domingo, 12 de junio de 2011

El Partido Popular asume el mayor poder municipal de la democracia

Portadas de El País, El Mundo y ABC.

Vuelco histórico en España e indignidad en el País Vasco

Más de 4.000 socialistas pierden el cargo y a partir de este 12 de junio de 2011 tendrán que ponerse a buscar empleo, sin móvil, despacho, trajeta de crédito y coche oficial.

El vuelco es espectacular. Y los que se quedan sin chollo, una verdadera 'legión' porque se calcula que más de 4.000 socialistas pierden el cargo y a partir de hoy tendrán que ponerse a buscar empleo, sin móvil, despacho, trajeta de crédito y coche oficial.
La diferencia de más de 2,2 millones de votos a favor del Partido Popular en las elecciones del 22-M significóa un vuelco abrumador en el reparto de poder en España.
El PSOE sólo gobierna en nueve capitales de provincia, frente a 33 del PP.
El éxito del PP en Andalucía, Extremadura, Cataluña y Baleares es especialmente sintomático del cambio de opción política de los ciudadanos.
¿EXTRAPOLABLE A LAS ELECCIONES GENERALES?
No es automáticamente extrapolable a las próximas elecciones generales, que podrían adelantarse al otoño de 2011 en lugar de esperar a marzo de 2012, pero la sensación de que es impresdcindible el cambio y que se marchen de una vez Zapatero, Rubalcaba y los que nos han llevado al desastre ha arraigado de manera que parece irreversible.
Es revelador lo ocurrido este 11 de junio de 2011 en la constitución de los 8.116 ayuntamientos del país. Los populares no sólo retienen y refuerzan los que tenían, sino que asaltan consistorios que hasta hace unos años parecían inexpugnables.
La Coruña, Sevilla, Córdoba, Vitoria, Badalona o el denominado «cinturón rojo» de la Comunidad de Madrid fueron sólo algunos de los muchos ejemplos de esa catarsis que representó el 22-M.
MILES DE CUADROS SOCIALISTAS SIN CHOLLO
La jornada hizo también visible la debacle del PSOE en las urnas. Los socialistas conservan una ínfima parte de sus gobiernos locales, protestan por lo que creen que es falta de entrega de sus monaguillos de Izquierda Unida, y tiemblan ante la posibilidad de perder también la presidencia de Extremadura.
Resulta insólito que una derrota de tal magnitud no haya tenido consecuencias internas. De hecho, la mayoría de sus protagonistas -Zapatero, Blanco, Rubalcaba, Chacón, Barreda, Griñán, Vara y demás compañeros mártires- han pasado página rápidamente y eluden asumir responsabilidades.
No son los únicos que miran para otro lado.
LA CARADURA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Los seis magistrados del Constitucional que dieron luz verde a Bildu para presentarse a las elecciones deberían tomar nota de lo sucedido este 11 de junio de 2011 en el País Vasco y Navarra para comprobar las graves consecuencias que ha tenido y que tendrá su decisión para el futuro de todos.
Los proetarras han vuelto a las instituciones -con la complicidad del mismo PNV con el que pactaron en Lizarra- y se han comportado tal como lo hacía Batasuna, instrumento de los asesinos de ETA hasta para los muy a menudo miopes jueces.
EL IMPULSO PERVERSO DEL GOBIERNO ZAPATERO
Por mucho que el TC, con el impulso del Gobierno Zapatero o de parte de él, considere que Bildu se ha apartado de los terroristas, los hechos son tozudos.
Ni uno de los más de 100 alcaldes de la coalición abertzale que tomaron posesión de sus cargos condenó la violencia de ETA ni mucho menos pidió la disolución de la banda, tal y como les había pedido -con la boca pequeña- el PNV.
Por el contrario, los radicales acosaron, zarandearon e insultaron a sus compañeros de corporación, demostrando que no están dispuestos a asumir las reglas de la democracia.
En Elorrio injuriaron al concejal del PP -cuando recordaba a Miguel Ángel Blanco en su discurso- y a la alcaldesa en el salón de plenos.
EL ADN PROETARRA
En Lizarza retiraron las banderas española y europea que colocó Regina Otaola, impidieron el acceso de los medios de comunicación y colocaron pancartas en favor de los presos de ETA.
Pancartas con las que, asimismo, fue recibido el nuevo alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izaguirre, en la plaza del Ayuntamiento porque el PNV se negó a apoyar al candidato socialista, como sí hizo el PP.
El PSE, que tan proclive fue a que los proetarras tuvieran barra libre legal en las elecciones, reaccionó con dureza contra los nacionalistas vascos, advirtiendo de que hay un antes y un después de este 11 de junio, en el que el PNV ha pactado con Bildu para desalojarles de pueblos como Lasarte o Trápaga.
LA HIPOCRESIA DEL PNV
El partido de Urkullu ha vuelto a hacer gala de su hipocresía, ya que hace sólo unos días había puesto en duda el carácter democrático de Bildu.
Los nacionalistas, asustados ante el empuje de los radicales, tal vez hayan permitido su acceso al poder para que los ciudadanos comprueben que no están preparados para gobernar, pero han incurrido en una grave irresponsabilidad, al permitir que una ciudad tan emblemática como San Sebastián caiga en manos de una formación cuyo programa político -contrario a los más importantes proyectos de infraestructuras- casi supone un regreso a la Edad Media.
DESASTRE PARA SAN SEBASTIAN
El PNV tendrá que explicar por qué ha permitido la investidura de un alcalde que no condena a una organización criminal que ha asesinado a más de un centenar de personas en la ciudad.
Tal y como denunciaron tanto las asociaciones de víctimas como PP, PSOE y UPyD el regreso de los herederos de Batasuna a las instituciones -sin que la banda se haya disuelto- es un indignante agravio a las víctimas y un retroceso de décadas en la lucha antiterrorista.

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