jueves, 13 de septiembre de 2012

¿CÓMO SERÍA CATALUÑA FUERA DEL EURO?

España vs Cataluña.

Una hipotética Cataluña independiente sería un 20% más pobre

Asemejaría su renta per capita al nivel de Chipre

 
Varios expertos en economía han analizado la hipotética situación de Cataluña en caso de producirse la secesión que los independentistas han estado defendiendo con tanto fervor en los últimos días.
Como informa el diario 'ABC', uno de los expertos consultados por este diario, Mikel Buesa, ha conluido que una Cataluña independiente vería reducida su renta por capita (que en estos momentos se sitúa por encima de la de la media española y por encima de la media de la Unión Europea) en, al menos, un 20 por ciento. Esto significaría acercarse al nivel de Chipre.
Otro economista, Ángel de la Fuente, del Instituto de Análisis Económico, afirma que el cálculo realizado por Mikel Buesa «no parece descabellado».
Ambos aportan datos para justificar esta conclusión. Entre ellos, uno inmediato: Cataluña pasaría a ser un país independiente fuera de la UE y del euro; sus fronteras con España y con el resto de socios europeos afectarían a más del 80 por ciento de sus flujos comerciales -que en la actualidad dependen mayoritariamente del mercado español-; habría unos sobrecostes arancelarios que reducirían seriamente la competitividad de los productos y servicios catalanes; las empresas sufrirían un «efecto rechazo» desde España -ocurrió con el cava catalán-; habría una fuga de capitales y de empresas hacia España para no verse perjudicadas por la nueva situación económica generada por la independencia... Y la lista de factores suma y sigue.
Al final, estos y otros factores se plasmarían en el PIB y, por ende, a la renta per cápita. Actualmente el PIB por habitante de Cataluña ronda los 28.200 euros; un recorte de entre el 20 y el 25 por ciento lo dejaría entre los 21.000 y los 22.600 euros.
Según explica el economista Mikel Buesa:
Actualmente, en torno al 60 por ciento de lo que vende Cataluña fuera de su territorio se lo compra el resto de España. Si a eso se le suman sus exportaciones a países de la UE, la cifra estaría en no menos del 80 por ciento.
Y pone otro dato: cuando se dividió Checoslovaquia, «la experiencia de segregación entre Chequia y Eslovaquia provocó una drástica reducción de los flujos comerciales entre ambos». «Este efecto puede rondar un descenso de las exportaciones al resto de España de entre un 40, un 60 por ciento...», calcula Buesa.
ENDEUDAMIENTO
Ángel de la Fuente aporta otra perspectiva, la monetaria. La nueva moneda se vería depreciada respecto al euro, pero Cataluña seguiría teniendo que pagar en euros. Así que sus deudas y sus gastos financieros, en términos reales, se incrementarían. Y no poco.
El argumento del «maltrato fiscal» que esgrime el nacionalismo catalán no compensaría, ni de lejos, estos efectos. De entrada -afirma De la Fuente-, porque los cálculos hechos por el nacionalismo sobre lo que ganaría Cataluña si ingresara todo lo que ahora aporta al conjunto de España están sobrevalorados. De otro lado, porque una reducción del PIB conlleva de forma inmediata una paralela caída de los ingresos fiscales.
ESTRAGOS
«Y con un escenario así -menos ingresos y menos PIB-, construye un Estado», apunta Mikel Buesa. «La promesa del independentismo es la del empobrecimiento», subraya. «Nadie quiere ver los estragos, pero cuando se da un escenario así, sin duda los estragos llegan», advierte.
Ni la optimista «balanza fiscal» que esgrime el nacionalismo catalán se salvaría. El aumento de costes y la caída de ingresos y de rentas se comería la mejor de las hipótesis de «beneficios fiscales» que ahora sostiene el independentismo. «Una Cataluña independiente se enfrentaría a una década de un empobrecimiento brutal. Y para volver a los niveles de prosperidad anteriores a la independencia, pasarían décadas más», indica Buesa.
 
El burro como símbolo animal de Cataluña

 

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