De todos es sabido que mientras que José Luis Rodríguez Zapatero era el presidente del Gobierno en España, los rifirrafes entre él y los sindicatos mayoritarios, han sido más bien pocos, a pesar de la crítica situación que vivíamos. Zapatero siempre acababa complaciendo a los sindicatos, para que éstos no organizaran una huelga general, o que si la hacía, no se manifestaran contra Zapatero, sino contra el Gobierno en general. Veremos cuáles fueron los lazos de unión entre Zp y sindicatos para tan espléndida amistad.
En medio de la flamante Presidencia En medio de la flamante Presidencia Europea de Zapatero, éste nos sorprendió con el anuncio de una reforma de las pensiones que elevaba la edad de jubilación obligatoria de 65 a 67 años. En ese momento presenciamos un terremoto económico y político, el rechazo social a la reforma. Éste fue liderado por la oposición y por los sindicatos. Al final el Gobierno se vio obligado a dejarla en un cajón. UGT y CC.OO calificaron el intento de elevar la edad de jubilación de innecesario e injustificado.
¿Qué podía hacer ante tal situación nuestro ex presidente Zapatero? Sin duda, eligió el camino fácil y pagó 27 millones de euros a los sindicatos para evitar que le hicieran una huelga general.
Así, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se reunió con los secretarios generales de UGT y CC.OO (Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, con el objetivo de paliar las críticas a la reforma. Pero además, el vicepresidente Manuel Chaves otorgó, mediante una resolución en el BOE a día 7 de enero de 2011, una subvención para las organizaciones sindicales de 26,6 millones de euros. Estas ayudas, tenían el fin de financiar los planes de formación en 2011 de los funcionarios y de los empleados públicos. Además la Administración central recibió un máximo de 23,4 millones, las autonomías 52,1 millones y los Ayuntamientos 24,8 millones.
Pero, lo más sorprendente era que, los sindicatos que recibiesen dichas “ayudas” estaban exentos de presentar “justificación documental” de los gastos de agua, luz, mensajería, teléfono o materiales, empleados en dichos cursillos. (Las Administraciones Públicas, también se beneficiaban de esta parte del contrato).
Desembolsados los 27 millones en enero de 2011, el Ejecutivo vuelve a regalar dinero a los sindicatos en el mes de agosto, en esta ocasión UGT y CC OO gestionaron 20,63 millones en concepto de ayudas destinadas a financiar cursos de formación entre los funcionarios. Cándido Méndez recibió 10,31 millones de euros al igual que Fernández Toxo.
Subvenciones y Presupuestos, hacen que los sindicatos dispongan del dinero español para sus menesteres, ya que pese al duro ajuste para las cuentas públicas en 2011, el Ejecutivo no tocó ni un euro de las subvenciones contempladas para las centrales sindicales en los Presupuestos Generales del Estado.
Pero las subvenciones en época de crisis a los sindicatos no terminan aquí. Un año antes, en 2010, sumidos en unas discretas políticas de ajuste que reducían el gasto social, el Gobierno de ZP decidió repartir 175 millones en subvenciones para otros cursos de formación para el empleo. El sindicato que más recibió fue UGT, con 79,5 millones de euros, seguido de CC.OO que percibió 74,9 millones, mientras que CEOE Y Cepyme recibieron en conjunto 21,4 millones.
Por otro lado, en 2009, al inicio de la crisis económica, se incrementaron en un 5% los salarios de los funcionarios, acuerdo firmado entre la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y los sindicatos. Así quedaba de manifiesto el desencuentro fatal entre el ministro de Economía, Pedro Solbes (desplazado por Salgado), que anunciaba la necesidad de reducir el gasto público, y Elena Salgado, que luchaba por lo contrario.
De esta manera vemos, como floreció un agujero negro que supuestamente se empleaba para cursos de formación, pero según el Servicio de Empleo Estatal, el INEM, detectó en el mes de abril una bolsa de fraude en el empleo de estas dotaciones.
Con estas fraudulentas medidas, y peligrosas subvenciones, el Ejecutivo del PSOE pretendía callar a los sindicatos, y así de manera indirecta a la sociedad. Con la política ejercida por Zapatero, los ciudadanos españoles se sintieron engañados, ya que mientras que Zp se dedicaba a manifestar en diferentes lugares públicos eso de “España va bien”, la crisis europea y la burbuja inmobiliaria estaba consiguiendo que las Agencias de Calificación colocaran nuestra deuda a nivel de “bonobasura”.
Pero claro, en 2010, momento en que España obstentaba la presidencia europea, no estaba bien visto que nuestros socios europeos comprobasen que realmente estábamos sumidos en una recesión, que cada vez perjudicaba más de los españoles, que solo recibían recortes por parte del Gobierno.
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