Alonso Guerrero, exmarido de la princesa de Asturias, ha recorrido el camino inverso que su primera esposa: ahora triunfa como periodista. Guerrero combina su trabajo en el instituto Alkal´a Nahar de Alcalá de Henares (Madrid), donde imparte lecciones de Literatura, con su labor como columnista en el Diario de Alcalá. El primer marido de la princesa Letizia, con la que salió durante más de siete años pero estuvo casado menos de dos, se ha convertido en el particular azote del Partido Popular en sus textos de opinión.
Alonso Guerrero, en una imagen de archivo (I.C.)
Guerrero se muestra sin complejos como un ciudadano de izquierdas. En su último artículo, titulado El contrato social, carga las tintas contra los ricos y el capitalismo citando a pensadores como Rousseau. También se ha atrevido con Esperanza Aguirre y con la Iglesia. Con todo menos con la Monarquía.
El artículo que más polvareda y controversia ha levantado, sin duda, ha sido el dedicado a analizar la victoria de Mariano Rajoy el pasado 20-N, titulado Madrid/Mordor, en el que relaciona la mayoría absoluta del PP con la bomba atómica y el ascenso de Hitler al poder. “El pueblo ha dado a nuestros gobernantes poderes absolutos. Menos mal, hacía tiempo que necesitábamos algo muy, muy absoluto. El fin justifica los medios; si no, véase el caso de la bomba atómica. ¿Que habrá desaprensivos que confundan esta situación con la de Alemania en el año 33? Por supuesto, aunque existe una pequeña diferencia: aquí no hablamos tan cerca del micrófono. Me refería a Chaplin”, decía.
Entre otros temas de actualidad, Guerrero, que ha rehecho su vida con una profesora del centro en el que trabaja, también ha hablado sobre la educación en la Comunidad de Madrid. “La presidenta Aguirre presume de ser liberal. Si miramos la educación que está imponiendo en Madrid, su liberalismo tiene el mismo contacto con la sociedad que el aparcacoches del Ritz. En Madrid había una educación igualitaria, de calidad, laica y gratuita, y Aguirre está convirtiéndola en un negocio, o en el catecismo […] Lo que está haciendo Aguirre en Madrid ya lo hizo Pinochet en Chile: privatizar la enseñanza media y la superior, dárselas a los empresarios y a la iglesia”, escribía al respecto.
El escritor extremeño ya ha dejado constancia de su especial inquina contra la presidenta de la Comunidad de Madrid en otras ocasiones. Durante la celebración del 70 aniversario del Instituto Ramiro de Maeztu, donde comenzó su historia de amor con la princesa, Aguirre acompañó a la consorte del príncipe Felipe por las estancias del segundo piso del centro educativo. Guerrero se encontraba en un piso más abajo y, para evitar a toda costa el morbo suscitado, no salió a saludar a la que un día fue su mujer ni tampoco a Esperanza Aguirre, por la que no siente ningún tipo de devoción.
Letizia Ortiz y Alonso Guerrero se casaron en 1997 en Almendralejo, Extremadura, en una ceremonia civil oficiada por Manuel Jesús Morán, alcalde por entonces de la localidad. Algo más de un año más tarde se separaron. “Yo sólo hablo de mi visión del mundo, de lo que está cerca de mí, de lo que me rodea”, ha dicho cuando se le ha preguntado el escritor por doña Letizia. En contra, la princesa le ha recordado en más de una ocasión. La última, durante su visita a Chile. "A mi primer marido le encantaban los higos chumbos", se le escuchó decir en petit comité, según narran las crónicas periodísticas de aquel país.
Las ideas de Guerrero, que fue profesor de Letizia en el instituto, donde empezaron un controvertido romance, influyeron en la actual princesa. El literato Isidre Cunill sostiene en su último libro, Letizia Ortiz. Una republicana en la corte del Rey Juan Carlos Primero que, al menos en su juventud, la futura reina confesaba ser socialista, agnóstica, sindicalista y republicana. En su reciente visita a Chile, doña Letizia protagonizó un episodio polémico al defender el matrimonio gay en conversación privada con el líder de una asociación que defiende los derechos de los homosexuales de aquel país. Tanto que los Abogados Cristianos han pedido a Casa Real una rectificación de estas palabras.
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