Zapatero tiene claro que su cacareado diálogo y talante es ya historia. El Gobierno aprobará el retraso de la edad de jubilación a los 67 años el próximo 28 de enero, con o sin consenso. El presidente dice que asume "todas las consecuencias".
Libertad Digital
El Gobierno aprobará la reforma de las pensiones con o sin acuerdo del Pacto de Toledo y retrasará la edad de jubilación a los 67 años. El Gobierno aprobará la reforma el 28 de enero. Zapatero ha dejado claro que la decisión es del Gobierno y que asume "todas las consecuencias". Dijo que el debate social es importante y que se esforzará en "explicar las razones, la solidez y lo positivo de la reforma de las pensiones".
Se apoyó en que otros países han acometido ya esa reforma. "Todos los países están en este debate" y si España lo hace hora "lo haremos progresivamente, sin que haya situaciones difíciles. Otra opción es dejarlo. A este gobierno le sería la opción mas cómoda y que cuando lleguen los problemas serios a la Seguridad Social para hacer frente a las pensiones, que se arreglen en ese momento". Pero ahora cree que "un gobierno serio tiene que ser previsor".
Como si acabara de llegar al Gobierno, no reparó en intentar culpar al PP también del problema de las pensiones. "A lo mejor había que haber hecho las cosas en la década de los 90 o a principios del 2000, como hizo Alemania". El gobierno, dijo, mantiene su propuesta de que la edad de jubilación sea a los 67 años, "pero antes queremos hablar como es natural con todos los grupos políticos". Eso sí, quedó meridianamente claro que lo que salga de ese diálogo es indiferente.
"El Gobierno va a presentar la propuesta de reforma sistema de pensiones que necesita España, los trabajadores y los ciudadanos tiene que tener un horizonte y una seguridad sobre su pensión", dijo. Y aseguró que el Gobierno asume "todas las consecuencias" de la protesta social que esta medida va a acarrear. "Nos tenemos que responsabilizar del futuro de nuestras pensiones, aunque sea a 15 años". Del debate volvió a insistir en que será "conveniente, clarificador" y que "la inmensa mayoría de la sociedad española, que sabe lo que está en juego, entenderá la reforma". También se refirió a la posición que tomen las fuerzas políticas. "Cada uno demostrará su responsabilidad. El Gobierno no puede estar pendiente de expectativas electorales cuando está en juego el futuro de nuestras pensiones y la estabilidad fiscal. Esto es algo mucho más importante", remató.
Dijo que estamos en un "momento histórico para el futuro de nuestra economía, nuestra prosperidad y nuestro bienestar", afrontar la crisis económica "que estamos pasando" hace tomar "medidas históricas". "Si las tomamos hoy, aunque no sean fáciles, en el futuro diremos que hicimos lo que teníamos que hacer", concluyó.
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