sábado, 17 de diciembre de 2011

5 estrategias que se usan para desarmar ideológicamente a la sociedad ante ETA

ETA y sus cómplices buscan no sólo conseguir sus objetivos políticos por medio de la amenaza y de la violencia, sino también deslegitimar a quienes buscamos su derrota. En esto siempre han contado con la ayuda de personas suciamente interesadas en llegar a apaños con los asesinos, y también de auténticos tontos útiles que adoptan -de forma involuntaria pero igualmente criticable- las falacias argumentales de ETA y de sus secuaces. Veamos algunas de esas estrategias y las formas de contestarlas y desmontarlas:
  1. Presentar a las víctimas como merecedoras del crimen que han sufrido: ejemplo de ello es la expresión del tipo “algo habrá hecho” que ciertos miserables han dicho tantas veces cuando alguien era amenazado, extorsionado, herido, mutilado o asesinado por ETA. LA RESPUESTA: con esta estrategia se pretende trasladar la responsabilidad de un crimen del terrorista a su víctima.Es más: quienes usan esta estrategia están dando a entender que el asesinato es legítimo en función de las ideas, actitudes políticas o comportamientos personales del asesinado. Tratan de justificar un asesinato y con ello se convierten en cómplices morales de los asesinos.
  2. Decir que quienes queremos la derrota de ETA no queremos la paz: es una estrategia que ha usado tanto el gobierno socialista como medios proetarras y dirigentes de Batasuna-ETA. Ha sido muy usada cada vez que ETA declaraba una tregua, y por ello esta estrategia ha pasado de ser patrimonio de ETA y de sus simpatizantes a ser también utilizada por quienes intentaban justificar sus aberrantes apaños con los asesinos. LA RESPUESTA: se trata de una burda calumnia consistente en presentar a quienes buscar la derrota de los terroristas como personas deseosas de violencia. Los únicos que no desean la paz son los que se valen de la violencia para alcanzar sus objetivos. Para más inri, esta infamia se ha usado incluso contra las víctimas. De hecho, con frecuencia quienes se valen de esta estrategia intentan presentar como personas deseosas de que siga la violencia a quienes más la han sufrido en sus carnes, lo cual es doblemente repugnante
  3. Afirmar que quienes buscan la derrota de ETA en realidad quieren que vuelva a matar: con distintas variantes esta estrategia la ha usado tanto el gobierno socialista como los dirigentes de Batasuna-ETA a raíz de los pactos entre ambos, pero también alguno que se dice liberal. LA RESPUESTA: es una burda calumnia que traslada la culpa de los asesinatos de los terroristas a quienes se les oponen. Si ETA vuelve a matar, lo hará porque exclusivamente lo han querido sus pistoleros y quienes les justifican. Como en la estrategia anterior, esta infamia se ha usado incluso contra quienes más han sufrido los zarpazos de ETA y contra quienes más combaten a los terroristas. Quienes se valen de esta calumnia suelen ser los que buscan justificar su apoyo a la idea de que el Estado de Derecho claudique ante ETA -por ejemplo, admitiendo en las instituciones democráticas a una formación proetarra que hoy mismo se ha negado cuatro veces a condenar a ETA- con el pretexto de que no haya más asesinatos. La idea no es nueva: Neville Chamberlain y sus simpatizantes ya la usaron en 1938 para acusar de querer la guerra a quienes no aprobaban su claudicación ante Hitler, permitiéndole ocupar primero los Sudetes y después toda Checoslovaquia. Está históricamente comprobado que ceder ante los asesinos y complacerles para que dejen de matar sólo sirve para que se sientan crecidos y quieran más, pero algunos aún no han caído de la burra y prefieren valerse de calumnias para justificar su afán de complacer a los totalitarios.
  4. Descalificar a las víctimas y a quienes piden la derrota de ETA: es la estrategia más pobre y tiene distintas variantes. Una de ellas es presentar a los que piden la derrota de ETA como los “duros”, táctica usada por medios progres de izquierdas y también alguno de derechas, medios que tienen en común su apoyo a que se haga la vista gorda a la presencia de Amaiur en el Congreso. La versión más frecuente de esta estrategia es relacionar a quienes piden la derrota de ETA con la ultraderecha: esta táctica la han seguido desde medios proetarras hasta los simpatizantes ymedios más radicalizados del entorno del PSOE, pasando por alguno que se dice liberal. Hay también una variante mema de esta estrategia, que consiste en tachar de “fascistas” a los que piden la derrota de ETA, insulto que han practicado desde las Juventudes Socialistas hasta webs de la ultraizquierda antisistema próximas a ETA. LA RESPUESTA: significativamente, piden tratar como demócratas de toda la vida a las franquicias electorales de ETA mientras difaman e insultan a sus víctimas y a quienes pedimos la derrota de los asesinos. No es ninguna novedad. Durante años la izquierda y el nacionalismo más radical -incluso algunos que van de moderados- se han dedicado a hacerle el trabajo sucio a ETA de esta forma. Lo que sí es una novedad es que el último chantaje de ETA ha ampliado la nómina de tontos útiles dispuestos a desprestigiar a las víctimas y a quienes las apoyamos.
  5. Destruir la reputación de las víctimas y de quienes las apoyan: ha sido hasta ahora la estrategia más rastrera y mafiosa de las que se han usado para desarmar a la sociedad ante ETA. Se ha materializado, a modo de ejemplo, en publicar información falsa para denigrar a las víctimas, hacer circular rumores para atribuir un estado de locura a quien las apoya e incluso llevar a cabodetenciones ilegales de asistentes a manifestaciones de apoyo a las víctimas bajo falsas acusaciones. Como se puede ver en los enlaces, esta estrategia la han practicado no sólo el gobierno socialista y alguno de sus medios afines, sino también la oposición parlamentaria en la que con anterioridad las víctimas habían encontrado tanto apoyo. LA RESPUESTA: además del recurso a la vía judicial, estas prácticas de desprestigio se caracterizan por ir acompañadas de una o varias de las estrategias antes citadas. Una vez agotados todos los recursos para silenciar, humillar y restar influencia a las víctimas y a quienes las apoyan, propiciar la muerte civil de quienes aún se resisten a ETA es la guinda de estas estrategias de juego sucio. Por desgracia, en algunos casos esa estrategia ha obtenido el resultado deseado por quienes la promovieron: ahí tenemos el ejemplo del abandono de María San Gil de la política activa.
Espero que esta entrada sirva para aprender a vacunarnos de estas burdas estrategias que, como ya he señalado, no tienen otro fin que desarmar a la sociedad frente a ETA, ya sea de forma consciente o involuntaria. Ya va siendo hora de que dejen de ser las víctimas y quienes las apoyan los que se sienten señalados por los cómplices de los terroristas y los que les hacen de tontos útiles, y sean éstos los que empiecen a estar señalados por los demócratas, es decir, por quienes rechazan tanto el uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos como el intento de sacar tajada política de un supuesto abandono de la violencia, que es el chantaje etarra que estamos viviendo actualmente en España.

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