NO hay que hacer leña del árbol caído ni ensañarse con el vencido, pero sí es cierto que, según la justicia distributiva, a cada uno hay que darle lo que le corresponde. Eso es lo que ha hecho la Unesco, darles una bofetada sin manos a los componentes de la Plataforma por la Mezquita de Córdoba, a sus corifeos, palmeros y advenedizos de todo tipo, quienes con sus invectivas y proclamas incendiarias, condenaban a quienes no se uniesen a su campaña para arrebatar la Mezquita-Catedral a quien la posee con legítimo título de propiedad, poco más o menos, que a las penas del infierno, porque había que salvar a la Mezquita y que su titularidad fuese de todos.
La Unesco acaba de otorgar a la Mezquita-Catedral de Córdoba y a su Casco Histórico la categoría de Valor Universal Excepcional lo que viene a confirmar y afianzar el título de Patrimonio de la Humanidad que ésta recibió de la misma entidad en el año 1984, ratificado diez a los después, o sea en 1994.
Una de las penas con las que amenazaban no sólo a los cordobeses sino a tantos y tantos turistas como la visitan era que «si no era de todos» podría perder la calificación de Patrimonio Universal de la Humanidad. Pues bien, el fiasco que se han llevado no ha podido ser más grande, ya que no sólo no ha sufrido tal daño sino que ha sido condecorada con este nuevo galardón. Como consecuencia inmediata necesaria auguraban que al perder tal distinción, la afluencia de turistas que vendrían a nuestra capital disminuiría con el consiguiente perjuicio para el negocio de la hostelería y comercio en general
Nuestra Mezquita-Catedral ha sido reconocida como el monumento número uno a nivel europeo y cuarto del mundo, delante de la Alhambra de Granada que ocupa el sexto europeo y decimosexto mundial, quedando muy atrás la Sagrada Familia de Barcelona que se relega al noveno europeo y vigésimo mundial, colocándose muy por delante de edificios tales como el Alcázar de Sevilla, la Casa Batlló de Barcelona, y otros muchos más.
¿Qué les parece señores agoreros predictores de toda clase de males si la Mezquita-Catedral seguía siendo gestionada por el Cabildo catedralicio de Córdoba que es a quien por derecho le corresponde, el que le haya sido conferido este nuevo timbre de gloria? ¿Perderá nuestra ciudad visitantes, o, por el contrario, verá aumentado su número, con el consiguiente acrecentamiento de beneficios que ello conlleva? Una de las razones que ha tenido en cuenta la Unesco para otorgarle tal galardón ha sido porque «su continuo uso religioso ha asegurado en parte su conservación». Dicho de otra manera, que si no hubiese sido por el cuidado, mimo, cariño e inversión de grandes sumas de dinero para su conservación, que ha dedicado el Cabildo, posiblemente, como otros monumentos importantes, se encontraría hoy en ruinas. Es más, el referido organismo asegura que tanto ella como el casco histórico han mantenido su «integridad» y «autenticidad», sin sufrir alteraciones. ¿A quien le debe la Humanidad esa conservación sin menoscabo?
¡Qué bien hizo Fernando III cuando la consagró a la Virgen, con la denominación de Iglesia Mayor de Santa María y encargó que velase por su custodia, conservación y mantenimiento a los componentes del Cabildo catedralicio! Cuando en la Reconquista se iban ganando ciudades, villas y lugares a los sarracenos se constituía en ellas un incipiente Cabildo, o Regimiento Municipal (el hoy Ayuntamiento), para que regulase la vida de los ciudadanos y se preocupase por su bienestar. El primer Ayuntamiento cordobés (en el concepto de hoy) fue compuesto por un juez, un mayordomo, un escribano y cuatro alcaldes, que habían de ser elegidos por democracia directa en las collaciones (hoy barrios) que correspondiesen. ¿Hubiese sido lógico que el mencionado rey hubiera encargado su atención a este incipiente Cabildo?
La Iglesia llevaba más de mil años con una organización bien estructurada y mejor capacitada para atender con la mayor integridad y cuidado ese bien que el rey le encomendaba. ¿Hubiese podido hacerlo ese naciente municipio compuesto sólo por siete personas y todavía sin medios económicos suficientes ni para atender a las necesidades más perentorias de sus habitantes?
Es una obviedad que nada hay más pernicioso que el atrevimiento de la ignorancia. Pero ha habido otro organismo más que le ha asestado otra bofetada sin manos a la referida Plataforma. Éste ha sido la mayor web de viajes del mundo, Tripadvisor, al declarar, tras las muchas millones de opiniones y comentarios de los viajeros que utilizan sus servicios, a nuestro monumento más preciado como el mejor sitio de interés turístico europeo y el cuarto del mundo.
Señores de la Plataforma, a veces es mejor dejar las cosas como están, no meterse en berenjenales, porque el resultado de oscuras e inconfesables pretensiones puede ser pernicioso para quienes las propugnan.
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