Ayer el bloguero y periodista Pablo Herreros daba a conocer en su blog que Telecinco se ha querellado contra él por amenazas y coacciones por pedir el boicot a ‘La Noria’, un programa de pésimo gusto que dicha cadena televisiva se vio obligada a cancelar tras las protestas enviadas por miles de personas a sus anunciantes, a causa del escándalo que provocó dicho programa al invitar -pagándole una considerable cantidad de dinero- a la madre de ‘El Cuco’, implicado en la violación, muerte y desaparición de la joven Marta del Castillo.
Como bien señala Pablo, “TeleCinco nos enseñó cómo NO gestionar una crisis de comunicación en la era de la web 2.0″. Y es que lejos de reconocer su error, el presentador del programa prefirió acusar a la competencia del boicot. A su vez Mediaset, propietaria de Telecinco, optó por inventarse sospechas para desprestigiar al promotor de la protesta. Esa cadena pretendía enterrar así una polémica surgida por lo que ya fue el colmo de su apuesta por un modelo televisivo que se ha convertido en la representación por antonomasia de la telebasura en España. De hecho, el escándalo de ‘La Noria’ incluso provocó un fuerte descenso de Telecinco en bolsa.
Después del patético espectáculo que dio esa cadena, ya es el colmo que Telecinco pretenda vengarse del promotor del boicot acusándole de delitos como amenazas y coacciones, cuando Pablo Herreros se limitó a utilizar un mecanismo legítimo del que disponemos los consumidores para manifestar nuestro rechazo hacia ciertas marcas que actúan saltándose los principios éticos más elementales. Obvia decir que esa querella no tiene ni pies ni cabeza, pero Telecinco la pone porque es una empresa con muchos más medios que Pablo Herreros, y porque sabe que el mero hecho de afrontar un proceso judicial como ése, aunque sea un enorme disparate, supondrá un mal trago para el bloguero y servirá de escarmiento a todo el que pretenda, en lo sucesivo, promover un boicot contra ése o cualquier otro medio de comunicación que haga algo tan indigno como lo que hizo ‘La Noria’. Desde aquí hago llegar todo mi apoyo y solidaridad a Pablo, y mi absoluto rechazo a Telecinco y su forma de actuar. Hace ya años que no veo esa cadena, pero en vista de su prepotencia, a partir de ahora cada vez que algún familiar, amigo o conocido me hable de Telecinco, les voy a explicar esto que he dicho aquí y lo que cuenta Pablo en su blog, a ver si les convenzo para que vean contenidos más dignos de ver en la tele. Y si Telecinco se querella contra mí por decir esto, que lo haga: me niego a callarme ante quienes consideran que la madre de un criminal tiene más libertad de expresión que Pablo Herreros.
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