Un estudio que se publica hoy en Annals of Internal Medicine y que ha coordinado Hsin-Chieh Yeh, de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, revela que las personas que dejan de fumar tienen un 70 por ciento más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los primeros seis años sin fumar en comparación con las personas que nunca han fumado. Todo apunta a que se debe al aumento de peso que sufren los que abandonan el hábito.
El tabaco es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, pero dejarlo también parece aumentar el desarrollo de esta disfunción, según una investigación realizada por científicos de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore.
El estudio, que se publica hoy en Annals of Internal Medicine y que ha sido coordinado por Hsin-Chieh Yeh, profesora de Medicina Interna y Epidemiología de la citada universidad, ha hallado que las personas que dejan de fumar tienen un 70 por ciento más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los primeros seis años en comparación con las personas que nunca han fumado. Este riesgo fue mayor en los primeros tres años tras abandonar el hábito y volvió a una probabilidad normal después de diez años de la cesación tabáquica. Entre aquéllos que continuaron fumando durante este periodo, el riesgo fue más bajo, pero la posibilidad de desarrollar diabetes fue un 30 por ciento mayor en comparación con los que nunca habían fumado.
Este trabajo ha analizado a 10.892 adultos de edad media que no tenían diabetes entre 1987 y 1989. Los pacientes fueron sometidos a seguimiento durante más de 17 años y se estudiaron en intervalos regulares los datos sobre el estado de diabetes, niveles de glucosa y el peso. 
Motivos del resultado
Durante los primeros tres años de la investigación, los que dejaron de fumar ganaron cerca de 3,81 kilogramos y la circunferencia de sus cinturas creció aproximadamente 30 centímetros. Así, los investigadores sospechan que el riesgo elevado de diabetes en estos sujetos se debe al peso que ganan tras renunciar al tabaco y advierten de que los resultados de este trabajo no deben utilizarse como excusa para continuar fumando porque es un factor de riesgo de enfermedad pulmonar, cardiaca y muchos tipos de cáncer.
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
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