martes, 23 de marzo de 2010

Musulmanes: ser miembro de una religión fundada por un pederasta

Minutodigital.com. Firma el artículo, Yolanda Cruceiro.


La mujer en el mundo islámico es insultada desde su más tierna infancia y obligada a casarse y mantener relaciones sexuales con 6 o 7 años. Este fin de semana hemos podido ver a miles de mujeres yemenitas protestando porque un proyecto de ley fija en 17 años la edad mínima del matrimonio en aquel país para las chicas. Les parece un atentado contra el Islam, ya que Mahoma se casó con Aisha cuando ella tenía sólo nueve años.

En el Islam, la mujer está totalmente sometida a los varones de su familia. En Arabia Saudita, por ejemplo, una mujer no puede tener pasaporte, no puede salir de su casa si no está acompañada por un familiar hombre, no puede vestir ropa de color, no puede mostrar ni su rostro ni su cabellera, no puede conducir un automóvil.



Prohiben que una mujer estudie y que sea examinada por un médico -masculino-. Pero al no poder estudiar, no hay mujeres que ejerzan la medicina, por lo que están abandonadas a su suerte: si contraen una enfermedad grave, lo más probable es que mueran.



Pero lo más alarmante es que esto no sucede ya solo en lejanos países. El 32 por ciento de los estudiantes musulmanes británicos considera que asesinar en nombre del Islam está justificado, y el 40 por ciento de los estudiantes musulmanes está de acuerdo con la introducción de la ley islámica (sharia) en Gran Bretaña. El 34 por ciento está a favor de un califato islámico mundial y un 54 por ciento apoya la idea de un partido político musulmán en el Parlamento británico -en España ya tenemos el PRUNE-. Un 25 por ciento de los estudiantes musulmanes considera que el hombre y la mujer no son iguales ante los ojos de Alá, mientras que el 25 por ciento afirma que tiene poco o nada de respeto a los homosexuales.



Más cerca. En España, Al-Andalus para los invasores, ya se ha conocido la celebración de un juicio islamista en toda regla. Como los que celebran los talibanes en Afganistán o las milicias extremistas en Somalia. El proceso tuvo lugar en una masía aislada del Camp de Tarragona. Allí, nueve islamistas, todos ellos de origen magrebí, tenían retenida a una muchacha a la que habían secuestrado.



La mujer fue juzgada por sus captores, que habían decidido constituirse en un tribunal islámico y la acusaban de adulterio. Los musulmanes decidieron condenarla a muerte. Por suerte, en un descuido de los dos hombres que tenían encargado vigilarla, la víctima logró escapar de su cautiverio y alcanzar una comisaría de los Mossos d’Esquadra. ¿De cuántos otros juicios de este tipo no nos habremos enterado? ¿cuántas mujeres yacen enterradas después de haber sido asesinadas por ‘tribunales’ como éste?



LOS CASOS SE MULTIPLICAN



Las agresiones y violaciones por parte de musulmanes se multiplican por toda Eurabia. Según informaba hace unos meses el periódico La Dernière Heure, en una estación de ferrocarril de Bruselas, la capital de Europa, dos magrebíes violaron a una chica belga de 21 años por no llevar el velo islámico. Según el padre de la chica violada, su hija “volvía de Waterloo. Eran las 21 horas. A la salida de su tren se dirigió hacia el andén” y allí la violaron.



El atormentado padre lo dejaba claro: “No aguanto esta Bélgica donde todo está permitido. Que deja venir a la deriva jóvenes procedentes de zonas sin ley. Esos violadores sólo querían una sola cosa: abusar de mi hija, poseerla y denigrarla, porque ella no es como los musulmanes entienden que las chicas deben de ser. Esto es una vergüenza”.



Podríamos seguir, pero creo que no merece la pena extenderse. Estamos siendo acosados por la barbarie. Ya está entre nosotros, y muchas europeas ya han sido víctimas de abusos y violaciones protagonizadas por miembros de la religión que un día fundó un pederasta llamado Mahoma. Mientras tanto, la casta política mira a otro lado. ¿Cuándo vamos a comenzar la defensa de nuestro sistema democrático? ¿de nuestro sistema de libertades? ¿de Europa? A más Islam, menos democracia, menos libertad. ¿Alguien no entiende la ecuación?

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