LOS MOSSOS SE PUSIERON DEL LADO DE LOS AGRESORES
La sede de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona sufrió un ataque de independistas el día de la Diada. Lo que no se imaginaban los radicales catalanes es que su violencia física y verbal sería reducida.
La sede de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona sufrió un ataque de independistas el día de la Diada. Lo que no se imaginaban los radicales catalanes es que su violencia física y verbal sería reducida.
El pasado 11 de septiembre, día de la Diada, unos independentistas radicales decidieron hacer patria catalana atacando la sede de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona. Al grito de ¡fascistas!, ¡españoles! e ¡hijos de puta!, los exaltados partidarios de la secesión empezaron a golpear con virulencia las puertas y ventanas de la sede de los legionarios mientras no dejaban de proferir insultos con una actitud extremadamente violenta.
Ante el ruido de los golpes y la gravedad de los insultos, dos miembros de la Hermandad salieron de la sede para hacer frente a los agresores. Eran un legionario y un guardia civil, que pidieron respeto y aconsejaron a los violentos que dejasen de golpear su centro de reunión e insultarles, pero los separatistas siguieron con los improperios y decidieron pasar a las manos con agresiones físicas.
Pero los planes no salieron como pretendían, ya que entre el legionario y el guardia civil les pararon los pies y redujeron sin ningún problema al cabecilla del grupo, que también era el más agresivo. El resto de matones separatistas, viendo que no se podían salir con la suya, dio la vuelta a la situación y pasó a convertirse, en un actitud cobarde a todas luces, de agresores en agredidos al pedir auxilio a unos Mossos d´Esquadra que se encontraban en las inmediaciones controlando la manifestación de la Diada.
La policía autonómica catalana, según relatan legionarios que se encontraban dentro de la sede y presenciaron el altercado, decidió liberar al independentista agresor, que aún permanecía retenido por el guardia civil y el legionario. En una actuación que indignó a los que fueron agredidos física y verbalmente, los Mossos dejaron de lado a los radicales atacantes y pidieron la documentación y pusieron contra la pared para ser cacheados a los agredidos. El guardia civil, que inmovilizó al radical al sentirse atacado e insultado, se mostró contrariado con la actitud de la policía autonómica y se negó en redondo a ser cacheado. Después de identificarse con su placa como guardia civil, le espetó a un mosso: “Tú no me registras”.
Después de un intercambio de pareceres entre radicales, agredidos y mossos, los independentistas se fueron sin tener que justificar ni pagar por iniciar una agresión contra una sede de legionarios.
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