martes, 13 de noviembre de 2012

Mi óle a la CSIF,ANTONIO BURGOS

En este segundo siglo de las siglas según las cuentas que echó Dámaso Alonso, hay un trío de ellas que me confunden como la noche a Dinio. Sobre todo, por la costumbre española de pronunciar las siglas sin deletrear, sino formando sílabas, como si fueran una palabra. Cuando un americano nombra a la CIA, dice "Ce, I, A" y no, como nosotros, "cía", cual la abreviatura de "compañía". Por esta costumbre silabeadora hay tres entidades con las que me formo unos líos iba a decir del carajo si no estuviéramos en horario infantil: el CSIC, el CESID y la CSIF. El CSIC, pronunciado "cesic", sic, es el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, al que antiguamente en el mundo cultural se le llamaba "el Consejo" por antonomasia. El CESID, pronunciado tal como se lee, que ya me parece que no existe, era el Centro Superior de Información de la Defensa, los espías, vamos, y creo que ha sido sustituido por una cosa con nombre de cadena americana de televisión, el CNI, que es el Centro Nacional de Inteligencia, "dame el nombre exacto de las cosas", añado con palabras de Juan Ramón Jiménez en esta sopansalá de siglas. En la que nos queda la CSIF, pronunciada Cesif, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios. La confusión a que me refería es que cuando te hablan de un señor del "Cesí" no sabes si se refieren a un investigador del Consejo, a un espía en plantilla o a un sindicalista con vergüenza torera, a un dirigente de la CSIF.
Sindicato al que hoy quiero decirle un óle como la Monumental de México. Menos mal que en este mar depresivo de malas noticias hay de vez en cuando nuevas agradables y simpáticas, como que Amancio Ortega el de Zara, en vez de hacer solidaridad con cargo a los presupuestos, cual suelen los progres de mierda, se mete la mano en su propia cartera y le apoquina 20 millones de euros, 20, a Cáritas. O que la CSIF anuncia que no va secundar de ninguna de las maneras la absurda e innecesaria huelga general que anuncian los dos sindicatos únicos del pesebre, los vividores de la subvención, los que digo yo que por qué nos gastamos el dinero por doble, en Comisiones por un lado y en UGT por otro, si los dos están funcionando de hecho como Sindicato Único, esos dos tíos siempre de la manita, Toxo y Méndez haciendo exactamente lo mismo en los mismos sitios. Si aquí se recorta todo, ¿por qué no recortamos uno de los dos sindicatos y separamos a estos subvencionados hermanos siameses?
Los señores de la CSIF se han desmarcado de esta parejita del Sindicato Único de Toxo y Méndez y anunciado que no irán a la Huelga General Innecesaria e Inútil que anuncian para el día no sé cuántos de noviembre: me niego a escribir abreviaturas de meses y fechas y a hacer propaganda de la convocatoria absurda. Y se desmarca la CSIF por una cuestión elemental: para no ir de palmeros de ese inmenso piquete de huelga en que se ha convertido el PSOE. Dicen los señores del CSIF o de la CSIF (o como se diga) algo de cajón: "¿Cómo vamos a ir tras una pancarta de huelga que portan los señores del PSOE que nos llevó a esta crisis y a España a esta ruina?". En lo poco que vale, ahí va mi óle, y mi sombrero arrojado a la arena del redondel, por la vergüenza torera de un sindicato consecuente y coherente, que dice, además, que no están los tiempos como para paralizar a España con otra costosa huelga general. Ya va siendo hora de que la gente se convenza de lo que este sindicato no estabulado ni apesebrado ha dicho bien a las claras: que no pueden protestar contra la crisis, contra el paro, contra los recortes, los mismos responsables y causantes de que España llegara a esta situación. Ya va siendo hora de que se acabe esta amnesia general absolutoria del padre de las niñas de Zapatero, así como de su vicepresidente Rubalcaba, el que rubalcaba antes, pero que ya no rubalca nada.

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