Unidad de la Patria o el respeto a su Bandera y es que cogen el papel y lo ponen directamente donde usted se imagina, para limpiarse el ya me entiendes lo que te quiero decir.
Por todas estas razones, es absurdo perder el tiempo y gastar el dinero en reformar la Constitución, y no quiero citar la soga de Italia en casa de los ahorcados separatistas, podemitas, antisistema y demás castuza empeñada en cambiar la Carta Magna. Lo de Magna a ellos les debe de sonar a marca de helado de chocolate con palito, por el interés que tienen los tíos hacerse una a medida… de la destrucción de España.
Más que una nueva Constitución, aquí lo que necesitamos es autoridad para hacer cumplir la de 1978 y dejarnos de perjuros y de cobardes. Y si hay que aplicar el artículo 155, se aplica y listo. Dicen que los británicos, como son tan suyos, tienen una Constitución no escrita. Nosotros les echamos la pata. Nosotros tenemos una Constituciión escrita. Pero escrita sobre papel mojado”.
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