jueves, 16 de septiembre de 2010

Las apolipoproteínas A1 y A4, asociadas a patología hepática

Los investigadores Manuel de la Mata, María Pleguezuelo y José Luis Montero.

Un estudio llevado a cabo en el Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, ha abierto una línea de investigación por la que se demuestra que las alteraciones en torno a determinadas proteínas se pueden asociar en la identificación de tumores hepáticos en pacientes con cirrosis.

María Pleguezuelo, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Reina Sofía y autora principal del trabajo que se publica en el último número de World Journal of Hepatology, explica que "se han obtenido resultados muy buenos que permiten señalar que por primera vez se asocia un tipo de proteínas -las apolipoproteínas A1 y A4- a enfermedades hepáticas". Hasta el momento ningún estudio publicado en la literatura científica había demostrado la utilidad clínica de estas proteínas en el campo de la hepatología con evidencia suficiente.
En la investigación se ha incluido a 18 enfermos con cáncer hepático y a 22 sin el tumor; a partir de su análisis, los investigadores han demostrado que las citadas proteínas, que se encuentran más o menos expresadas en estos pacientes, se podrían utilizar como marcadores de la presencia de tumores hepáticos.
"Estas proteínas son unos buenos marcadores para el seguimiento clínico de los pacientes con enfermedad hepática para poder diagnosticar antes; permiten, por tanto, que exista una mayor posibilidad de luchar contra la enfermedad", indica la especialista, quien reconoce que hay que seguir investigando en este campo con una muestra mayor y relacionando los datos con los estudios de genómica.
El proyecto se corresponde con la tesis doctoral de Pleguezuelo y forma parte de la línea de investigación de biología molecular del hepatocarcinoma que se lleva a cabo en el complejo sanitario cordobés y que dirigen el clínico Manuel de la Mata y el biólogo Jordi Muntané. También han participado en el estudio el especialista en Aparato Digestivo José Luis Montero, los investigadores Laura López y Antonio Rodríguez, además de los cirujanos Javier Briceño y Rubén Ciria.
Metabolismo energético
Pleguezuelo explica que "el hígado es uno de los órganos más importantes en el proceso de metabolismo energético y la mayoría de las apolipoproteínas se sintetizan en este órgano. Sin embargo, en enfermedades en las que existe daño celular, como es el caso de la cirrosis y el hepatocarcinoma, estos procesos se alteran y motivan que dichas sustancias puedan sufrir variaciones en cuanto a su concentración, composición, apariencia y movilidad".
Pleguezuelo apunta que, si se detectan alteraciones en esas proteínas en personas con cirrosis, se podría tratar con antelación a la aparición del tumor o en estadios iniciales a fin de mejorar su pronóstico.
Con frecuencia, los pacientes con cirrosis mal controlada pueden desarrollar una insuficiencia hepática que en ocasiones progresa hasta desarrollar cáncer de hígado. Otra de las ventajas de poder predecir la aparición del tumor se centra en la posibilidad de optar a un trasplante antes de que la enfermedad oncológica avance.
Según explican los investigadores, a los enfermos que han participado en el estudio se les realizó un análisis de sangre al que se aplicaron técnicas de proteómica -que estudia la estructura y función de las proteínas- para conocer el comportamiento de estos compuestos, relacionadas con el transporte de los lípidos en el organismo.
En estudios previos sí que se habían descrito asociaciones entre diversas apolipoproteínas y otros tipos de cáncer, como los tumores de pulmón, de tiroides y de endometrio, entre otros.

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