¿Cuál es la responsabilidad del Estado en este país? Cuando los responsables políticos, como ya ha ocurrido en casos anteriores, dan ruedas de prensa para acusar a quienes son víctimas de un sufrimiento que no merecen, como Teresa, la auxiliar infectada por el Ébola, estando su vida en juego. No hay ética ni moral, ni siquiera decencia a la hora de acusar a la víctima de su propia desdicha sin sentir el más mínimo sonrojo en declarar esto en público, obviando por completo la responsabilidad que como servidor público se debe a la ciudadanía.
¿Para qué se presentan a elecciones y ocupan cargos públicos? Si ante cualquier situación complicada arrojan la culpa a la cara de la víctima escondiéndose en silenciosas ruedas de prensa sin preguntas, sin asumir errores ni pedir disculpas a la víctima, a su familia y a los ciudadanos por el daño que nos causan con su nefasta, irresponsable y peligrosa gestión.
Nos toca a la ciudadanía asumir la responsabilidad de la que este Estado reniega y corrompe a golpe de declaraciones groseras y faltas de tacto. Les toca a los trabajadores de la sanidad pública ejercer esa responsabilidad de la que el Gobierno hace dejación, pues son los que se van a enfrentar y van resolver este problema, trabajando como trabajan cada día: sorteando los obstáculos que les pone este Gobierno, en forma de recortes usureros, de empleos precarios, regulados por una legislación miserable. Ellos, contra la voluntad de este Gobierno, son los que trabajan día a día para que podamos tener la mejor sanidad pública posible, la que merecen los españoles.
Este lamentable espectáculo es fruto de que en nuestro país el poder lo detentan quienes tienen un Jaguar en el garaje sin saber que tienen un Jaguar. Y de ese mismo modo tienen una sanidad pública desmantelada y unos servicios públicos impropios de un país desarrollado según denuncian quienes saben de esto, los trabajadores sanitarios y les da igual. Porque no les interesamos ni nuestros problemas, ni nuestro futuro ni nuestra vida en definitiva. Los recortes en sanidad no les afectan, nuestros problemas tampoco. Solo les interesa su electorado, el del más del 40% de IRPF, porque son quienes les dan el acceso al poder: al jaguar en el garaje, costeado por lo que es de todos, hasta por nuestra sanidad.
No hemos podido caer más bajo. En manos de este Gobierno, su ignominia nos vuelve indignos diariamente. Cuando somos acusados culpables de contraer una terrible enfermedad contagiosa, cuando no se dan explicaciones en rueda de prensa o se deja a un vecindario entero sin información ni soluciones. Hay que trabajar para que en el futuro no nos vuelva a gobernar gente como esta, para que nadie olvide esto el próximo noviembre, cuando con todo el cinismo del que son capaces, vuelvan una vez más a pedirnos el voto.
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