"Sería difícil de explicar a los ciudadanos andaluces y al conjunto de la sociedad que en la actual situación de crisis, especialmente grave en esa comunidad, las administraciones públicas destinaran una ingente cantidad de dinero, que habría que sustraer de otras partidas más necesarias, a expropiar la Catedral de Córdoba", precisa el Gobierno en una respuesta parlamentaria por escrito al grupo Izquierda Plural a la que ha tenido acceso Europa Press.
En el Consejo de Ministros del pasado viernes, se aprobó el proyecto de Ley de Reforma de la Ley Hipotecaria en el que se elimina el actual sistema especial de inmatriculación de bienes de la Iglesia Católica. Con la futura normativa se homogeneizan los requisitos, de forma que esta institución pasará a equipararse al resto de la sociedad y las inscripciones de su propiedad se trasladarán al procedimiento normal de inmatriculación.
Según explica el Ejecutivo, el actual sistema, "fruto de unas circunstancias históricas y legislativas muy determinadas, ha dejado de tener sentido en la actualidad". En la memoria del proyecto, explicaba que esta autorización se otorgó en un contexto socioeconómico "muy diferente" del actual, influenciado aún por los efectos de las leyes desamortizadoras.
Además, el Gobierno justifica la desaparición de este tratamiento especial indicando que ha transcurrido "un tiempo suficiente" desde la reforma del reglamento hipotecario de 1998, que ya permitió la inscripción de los templos al culto católico, proscrita hasta entonces. A esto se suma, según apunta el Ejecutivo, la "facilidad y normalidad actual en la obtención de una titulación adecuada para la inmatriculación de bienes".
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