miércoles, 6 de febrero de 2013

CARTA DE UN PADRE SOCIALISTA A SU HIJO,SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN

 
 
 
 
El socialista JEAN JAURÉS nació en 1859 en Castres, Francia.
Fue diputado por el Partido Obrero Francés en 1889, manteniéndose como
parlamentario hasta 1898. Posteriormente fue elegido también en las
elecciones de 1902, 1906, 19 10 Y 1914. Murió en 1914.
En 1904 fundó el periódico L'Humanité. En 1905 consigue unir bajo su liderazgo a los socialistas franceses. formando la Sección Francesade la Internacional Obrera. Fue precisamente el diario L 'Humanité el que publicó esta carta dirigida a su hijo que se reproduce aquí. Este texto fue citado por Pildain en la Cortes Constituyentes de la 11 República española y ha llegado hasta nosotros a través de Carlos García Andoín, coordinador nacional de «Cristianos en el PSOE», a quien se la hizo llegar Michel
Santamarina, antiguo militante de la HOAC de Sestao (Bilbao).
 
Diario de sesiones 1 de marzo de 1933. La carta íntegra fue entregada a lostaquígrafos de las Cortes para que figurara en las actas después de la intervenciónde Pildain .
 
«Querido hijo, me pides un justificante que te exima de cursar la Religión
la religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera
que la mayor parle de los condiscípulos, y temo que también un poco
para parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones
religiosas. Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré
jamás.No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias
que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para
juzgar, serás completamente libre; pero, tengo empeño decidido en tu
tu instrucción y tu educación sean completas, no lo serían sin un
estudio serio de la religión.
Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan
bellas declaraciones sobre esta cuestión; son hijo mío declaraciones
buenas para arrastrar a algunos, pero que están en pugna con
el más elemental buen sentido. ¿Cómo sería completa fu instrucción sin
un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales
todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no
poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un
disparate? Dejemos a un lado la política y los discusiones, y veamos lo quese refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender la historia o la civilización de los griegos y de los romanos Y ¿qué comprenderías de
la historia de Europa o del mundo entero después de Jesucristo, sin
conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva
civilización? En el arte ¿qué serán para ti las obras maestras de la
Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras,
¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De
Maestre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente en
cuestiones religiosas. sino también a Corneille. Racine. Hugo. en una palabraa todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo
sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofia o de
moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la
filosofia más extendida, la moral más sabia y más universal? -éste es
el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau-.
Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás lareligión: Pascal y Newton eran crislianos fervientes: Ampére era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haberrecobrado por la ciencia
la fe de un bretón; Flanmarion se entrega afantasías teológicas.
¿Querrás tu condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas
y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religión está
íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia
humana; es la base, de la civilización y es ponerse fuera del mundo
intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer
conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días
tantas inteligencias preclaras. Ya que hablo de educación: ¿para ser
un joven bien educado, es preciso conocer y practicar las leyes de la
Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las
practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que
no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía, en el simple
"savoir vilvre", hay que convenir en la necesidad de conocer las
convicciones y lus sentimientos de las personas religiosas.
Si no estamos obligados a imitarlas, debemos, por lo menos, comprenderlas,para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas.
Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de consumo los hechos y el sentido común.Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han recibido educación religiosa; Su conducta prueba que han conservado toda su libertad. Además, no es preciso ser un
genio para comprender que sólo son verdaderamente libres de no ser cristianos los que tienen facultad para serlo pues en caso contrario, la ignorancia les obliga a la irreligión La cosa es muy clara: la libertad exige la facultad de poder obrar en sentido contrario. Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación.>>

No hay comentarios: