Su actitud ante esos regímenes es más reveladora que cualquier documento
Podemos tiene una forma de demostrar que no oculta compromisos con Irán y Venezuela
Ayer se produjo un hecho muy significativo en el Congreso de los Diputados: Albert Rivera consiguió borrarle la sonrisa de la cara a Pablo Iglesias sin tener que recurrir a las manos.
Albert Rivera da con la fibra sensible de Pablo Iglesias
¿Y cómo lo hizo el líder de Ciudadanos? Pues le bastó con mencionarle al líder de Podemos los derechos humanos en Irán y Venezuela. Pablo Iglesias, que unos segundos antes se echaba una risa a cuenta de los estudios de Derecho del portavoz de C’s, cambió por completo de semblante y adoptó un gesto serio. Rivera le había tocado la fibra sensible, el asunto delicadísimo que puede echar al traste todas las posibilidades de Podemos de hacerse un hueco en el poder.
Pablo Iglesias y Podemos se han autorretratado con Irán y Venezuela
Y es que para Podemos el mayor problema no es que la Policía española ya disponga de documentos que prueban la existencia de una financiación irregular del partido morado a manos de dos regímenes nada respetuosos con los derechos humanos. Ya antes de que saliesen a la luz esas pruebas documentales había pruebas e indicios de las amistades peligrosas de Podemos. El propio Pablo Iglesias reconoció en 2013 que se ha dejado usar por Irán para desestabilizar España. El vídeo lo puedes ver aquí, en una entrada que publiqué el año pasado y que ha tenido decenas de miles de visitas desde entonces. Y no porque mi prosa sea digna de admiración -que no lo es-, sino porque el vídeo hace que sobren los comentarios. A eso hay que añadir que Podemos, siendo eurodiputado Pablo Iglesias, votó en Bruselas contra no una, sino dos condenas de la represión en Venezuela, en diciembre de 2014 y marzo de 2015. Las mociones de condena, que recibieron un abrumador apoyo en el Parlamento Europeo, se basaban en informes de la ONU que revelan las torturas y violaciones a presos políticos en Venezuela, el cierre de medios de la oposición, la represión de manifestaciones con armamento letal y otras violaciones de derechos humanos.
Además, Pablo Iglesias tiene un programa de TV que se emite en un canal de la República Islámica de Irán, HispanTV, cuyas emisiones por TDT fueron prohibidas en España porque entre sus responsables hay “personas implicadas en la ejecución de violaciones graves de los derechos humanos” en Irán. Esa relación económica -el programa no se hace de forma altruista- es la culpable de un hecho vergonzoso en un político supuestamente democrático: hasta ahora Pablo Iglesias ha callado sobre los ahorcamientos de homosexuales, las lapidaciones de mujeres, las condenas a muerte por apostasía y otros abusos que se cometen en Irán. Y ya le funcionan cada vez menos sus penosos intentos de distraer la atención hablando de Turquía o Arabia Saudí.
¿Le saldría gratis a Podemos condenar al chavismo y a los ayatolas?
Los hechos apuntados son muy graves, porque lo que demuestran es que un partido con opciones de gobernar parece tener compromisos con gobiernos extranjeros que violan los derechos humanos. La sistemática negativa de Podemos ya no sólo a condenar, sino a referirse siquiera a esas atrocidades es más reveladora que toda la documentación que actualmente pueda manejar la Policía sobre esa perversa relación. Por supuesto, Podemos tiene una forma de demostrar que no existen tales compromisos: condenar esos abusos que inexplicablemente se ha negado a condenar. Alguien podrá objetar que Pablo Iglesias y los suyos no tendrían reparos en hacer un “Rita Maestre” y mentir como bellacos. El problema es que una condena así por parte de Podemos podría conllevar duras represalias de dichos regímenes. Imaginaos la reacción de dos gobiernos tan desprovistos de escrúpulos como el chavista y el de los ayatolas si después de haber estado financiando a un partido político en España, ese partido decidiese condenar a sus financiadores. Bastaría que cualquiera de los dos gobiernos tirase de la manta y empezase a publicar pruebas documentales para que Podemos se viese condenado a la desaparición. Por eso, además de por simple afinidad ideológica, no espero que Podemos dé ese paso. Y no darlo, precisamente, es lo que está dejando a Pablo Iglesias y a los suyos entre la espada y la pared
Pablo Iglesias habla de las ‘indecencias’ de los papeles de Panamá: ¿y los de Caracas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario