Javier y Carlos Bardem presentan un segundo ERE en su restaurante de Madrid. Sus empleados ya hablan de «faltas de respeto y de palabra»
Ahora sí, ahora no. Once trabajadores llevan casi un mes y medio a la espera de que la familia Bardem decida las condiciones de sus despidos tras el cierre de La Bardemcilla, el restaurante que regentaban en Madrid. Si el 5 de marzo se les comunicó que sería a través de un ERE, el 26 de marzo sus propietarios rectificaban a través de un comunicado. Hace unos días, volvieron a cambiar de opinión: otro ERE amenaza las condiciones de su indemnización. En el camino, los desempleados llevan casi dos meses sin percibir ingresos.
«Los Bardem están intentando amedrentarnos». Así de contundente se muestra una fuente del entorno a los empleados, quienes, aseguran, soportan constantes faltas de palabra y de respeto, así como dificultades económicas. «Se están aprovechando de la situación. A los trabajadores no les han pagado marzo y, como no tienen carta de extinción, tampoco tienen subsidio de desempleo».
No les pagan, pero sí les amonestan: «Mandaron un burofax a un trabajador que habló con los medios y otro a su letrado, en el que le amenazaban con denunciarle al colegio de abogados». Estos hechos también los confirmó Julio San Román, el defensor de los Bardem, circustancia que ha animado a los trabajadores a manifestarse. «Llegamos al acuerdo de no filtrar nada a cambio de acelerar las negociaciones, pero, al día siguiente, ellos hablaron», revelan. Entonces, ¿les mintieron? «Como lo hicieron con el comunicado», aseguran.
De nuevo un ERE
«Hemos dado instrucciones claras a la administradora de la compañía para que proceda de inmediato a retirar el expediente de regulación de empleo», así de contundente rezaba el comunicado que Pilar, Carlos, Javier y Mónica Bardem enviaban a los medios el pasado 26 de marzo después de que se detallara en los medios la manera en que el clan de actores actuaba contra sus empleados: nos les pagaban el mes de marzo y les remitían a Fogasa para cobrar 20 días por año trabajado.
Fue entonces cuando los propietarios de La Bardemcilla cambiaron de opinión. «No estamos dispuestos bajo ningún concepto a someter a nuestros trabajadores a un procedimiento de estas características amparándonos en una reforma laboral contra la que nos hemos manifestado públicamente», recordaron en el comunicado.
Pese a todo ayer, se sentaron a negociar las condiciones del nuevo ERE. Debido al trato recibido, los trabajadores tenían claro su objetivo. «No vamos a dejar que pague Fogasa, como la empresa no tiene liquidez, esperamos que los socios metan dinero para las indemnizaciones: entre 30 y 40 días por año trabajado».
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