sábado, 15 de septiembre de 2012

Piedra olímpica falsa: no griega

La piedra olímpica de la foto que está en Delfos no es que sea falsa en sí. Es que no es antigua ni es griega como muchos creyeron o creen aún. Los cinco aros olímpicos que se idearon a principios del siglo XX como símbolo de las Olimpiadas no vienen de la antigua Grecia ni eran símbolo entonces de las Olimpiadas. El origen de esta piedra con los cinco aros tallados en sus caras viene de los juegos olímpicos de Berlín de 1936, cuando Hitler ya era el Presidente del país.



Durante la preparación de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, decidieron que uno de los actos se hiciera en Delfos, Grecia, en honor de los antiguos juegos. Y para ello prepararon una piedra con los cinco aros tallados en sus caras. Sobre esa piedra se subiría un atleta de los que portaban la antorcha olímpica que sería llevada de mano en mano hasta Berlín.




Cuando los eventos pasaron, la piedra no se retiró, se quedó allí, en Delfos. En 1950 unos escritores británicos pasaron por allí y viendo la piedra entre otras piedras de ruinas griegas, creyeron haber encontrado una reliquia de las originales ceremonias de las Olimpiadas griegas. Desde entonces, muchos siguen creyendo que los aros entrelazados vienen de hace más de dos mil años, pero no es así.
 
 

Los aros entrelazados, con un color diferente cada uno, fueron elegidos como emblema por el Comité Olimpico a principios del siglo XX, cuando se comenzaron a realizar los juegos en los tiempos modernos. La idea era que todas la banderas de todos los países que participaban en el evento tenían algún color de los cinco de los aros.

También se extendió la idea de que cada aro representaba a un continente y los cinco aros entrelazados señalaban la unión de los cinco continentes. Pero parece que el Comité Olímpico niega que eso sea cierto, que esa no fue la idea del emblema, sino los colores de las banderas. Por cierto, el siguiente emblema tampoco es de las antiguas olimpíadas griegas:
 
 
 
 
 

 

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