CALENTAMIENTO PREVIO PARA LA GRAN MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO
Médicos, profesores y trabajadores de los servicios públicos en una de las protestas recientes
Médicos, profesores y trabajadores de los servicios públicos en una de las protestas recientes
Barcelona fue un caos casi total. Trabajadores de la sanidad, maestros, estudiantes, cuerpos de seguridad, empleados de Justicia, de Hacienda, de empresas públicas y de la Administración salieron a la calle a protestar por los recortes que quiere impulsar el Gobierno que preside Artur Mas. Miles de manifestantes cortaron el tráfico en diferentes zonas, lo que creó minutos de embotellamientos y de caos en un día en el que el calor apretaba por primera vez. “Ha sido un éxito absoluto. Aproximadamente los trabajadores del 90% de los centros educativos salió a la calle a manifestarse”, señalan fuentes de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras a El Confidencial. Era la primera jornada de protesta a la que se sumaban los maestros, ya que hasta ahora los miércoles sólo se habían manifestado los trabajadores de los hospitales.
Por la mañana, miles de estudiantes de la UPC estrenaron las protestas cortando la avenida Diagonal, arteria de entrada y salida de la ciudad. En medio de los carriles, los profesores impartieron las clases permitiendo sólo un carril en cada sentido y los transportes públicos. El caos se inició en ese momento, con caravanas kilométricas de vehículos. Los estudiantes, no obstante, fueron en manifestación hasta el rectorado de la UPC, donde empapelaron el vestíbulo con trabajos académicos de la Facultad de Arquitectura. El Consejo del Estudiantado de la UPC se reunirá el próximo lunes con el secretario general de Universidades de la Generalitat para tratar de negociar los recortes, aunque asegura que “no descartamos más acciones después de esa reunión”.
A mediodía, fueron los del Hospital de Bellvitge los que hicieron lo mismo con la Gran Via mientras que los del Hospital Vall d’Hebron cortaban la Ronda de Dalt y los del Hospital del Mar cortaban la Ronda del Litoral.
En Bellvitge, casi un millar de trabajadores protestaron ruidosamente por los recortes. “Sólo cortamos el tráfico un tiempo prudencial con el fin de que afectase lo mínimo posible a los ciudadanos, que no tienen la culpa”, señala a este diario Manel de los Riscos, portavoz de la Confederación General del Trabajo (CGT). En el Hospital Clínico, en pleno centro de la ciudad, la plataforma de trabajadores reunió a poco más de medio centenar de trabajadores y una hora después el comité de empresa citaba a dos centenares que cortaron durante varios minutos el tráfico en la calle Villarroel, según fuentes de la CGT.
Gran manifestación el sábado
“Ésta ha sido una jornada previa para calentar motores de cara a la gran manifestación prevista para el próximo sábado”, señala a El Confidencial Carme Navarro, secretaria general de Sanidad de CCOO, que por la tarde asistió a la manifestación que había convocado el comité de empresa del Hospital de Granollers. Fuentes del Sindicat de Metges (SM), el mayoritario entre los facultativos, coincidieron también en hacer una valoración positiva de la jornada. “Ahora, convocamos para la manifestación del sábado, donde estaremos en primera fila”, añaden estas fuentes. Este sindicato subraya que los médicos están a la espera “de que la Administración cumpla su promesa y nos presente el documento con los recortes detallados que piensa hacer”. Ante el aumento de la tensión social, el Departamento de Empresa y Ocupación se comprometió a hacer de intermediario entre Sanidad y los empleados del sector, pero la reunión que tenía que celebrarse esta semana quedó pospuesta para la semana que viene debido a problemas de agenda. “Esperamos que entonces no pongan más excusas y nos presenten el documento”, añaden fuentes de SM.
Despidos en empresas públicas
“Mucho nos tememos de que no presentarán nada serio hasta después de las elecciones para que no les afecte a la campaña. Sigue el mutismo por parte de la Generalitat”, afirma Manel de los Riscos. Por su parte Xavier Casas, responsable del sector de Generalitat de la UGT, señaló a este diario que “la jornada ha sido de participación positiva a todos los niveles”. Y denuncia que “sólo tienen claro que quieren despidos, pero no los criterios o las pautas de estos recortes. A nosotros nos preocupa que una medida como ésta, la de echar a la calle a miles de trabajadores, ha de tener un estudio previo, un plan previo y un diálogo previo. Incluso sería conveniente informar de los recortes en ámbito parlamentario. Pero no tenemos la sensación de que haya nada hecho, sino sólo de que quieren echar a gente”.
Casas subraya que “siguen echando a gente. Esta mañana [ayer por la mañana para el lector], nos hemos concentrado en el Instituto Catalán del Suelo, donde ya ha habido 22 despidos. Y mucho nos tememos que después de las elecciones van a seguir despidiendo a muchos más. La intención de la Administración es privatizar todo lo que pueda, porque lo que le pone a este Gobierno es, precisamente, privatizar”. En el Parque científico de Barcelona también ha habido una docena de despidos, de una plantilla de dos centenares.
Pero, con cuentagotas, se van sabiendo de más planes de recortes. En el Hospital Clínico, por ejemplo, se prevé la eliminación de casi un centenar de camas. Según los documentos que maneja la dirección, la unidad de dermatología será cerrada completamente el próximo 3 de junio, mientras que el turno de tarde de las consultas externas también cierra, lo mismo que un quirófano y un box por las tardes. En obstetricia, se eliminarán 8 camas; en ginecología, seis; en cardiología, seis; en neurocirugía, seis; en la unidad de prótesis de rodilla, catorce; en psiquiatría infantil, cinco; en neumología, cuatro, etcétera. Sin embargo, tiene previsto aumentar cuatro camas en psiquiatría de adultos y dos más en ORL. El seis de junio también se traslada maternidad a la calle Villarroel, en la que quedarán 16 camas y el resto serán cedidos para el hospital de día de dermatología. en cuanto a personal, de momento hay una lista de 40 personas “sobrantes” que “han de ser recolocadas”, aunque no ha hablado de despidos en ningún momento.
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